Aunque el nombre pueda despistarnos, seguro que la hemos visto en más de una ocasión en los jardines. Y es que hablamos de una de esas plantas ornamentales y rastreras perfectas para llenar cualquier espacio de vida. Por si esto fuera poco, los cuidados de la Aptenia cordifolia nos permiten catalogarla como una planta rústica. Algo perfecto para quienes buscan disfrutar del exterior y con el mínimo mantenimiento posible.
Originaria de Sudáfrica, esta increíble planta tapizante ha sabido hacerse un hueco en los jardines y terrazas. Y no le faltan motivos para ello más allá de que sus cuidados sean sumamente fáciles. Al aspecto de sus hojas, de carácter carnoso y perennes, se le suma algo que la convierte en irresistible: su increíble capacidad de crecimiento. Un detalle que puede convertirse en aliado, si queremos cubrir superficies en un plazo corto de tiempo. Es más: aunque podamos disfrutar de ella en maceta, es muy habitual contar con ella si nos planteamos cómo hacer un parterre en el jardín o, incluso, como sustitutivo del césped.
Por si todo esto fuera poco, hay otro detalle más para enamorarse perdidamente de ella. En climas fríos, su floración se prolonga desde la llegada de la primavera hasta el final del verano. Pero si vivimos en un clima templado, podremos disfrutar de su llamativa floración en colores intensos durante todo el año. ¿Quién renuncia a semejante regalo de la naturaleza?
- CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA APTENIA CORDIFOLIA
- 1. La temperatura, clave para su bienestar
- 2. La luz, fundamental en los cuidados de la Aptenia cordifolia
- 3. El riego, un detalle menor en su cultivo
- 4. El tipo de suelo, importante en su desarrollo
- 5. El abono, otro de los cuidados de la Aptenia cordifolia que ayudan en su desarollo
- 6. Las plagas, un aspecto del que podremos olvidarnos
CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA APTENIA CORDIFOLIA
Antes incluso de ver cómo cultivarla, es interesante conocer algunos aspectos prácticos más que pueden acabar de convencernos de integrarla en nuestra colección de plantas de exterior.
El primero de ellos puede quitarnos ese dolor de cabeza de cómo erradicar las malas hierbas del jardín. Por su crecimiento horizontal, la Aptenia cordifolia impide la aparición de las hierbas adventicias. Algo ideal para quienes tengan un problema con este tipo de plantas poco deseables en el jardín, ya sea por un relleno de tierra incorrecto o por la proximidad con alguna fuente externa que genere la aparición repetitiva de malas hierbas.
Además de esto, es interesante saber que podemos incluirla en la lista de plantas resistentes a la sequía. Hablamos de una planta suculenta y, por tanto, sus necesidades de agua son inferiores a las de cualquier planta convencional. Un detalle que, curiosamente, no está reñido ni con su crecimiento ni con su espectacularidad.
Dejamos para el final un motivo más estético que práctico. Es una elección perfecta si queremos disfrutar de una planta colgante para cultivar en maceta. Al no tener una superficie horizontal sobre la que crecer, sus ramas quedarán suspendidas. Y no cabe duda: el efecto no puede ser más llamativo.
Y ahora sí, veamos cuáles son esos pocos cuidados de la Aptenia cordifolia que nos harán disfrutar ¡y mucho! de ella.
1. La temperatura, clave para su bienestar
Algo lógico, si tenemos en cuenta que es una planta de procedencia africana, es que no le gusta demasiado el frío. En caso de estar expuesta a él, sus hojas perderán la intensidad de su color y detendrá su crecimiento. No es dramático pero sí es importante tener en cuenta que le gustan todavía menos las heladas. Por debajo de tres grados bajo cero, su vida puede verse comprometida. Por ello y si vivimos en un clima muy frío en invierno, será conveniente protegerla con una manta térmica de protección de jardinería.
Y ¿qué pasa con el calor? Nada de nada. Soporta perfectamente altas temperaturas, por lo que en ese aspecto podemos estar tranquilos.
2. La luz, fundamental en los cuidados de la Aptenia cordifolia
¿Cuál puede ser el espacio ideal para una planta de procedencia africana? No cabe duda: el pleno sol. Solo con semejante cantidad de luz podrá mantener su ritmo de crecimiento y florecer de forma abundante.
A pesar de ello, también podemos cultivarla en sombra parcial. El peaje a pagar es que su desarrollo no será tan rápido o, incluso, que no dé tantas flores.
3. El riego, un detalle menor en su cultivo
Probablemente, el cuidado de la Aptenia cordifolia que más tendremos que vigilar. No saber cómo regar plantas suculentas correctamente es uno de los motivos más habituales de acabar con ellas. En el caso particular de esta planta, es importante saber que el nivel de desarrollo de sus tallos está íntimamente ligado con que la planta disponga de un suelo húmedo. Por eso y aunque sea resistente a la sequía, conviene saber exactamente cuáles son sus necesidades.
Para atender cómo se merece a la Aptenia cordifolia, tendremos que regar una vez cada 15 días en los meses de otoño e invierno. Aprovechando las dos estaciones de desarrollo y floración, primavera y verano, incrementaremos esta pauta hasta un máximo de dos riegos a a semana en meses de mucho calor.
4. El tipo de suelo, importante en su desarrollo
Aunque este maravilloso representante de las plantas vivaces puede crecer en casi cualquier suelo, sí es imprescindible que este reúna una serie de condiciones. Para empezar: es vital para el desarrollo de esta suculenta que la tierra en la que crezca cuente con un cierto porcentaje de arena que procure un buen drenaje. Uno de sus mayores enemigos, es precisamente, el exceso de agua en las raíces.
Además de esto, la Aptenia cordifolia plantada directamente en suelo necesita un suelo rico en materia orgánica para mantener su ritmo de crecimiento.
5. El abono, otro de los cuidados de la Aptenia cordifolia que ayudan en su desarollo
Uno de los cuidados de la Aptenia cordifolia más importantes si la disfrutamos en maceta. Plantada en el suelo, la manera de abonar nuestra planta será diferente. Sin embargo, si se desarrolla en contenedores como son las macetas, necesitará un aporte regular de fertilizante para ayudarla a crecer.
El momento ideal es durante los meses de primavera y verano; y a razón de una dosis al mes de un abono específico para cactus y crasas.
6. Las plagas, un aspecto del que podremos olvidarnos
¡Y es que es una auténtica rareza que puedan atacar a esta planta! En situaciones sumamente extremas de sequía y desatención, puede ser objeto del pulgón.
Ahora que conoces los cuidados de la Aptenia cordifolia y sus virtudes, confiesa: ¿eres capaz de resistirte a tenerla entre tus plantas? ¡A nosotros nos resulta imposible!