ESTADO DE CONSERVACIÓN Y
DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
DE AGUA DULCE EN LOS ANDES
TROPICALES
ANDES
TROPICALES
Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra,
Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)
La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN™
Apoyado por
Acerca de la UICN
La UICN es una Unión de Miembros compuesta por Estados soberanos, agencias gubernamentales y organizaciones de la sociedad
civil. La UICN pone a disposición de las entidades públicas, privadas y no gubernamentales, los conocimientos y las herramientas
que posibilitan, de manera integral, el progreso humano, el desarrollo económico y la conservación de la naturaleza.
Creada en 1948, la UICN se ha convertido en la red ambiental más grande y diversa del mundo. La UICN cuenta con la experiencia,
los recursos y el alcance de sus más de 1300 organizaciones Miembro y los aportes de más de 16 000 expertos. La UICN es uno
de los principales proveedores de datos, evaluaciones y análisis sobre conservación. Su extensa y diversa membresía hacen de la
UICN una incubadora y un repositorio coniable de las mejores prácticas y herramientas de conservación, así como de las directrices
y estándares internacionales.
La UICN proporciona un espacio neutral en el que actores diversos, incluyendo gobiernos, ONGs, cientíicos, empresas, comunidades
locales, grupos indígenas, organizaciones religiosas y otros pueden trabajar juntos para crear e implementar soluciones a los retos
ambientales y lograr un desarrollo sostenible.
La UICN trabaja con diversos socios y simpatizantes para llevar a la práctica un amplio y diverso portafolio de proyectos de
conservación en todo el mundo. Estos proyectos, que combinan los últimos avances cientíicos con los conocimientos tradicionales
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mundo, trabajando en conjunto para alcanzar la visión de “Un mundo más justo que valora y conserva la naturaleza”. La CSE
trabaja en estrecha colaboración con el Programa Global de Especies de la UICN y sus miembros, proporcionando información y
asesoramiento sobre conservación de la biodiversidad, el valor intrínseco de las especies, su papel en la salud y el funcionamiento
de los ecosistemas, la provisión de servicios ecosistémicos y su importancia para los medios de subsistencia de las personas.
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Acerca del Programa Global de Especies de la UICN
El Programa Global de Especies de la UICN apoya las actividades de la CSE y los Grupos de Especialistas y también implementa
iniciativas globales de conservación de especies. El Programa Global de Especies produce, mantiene y maneja la Lista Roja de
Especies Amenazadas de la UICN. Es una parte integral del Secretariado de la UICN y es dirigido desde la oicina central de UICN
en Gland, Suiza, con oicinas técnicas en Cambridge, Reino Unido (Unidad de la Lista Roja) y Virginia EUA (Unidad de Evaluación
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Acerca de Conservación Internacional
Centrada en una sólida base cientíica, con alianzas y proyectos demostrativos en el campo, CI apoya y fortalece a las sociedades
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en 1987, CI emplea a más de 1000 personas y trabaja con más de 3000 colaboradores en 40 países.
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ESTADO DE CONSERVACIÓN
Y DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
DE AGUA DULCE EN LOS ANDES
TROPICALES
Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra,
Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)
ESTADO DE CONSERVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD DE AGUA DULCE EN LOS ANDES TROPICALES
Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra, Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)
La presentación del material en esta publicación y las denominaciones empleadas para las entidades geográicas no implican en absoluto la expresión de una opinión
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Citación:
Tognelli, M.F., Lasso, C.A., Bota-Sierra, C.A., Jiménez-Segura, L.F. y Cox, N.A. (Editores). 2016. Estado de Conservación y Distribución
de la Biodiversidad de Agua Dulce en los Andes Tropicales. Gland, Suiza, Cambridge, UK y Arlington, USA: UICN. xxpp.
ISBN:
978-2-8317-1791-3
DOI:
http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.CH.2016.02.es
Fotografía de la cubierta:
Cornelio A. Bota-Sierra (paisajes), Daniel Barroso (niño y adulto con peces)
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El texto de este libro fue impreso en papel art alcalino neutral, que pertenece al grado de papel no ácido.
Contenidos
Agradecimientos .............................................................................................................................................................................................................. vii
Resumen Ejecutivo ............................................................................................................................................................................................................ix
Executive Summary ...........................................................................................................................................................................................................xi
Capítulo 1. La biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales: antecedentes...................................................................1
1.1 Estado global de la biodiversidad de agua dulce ................................................................................................................................................1
1.2 Estado de situación en los Andes Tropicales ......................................................................................................................................................2
1.2.1 Antecedentes generales .................................................................................................................................................................................2
1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua dulce en la región..........................................................................................................................4
1.2.3 Uso regional y valoración de los ecosistemas dulceacuícolas y su biodiversidad ..............................................................................9
1.3 Objetivos de este estudio ..................................................................................................................................................................................... 10
1.4 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 10
Capítulo 2. Metodología de evaluación del riesgo de extinción de las especies ........................................................................13
2.1 Selección de los grupos prioritarios................................................................................................................................................................... 13
2.1.1 Peces............................................................................................................................................................................................................... 14
2.1.2 Moluscos ....................................................................................................................................................................................................... 14
2.1.3 Libélulas........................................................................................................................................................................................................ 14
2.1.4 Plantas acuáticas .......................................................................................................................................................................................... 14
2.2 Delimitación de la región de los Andes Tropicales ........................................................................................................................................ 14
2.3 Recopilación de datos y control de calidad ..................................................................................................................................................... 15
2.4 Mapeo de distribución de especies .................................................................................................................................................................... 17
2.5 Evaluación del riesgo de extinción de las especies .......................................................................................................................................... 19
2.6 Nomenclatura ........................................................................................................................................................................................................ 19
2.7 Áreas Clave para la Biodiversidad y vulnerabilidad de las especies al cambio climático ........................................................................ 19
2.8 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 21
Capítulo 3. Estado de conservación y distribución de los peces de agua dulce de los Andes Tropicales ...................................23
3.1 Generalidades de la ictiofauna regional............................................................................................................................................................ 24
3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas ......................................................................................................................................................... 24
3.1.2 Factores geográicos que afectan la distribución de los peces de agua dulce .................................................................................. 25
3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información .............................................................................................. 25
3.2 Estado de conservación de los peces de agua dulce ........................................................................................................................................ 26
3.3 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 28
3.3.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 28
3.3.2 Especies con distribuciones restringidas ................................................................................................................................................ 29
3.3.3 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 29
3.3.4 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 33
3.4 Principales amenazas para los peces de agua dulce ........................................................................................................................................ 34
3.4.1 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 34
3.4.2 Cambio climático y clima severo ............................................................................................................................................................. 36
3.4.3 Contaminación ........................................................................................................................................................................................... 38
3.4.4 Corredores de transporte y servicios....................................................................................................................................................... 39
3.4.5 Desarrollo residencial y comercial ........................................................................................................................................................... 39
3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades .............................................................................................................................................. 39
3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales ................................................................................................................................................... 40
3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos y minería ................................................................................................................................. 42
3.4.9 Uso de recursos biológicos ........................................................................................................................................................................ 44
3.5 Acciones de conservación y recomendaciones ................................................................................................................................................ 45
3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos ............................................................................................................................................................. 45
iii
3.6
3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ .................................................................................................................................................................... 46
3.5.3 Caudales ambientales ................................................................................................................................................................................. 47
3.5.4 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 48
3.5.5 Estrategias de los estados andinos para la conservación de la diversidad y sus hábitats ............................................................... 49
3.5.6 Recomendaciones ....................................................................................................................................................................................... 50
Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 51
Capítulo 4. Estado de conservación y distribución de los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales .............................57
4.1 Generalidades de la malacofauna de los Andes Tropicales ........................................................................................................................... 57
4.2 Estado de conservación de los moluscos endémicos ...................................................................................................................................... 58
4.3 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 59
4.3.1 Riqueza de especies endémicas................................................................................................................................................................. 59
4.3.2 Riqueza de especies amenazadas .............................................................................................................................................................. 60
4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes ......................................................................................................................................... 60
4.4 Principales amenazas para los moluscos ........................................................................................................................................................... 62
4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano ....................................................................................................................................................... 62
4.4.2 Modiicación de sistemas naturales ......................................................................................................................................................... 62
4.4.3 Agricultura ................................................................................................................................................................................................... 63
4.4.4 Uso de los recursos biológicos .................................................................................................................................................................. 64
4.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación................................................................................................................................ 64
4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos ...................................................................................................................................................... 64
4.5.2 Monitoreo .................................................................................................................................................................................................... 65
4.5.3 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 65
4.6 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 65
Capítulo 5. Estado de conservación de las libélulas de los Andes Tropicales ...........................................................................67
5.1 Revisión de las libélulas en la región ................................................................................................................................................................. 68
5.1.1 Breve historia del estudio de las libélulas en la región ......................................................................................................................... 68
5.1.2 Diversidad de las libélulas en el área de estudio.................................................................................................................................... 70
5.1.3 Libélulas endémicas.................................................................................................................................................................................... 70
5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información .............................................................................................. 72
5.2 Estado de conservación de las libélulas endémicas ........................................................................................................................................ 72
5.2.1 Especies En Peligro Crítico ....................................................................................................................................................................... 74
5.2.2 Especies En Peligro ..................................................................................................................................................................................... 74
5.2.3 Especies Vulnerables................................................................................................................................................................................... 75
5.2.4 Especies Casi Amenazadas ....................................................................................................................................................................... 76
5.2.5 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 76
5.3 Patrones geográicos de riqueza de especies..................................................................................................................................................... 77
5.3.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 77
5.3.2 Especies de distribución restringida ........................................................................................................................................................ 78
5.3.3 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 78
5.3.4 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 78
5.4 Principales amenazas para las libélulas ............................................................................................................................................................. 78
5.4.1 Uso de recursos biológicos ........................................................................................................................................................................ 79
5.4.2 Minería y producción de energía ............................................................................................................................................................. 80
5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales ..................................................................................................................................................... 82
5.4.4 Especies invasoras y problemáticas .......................................................................................................................................................... 82
5.4.5 Desarrollo residencial y comercial ........................................................................................................................................................... 82
5.4.6 Contaminación ........................................................................................................................................................................................... 83
5.4.7 Cambio climático y clima severo ............................................................................................................................................................. 83
5.4.8 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 84
5.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación................................................................................................................................ 84
5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos ...................................................................................................................................................... 84
5.5.2 Monitoreo .................................................................................................................................................................................................... 84
5.5.3 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 84
5.6 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 85
iv
Capítulo 6. Estado de conservación y distribución de las plantas acuáticas .............................................................................87
6.1 Generalidades ........................................................................................................................................................................................................ 87
6.1.1 Principales ambientes................................................................................................................................................................................. 88
6.2 Conocimiento de las plantas acuáticas en la región ....................................................................................................................................... 90
6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y criterios para la selección de especies......................................................................................... 91
6.3 Estado de conservación........................................................................................................................................................................................ 91
6.4 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 92
6.4.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 92
6.4.2 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 93
6.4.3 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 96
6.5 Principales amenazas ........................................................................................................................................................................................... 98
6.5.1 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 98
6.5.2 Modiicaciones de sistemas naturales ..................................................................................................................................................... 99
6.5.3 Producción de energía y contaminación ................................................................................................................................................ 99
6.6 Acciones de conservación y recomendaciones ............................................................................................................................................... 99
6.6.1 Promover la investigación ......................................................................................................................................................................... 99
6.6.2 Potenciar su cualidad bioindicadora para el estudio integral humedal-lora................................................................................100
6.6.3 Identiicar hábitats clave - analizar la eicacia y cobertura de las áreas protegidas .......................................................................100
6.6.4 Atender los efectos del cambio climático.............................................................................................................................................100
6.6.5 Registrar periódicamente el estado de conservación de especies y hábitats en riesgo potencial...............................................101
6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación ...........................................................................................................................................101
6.7 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................101
Capítulo 7. Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales ...........................................................105
7.1 Introducción ........................................................................................................................................................................................................105
7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad .........................................................................................................................................................106
7.2 Metodología.........................................................................................................................................................................................................107
7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación de ACB de agua dulce. ................................................................................................107
7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de delimitación de ACB de agua dulce a los Andes Tropicales. ...............................................109
7.3 Resultados del taller de consulta y delimitación de ZMC y ACB de agua dulce ..................................................................................110
7.3.1 Especies determinantes de ACB de agua dulce ..................................................................................................................................110
7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos deinidas como Zonas de Manejo de Cuenca ...................................................................................111
7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce delimitadas y adoptadas. ..................................................................................111
7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para la Biodiversidad y niveles actuales de protección. .............................................................123
7.3.5 Principales amenazas. ..............................................................................................................................................................................124
7.3.6 Actores potencialmente interesados ....................................................................................................................................................125
7.4 Conclusiones y recomendaciones....................................................................................................................................................................125
7.5 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................126
Capítulo 8. Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de las especies de agua dulce de los
Andes Tropicales .................................................................................................................................................................127
8.1 Introducción ........................................................................................................................................................................................................127
8.2 Métodos ................................................................................................................................................................................................................128
8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático.................................................................................128
8.2.2 Aplicación a las especies de los Andes Tropicales...............................................................................................................................128
8.2.3 Compilación de datos ..............................................................................................................................................................................130
8.2.4 Modelado de exposición..........................................................................................................................................................................130
8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático ..................................................................................................................................131
8.3 Resultados ............................................................................................................................................................................................................131
8.3.1 Peces de agua dulce ...................................................................................................................................................................................131
8.3.2 Moluscos de agua dulce ...........................................................................................................................................................................136
8.3.3 Libélulas......................................................................................................................................................................................................141
8.3.4 Plantas .........................................................................................................................................................................................................146
8.4 Conclusiones y recomendaciones....................................................................................................................................................................151
8.5 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................154
v
Capítulo 9. Síntesis para todos los grupos taxonómicos .......................................................................................................157
9.1 Estado de conservación......................................................................................................................................................................................157
9.2 Patrones de riqueza de especies ........................................................................................................................................................................158
9.2.1 Riqueza de especies por país ...................................................................................................................................................................158
9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas ...........................................................................................................................................158
9.2.3 Distribución de especies amenazadas ...................................................................................................................................................160
9.2.4 Distribución de especies con Datos Insuicientes ..............................................................................................................................161
9.3 Principales hábitats para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales.................................................................................162
9.4 Principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales..............................................................................163
9.4.1 Distribución de las principales amenazas ............................................................................................................................................165
9.5 Provisión de servicios ecosistémicos por la biodiversidad de agua dulce ................................................................................................168
9.6 Acciones de conservación y recomendaciones ..............................................................................................................................................168
9.7 Prioridades de conservación de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales.....................................................................170
9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al cambio climático, utilización y grado de protección de la biodiversidad de agua
dulce en los Andes Tropicales...........................................................................................................................................................................170
9.7.2 Cobertura de las ACB .............................................................................................................................................................................172
9.8 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................173
Apéndice 1. Ejemplo de icha de evaluación de una especie y mapa de distribución .......................................................................................175
Apéndice 2. Lista de especies .......................................................................................................................................................................................179
2.1 Peces de agua dulce ......................................................................................................................................................................................179
2.2 Moluscos de agua dulce...............................................................................................................................................................................185
2.3 Libélulas .........................................................................................................................................................................................................185
2.4 Plantas acuáticas ...........................................................................................................................................................................................187
Apéndice 3. Áreas Clave para la Biodiversidad........................................................................................................................................................189
3.1 Lista de especies determinantes .................................................................................................................................................................189
3.2 ACB existentes adoptadas ..........................................................................................................................................................................194
3.3 Áreas protegidas y sitios Ramsar existentes adoptados ........................................................................................................................194
3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas ..................................................................................................................................................194
3.5 Actores potencialmente interesados.........................................................................................................................................................195
3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca...........................................................................................................................197
vi
Agradecimientos
Numerosas personas han contribuido a la realización de este
proyecto durante sus distintas etapas. Sus aportes proporcionaron
una contribución vital para su concreción y para la realización de
esta publicación. Queremos entonces expresar nuestro sincero
agradecimiento a todos aquellos que contribuyeron de algún
modo u otro y pedir disculpas si omitimos a alguien.
Joachim Hofmann, Ken Tennessen, Bill Maufray, Cornelio
Bota-Sierra, Nelly de la Barra, Lina Mesa y Carlos A. Lasso
aportaron listas de especies, bibliografía y datos geo-referenciados
para la producción de mapas de distribución.
Estamos agradecidos al Ministerio del Ambiente de Perú,
especialmente a José Álvarez Alonso, Frida Rodríguez Pacheco
y Harol Gutiérrez por su colaboración durante el taller de
evaluación realizado en Lima, Perú. A la Pontiicia Universidad
Javeriana de Colombia que gentilmente ofreció sus instalaciones
para la realización del taller de Áreas Clave para la Biodiversidad y,
particularmente, a Javier Maldonado-Ocampo y Trigal Velasquez
Rodríguez por su ayuda en la organización de dicho taller. Al
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos von Humboldt,
especialmente a Carlos A. Lasso, Paula Sánchez-Duarte y Lina
Mesa, quienes ayudaron en la coordinación y realización de
los talleres de evaluación de la Lista Roja y Áreas Clave para la
Biodiversidad realizados en Bogotá, Colombia. El Instituto Chico
Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) de
Brasil gentilmente colaboró con información de especies de peces
de agua dulce evaluadas en ese país y que se distribuyen también
en la región de este proyecto (evaluaciones parciales).
Todos los proyectos de evaluación de la Lista Roja de la UICN
dependen de la voluntad de los cientíicos que contribuyen con
sus conocimientos para realizar evaluaciones coniables sobre
el estado de conservación de las especies. En muchos casos,
estos expertos son miembros de la Comisión de Supervivencia
de Especies de la UICN a través de los distintos grupos de
especialistas. Sin su apasionado compromiso por la conservación
de la biodiversidad, este tipo de proyectos de evaluación no
serían posible. Algunos de ellos son autores de varios capítulos
de este reporte, otros han contribuido con las evaluaciones de
la Lista Roja y/o la identiicación y delimitación de Áreas Clave
para la Biodiversidad realizadas durante este proyecto o en
evaluaciones previas y también los expertos que muy gentilmente
han aportado su tiempo para revisar las evaluaciones.
Los expertos que colaboraron directamente en este proyecto, ya
sea como evaluadores o revisores, son: Natalia von Ellenrieder
(USA), Rosser Garrison (USA), Hernán Ortega Torres (Perú),
Max Hidalgo Del Águila (Perú), Junior Chuctaya (Perú), Vanessa
Correa (Perú), Luisa Chocano (Perú), Miguel Velásquez (Perú),
Paul van Damme (Bolivia), Fernando Carvajal-Vallejos (Bolivia),
Mabel Maldonado (Bolivia), Jaime Sarmiento (Bolivia), Rina
Ramírez (Perú), Dominique Maldonado (Perú), Edgar Goitia
(Bolivia), Dennis Paulson (USA), Ken Tennessen (USA),
Joachim Hofmann (Alemania), Nelly de la Barra (Bolivia),
Blanca León (USA), Nur Ritter (USA), Richard Lansdown
(Reino Unido), Javier A. Maldonado-Ocampo (Colombia),
Carlos A. Lasso (Colombia), Elizabeth Anderson (USA), José
Iván Mojica (Colombia), Francisco Villa-Navarro (Colombia),
José S. Usma (Colombia), Juan Carlos Alonso (Colombia),
Luz Fernanda Jiménez-Segura (Colombia), Paula SánchezDuarte (Colombia), Lina Mesa-Salazar (Colombia), Pablo
Argüello (Ecuador), Pedro Jiménez Prado (Ecuador), Modesto
Angel Correoso (Ecuador), Cornelio Bota-Sierra (Colombia),
Fredy Palacino (Colombia), Leonardo Rache (Colombia), Bill
Maufray (USA), Anabel Rial (Colombia), Esteban Terneus
(Ecuador), Juan Francisco Rivadeneira (Ecuador), Roberto Reis
(Brasil), Carla Polaz (Brasil), Carla Pavanelli (Brasil), Rajeev
Raghavan (India), Ian Harrison (USA), Mary Seddon (Reino
Unido), Manuel Lopes-Lima (Portugal).
Queremos agradecer también a nuestros colegas de la UICN,
Nieves García, Arturo Mora (UICN-Sur, Quito), Kevin Smith
(UICN-Cambridge), Will Darwall (UICN-Cambridge),
Laura Máiz-Tomé (UICN-Cambridge), Savrina Carrizo (Reino
Unido) y Jacqueline Mallinson (USA), quienes colaboraron
en distintas etapas del proyecto. Un agradecimiento especial a
Agustín Abba y Mariella Superina (Grupo de Especialistas en
Osos Hormigueros, Perezosos y Armadillos de la UICN/SSC,
Argentina), Arturo Mora, Nieves García, Jamie Carr (UICNCambridge), Kevin Smith, Richard Lansdown y Manuel LopesLima, quienes contribuyeron su tiempo y buena disposición para
ayudar en la facilitación de los talleres de evaluación y Áreas
Clave para la Biodiversidad.
Agradecemos también al personal de la Unidad de la Lista Roja
de la UICN en Cambridge, Reino Unido, especialmente a
Caroline Pollock, Craig Hilton-Taylor, Jemma Window, Janet
Scott y Max Fancourt por su apoyo, comentarios y revisión de
las evaluaciones y los mapas de distribución de las especies. A
nuestros colegas de la oicina de la UICN-US, especialmente a
Carlos Méndez por su ayuda con las inanzas del proyecto. Un
agradecimiento especial a Ian Harrison (Grupo de Especialistas
de Peces de Agua Dulce, UICN/SSC) por su ayuda en la
elaboración de la propuesta de este proyecto y por su constante
apoyo durante su realización.
Natalia von Ellenrieder, Rosser Garrison, Dan Graf (USA),
Fernando Carvajal-Vallejos, Javier Maldonado-Ocampo, Max
Hidalgo, Hernán Ortega Torres, Luz Fernanda Jiménez-Segura,
Finalmente, queremos agradecer el apoyo de la John D. and
Catherine T. MacArthur Foundation (www.macfound.org),
vii
sin el cual este proyecto no hubiera sido posible. Extendemos
el agradecimiento a nuestro contacto en la Fundación, Amy
Rosenthal, por su ayuda y asesoramiento durante la duración
del proyecto. Parte de este proyecto fue inanciado por he
Betty and Gordon Moore Center for Science de Conservation
International, a quien agradecemos. Las opiniones, resultados
y conclusiones expresadas en este reporte corresponden a los
autores y no necesariamente relejan la posición de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza, John
D. and Catherine T. MacArthur Foundation, Conservation
International, o de las instituciones que participaron en este
proyecto.
viii
Resumen Ejecutivo
El agua es considerada como uno de los recursos naturales más
esenciales para la vida. Esto se ve relejado en el hecho de que
el agua es el elemento común a la mayoría de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas1. Así, el agua
conecta la salud pública, la seguridad alimentaria, la energía
para todos, el bienestar del medio ambiente, la educación,
el crecimiento económico sostenible y el efecto del cambio
climático. Por lo tanto, el manejo adecuado del agua va a ser
crucial para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
y alcanzar las aspiraciones de un futuro mejor para todos
los pueblos del mundo2. Precisamente, el sexto Objetivo de
Desarrollo Sostenible se enfoca en garantizar la disponibilidad
de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
Esto incluye la meta de proteger y restablecer los ecosistemas
relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los
humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos para el año 20201.
de agua dulce para la región. Tal como está deinida en este
proyecto, la región de los Andes Tropicales incluye la región
andino-amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia,
además del Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano. Este
estudio representa la evaluación más completa y exhaustiva de la
biodiversidad de agua dulce de la región. Además de ayudar en
la toma de decisiones en proyectos de desarrollo, la información
que aquí se presenta es esencial para cumplir con las obligaciones
nacionales para la protección y el uso sostenible de la diversidad
biológica en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica4,
la Convención sobre Humedales de Ramsar5 y los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Como una contribución importante para el suministro de
información de las especies de agua dulce de la región, el Programa
Global de Especies de la UICN, junto con colaboradores locales,
llevó a cabo la evaluación del estado de conservación (de acuerdo
con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM) y la
distribución de todas las especies de peces de agua dulce, moluscos,
libélulas, y un grupo selecto de plantas acuáticas, endémicas
de la región de los Andes Tropicales (tal como fue deinida
en este proyecto). Además de la Lista Roja, se identiicaron y
delimitaron Áreas Clave
para la Biodiversidad de agua
dulce en la región y se evaluó la vulnerabilidad de las especies al
cambio climático utilizando la metodología desarrollada por la
UICN. Todo el proceso involucró la realización de tres talleres
con expertos en las especies y en los ecosistemas de agua dulce
de la región. En total se evaluaron 967 especies de agua dulce
endémicas de los Andes Tropicales y, para cada una, se generó
una icha de evaluación y un mapa de distribución. Todos los
datos generados estarán disponibles en la página web de la Lista
Roja de la UICN (www.iucnredlist.org).
La importancia de los ecosistemas dulceacuícolas para la
sociedad y la economía se puede apreciar fácilmente al considerar
la gran variedad de bienes y servicios vitales que proveen para la
subsistencia humana, incluyendo provisión de agua para uso
doméstico, industrial y agropecuario, provisión de energía,
alimento, captación de carbono, navegación, además de servicios
culturales y de recreación. La disponibilidad y calidad de estos
servicios dependen de ecosistemas saludables y, por lo tanto, de
la biodiversidad que apuntala estos sistemas. A su vez, el buen
uso y manejo de estos ecosistemas depende del conocimiento de
los mismos, incluyendo el estado de conservación de las especies
que lo componen.
A pesar de ser una de las regiones más biodiversas del planeta,
el conocimiento de la biodiversidad de agua dulce en los
Andes Tropicales es escaso y fragmentario, a excepción de los
peces que es el grupo relativamente mejor conocido. Además,
muchos proyectos de desarrollo se están llevando a cabo o están
proyectados para la región, que seguramente tienen o van a tener
un impacto sobre los ecosistemas de agua dulce y la biodiversidad
asociada. Por lo tanto, es necesario contar con información
adecuada sobre la distribución, requerimientos de hábitat y
estado de conservación de las especies dulceacuícolas para
orientar la toma de decisiones en la región. La ausencia de esta
información no va a permitir que la biodiversidad de agua dulce
sea considerada en los proyectos de desarrollo y las consecuencias
podrían ser muy graves.
Incluyendo los cuatro grupos taxonómicos, el 17.5% del total de
especies para las cuales existe información suiciente para evaluar
su estado de conservación, están amenazadas a nivel global.
Veintitrés especies están En Peligro Crítico (CR), de las cuales
tres, un pez y dos libélulas, están En Peligro Crítico Posiblemente
Extinta, por tanto es urgente que las áreas de probable presencia
de estas especies sean prospectadas para conirmar su presencia.
Los principales factores de amenazas directas para las especies
de agua dulce de los Andes Tropicales son la agricultura y la
acuicultura, la contaminación, la modiicación de los sistemas
naturales, la producción de energía y minería y el uso no sostenible
de los recursos biológicos. Las cuencas con mayor concentración
de especies amenazadas corresponden a los ríos MagdalenaCauca y Dagua en Colombia, seguido por las cuencas de los ríos
Ucayali, Madre de Dios y Marañón en Perú; Napo, Pastaza y
Cayapas en Ecuador, y Beni y Mamoré en Bolivia. En general, esta
distribución releja el patrón de riqueza de especies endémicas
y de las partes de la región que tienen mayor información. Sin
Este reporte pretende llenar algunos de los vacíos de información
que existen respecto de la distribución, el riesgo de extinción y la
vulnerabilidad al cambio climático de la biodiversidad de agua
dulce en los Andes Tropicales. Se incluye, además, la identiicación
y delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad3 (sitios de
importancia para la persistencia global de la biodiversidad)
ix
embargo, este patrón podría modiicarse al incluirse las especies
que tienen distribuciones más allá de la región (actualmente con
evaluaciones parciales).
La susceptibilidad de las especies al cambio climático fue
evaluada con la metodología desarrollada por la UICN: el Marco
para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio
Climático6. Este marco se basa en la relación entre el cambio en
las condiciones del clima y los rasgos biológicos y ecológicos
de las especies que podrían potenciar o atenuar el impacto del
cambio climático sobre las especies. El marco provee una seria de
‘reglas’ que son empleadas para clasiicar a las especies de acuerdo
con tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático:
Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición. Así,
las especies que tienen menor potencial para persistir in-situ
(Sensibilidad), que presentan mayor incapacidad para evitar los
impactos negativos del cambio climático a través de la dispersión
y/o cambios micro-evolutivos (Baja Capacidad Adaptativa), y
cuyo entorno físico será más afectado por el cambio climático
(Exposición), se las consideran más vulnerables al cambio
climático. El análisis incluye la combinación de tres modelos de
circulación global, dos escenarios y dos periodos de tiempo en el
futuro.
Los datos derivados de la evaluación de la Lista Roja se usaron
para identiicar y delimitar Áreas Clave para la Biodiversidad
(ACB). Para este análisis se usaron los datos de peces y libélulas
(y una especie de bivalvo) debido a que son los grupos con
mayor número de especies endémicas y con mejor información
disponible. Las ACB se identiicaron dentro de Zonas de Manejo
de Cuencas (ZMC); cuencas a escala de paisaje que proporcionan
información importante sobre el contexto geográico más
amplio y las necesidades de manejo de la cuenca hidrográica
en la que se encuentran las ACB. Los criterios utilizados para
identiicar las ACB fueron la presencia de especies amenazadas
y de distribución restringida en las sub-cuencas; estas especies
se denominan especies determinantes. Cuando la distribución
conirmada de las especies determinantes se solapó con áreas
protegidas o ACB (delimitadas para otros grupos taxonómicos)
existentes, éstas fueron adoptadas como ACB de agua dulce.
Cuando no se solaparon con ninguna de estas, se delimitaron
nuevas ACB de agua dulce.
En general, las plantas acuáticas aparecen con el mayor
porcentaje de especies vulnerables al cambio climático (40%),
seguido por los otros tres grupos con casi el mismo porcentaje
de especies vulnerables cada uno (11-12%). Al contrario de lo
que se esperaba, se encontraron muchas especies vulnerables
al cambio climático en áreas bajas y no en la región andina,
donde se supone que el impacto del cambio en la temperatura
sería mayor. Las plantas fueron la excepción, pero esto se puede
deber a la selección de especies incluidas en el análisis, que estuvo
sesgado a especies mayormente de zonas altas. Al momento de
identiicar medidas de conservación para atenuar los efectos
del cambio climático, los rasgos biológicos identiicados en este
estudio, en conjunción con sus mecanismos de impacto, pueden
proveer lineamientos importantes para la conservación efectiva
de las especies.
En total se identiicaron 86 ACB de agua dulce en la región
para 151 especies determinantes; 39 fueron ACB existentes
adoptadas, 22 fueron áreas protegidas adoptadas y 25 fueron
nuevas ACB delimitadas. La información sobre las ZMC, ACB
(adoptadas y nuevas) fue mapeada y validada en los talleres y estará
disponible en el World Biodiversity Database y el Integrated
Biodiversity Assessment Tool. Las ACB están diseñadas para ser
utilizadas a nivel local y regional, en un proceso participativo
que cuente con los actores locales interesados para maximizar la
implementación de las prioridades para la conservación a escala
de sitio. Se espera que la información proporcionada sirva para
orientar la toma de decisiones sobre la conservación y el manejo
sostenible de la biodiversidad de agua dulce en los Andes
Tropicales de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Durante
el proceso, se identiicaron 94 organizaciones e instituciones
potencialmente interesadas en las ZMC delimitadas.
1
2
3
4
5
6
Se espera que la información proporcionada en este estudio sobre
el estado de conservación, distribución, susceptibilidad al cambio
climático, así como la identiicación y delimitación de ACB de
especies de agua dulce sirva para orientar y motivar políticas y
acciones de conservación para proteger la biodiversidad de agua
dulce en los Andes Tropicales.
Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: www.un.org/sustainabledevelopment/es/
World Bank. 2016. High and Dry: Climate Change, Water, and the Economy. World Bank, Washington, DC.
IUCN. 2016. A Global Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas, Version 1.0. First edition. IUCN, Gland, Switzerland.
Ramsar: www.ramsar.org/es
Convención sobre Diversidad Biologica: www.cbd.int
Foden, W.B., Butchart, S.H., Stuart, S.N., Vié, J.C., Akçakaya, H.R., Angulo, A., DeVantier, L.M., Gutsche, A., Turak, E., Cao, L. y Donner, S.D. 2013.
Identifying the world’s most climate change vulnerable species: a systematic trait-based assessment of all birds, amphibians and corals. PLoS One, 8(6):
p.e65427.
x
Executive Summary
Water is considered one of the most essential natural
resources for life. his is apparent by the fact that water is the
common element to most of the United Nations’ Sustainable
Development Goals1. Indeed, water connects public health, food
security, energy for all, environmental wellbeing, education,
sustainable economic growth, and the efect of climate change.
herefore, adequate water management will be crucial to meet
the Sustainable Development Goals and achieve the aspirations
of a better future for all people in the world2. hat is precisely
why the sixth Sustainable Development Goal focuses on
ensuring the availability of water and its sustainable management
and sanitation for all. his includes the target of protecting and
restoring water-related ecosystems, including forests, mountains,
wetlands, rivers, aquifers and lakes by 20201.
freshwater biodiversity in the region. In addition to informing
development decision-making, the information presented here
is essential to meet national obligations for the protection and
sustainable use of biological diversity under the Convention on
Biological Diversity4, the Ramsar Convention5, and the United
Nations’ Sustainable Development Goals1.
As a major contribution towards the provision of information
of freshwater species in the region, the IUCN Global Species
Programme, in collaboration with local partners, conducted
an assessment of the conservation status (according to the
IUCN Red List of hreatened SpeciesTM) and distribution of all
species of freshwater ish, mollusks, dragonlies and damsellies,
and a select group of aquatic plants endemic to the Tropical
Andes region (as deined in this project). In addition to Red
List assessments, this report includes the identiication and
delineation of freshwater Key Biodiversity Areas for the region
and an analysis of the vulnerability of all species to climate
change. he entire process included the development of two
assessment and one KBA workshops, involving experts on the
taxonomic groups being assessed and on freshwater ecosystems
in the region. In total, 967 species of freshwater species endemic
to the region were assessed and documented. he full dataset,
including the species’ accounts and distribution maps will be
available on the IUCN Red List website (www.iucnredlist.org).
he importance of freshwater ecosystems to society and the
economy can be readily appreciated when considering the
wide variety of goods and vital services they provide for human
subsistence, including provision of water for domestic, industrial
and agricultural use, energy supply, food, carbon sequestration,
navigation, and cultural and recreational services. he availability
and quality of these services depend on healthy ecosystems and,
therefore, on the biodiversity that underpins them. In turn, the
proper use and management of these ecosystems depends on
our knowledge of the species that support them, including their
conservation status and distribution.
Overall, 17.5% of the species for which suicient information
was available to assess its risk of extinction, are globally
threatened. Twenty-three species are Critically Endangered
(CR), of which three, one ish and two odonates, are Critically
Endangered Possibly Extinct; ield surveys are urgently required
to determine whether these species are still extant. Major driver
of threats are identiied as agriculture and aquaculture, pollution,
natural system modiications, energy production and mining,
and biological resource use. he higher number of threatened
species is found in the Magdalena-Cauca and Dagua basins in
Colombia; the Ucayali, Madre de Dios and Marañón basins
in Perú; the Napo, Pastaza and Cayapas basins in Ecuador,
and the Beni and Mamoré basins in Bolivia. his distribution
largely relects the overall spatial distribution of endemic species
richness and the areas within the region where our knowledge
is most complete. However, this pattern could change when
including all species that have distributions beyond the Tropical
Andes region (currently with partial assessments).
Despite being one of the most biodiverse regions on the planet,
knowledge of freshwater biodiversity in the Tropical Andes is
scarce and fragmentary, with the exception of freshwater ishes
which are relatively well studied. In addition, many development
projects are underway or are planned for the region, which will
surely have or will have an impact on freshwater ecosystems
and associated biodiversity. herefore, it is necessary to have
adequate information on the distribution, habitat requirements
and conservation status of freshwater species to guide decisionmaking in the region. he absence of this information will
hamper freshwater biodiversity to be considered in development
projects in the region, and the consequences for freshwater
systems could be severe.
his report aims to ill some of the information gaps that exist
with respect to distribution, extinction risk and vulnerability to
climate change of freshwater biodiversity in the Tropical Andes
region. It also includes the identiication and delineation of
freshwater Key Biodiversity Areas3 (sites of importance for the
overall persistence of biodiversity) for the region. As deined in
this project, the Tropical Andes region includes the AndeanAmazon region of Bolivia, Peru, Ecuador and Colombia, as well
as the Colombian Chocó and northwestern Ecuador. his study
represents the most complete and comprehensive assessment of
Data derived from the Red List assessments were used to identify
and delineate freshwater Key Biodiversity Areas (KBA) for the
region. In this analysis, only data on ish and dragonlies (and
one bivalve species) were used, because they are the groups with
more and better available data. KBA were identiied within
Catchment Management Zones (CMZ); catchments at the
xi
landscape scale providing important information on the wider
geographic and hydrological context for efective management
of the species, or critical components of species, located within
the individual KBA. he criteria to identify KBA were the
presence of threatened or range restricted species within a subcatchment; species meeting the criteria are called trigger species.
When the distribution of trigger species overlapped with existing
protected areas or existing KBA (delimited for other taxonomic
groups), these were adopted as freshwater KBAs. When trigger
species did not overlap any existing protected area or KBA, new
freshwater KBAs were delineated.
and ecological traits that may increase or decrease its impacts
on species. he approach provides a series of ‘rules’ that are
used to classify species according to three dimensions of climate
change vulnerability: Sensibility, Low Adaptive Capacity and
Exposure. hus, the species that lack potential to persist in-situ
(Sensibility) and that are less capable in avoiding the negative
impacts of climate change through dispersal and/or microevolutionary change (Low Adaptive Capacity), and whose
physical environment will be more altered due to climate change
(Exposure), will be the ones more vulnerable to climate change.
he analysis included a combination of three global circulation
models, two scenarios and two time periods in the future.
Overall, 86 freshwater KBAs containing 151 trigger species were
identiied; 39 were adopted existing KBAs, 22 were adopted
existing protected areas and 25 were newly delineated KBAs.
All information (CMZ, adopted and new KBAs) was mapped
and validated during the KBA workshop and will be available
at the World Biodiversity Database and at the Integrated
Biodiversity Assessment Tool. KBA sites are designed to be used
at the local and regional level, in a participatory process that
involves the local stakeholders to maximize the conservation
priority implementation at the site scale. It is expected that the
information provided here will help guide the decision-making
process for the conservation and sustainable management of
freshwater biodiversity in the Tropical Andes of Bolivia, Perú,
Ecuador, and Colombia.
Overall, aquatic plants have the highest percentage of species
vulnerable to climate change (40%), followed by the other three
groups, with almost the same percentage of vulnerable species
each (11-12%). Contrary to what was expected, many species
vulnerable to climate change are in low altitude areas and not in
the Andean region, where it is assumed that the impact of changes
in temperature will be higher. Plants were the exception, but this
may be due to the selection of species included in the assessment,
which was mostly biased towards upland species. When
determining climate change-related conservation measures, the
traits used in this work, as well as their inferred mechanisms of
impact, can provide valuable guidance on efective actions.
It is expected that the information provided here on the
conservation status, distribution, vulnerability to climate change
and the identiication and delineation of freshwater KBA will
help guide and motivate policies and conservation actions in the
region to protect freshwater biodiversity in the Tropical Andes.
he susceptibility of species to climate change was assessed using
the methodology developed by the IUCN: the Climate Change
Vulnerability Assessment Framework6. his framework is based
on the relationship between climate change and the biological
1
2
3
4
5
6
Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: www.un.org/sustainabledevelopment/es/
World Bank. 2016. High and Dry: Climate Change, Water, and the Economy. World Bank, Washington, DC.
IUCN. 2016. A Global Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas, Version 1.0. First edition. IUCN, Gland, Switzerland.
Ramsar: www.ramsar.org/es
Convención sobre Diversidad Biologica: www.cbd.int
Foden, W.B., Butchart, S.H., Stuart, S.N., Vié, J.C., Akçakaya, H.R., Angulo, A., DeVantier, L.M., Gutsche, A., Turak, E., Cao, L. y Donner, S.D. 2013.
Identifying the world’s most climate change vulnerable species: a systematic trait-based assessment of all birds, amphibians and corals. PLoS One, 8(6):
p.e65427.
xii
Capítulo 1. La biodiversidad de agua
dulce de los Andes Tropicales:
antecedentes
Marcelo F. Tognelli1, Lina M. Mesa S.2 y Carlos A. Lasso2
1.1
1.2
1.3
1.4
Estado global de la biodiversidad de agua dulce ....................................................................................................................................... 1
Estado de situación en los Andes Tropicales ............................................................................................................................................. 2
1.2.1 Antecedentes generales ....................................................................................................................................................................... 2
1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua dulce en la región ................................................................................................................. 4
1.2.3 Uso regional y valoración de los ecosistemas dulceacuícolas y su biodiversidad....................................................................... 9
Objetivos de este estudio ............................................................................................................................................................................ 10
Referencias .................................................................................................................................................................................................... 10
el impacto del cambio climático (Strayer y Dudgeon 2010).
Paradójicamente, todas estas actividades de origen antropogénico
no son sostenibles en el tiempo y, a corto y mediano plazo,
terminarán afectando el bienestar humano. La estrecha relación
entre los medios de vida humanos y la biodiversidad de agua
dulce quedó plasmada en un estudio reciente a nivel global,
donde se muestra que grandes áreas, tanto de países desarrollados
como en vías de desarrollo, estarían experimentando un alto
riesgo en la seguridad de la provisión de agua dulce para los
humanos y para la biodiversidad (Vörösmarty et al. 2010). Esto
demuestra la urgencia de desarrollar una estrategia de manejo
integrada de los ecosistemas de agua dulce que detenga la pérdida
de biodiversidad y mejore la seguridad de agua dulce para los
humanos. Los fundamentos de esta estrategia estarían dados por
las metas de Aichi 12 (“para 2020, se habrá evitado la extinción
de especies amenazadas identiicadas y se habrá mejorado y
sostenido su estado de conservación, especialmente el de las
especies en mayor disminución”) y 14 (“para 2020, se habrán
restaurado y salvaguardado los ecosistemas que proporcionan
servicios esenciales, incluidos servicios relacionados con el agua,
y que contribuyen a la salud, los medios de vida y el bienestar de
la población, tomando en cuenta las necesidades de las mujeres,
las comunidades indígenas y locales y las personas pobres y
vulnerables”) de la Convención sobre Diversidad Biológica
(www.cbd.int/sp/targets/default.shtml).
1.1 Estado global de la biodiversidad
de agua dulce
Los ecosistemas de agua dulce ocupan menos del 1% de la
supericie global, pero albergan aproximadamente el 10% del
total de las especies conocidas y un tercio de las especies de
vertebrados (Balian et al. 2008). La biodiversidad de estos
ecosistemas, además, juega un papel vital en la provisión de
recursos para los humanos, incluyendo alimento, forraje,
medicinas, además de otros servicios indirectos como el control
de inundaciones, iltración de agua, reducción de contaminación,
recreación, entre otros (Strayer y Dudgeon 2010, Russi et al.
2013). Sin embargo, la biodiversidad de agua dulce está siendo
afectada a nivel global por una serie de factores que pone en
peligro su persistencia (hieme et al. 2010, Vörösmarty et
al. 2010, Collen et al. 2014). Esto se puede ver relejado en el
reporte publicado recientemente del Índice del Planeta Viviente,
donde se muestra que la abundancia de las poblaciones de
especies de agua dulce bajo monitoreo disminuyó en promedio
un 76% entre 1970 y 2010; casi el doble de la reducción de las
poblaciones terrestres y marinas, que disminuyeron 39% (WWF
2014). Esta disminución fue aún más marcada en la región
Neotropical, donde el promedio de reducción poblacional fue
del 83% (WWF 2014).
Las causas de la pérdida de biodiversidad de agua dulce son
variadas, pero los principales factores de amenaza más extendidos
son la degradación del hábitat, contaminación, alteración
del lujo y extracción de agua, sobrepesca e introducción de
especies exóticas; las cuales seguramente se verán agravadas por
1
2
El primer paso para contener o disminuir la pérdida de
biodiversidad de agua dulce es conocer el estado de conservación
de las especies. Existen varios métodos para evaluar el riesgo
de extinción de las especies, pero la Lista Roja de Especies
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.
1
más certero con el que se cuenta a escala continental): ríos
costeros tropicales y subtropicales, ríos de tierras altas tropicales
y subtropicales, ríos y arroyos de montaña y ríos tropicales
y subtropicales de llanuras de inundación y complejos de
humedales.
Amenazadas de la UICN (en adelante referida como Lista
Roja) se ha establecido como el estándar global (UICN 2012).
Inicialmente, las evaluaciones globales de grupos completos
realizadas utilizando la Lista Roja se enfocaron en especies
mayormente terrestres (p. ej. mamíferos, aves y anibios), por
lo que existía un vacío de información sobre la biodiversidad de
agua dulce. Solo recientemente se han completado evaluaciones
de la Lista Roja de la biodiversidad dulceacuícola de varias
regiones del mundo que han venido a llenar este vacío de
información (Darwall et al. 2011, Freyhof y Brooks 2011, Molur
et al. 2011, Allen et al. 2012, Darwall et al. 2014, Smith et al.
2014). Estos estudios han servido para conirmar el alarmante
estado de conservación en que se encuentra la biodiversidad
de agua dulce en distintas regiones. Por ejemplo, el porcentaje
de la biodiversidad de agua dulce en alguna de las categorías
de amenaza de la Lista Roja (teniendo en cuenta solamente las
especies para las cuales existe suiciente información para evaluar
su estado de conservación) es el siguiente: 21% de las especies de
África (Darwall et al. 2011), 17.8% de las especies de los Ghats
Occidentales de India (Molur et al. 2011), 19.1% de las especies
de la región del Mediterráneo oriental (Smith et al. 2014) y 13%
de las especies de la región de Indo-Burma (Allen et al. 2012).
Al presente, no ha habido ninguna evaluación de la Lista Roja
para la biodiversidad de agua dulce del Neotrópico (a excepción
de peces y algunos cangrejos de agua dulce en evaluaciones
nacionales), una de las regiones más diversa en cuanto al número
de especies totales y endémicas.
La región de los Andes Tropicales incluye un gran rango
altitudinal que va desde aproximadamente, los 65 m s.n.m.
en las tierras bajas del Amazonas hasta los 5500 m s.n.m. en
la cordillera de los Andes. Esto abarca una gran variedad de
ecosistemas que incluyen desde los bosques inundables en
la llanura amazónica, hasta el pajonal altoandino de la puna
húmeda, pasando por bosques subandinos, bosques montanos,
bosques de yungas, bosques altimontanos, bosques altoandinos,
páramos y valles interandinos, ( Josse et al. 2009). Los sistemas
de agua dulce también presentan una gran diversidad de
ambientes, incluyendo sistemas altoandinos, por encima de los
3000 m s.n.m., con humedales, lagunas de origen glaciar, vegas,
bofedales y las cabeceras de los principales ríos que drenan
hacia la cuenca amazónica (Maldonado et al. 2012), o hacia el
Caribe en Colombia o hacia el Océano Pacíico en Colombia y
noroeste de Ecuador. Entre los 700 y 3000 m s.n.m. hay menos
lagos y lagunas y predominan los ríos, arroyos y quebradas de
aguas con corrientes rápidas, alternando con pozas y rabiones
“o rápidos” (Maldonado et al. 2012). Por debajo de los 700 m
s.n.m. se encuentra el piedemonte andino o amazónico con ríos
de aguas claras, blancas o negras, de mayor caudal y de corrientes
más lentas, que se van atenuando a medida que descienden, y por
debajo de los 300 m s.n.m. tienen amplias llanuras de inundación
y también se encuentran lagunas de origen luvial, cochas y
charcas de aguas permanentes o temporarias. En la zona del
Caribe colombiano hay complejos de ciénagas con una dinámica
de pulsos de inundación asociada a la alternancia de temporadas
lluviosas y secas (Molina-Giraldo et al. 2007). La franja litoral de
la región Pacíica desde la mitad de Colombia hacia el norte, es
escarpada en forma de acantilados con un clima que va desde muy
húmedo en Utría y Juradó, a pluvial en San Juan, Baudó y Alto
río Atrato, generalmente con ríos cortos de aguas cristalinas que
drenan directamente al mar. La porción sur presenta importantes
valles subxerofíticos estrechos y longitudinales a la cordillera
occidental, en gran parte de la cuencas de los ríos Dagua y Patía.
El resto de la red hidrográica incluye ríos cortos con dirección
oriente-occidente, que en la parte baja son planos formando
extensos manglares. El clima en esta franja litoral es cálido y va de
muy húmedo a pluvial en la ecoregión de Amarales-Dagua (West
2000, Mesa et al. 2016).
1.2 Estado de situación en los
Andes Tropicales
1.2.1 Antecedentes generales
Tal como está deinida en este proyecto (y como es mencionada
de aquí en adelante), la región de los Andes Tropicales incluye la
región andino-amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia,
además del Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano
(Figura 1.1). El área cubre parte de dos de los 35 hotspots
de biodiversidad globales, los Andes Tropicales y TumbesChocó-Magdalena (Mittermeier et al. 2005). Los hotspots de
biodiversidad son áreas del planeta que poseen una excepcional
riqueza de especies endémicas (≥ 1500 especies de plantas) y han
perdido más del 70% de su hábitat original (Myers et al. 2000).
El área de este proyecto se extiende, de sur a norte, unos 3600
km (desde los 20° S hasta los 12°30’ N) y cubre una supericie
de 2 754 775 km2 (equivalente al área de Argentina) e incluye
aproximadamente 51% del hotspot de los Andes Tropicales y
58% del hotspot Tumbes-Chocó-Magdalena (Figura 1.1).
En el área de los Andes Tropicales hay 23 humedales de
importancia global, reconocidos como sitios Ramsar (Figura
1.2) (www.ramsar.org). Los sitios Ramsar son seleccionados por
su rareza o por ser únicos a nivel global y por su importancia
para la conservación de la biodiversidad. Nueve de esos
sitios están en Ecuador, cinco en Bolivia y Perú y cuatro en
Colombia. A continuación se indican los nombres de los sitios
por país. Bolivia: Bañados del Izozog y el Río Parapetí, Laguna
Concepción, Río Matos, Río Blanco y Río Yata; Perú: Humedal
Lucre-Huacarpay, Reserva Nacional Junín, Reserva Nacional
El área de esta evaluación también incluye la totalidad o parte
de nueve ecorregiones de agua dulce, que son grandes áreas
que abarcan uno o más sistemas que contienen un conjunto
característico de comunidades naturales y especies de agua dulce
(Abell et al. 2008, WWF y TNC 2013) (Figura 1.2, Tabla 1.1).
Estas ecorregiones representan cuatro de los tipos principales de
hábitats identiicados en el mundo (a pesar de obviar muchas
particularidades geográicas, es el acercamiento biogeográico
2
Figura 1.1 Mapa de la
ubicación de la región de los
Andes Tropicales (tal como fue
deinida en esta evaluación) y
los hotspots de biodiversidad.
Laguna en Complejo de Humedales del Otún, uno de los sitios Ramsar en Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
3
Figura 1.2 Mapa mostrando
las ecorregiones de agua dulce
(WWF y TNC 2013) y los
sitios Ramsar incluidos en la
región de los Andes Tropicales.
Pacaya-Samiria, Complejo de Humedales del Abanico del Río
Pastaza y Lagunas las Arreviatadas; Ecuador: Sistema Lacustre
Yacuri, Sistema Lacustre Lagunas del Compadre, Parque
Nacional Cajas, Complejo Llanganti, Complejo de Humedales
Ñucanchi Turupamba, Reserva Biológica Limoncocha, Laguna
de Cube, Reserva Ecológica de Manglares Cayapas-Mataje y
Reserva Ecológica El Ángel; Colombia: Laguna de la Cocha,
Complejo de Humedales Laguna del Otún, Delta del Río Baudó
y Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena-Ciénaga Grande
de Santa Marta.
la población humana y el desarrollo económico (Vörösmarty et
al. 2010, Russi et al. 2013) y la región de los Andes Tropicales
no es una excepción a este patrón (CEPF 2015). El riesgo en
la seguridad hídrica para las personas y para la biodiversidad
de agua dulce en los Andes Tropicales es evidente a partir de
un estudio global reciente donde se resumió la intensidad
combinada de las amenazas generadas por los humanos (Figura
1.3 a y b) (Vörösmarty et al. 2010). El estudio recopiló datos
espaciales sobre 23 factores de estrés en los sistemas de agua
dulce agrupados en cuatro temas “perturbación de cuencas,
contaminación, desarrollo de los recursos hídricos y factores
bióticos”, los cuales indicarían que más del 80% (4.8 billones de
personas) de la población mundial está expuesta a altos niveles
de riesgo en cuanto a seguridad hídrica. Para el caso particular
del área de este proyecto, se observa que el mayor riesgo, tanto
para los humanos como para la biodiversidad, se da en el área
1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua
dulce en la región
Los ecosistemas de agua dulce son los más amenazados del planeta
y están cada vez más afectados por el impacto del crecimiento de
4
Tabla 1.1 Ecorregiones presentes en los Andes Tropicales (adaptado de Abell et al. 2008, WWF y TNC 2013).
Ecorregión
Tipo Principal de
Hábitat
Delimitación
Justiicación
Vertiente del Pacíico
norandino-Río Atrato
Ríos costeros
tropicales y
subtropicales
Incluye todos los ríos de la vertiente
del Pacíico, desde el Golfo de San
Miguel, en el oeste de Panamá, hacia el
sur a través del Darién panameño, del
Chocó de Colombia, y todo el Ecuador
occidental hasta la cuenca del río Piura,
en el norte de Perú. Incluye también la
cuenca del río Atrato que desemboca
en el Caribe.
Esta ecorregión comprende un conjunto
de peces transandinos distintivos a nivel
de especie y, a veces, de género, respecto
a sus congéneres en la región cisandina.
El alto nivel de alopatría lo convierte
en uno de los conjuntos más singulares
de peces de agua dulce en el continente
suramericano.
Magdalena-Sinú
Ríos de tierras
altas tropicales y
subtropicales
Esta ecorregión incluye todo el
sistema de drenaje del río Magdalena
y el río Cauca, que abarca la vertiente
oriental de la Cordillera Occidental;
las dos vertientes de la Cordillera
Central y la vertiente occidental de
la Cordillera Oriental y la parte sur,
sur-oriental del Macizo de Santa Marta.
También incluye el drenaje del río
Sinú, enmarcado entre las serranías de
Abibe al oriente, la de San Jerónimo
al suroccidente y la de San Jacinto y
Montes de María al nororiente. Así, este
drenaje es independiente de las cuencas
tributarias del Magdalena-Cauca,
desembocando directamente al Caribe
(Galvis et al. 2012).
Esta ecorregión está dentro de la región
ictiológica del Magdalena, ejempliicada
en Géry (1969) y Ringuelet (1975).
Contiene un conjunto único de especies
de peces, alto grado de endemismo a
nivel de especie y la presencia de varios
géneros endémicos no relacionados.
La cuenca del río Sinú guarda una gran
similitud faunística con la parte baja
de las cuencas del Magdalena-Cauca y
Atrato, no obstante, presenta un número
de endemismos importante (Mesa et al.
2016).
Drenajes del Caribe
en América del SurTrinidad
Ríos costeros
tropicales y subtropicales
Esta ecorregión se extiende desde
las laderas norte y este de la Sierra
Nevada de Santa Marta, la península
de la Guajira al noreste de Colombia,
a través del norte de Venezuela hasta
la Península de Paria, drenando la
vertiente norte de los Andes en Perijá
sierras de la costa e isla de Trinidad.
Esta ecorregión abarca un grupo de
drenajes que luyen directamente al mar
Caribe, e inlcuyen un conjunto único de
peces, aislados de otros grandes sistemas
luviales en el norte de Suramérica. Se
encuentra principalmente en la provincia
ictiológica Costa del Caribe, identiicada
en Ringuelet (1975).
Altos Andes del
Amazonas
Ríos y arroyos de
montaña
La ecorregión incluye drenajes a lo
largo de la vertiente oriental de los
Andes por encima de los 800 m, que
vierten en la cuenca del Amazonas.
Se extiende desde el río Caguán en
Colombia hacia el sur hasta el río
Grande, aluente del Mamoré en
Bolivia.
Esta ecorregión está comprendida en la
provincia ictiológica Norandina deinida
por Ringuelet (1975) y dentro de la región
ictiológica Andina deinida por Géry
(1969). Contiene especies distintivas
de bagres astroblépidos de gran altura.
También se distingue por los ríos que
desembocan en la cuenca del Amazonas.
Piedemonte de la
Amazonia occidental
Ríos y arroyos de
montaña
Esta ecorregión abarca una zona de
transición entre las tierras bajas del
Amazonas y los Andes en la parte
occidental de la Amazonia, incluyendo
drenajes entre la cuenca del río
Apaporis en el norte y la cuenca del
Marañón hacia el sur.
Esta ecorregión se encuentra en
la provincia ictiológica Amazonas
delimitada en Ringuelet (1975), y
más ampliamente dentro de la región
Guayano-Amazónica (Géry 1969,
Ringuelet 1975).
Tierras Bajas del
Amazonas
Ríos tropicales
y subtropicales
de llanuras de
inundación y
complejos de
humedales
Esta ecorregión incluye la llanura
de inundación del Amazonas y
aluentes que luyen a través de los
terrenos de baja elevación de la cuenca
sedimentaria del Amazonas, entre el
Escudo Brasileño al sur, el Escudo
de Guayana al norte y el piedemonte
andino hacia el oeste.
La ecorregión está dentro de la región
ictiológica Guayano-Amazónica
y más concretamente dentro de la
provincia ictiológica Amazónica (Géry
1969, Ringuelet 1975). Contiene una
composición única de comunidades
ricas y diversas de fauna de grandes ríos
de tierras bajas, asociadas a la extensa
planicie de inundación estacional del
cauce principal del Amazonas.
5
Ecorregión
Tipo Principal de
Hábitat
Delimitación
Justiicación
Piedemonte UcayaliUrubamba
Ríos y arroyos de
montaña
Esta ecorregión abarca una zona de
transición entre las tierras bajas del
Amazonas y los Andes en la Amazonía
occidental a lo largo de la cuenca del
Ucayali-Urubamba. Incluye partes de
la cuenca inferior y superior de los ríos
Ucayali, Aguaytía, Pachitea, Tamaya,
Urubamba, Perené, Ene, Tambo y
Apurímac, entre 250 y 750 m de altitud.
Esta ecorregión está en una zona de
transición entre la región ictiológica
Guyano-Amazónica y la región ictiológica
Andina (Géry 1969, Ringuelet 1975).
Piedemonte MamoréMadre de Dios
Ríos de tierras
altas tropicales y
sub-tropicales
Esta ecorregión incluye la porción
occidental superior del sistema del río
Madeira, desde el drenaje Beni-Madre
de Dios en el norte hasta la cuenca del
río Mamoré en el sur.
Esta ecorregión está dentro de la región
ictiológica Guayano-Amazónica, y más
concretamente dentro de la provincia
ictiológica Amazónica (Géry 1969,
Ringuelet 1975).
Guaporé-Iténez
Ríos de tierras
altas tropicales y
sub-tropicales
Esta ecorregión incluye todo el drenaje
Guaporé-Iténez aguas arriba de Costa
Marques, incluyendo la cuenca del río
San Itonamas.
Esta ecorregión está dentro de la región
ictiológica Guayano-Amazónica, y más
concretamente dentro de la provincia
ictiológica Amazónica (Géry 1969,
Ringuelet 1975). Abarca la parte sur de la
cuenca del río Madeira, el mayor aluente
del Amazonas.
Río Tuichi, tributario en la cuenca alta del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
6
Figura 1.3 Intensidad relativa de la incidencia de las amenazas para la seguridad del agua en: a) humanos (teniendo en
cuenta las inversiones beneiciosas en infraestructura y b) biodiversidad de agua dulce. Datos de Vörösmarty et al. (2010),
disponibles en www.riverthreat.net.
andina y el piedemonte andino de Bolivia, Perú y Ecuador y en
casi en toda la cuenca de los ríos Magdalena-Cauca en Colombia
(Figura 1.3 a y b).
también en la conversión de hábitats para esta actividad y las
consecuencias que trae aparejado, tales como la erosión de suelos
y sedimentación de cauces y la contaminación por los productos
agroquímicos que escurren hacia los cuerpos de agua o drenan
a las aguas subterráneas. Las actividades de agricultura en el
hotspot de los Andes Tropicales se concentran principalmente
en los valles interandinos de Colombia y Ecuador y, en menor
medida en Perú y Bolivia (CEPF 2015). En la región Amazónica
de los cuatro países incluidos en este estudio, la pérdida de
bosques originales en el periodo 2000 a 2013 y la acumulada
histórica (entre paréntesis) alcanzó el 3.1% (7.3%) en Bolivia,
2.4% (9.9%) en Colombia, 1.2% (10.7%) en Ecuador y 2.0%
(9.1%) en Perú (RAISG 2015). La agricultura y la ganadería
aparecen como las principales causas de la deforestación reciente
en Bolivia y Perú, mientras que en Colombia es la agricultura y la
minería ilegal y en Ecuador la explotación de petróleo (RAISG
2015).
La vulnerabilidad de la biodiversidad dulceacuícola surge del
hecho de que el agua dulce es un recurso que puede ser extraído,
desviado, contenido o contaminado por los seres humanos de
manera que ponen en peligro su valor como hábitat para las
especies (Dudgeon 2012). La extracción de agua para agricultura
es uno de los principales usos por los humanos, con un promedio
de 70% a nivel global, y pudiendo ser mayor al 90% en países
en vías de desarrollo (WWAP 2015). De acuerdo con los datos
del programa AQUASTAT de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (www.fao.org/nr/
water/aquastat/main/index.stm), el uso de agua para regadío y
ganadería en los países de la región de estudio varía entre 54% y
91% (Bolivia 91%, Colombia 54%, Ecuador 81% y Perú 89%).
En comparación, el promedio de utilización del agua para energía
es de 15%. Se espera que la demanda de agua en todos los sectores
de la producción crezca a medida que aumenta la población y,
para el 2030, el déicit de agua a nivel global podría ser del 40%
(WWAP 2015).
El efecto de la contaminación de cuerpos de agua dulce por
pesticidas usados en agricultura no había sido cuantiicado hasta
ahora, pero un estudio reciente (Stehle y Schulz 2015), muestra
que las concentraciones de pesticidas legalmente permitidas
podrían reducir en hasta un 30% la riqueza de macroinvertebrados
acuáticos. En una revisión global sobre la aplicación de pesticidas,
incluyendo más de 800 publicaciones en 73 países, los autores
El impacto de la agricultura sobre los ecosistemas acuáticos
no solo se releja en la extracción de agua para riego, sino
7
Alteración de la ribera, alta carga de sedimentos y agricultura de arroz en la región de Natagaima, cuenca alta del río Magdalena.
Foto: © José Iván Mojica.
encontraron que en más del 50% de los casos la concentración
de insecticidas excedía los niveles permitidos (Stehle y Schulz
2015). Esto tiene importantes implicaciones para las regulaciones
y control de la aplicación de pesticidas. En otro estudio donde se
modeló la escorrentía potencial de agroquímicos desde campos de
cultivo a nivel global, se identiicaron hotspots de contaminación
por insecticidas que representan un alto riesgo para los cuerpos
de agua (Ippolito et al. 2015). El mapa de escorrentía potencial
de insecticidas que se presenta en ese estudio muestra que los
ecosistemas dulceacuícolas de toda la región andina de los Andes
Tropicales y la cuenca de los ríos Magdalena-Cauca están en muy
alto riesgo de contaminación como consecuencia de las actuales
prácticas agrícolas (Ippolito et al. 2015).
habitan. Esto presenta un gran problema para la fauna y también
para los humanos, ya que el mercurio y otros contaminantes
derivados de la minería no son biodegradables y se acumulan en
los tejidos animales (p. ej. peces) que luego son consumidos por
las personas. Estudios recientes muestran que las poblaciones
humanas que se alimentan de pescado en las áreas afectadas
por minería tienen concentraciones de mercurio superiores a lo
sugerido por organismos de salud (Gracia et al. 2010, Yard et al.
2012, González-Merizalde et al. 2016).
El relieve de la región andino-amazónica, sumado a la elevada
disponibilidad de agua, hace que el área tenga un alto potencial
para la generación de energía hidroeléctrica. Efectivamente,
el 73% de la electricidad en los países andinos (Bolivia, Perú,
Ecuador y Colombia) proviene de la energía hidroeléctrica
(Comunidad Andina 2010). Y, si bien el represamiento de ríos
provee una importante fuente de energía y agua para riego y
para consumo, también tiene impactos sociales y ambientales
signiicativos. Las principales consecuencias de la construcción
de represas son la fragmentación de los ríos y la regulación del
lujo agua, produciendo una disminución de la conectividad
natural y cambio físico-químicos en el agua que alteran los
procesos ecológicos (Finer y Jenkins 2012, Grill et al. 2015).
Estos cambios, invariablemente, reducen la biodiversidad de
agua dulce y bloquean el movimiento de las especies migratorias
(Winemiller et al. 2016). En el caso particular de los peces de agua
La contaminación de los cuerpos de agua por minería y
petróleo es particularmente importante en la región amazónica
de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, mientras que en este
último país, la minería ilegal también impacta fuertemente en
la vertiente del Pacíico. El incremento en el precio global del
oro generó una explosión de la minería, en gran parte ilegal, en
varios de los países andinos. Por ejemplo, en el Departamento
Madre de Dios en Perú, al menos 30 000 personas trabajan en
las minas de oro (Fraser 2009, Ashe 2012). Sin embargo, el
número real se desconoce porque la mayoría de las actividades
mineras en esa área son ilegales. El uso de mercurio en este
tipo de minería contamina las aguas y los organismos que allí
8
Actividades mineras en el río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
dulce, esto podría tener importantes efectos en las pesquerías,
dado que muchas especies de gran valor migran cientos de
kilómetros en respuesta a los pulsos de agua estacionales (Pelicice
et al. 2015, Duponchelle et al. 2016). Por ejemplo, el desarrollo
hidroeléctrico en los ríos andinos de la cuenca Magdalena-Cauca
en Colombia ha generado cambios en los sistemas acuáticos que
han inluido en la estructura de los ensamblajes de peces y en la
dinámica de migración-reproducción de las especies importantes
para la pesca artesanal y comercial ( Jiménez-Segura et al. 2014).
Esto, a su vez, impacta sobre el bienestar de las comunidades
locales y regionales, dado que dependen de la pesca como
principal fuente de alimento y de ingreso económico. Por lo
tanto, se necesita una planiicación estratégica integrada, a nivel
de cuenca, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre el
aprovechamiento de los recursos hídricos para la generación
de energía y el impacto sobre la biodiversidad y los ecosistemas
dulceacuícolas (Finer y Jenkins 2012, Grill et al. 2015,
Winemiller et al. 2016).
(Dudgeon 2012). Debido a que, en general, las especies de agua
dulce tienen distribuciones aisladas, el impacto de las variaciones
en la temperatura o condiciones físico-químicas del agua
producto del cambio climático podría ser muy grande, ya que no
pueden adaptarse a través de movimientos compensatorios hacia
hábitats más fríos o hacia áreas más altas (Strayer y Dudgeon
2010). Para el caso particular de los Andes Tropicales, no existen
prácticamente estudios del efecto del cambio climático sobre
la biodiversidad de agua dulce (Schoolmeester et al. 2016). Sin
embargo, a nivel de bioma, se estima que el páramo será uno de
los más afectados por el cambio en el clima, con una pérdida
del 31% predicha para el 2050 (Tovar et al. 2013). Dado que
este bioma es muy importante en la provisión de agua para las
millones de personas que viven aguas abajo, su pérdida traería
consecuencias graves para el bienestar humano (Armijos y de
Bièvre 2014).
1.2.3 Uso regional y valoración de los
ecosistemas dulceacuícolas y su
biodiversidad
Además del impacto directo de los factores de amenaza
mencionados, el cambio climático actuará de manera
sinérgica, potenciando las consecuencias sobre los ecosistemas
dulceacuícolas. El efecto del cambio climático sobre estos
ecosistemas tendrá impactos signiicativos, no solo sobre la
biodiversidad, sino también sobre las poblaciones humanas
que dependen de los servicios ecosistémicos que suministran
La importancia de los ecosistemas dulceacuícolas para la
sociedad y la economía se puede apreciar fácilmente al considerar
la gran variedad de bienes y servicios vitales que proveen para la
subsistencia humana, incluyendo provisión de agua para uso
doméstico, industrial y agropecuario, provisión de energía,
9
alimento, captación de carbono, navegación, además de servicios
culturales y de recreación. Si bien es muy difícil establecer un
valor monetario a estos servicios, distintas estimaciones estarían
indicando que el valor de los bienes y servicios provistos por
los ecosistemas de agua dulce rondaría entre 4 y 15 trillones
de dólares estadounidenses por año (Millenium Ecosystem
Assessment 2005, Constanza et al. 2014).
La pesca artesanal es fundamental para las economías rurales,
contribuyendo a la seguridad alimentaria y el alivio de la pobreza.
Por ejemplo, los peces de agua dulce representan más del 50%
de la ingesta de proteína animal en comunidades rurales de Perú
(McClain et al. 2001). Efectivamente, se ha demostrado que
la pesca artesanal en la Amazonía peruana provee una red de
contención para las comunidades rurales en los casos de desastres
ambientales, tales como inundaciones e incendios (Coomes et al.
2010). La pesca continental comercial es también una importante
fuente de ingresos para las economías regionales y nacionales en
los países andinos. Para Colombia, por ejemplo, se estima que
esta actividad involucra a más de 150 000 pescadores que en
la última década aportaron 17.3% de la producción nacional,
relejada en ingresos económicos (40% de un salario mínimo)
y soporte alimentario (Gutiérrez et al. 2011). Sin embargo, este
recurso se estima que ha disminuido en un 60% (Gutiérrez et
al. 2011). Finalmente, la pesca ornamental también representa
fuentes de ingresos importantes para las comunidades locales y
regionales. Sin embargo, a pesar de la importancia y del potencial
que representan para la región, el conocimiento sobre las especies
explotadas como ornamentales es pobre (Agudelo et al. 2011).
Los lagos, lagunas y humedales de altura, por ejemplo, en los
páramos, jalcas y bofedales actúan como reguladores y reservorios
hídricos de las aguas provenientes del deshielo de glaciares, que
luego es utilizada por las comunidades para consumo, riego y
producción de energía. Sin embargo, las actividades humanas
en estas regiones están generando modiicaciones en el uso de la
tierra que alteran la hidrología y tienden a reducir la capacidad
de regulación de caudales de los sistemas naturales (Crespo et
al. 2014). Además, los retornos inancieros de actividades tales
como pastoreo y plantaciones de pino en los ecosistemas de
jalca, son menores que los servicios ecosistémicos suministrados,
especialmente la provisión de agua (Raboin y Posner 2014). Estos
estudios ponen de relieve la importancia de estos ecosistemas y la
necesidad de un uso sostenible de los mismos.
1.3 Objetivos de este estudio
Pescadores en la subienda (migración de peces desde las ciénagas
hacia la cabecera de los ríos) en Bocas del Carare, río Magdalena,
Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
La carencia de información básica sobre la distribución, estado
de conservación y vulnerabilidad al cambio climático de la
biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales representa
un impedimento para que sea considerada en los planes de
manejo y conservación regionales y nacionales. Por ello, los
principales objetivos de este estudio son:
a) Compilar información para evaluar el estado de
conservación, distribución y vulnerabilidad al cambio
climático de la biodiversidad de agua dulce (libélulas,
moluscos, peces y plantas acuáticas) de los Andes Tropicales.
b) Identiicar y delimitar Áreas Clave para la Biodiversidad
de agua dulce que sirvan para orientar las prioridades de
conservación en la región.
c) Almacenar, gestionar, analizar y difundir ampliamente la
información compilada a través de la Lista Roja de la UICN
y sus miembros y socios, para que pueda ser utilizada en
proyectos de investigación, conservación y desarrollo.
1.4 Referencias
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12
Capítulo 2. Metodología de evaluación
del riesgo de extinción de las especies
Marcelo F. Tognelli1, Kevin G. Smith1 y William R. T. Darwall2
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
2.7
2.8
Selección de los grupos prioritarios ....................................................................................................................................................13
2.1.1 Peces..............................................................................................................................................................................................14
2.1.2 Moluscos ......................................................................................................................................................................................14
2.1.3 Libélulas .......................................................................................................................................................................................14
2.1.4 Plantas acuáticas ..........................................................................................................................................................................14
Delimitación de la región de los Andes Tropicales ...........................................................................................................................14
Recopilación de datos y control de calidad ........................................................................................................................................15
Mapeo de distribución de especies ......................................................................................................................................................17
Evaluación del riesgo de extinción de las especies .............................................................................................................................19
Nomenclatura........................................................................................................................................................................................19
Áreas Clave para la Biodiversidad y vulnerabilidad de las especies al cambio climático ...............................................................19
Referencias.............................................................................................................................................................................................21
2.1 Selección de los grupos prioritarios
Aunque las plantas y los peces de agua dulce proveen claros
beneicios para mucha gente en distintas partes del mundo, ya
sea como alimento o fuente de ingreso ( Jufe-Bignoli y Darwall
2012), los beneicios provistos por los otros grupos taxonómicos
son indirectos y no fácilmente visibles y cuantiicables, pero no
por ello menos importantes. Dado el amplio espectro de niveles
tróicos y funciones ecológicas que abarcan estos cuatro grupos
taxonómicos, la información sobre sus distribuciones y estado
de conservación, una vez combinada, va a proporcionar un
indicador sumamente útil del estado general de los ecosistemas
dulceacuícolas en el área de estudio.
En general, las evaluaciones del riesgo de extinción de las
especies se han enfocado en un número limitado de grupos
taxonómicos, ya sea por su utilidad para la población
humana, o bien por tener especies carismáticas, tales como los
mamíferos, aves y anibios. En el caso de especies dependientes
de ecosistemas de agua dulce, las aves y los peces son los que
han recibido mayor atención. Por lo tanto, es necesario tener
un enfoque más integral a la hora de compilar la información
y tener en cuenta a aquellos grupos que, si bien no son
carismáticos, son representativos de la cadena alimentaria en
los ecosistemas dulceacuícolas y esenciales para mantener el
funcionamiento saludable de esos sistemas. Sin embargo, no
es práctico evaluar el estado de conservación y distribución de
todas las especies de agua dulce, por lo que se necesita hacer
una selección de grupos prioritarios a evaluar. En función de
esto, se seleccionaron los siguientes grupos taxonómicos para
evaluar: peces de agua dulce, moluscos de agua dulce, libélulas
y plantas acuáticas. Estos grupos se seleccionaron porque son
representativos de distintos niveles tróicos de los ecosistemas de
agua dulce y porque se considera que poseen un nivel razonable
de información para su evaluación. En el caso particular de este
reporte, se incluyen solamente las especies endémicas del área
de estudio, dado que las que ocurren también en otras regiones
solo tienen una evaluación parcial (i. e. falta evaluar su rango
fuera del área de estudio).
1
2
El estado de conservación y distribución de estos grupos
taxonómicos ha sido evaluado en otras regiones del mundo. Por
lo tanto, las evaluaciones realizadas en el contexto de este proyecto
regional, van a contribuir a llenar vacíos de información en la
cobertura global de evaluaciones de la biodiversidad de agua dulce.
Evaluaciones de la biodiversidad de agua dulce en otras regiones se
han llevado a cabo en África (Darwall et al. 2011), varias regiones
de Asia (p.ej. Allen et al. 2010, 2012, Molur et al. 2011), y Europa
(Smith y Darwall 2006, Riservato et al. 2009, Cuttelod et al.
2011, Freyhof y Brooks 2011, Smith et al. 2014). Los reportes de
estas evaluaciones están disponibles en línea para bajar desde el
siguiente enlace: http://www.iucn.org/theme/species/our-work/
our-work/freshwater-biodiversity/what-we-do. Las ichas de
evaluación y los mapas de distribución de las especies se pueden ver
en el sitio web de la Lista Roja de la UICN (www.iucnredlist.org).
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Email: marcelo.tognelli@iucn.org
IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ UK
13
2.1.1 Peces
Sin lugar a dudas, los peces de agua dulce son el grupo más
relevante dada su importancia para los humanos. Se estima que
los peces de agua dulce proveen aproximadamente un 6% de la
ingesta de proteína animal anual consumida por los humanos
(FAO 2007). Esto es especialmente importante para la seguridad
alimentaria en áreas rurales remotas, tal como lo indica el hecho
de que ~38% de las pesquerías de aguas continentales proviene
de los 71 países de menor ingreso y con déicits alimentarios
(Welcomme 2011). Los peces ornamentales son también una
importante fuente de ingreso para los pescadores locales. Por
ejemplo, en el año 2010, Colombia exportó aproximadamente
19 millones de ejemplares por un valor de 8.5 millones de dólares
estadounidenses (Ajiaco-Martínez et al. 2012).
Macho de Teinopodagrion temporale, especie endémica de la
Cordillera Central de Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
A los ines de esta evaluación, se deine como peces de agua dulce
aquellas especies que pasan todo, o una parte crítica de su ciclo
de vida en agua dulce. En esta evaluación se incluyen 666 especies
de peces endémicos de los Andes Tropicales. Previo a esta
evaluación, solamente había 17 especies endémicas incluidas en
la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la región.
los ambientes acuáticos y a la pérdida y degradación de hábitats
terrestres, pudiendo actuar como indicadores de la condición de
ambientes de agua dulce y ribereños (Oliveira-Junior et al. 2015,
Golieri et al. 2016). En esta evaluación se consideraron 216
especies de libélulas endémicas de los Andes Tropicales. Previo a
esta evaluación, solamente había 41 especies endémicas incluidas
en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la
región.
2.1.2 Moluscos
Los moluscos son uno de los grupos más diversos y amenazados
dentro de las especies de agua dulce (Darwall et al. 2011). En
general, no son carismáticos y no son tenidos en cuenta, excepto
cuando se mencionan a algunas especies como invasoras o vectores
de parásitos de enfermedades para el ganado o las personas. En
algunos casos, sin embargo, algunas especies son consumidas
por las poblaciones locales y representan una importante
fuente de ingesta de proteínas. El valor de los moluscos para
los ecosistemas dulceacuícolas no es apreciado, pero juegan un
papel esencial en el funcionamiento y mantenimiento de estos
sistemas, principalmente por su contribución a la calidad del
agua y reciclado de nutrientes a través de su alimentación por
iltro, consumo de algas y en menor medida, como alimento para
otras especies en el ecosistema (Vaughn et al. 2004, Vaughn 2010,
Prather et al. 2013). Debido a que la mayoría de las especies en
la región de estudio tienen distribuciones relativamente amplias,
que van más allá de los Andes Tropicales, solo se evaluaron 34
especies endémicas de moluscos de agua dulce en este proyecto.
Antes de esta evaluación, solo había 12 especies incluidas en la
Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la región.
2.1.4 Plantas acuáticas
Las plantas acuáticas son componentes vitales de los ecosistemas
de agua dulce, proporcionando alimento, oxígeno y hábitats para
muchas otras especies. También son un recurso natural de gran
importancia, suministrando beneicios directos para las personas
a nivel global. Por ejemplo, muchas especies son muy apreciadas
por su valor nutritivo, medicinal, cultural, propiedades
estructurales o biológicas. Son además clave en la prestación de
servicios ecosistémicos, tales como iltración de agua y reciclado
de nutrientes (García-Llorente et al. 2011). Aquí se deine una
planta de agua dulce como una planta que depende de ambientes
acuáticos, y que no ocurriría si no existieran estos humedales, ya
sean permanentes o estacionales. Para la selección de las especies
de plantas se consideró su endemismo y estado de conservación.
En total, se evaluaron 51 especies de plantas acuáticas endémicas
de la región de estudio, de las cuales solo una estaba previamente
incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
2.2 Delimitación de la región de los
Andes Tropicales
2.1.3 Libélulas
Las larvas de la mayoría de las especies de libélulas dependen
de ecosistemas de agua dulce. Al desarrollarse en el agua,
juegan un papel fundamental en lo que respecta a la calidad del
agua, el ciclo de nutrientes y la estructura del hábitat acuático.
Además, como son predadores voraces, suelen ser consideradas
importantes en el control de especies de insectos plaga. A pesar
de que su ciclo de vida no está estrictamente restringido a los
ecosistemas dulceacuícolas, son susceptibles a modiicaciones en
El área de los Andes Tropicales, tal como está deinida en
este proyecto, responde a la delimitación del área de interés
de conservación de la John D. and Catherine T. MacArthur
Foundation, quien generosamente inanció su realización. Así,
la región de los Andes Tropicales incluye la región andinoamazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, además del
Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano (Figura 2.1). Tal
14
Figura 2.1 Área de estudio
del proyecto, incuyendo la
división política de los países
(en blanco) y las principales
ciudades.
alimentan la cuenca del Amazonas. Estos ríos abastecen de agua
a las principales ciudades de la región y sustentan las actividades
agropecuarias, industriales y de producción de energía de los
aproximadamente 60 millones de personas que allí habitan. El
mapa de la igura 2.2 muestra las cuencas de los principales ríos
en el área de los Andes Tropicales, tal como se deinen en este
proyecto.
como se mencionó en el capítulo anterior, el área de estudio es
casi equivalente a la supericie de Argentina y cubre un poco más
del 50% de cada uno de dos de los “hotspots” de biodiversidad
más importantes en la región Neotropical, el hotspot de los
Andes Tropicales y el de Tumbes-Chocó-Magdalena. El área
es uno de los lugares de mayor biodiversidad y endemismo del
planeta. Por ejemplo, aproximadamente el 40% de las especies de
peces de agua dulce en las montañas de los Andes tropicales son
endémicas (Anderson y Maldonado-Ocampo 2011).
2.3 Recopilación de datos y
control de calidad
La región es también muy importante en la provisión de agua
dulce, concentrando aproximadamente el 10% del agua dulce
del planeta (Comunidad Andina 2011). Por encima de los 3500
m de altitud, los páramos, humedales y glaciares absorben y
almacenan el agua, que se libera luego durante el año, y bajan
desde los Andes para formar las cabeceras de los grandes ríos que
La evaluación del estado de conservación de la biodiversidad de
agua dulce requiere de la recopilación de datos e información de
la mejor calidad disponible. Los datos fueron compilados por
el personal de la Unidad de Evaluación de la Biodiversidad, a
partir de información publicada en revistas cientíicas y reportes
15
Figura 2.2 Mapa de los Andes Tropicales mostrando las principales cuencas.
Participantes del taller de expertos para evaluar la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales llevado a cabo en Lima, Perú en abril de
2014. Foto: © Nieves García.
16
técnicos. Para cada especie se genera una icha de evaluación en
el sistema de ingreso de datos en línea de la UICN, el Servicio de
Información de Especies (SIS por sus siglas en inglés). En esa icha
se ingresan los datos y la información requerida para la evaluación
(Tabla 2.1), incluyendo campos de texto (p. ej. descripción de
la distribución geográica de la especie, tendencia poblacional,
hábitats y ecología) y campos donde se codiica la información
con base en un esquema de clasiicación predeterminado (p. ej.
para los factores de amenazas se utiliza el estándar de clasiicación
del Consorcio para Medidas de Conservación basado en Salafsky
et al. (2008)). Para mayor información sobre los esquemas de
clasiicación que se usan en la Lista Roja de la UICN, se puede
ver el siguiente enlace: http://www.iucnredlist.org/technicaldocuments/classiication-schemes.
el riesgo de extinción de cada especie utilizando los Criterios y
Categorías de la Lista Roja de la UICN. En el caso particular
de este proyecto, se realizaron dos talleres de evaluación, uno en
Lima, Perú en Abril de 2014 y el otro en Bogotá, Colombia en
Octubre de 2014.
2.4 Mapeo de distribución de especies
Las distribuciones de las especies fueron mapeadas utilizando
la capa digital HydroBASINS (Lehner y Grill 2013), una capa
digital estandarizada a nivel global que delimita las cuencas
hidrográicas de ríos y lagos en 12 niveles (anidados) de
resolución. La mayoría de las distribuciones fueron mapeadas
usando las sub-cuencas del nivel 8, mientras que para las especies
con distribuciones más restringidas se usaron las sub-cuencas
del nivel 10. El área de los Andes Tropicales incluye 3348 subcuencas de nivel 8 con un área promedio de 822 km2, y 19 718
sub-cuencas del nivel 10 con un área promedio de 140 km2. Todos
los análisis presentados en este reporte se hicieron utilizando la
capa del nivel 8, que se muestra en la igura 2.3.
Las ichas compiladas para cada especie, junto con los mapas
generados (ver siguiente sección para mayor información),
son revisadas por los expertos en cada grupo taxonómico en
talleres de evaluación. Allí se editan, corrigen o agregan datos e
información sobre las especies evaluadas y se procede a evaluar
Tabla 2.1 Campos de datos requeridos en el Servicio de Información de Especies (SIS) para compilar la evaluación del
riesgo de extinción de una especie. (texto) = campo de texto; (EC) = Esquema de Clasiicación predeterminado.
Campos
Información y datos requeridos
Taxonomía
Niveles taxonómicos
Distribución geográica
Población
Hábitats y ecología
Uso y comercialización
Amenazas
Información general
(texto)
Información general
(texto)
Información general
(texto)
Información general
(texto)
Información general
(texto)
Medidas de conservación
Información general
(texto)
Evaluación de la Lista
Roja
Criterios y categoría de
la Lista Roja (EC)
Bibliografía
Referencias
Sinónimos
Nombres comunes
Países de ocurrencia (EC)
Región biogeográica
(EC)
Tendencia poblacional
(EC)
Tipos de hábitats (EC)
Sistema (EC)
Utilización (EC)
Tendencia de colección/
extracción (EC)
Patrones de movimiento (EC)
Amenazas (EC)
Acciones de conservación
necesarias y existentes
(EC)
Justiicación de la categoría asignada (texto)
Investigación necesaria y
existente (EC)
Nombres de revisores y
evaluadores
Fecha de evaluación
y revisión
Participantes del taller de expertos para evaluar la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales llevado a cabo en Bogotá, Colombia en
octubre de 2014.
17
lago, las sub-cuencas fueron seleccionadas como las unidades
espaciales para el mapeo porque, en general, se considera que
son la unidad de manejo más adecuada en los sistemas de agua
dulce (Watson 2004).
Los mapas fueron generados a partir de puntos de colecta
de las especies (localidades geo-referenciadas donde fueron
colectadas), recopiladas de la bibliografía y a partir de bases de
datos compartidas por los expertos. Los puntos de colecta fueron
extrapolados a las sub-cuencas de HydroBASINS, donde se
consideró a la especie como presente. Los mapas fueron luego
revisados por los expertos durante los talleres de evaluación y,
en muchos casos, se modiicaron basados en su conocimiento
y/o datos de campo no publicados. En algunos casos, no existen
especímenes en colecciones o museos que puedan conirmar la
presencia de una especie en una sub-cuenca, pero esta se puede
inferir a partir de la opinión de los expertos y la especie se codiica
como “posiblemente presente” en esa sub-cuenca.
Los mapas de riqueza de especies (p. ej. especies endémicas,
especies amenazadas), se realizaron superponiendo las
distribuciones individuales de cada especie y computando el
número de especies en cada sub-cuenca. En el caso de los mapas
de riqueza de especies amenazadas, se computaron el número de
especies en todas las categorías de amenaza (VU, EN y CR) por
sub-cuenca.
En algunos casos, para evaluar el grado de restricción en la
distribución de las especies, se presentan mapas de endemismo
ponderado corregido. Para calcular el índice de endemismo
A pesar de que se reconoce que la distribución de las especies
no se extiende en toda la cuenca o sub-cuenca de un río o
Figura 2.3 Sub-cuencas de la
región de los Andes Tropicales
del nivel 8 de la capa
HydroBASINS (Lehner y Grill
2013).
18
presenta un ejemplo de la icha de evaluación para una especie y
el correspondiente mapa de distribución
ponderado (EP), cada especie fue ponderada por el inverso de
su rango (1/nº de sub-cuencas donde ocurre), de tal manera
que cada especie endémica de una sub-cuenca tiene un peso
máximo de 1; si una especie está presente en tres sub-cuencas,
tiene un peso de 0.33. Para calcular el valor para cada sub-cuenca
se sumaron los valores de peso para todas las especies en la subcuenca, de modo que las sub-cuencas con un alto número de
especies de distribución restringida tienen un valor más alto
que las que tienen un número menor de especies de distribución
restringida (Crisp et al. 2001). Luego, para corregir la correlación
con la riqueza de especies y para generar el índice de endemismo
ponderado corregido (EPC), el endemismo ponderado (EP) se
divide por el número total de especies en la sub-cuenca (Crisp
et al. 2001).
2.5 Evaluación del riesgo de extinción
de las especies
Figura 2.4 Categorías de la Lista Roja de la UICN a nivel
global.
El riesgo de extinción de las especies fue evaluado utilizando la
versión 3.1 de los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la
UICN (UICN 2012). Las nueve categorías posibles para una
especie se muestran en la igura 2.4. Para la estandarización
con estudios internacionales y para evitar confusión con las
especies que ya están evaluadas en la Lista Roja, se mantiene la
sigla de la categoría en inglés (p. ej. CR para En Peligro Crítico).
Como se observa en la igura, si el estado de conservación de
una especie no ha sido evaluado, la categoría que le corresponde
entonces es No Evaluada (NE). Cuando se procede a evaluar
una especie, se determina si existe suiciente información para
utilizar los Criterios y Categorías de la Lista Roja. Si no hay
suiciente información, la especie se incluye en la categoría Datos
Insuicientes (DD). Sin embargo, si existe suiciente información,
se procede a usar los umbrales cuantitativos de los Criterios y
Categorías de la Lista Roja de la UICN (resumidos en la tabla
2.2) y determinar la categoría correspondiente.
2.6 Nomenclatura
La taxonomía de algunos grupos es controvertida y puede
cambiar constantemente debido a la aparición de nueva
información o nuevas técnicas moleculares. En muchos casos,
es difícil encontrar una jerarquía taxonómica consensuada para
un grupo. En este proyecto se utilizó la taxonomía adoptada
por la Lista Roja de la UICN que, en la medida de lo posible,
utiliza listas de especies publicadas. Para el caso de los peces se
sigue la clasiicación del Catálogo de Peces, un catálogo en línea
mantenido por la Academia de Ciencias de California (Eschmeyer
2016). Para las libélulas, generalmente se sigue la Lista Mundial
de Odonatos mantenida en el sitio web de la University of
Puget Sound (Schorr y Paulson 2016). Al momento, no hay una
taxonomía única ampliamente aceptada para los moluscos, por
lo tanto se consulta al Grupo de Especialistas de Moluscos de la
UICN. Para las plantas, generalmente se sigue la Lista Mundial
de Familias de Plantas Selectas del Jardín Botánico Kew (WCSP
2016), pero para casos más especializados se consulta la Lista
de Helechos y Licóitas del Mundo (Hassler y Schmitt 2016) o
Algaebase (Guiry y Guiry 2016). Para mayor información sobre
los estándares taxonómicos de la Lista Roja de la UICN ver:
http://www.iucnredlist.org/technical-documents/informationsources-and-quality#standards.
Una especie está En Peligro Critico cuando se considera que
está enfrentando un riesgo de extinción extremadamente alto en
estado silvestre. Una especie está En Peligro cuando se considera
que está enfrentando un riesgo de extinción muy alto en estado
silvestre. Finalmente, una especie está en la categoría Vulnerable
cuando se considera que está enfrentando un riesgo de extinción
alto en estado silvestre. A las especies que se encuentran en alguna
de estas tres categorías (VU, EN, o CR), se las denomina como
especies “amenazadas”.
Para mayor información sobre la aplicación de los Criterios y
Categorías de la Lista Roja de la UICN, dirigirse al siguiente
enla-ce desde donde se pueden consultar varios documentos
relacionados:http://www.iucnredlist.org/technical-documents/
categories-and-criteria. Las ichas de las especies incluidas en este
reporte pueden ser revisadas en formato pdf desde el sitio web
de la Lista Roja de la UICN (www.iucnredlist.org). Los mapas
de distribución también pueden ser vistos en línea o bajados
en formato digital desde la página web. En el Apéndice 1 se
2.7 Áreas Clave para la Biodiversidad y
vulnerabilidad de las especies al
cambio climático
En el marco de este proyecto también se identiicaron y
delimitaron Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) de agua
dulce de los Andes Tropicales. Las ACB son sitios de importancia
para la persistencia global de la biodiversidad, que pueden ser
19
Tabla 2.2 Resumen de los cinco criterios (A-E) utilizados para determinar la categoría de amenaza de una especie
20
protegidos bajo distintas categorías de manejo y diferentes
mecanismos de gobernanza. La metodología empleada y los
resultados obtenidos se detallan en el capítulo siete de este
reporte.
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También dentro de este proyecto, se realizó una evaluación de
la vulnerabilidad de la biodiversidad de agua dulce de los Andes
Tropicales al cambio climático. Para ese análisis, se empleó
la metodología desarrollada por la UICN donde se evalúa la
susceptibilidad de las especies al cambio climático en función de
los rasgos biológicos y ecológicos de las mismas. La metodología
empleada y los resultados obtenidos se detallan en el capítulo
ocho de este reporte.
2.8 Referencias
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21
Arroyo tributario de la parte alta de la cuenca del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
Capítulo 3. Estado de conservación y
distribución de los peces de agua dulce
de los Andes Tropicales
Luz Fernanda Jiménez-Segura1, Hernán Ortega1, Junior Chuctaya2, Pedro Jiménez Prado3, Fernando M.
Carvajal-Vallejos4, Juan Francisco Rivadeneira5, José Iván Mojica6, Lina M. Mesa S.7, Paula Sánchez-Duarte7,
Javier A. Maldonado-Ocampo8, Vanessa Correa2, Luisa Chocano2, Miguel A. Velásquez2, Max Hidalgo2, José
Saulo Usma9, Carlos A. Lasso7, Elizabeth P. Anderson10, Francisco Villa-Navarro11 y Marcelo F. Tognelli12
3.1
3.2
3.3
3.4
3.5
3.6
Generalidades de la ictiofauna regional ..............................................................................................................................................24
3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas ...........................................................................................................................................24
3.1.2 Factores geográicos que afectan la distribución de los peces de agua dulce .........................................................................25
3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información ....................................................................................25
Estado de conservación de los peces de agua dulce ...........................................................................................................................26
Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................28
3.3.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................28
3.3.2 Especies con distribuciones restringidas ...................................................................................................................................29
3.3.3 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................29
3.3.4 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................33
Principales amenazas para los peces de agua dulce ............................................................................................................................34
3.4.1 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................34
3.4.2 Cambio climático y clima severo ...............................................................................................................................................36
3.4.3 Contaminación............................................................................................................................................................................38
3.4.4 Corredores de transporte y servicios .........................................................................................................................................39
3.4.5 Desarrollo residencial y comercial .............................................................................................................................................39
3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades .................................................................................................................................39
3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales .....................................................................................................................................40
3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos y minería .....................................................................................................................42
3.4.9 Uso de recursos biológicos .........................................................................................................................................................44
Acciones de conservación y recomendaciones...................................................................................................................................45
3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos ...............................................................................................................................................45
3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ ......................................................................................................................................................46
3.5.3 Caudales ambientales ..................................................................................................................................................................47
3.5.4 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................48
3.5.5 Estrategias de los estados andinos para la conservación de la diversidad y sus hábitats .......................................................49
3.5.6 Recomendaciones........................................................................................................................................................................50
Referencias.............................................................................................................................................................................................51
1
2
Grupo de Ictiología. Instituto de Biología, Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia, Colombia. Email: luz.jimenez@udea.edu.co
Departamento de Ictiología, Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Av. Arenales 1256, Jesús María,
Lima, Perú.
3 Pontiicia Universidad Católica del Ecuador Sede Esmeraldas. Esmeraldas, Ecuador.
4 Asociación FAUNAGUA (Instituto de Investigaciones Aplicadas sobre Recursos del Agua). Cochabamba, Bolivia.
5 Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Central del Ecuador. Campus El Dorado; Iquique N14-121 y Sodiro, Quito, Ecuador.
6 Instituto de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.
7 Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.
8 Unidad de Ecologia y Sistemátca (UNESIS), Laboratorio de Ictiología, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Pontiicia Universidad Javeriana,
Bogotá, Colombia.
9 WWF-Colombia. Carrera 35 Nº 4A-25, Cali, Colombia.
10 School of Environment, Arts & Society. Florida International University. 11200 SW 8th St. Miami, FL 33199, USA.
11 Facultad de Ciencias. Universidad del Tolima. Ibagué, Colombia.
12 IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.
23
3.1 Generalidades de la ictiofauna
regional
durante la elevación de los mares y posterior acumulamiento por
dispersión hacía las tierras bajas) (Hubert y Renno 2006).
3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas
La dinámica geológica de Suramérica tropical tuvo impactos
signiicativos en la reorganización de los sistemas hidrográicos
especialmente en el Cenozoico medio y tardío. Esta
transformación hidrográica a su vez tuvo efectos importantes
sobre toda la fauna de peces presente en lo que hasta ese entonces
se reconocía como la cuenca del Proto-Amazonas-Orinoco y La
Plata, y que posteriormente se coniguró en el sistema tri-partito
de la cuenca del Amazonas, Orinoco y La Plata (Albert y Carvalho
2011). Producto de estos eventos y reorganización hidrográica,
y los respectivos procesos de especiación, extinción y dispersión
a los que se vieron enfrentados los peces allí presentes, es que los
peces dulceacuícolas neotropicales hoy en día representan una
quinta parte de la ictiofauna mundial (Vari y Malabarba 1998).
Los cambios paleogeográicos y paleoambientales en el
Neotrópico generaron un patrón biogeográico complejo en la
ictiofauna actual (Albert et al. 2006). Esta complejidad puede
ser explicada por medio de varias hipótesis que involucran
procesos a distintas escalas espacio-temporales: hipótesis del
gradiente (gradiente de ambientes escarpados); hipótesis
paleogeográica (los cambios geológicos resultan de la orogenia
andina durante el Terciario); hipótesis de ríos (fragmentación
de la fauna terrestre como consecuencia del establecimiento
del actual drenaje del Amazonas durante el Terciario tardío);
hipótesis de disturbio-vicarianza (el enfriamiento climático
llevó a hábitats ecológicamente insostenibles); hipótesis del
refugio (luctuaciones climáticas del Pleistoceno llevaron a
fragmentaciones y coalescencia en los ecosistemas boscosos);
hipótesis del río-refugio (refugios realzan la diferenciación
alopátrica a través de los ríos) y la hipótesis del museo (las especies
originadas por diferenciación alopátrica en el bosque de montaña
Esta enorme riqueza de especies no se distribuye uniformemente
en la región. La mayor riqueza está asociada a la cuenca del
Amazonas con cerca de 2700 especies reconocidas; una
ictiofauna dominada por especies del superorden Characiphysae
y sus órdenes Siluriformes, Characiformes y Gymnotiformes.
Imagen del río Magdalena, el más importante de Colombia, con el Parque Nacional Los Nevados de fondo. Foto: © Lina Mesa.
24
En la región de los Andes se estiman entre 400 y 600 especies
(Maldonado et al. 2012) y, de estas, 311 especies están por
encima de los 1000 m (Schaefer 2011).
altura (De La Barra et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016). Los
sectores de los ríos entre los 100 y los 300 m de altura son los más
ricos en especies, posiblemente debido a que en estas altitudes
las cuencas tienen una alta heterogeneidad de sistemas acuáticos
como pequeños ríos, quebradas, lagos de inundación amplios
y rasos, canales de conexión, cauces meandricos profundos y
amplios, todos ellos conectados estacionalmente durante los
periodos de lluvia.
3.1.2 Factores geográicos que afectan la
distribución de los peces de agua dulce
La orogenia de los Andes es de gran importancia para comprender
la evolución de las cuencas y sus patrones biogeográicos, debido
a que gran parte de la diversiicación de los peces dulceacuícolas
ocurrió durante la dinámica hidrológica, que generó nuevas
divisorias de aguas en Suramérica durante el Cretáceo tardío y
el Cenozoico (65 Ma) (Lundberg et al. 1998, Montoya-Burgos
2003). La distribución geográica actual de la ictiofauna andina
está deinida tanto por procesos históricos (p. ej. barreras
geográicas) como ecológicos, principalmente los relacionados
con la aparición de nuevos sistemas acuáticos así como tipos de
aguas de origen cordillerano con gradientes de productividad
biológica. En la actualidad, la ictiofauna está limitada por factores
geológicos y climáticos que condicionan su ecología, como son
la geomorfología de la cuenca, el clima, el tipo de hábitat y la
química del agua (Albert et al. 2012).
3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y
coniabilidad de la información
La composición de especies de la ictiofauna andina y su uso como
recurso pesquero han sido los temas más recurrentes dentro de las
publicaciones realizadas en las diferentes regiones de los Andes
Tropicales. Aún persisten grandes vacíos de información en
temas como la ilogeografía, taxonomía y sistemática de grupos
complejos (ej. géneros Astyanax, Astroblepus, Trichomycterus)
principalmente por sus problemas de deinición taxonómica
(Schaefer et al. 2011), ecología de las especies, respuestas
isiológicas al ambiente, respuestas a condiciones de estrés, así
como también respecto al papel funcional de las especies dentro
de los sistemas acuáticos.
Si bien la región andina representa el 9% del área total de
Suramérica (Schaefer 2011), dentro de ella hay una elevada
diversidad de paisajes deinidos por montañas con alturas
que van desde los 200 hasta los 6500 m s.n.m. y amplios valles
interandinos que reciben los aportes de las cuencas de ríos que
luyen por sus vertientes. En la actualidad el paisaje andino está
representado por cordilleras que corren paralelas en dirección
sur-norte, y dependiendo de su conformación puede dividirse
en tres regiones: región sur, región centro y región norte
(Hungerbühler et al. 2002).
Existen revisiones que incluyen el estudio de los peces de las
cuencas andinas (Fowler 1911, Eigenmann 1914, Eigenmann
1918, Eigenmann 1921, Eigenmann 1922, Pearson 1924, Fowler
1940, Fowler 1941, Fowler 1943, Böhlke 1958, Ovchynnyk
1967, Cope 1869, Dahl 1971, Lauzanne y Loubens 1985, Miles
1971, Barriga 1994, Schaefer 2011, Barriga 2012, Jiménez-Prado
et al. 2015, Jiménez et al. 2016) y que han servido de referente
para el avance en el conocimiento de los peces de la región. En
los Andes nor-occidentales existen listados de especies para
cuencas especíicas, Magdalena-Cauca (Villa-Navarro et al.
2006, Ortega-Lara et al. 2006a, Maldonado-Ocampo et al. 2008,
Jaramillo-Villa et al. 2010, Castellanos-Morales et al. 2011), San
Juan y Mira en la vertiente al océano Pacíico (Ortega-Lara et al.
2006b, Maldonado-Ocampo et al. 2012), ríos en el piedemonte
orinoquense (Urbano-Bonilla et al. 2009, Urbano-Bonilla y
Maldonado-Ocampo 2013), Río Putumayo y sus aluentes en
Colombia, Ecuador y Perú (Barriga et al. 2016). En Ecuador se
destacan el listado de especies de Barriga (2012) que determina
las especies de peces del territorio ecuatoriano, así como la Guía
de peces para aguas continentales en la vertiente occidental del
Ecuador ( Jiménez-Prado et al. 2015) que revisa las especies que
ocurren en la vertiente del océano Pacíico y brinda información
de algunos aspectos ecológicos y uso de las especies. En Perú
se destaca el listado de especies de los ríos de la Cordillera del
Cóndor, aluentes del río Marañón (Ortega 1997, Ortega et al.
2007); en la zona centro de los aluentes Cordillera Azul, río
Pachitea (Alverson et al. 2001, Palacios et al. 2008) y en la zona
sur de los ríos Urubamba, Inambari y del arco de Fitzcarrald
(Ortega et al. 2001, Hidalgo y Quispe 2004, Palacios y Ortega
2009, Carvalho et al. 2011, Albert et al. 2012). En el contexto
boliviano, los trabajos de Pearson (1924) y Fowler (1940, 1943)
marcaron un hito sobre el conocimiento inicial de los peces en
En los Andes el número de especies de peces cambia a lo largo
del gradiente de elevación ( Jaramillo-Villa et al. 2010, JiménezSegura et al. 2013, Carvajal-Quintero et al. 2015, De La Barra
et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016). El mayor número se
encuentra en las zonas bajas y el menor en las altas y, aunque
el número de especies es menor en las zonas altas, la diversidad
beta y el endemismo son mayores en estas elevaciones (CarvajalQuintero et al. 2015, De La Barra et al. 2016). La distribución
de la ictiofauna a lo largo de los cauces de ríos andinos está
inluenciada por la pendiente longitudinal del cauce, por la
temperatura y la velocidad del agua asociadas con la elevación
( Jaramillo-Villa et al. 2010, Carvajal-Quintero et al. 2015, De La
Barra et al. 2016) y por la altura de la columna de agua asociada
con los ciclos de lluvia ( Jiménez-Segura et al. 2016 en prensa).
Estas características físicas de los sistemas acuáticos inducen a la
conformación de ensamblajes de especies propios en elevaciones
particulares, conigurando una zoniicación en la estructura y un
marcado reemplazamiento de especies (Carvajal-Quintero et al.
2015, De La Barra et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016).
Aunque el número de especies está relacionado negativamente
con la elevación, este patrón se rompe en algunos rangos de
25
Cauce principal del río Santiago a la altura de Concepción en el
noroeste de Ecuador. La cuenca Santiago-Cayapas vierte sus aguas
al Océano Pacíico y tiene una alta densidad de peces. Foto: © Pedro
Jiménez Prado.
La cuenca del río Beni en Bolivia alberga numerosas especies de peces;
muchas de ellas endémicas y amenazadas. Foto: © Fernando M.
Carvajal-Vallejos.
las cuencas de los ríos Beni y Mamoré, y más tarde Lauzanne y
Loubens (1985), Lauzanne et al. (1991), Sarmiento y Barrera
(1997), Carvajal-Vallejos y Zeballos-Fernández (2011), y
Carvajal-Vallejos et al. (2014a) completaron el panorama para
estas mismas cuencas mencionadas y otras como el Abuna,
Madera, Orthon, Madre de Dios e Iténez o Guaporé.
de los Andes Centrales. En Bolivia, las áreas que requieren más
muestreos son las partes altas de los ríos Kaka, Alto Beni, en la
cuenca del río Beni, Grande e Ichilo en la cuenca del río Mamoré
y Parapetí en la cuenca del río Iténez.
3.2. Estado de conservación de los
peces de agua dulce
Igualmente, existen recopilaciones importantes sobre
composición de especies y su autoecología en las cuencas dentro
de los tres ramales andinos noroccidentales arriba de los 500 m de
altitud (Maldonado-Ocampo et al. 2005) así como en la cuencas
del Chocó Biogeográico (Maldonado-Ocampo et al. 2012) y
en la vertiente andina hacía el Catatumbo (Galvis et al. 1997).
En el Perú destaca la lista de especies de los Andes, con especial
referencia a especies registradas a altitudes superiores a los 1000
m de elevación (Ortega 1992) e ictiofauna endémica (Chocano
2005). En Bolivia los trabajos más completos que se conocen
son los de Carvajal-Vallejos y Zeballos-Fernández (2011) y
Carvajal-Vallejos et al. (2014) para las cuencas principales
de la cuenca amazónica boliviana, desde sus partes más altas
hasta las porciones más bajas. En Ecuador el listado reciente
de especies dulceacuícolas deine la distribución geográica de
especies andinas y de las estribaciones de la cordillera (Barriga
2012). En la vertiente del Océano Pacíico Jiménez-Prado et al.
(2015) recopilan información del estado de conservación de las
especies registradas en las cuencas andinas ecuatorianas y, en la
cuenca alta del río Pastaza Rivadeneira et al. (2010) reportan
información sobre las especies endémicas y la distribución de
especies comunes. A pesar de estos esfuerzos en Ecuador, aún
es escasa la información sobre varios aluentes, en particular
en sectores arriba de los 1500 m de elevación en las vertientes
del río Amazonas y en las cuencas del Pacíico (ríos MiraMataje, Santiago-Cayapas y Esmeraldas). En Perú, se requiere la
exploración de las cuencas del río Marañón y Huallaga así como
de los ríos de la vertiente del Pacíico y de los lagos altoandinos
De las 666 especies de peces endémicas de la región de los
Andes Tropicales evaluadas, 13 se categorizaron como En
Peligro Crítico (CR), 28 En Peligro (EN), 33 Vulnerable (VU),
36 Casi Amenazada (NT), 341 Preocupación Menor (LC) y
215 Datos Insuicientes (DD) (Figura 3.1). Estos resultados
muestran que el 16.4% del total de especies para las cuales existe
información suiciente para evaluar su estado de conservación (i.
Figura 3.1 Número de especies de peces de agua dulce
endémicos de los Andes Tropicales en cada categoría de la
Lista Roja.
26
e. excluyendo las categorizadas como DD), están amenazadas (i.
e. en las categorías VU, EN o CR), mientras que el 8.0% están
Casi Amenazadas (NT) y el 75.6% fueron evaluadas como
Preocupación Menor (Figura 3.1). El 32% del total de especies
evaluadas fueron consideradas como Datos Insuicientes (i.
e. no existe suiciente información disponible para evaluar su
riesgo de extinción), resaltando el inadecuado conocimiento de
la distribución, hábitats y ecología, población y amenazas de los
peces de la región.
Todos los órdenes taxonómicos de la región andina tropical tienen
especies dentro de alguna categoría de amenaza; los Siluriformes
y Characiformes son los órdenes con mayor número de especies
amenazadas con 37 y 18 especies, respectivamente. Las familias
con mayor número de especies amenazadas son Loricariidae,
Characidae, Rivulidae, Astroblepidae, Trichomycteridae y
Heptapteridae (Tabla 3.1). Una lista de todas las especies por
orden y familia, incluyendo la categoría asignada se presenta en
el Apéndice 2.
Tabla 3.1. Número de especies de peces de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales por Orden y Familia en cada una
de las categorías de la Lista Roja. CR: En Peligro Crítico, EN: En Peligro, VU: Vulnerables, NT: Casi Amenazadas, LC:
Preocupación menor, DD: Datos Insuicientes.
Orden
Familia
DD
LC
RAJIFORMES
POTAMOTRYGONIDAE
CHARACIFORMES
NT
ANOSTOMIDAE
2
7
BRYCONIDAE
2
7
2
2
1
CHARACIDAE
63
110
7
7
3
CRENUCHIDAE
3
6
CURIMATIDAE
1
4
1
1
2
10
14
1
191
9
2
1
8
2
IGUANODECTIDAE
1
1
LEBIASINIDAE
2
9
PARODONTIDAE
1
2
1
1
12
4
1
1
2
2
1
1
ASPREDINIDAE
2
1
3
ASTROBLEPIDAE
24
12
AUCHENIPTERIDAE
2
5
5
4
2
47
7
CALLICHTHYIDAE
12
21
2
CETOPSIDAE
2
4
2
DORADIDAE
1
4
HEPTAPTERIDAE
15
9
1
1
1
3
30
LORICARIIDAE
37
54
4
5
11
2
113
1
1
3
PIMELODIDAE
1
PSEUDOPIMELODIDAE
4
TRICHOMYCTERIDAE
6
22
APTERONOTIDAE
3
7
GYMNOTIDAE
2
HYPOPOMIDAE
1
BATRACHOIDIFORMES
BATRACHOIDIDAE
CYPRINODONTIFORMES
CYPRINODONTIDAE
1
36
8
5
4
4
2
3
1
1
1
1
5
1
2
1
2
POECILIIDAE
6
2
RIVULIDAE
13
8
3
4
1
CICHLIDAE
15
32
1
3
1
1
27
3
8
1
ACHIRIDAE
38
11
1
2
GOBIIDAE
PLEURONECTIFORMES
Total
2
TRIPORTHEIDAE
PERCIFORMES
CR
CYNODONTIDAE
SERRASALMIDAE
GYMNOTIFORMES
EN
1
PROCHILODONTIDAE
SILURIFORMES
VU
2
31
52
1
1
3.3 Patrones de riqueza de especies
Huallaga, Aguaytía y Pachitea), Urubamba y Madre de Dios (y
los tributarios Inambari y Tambopata) en Perú, las cuencas de los
ríos Beni y Mamoré en Bolivia, y las cuencas de los ríos Cayapas,
Esmeraldas y Napo en Ecuador (Figura 3.2).
3.3.1 Especies endémicas
De las 666 especies de peces de agua dulce endémicos de los
Andes Tropicales, se pudieron generar mapas de distribución
coniables para 656 especies. Los análisis de riqueza de especies
están basados en las distribuciones por sub-cuencas (usando la
capa de HydroBASINS) de estas especies. En función de esto,
vemos que la mayor concentración de especies de peces se da
en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia,
particularmente en las partes altas y medias de estos ríos,
incluyendo algunos de sus tributarios (Nechí, Sogamoso, La
Miel, Porce, Opón y La Vieja) y el altiplano de la Sabana de
Bogotá, además del río Dagua en la vertiente Pacíica (Figura
3.2). Le siguen las cuencas de los ríos Ucayali (y sus tributarios
El patrón de riqueza de especies endémicas varía cuando se evalúa
a nivel de cuencas (tal como fueron deinidas en la igura 2.2 del
capítulo 2). La región con mayor número de especies endémicas es
la vertiente andina amazónica, en particular las cuencas de los ríos
Ucayali y Amazonas en Perú. Siguiendo el orden de magnitud, se
encuentran las cuencas alta y media de los ríos Magdalena y Cauca
y, la cuenca del río Atrato, en Colombia. En Ecuador, la cuenca con
mayor número de especies evaluadas es la del río Napo y en Bolivia
la del río Mamoré (Figura 3.3). Sin embargo, cabe resaltar que
estas cuencas tienen tamaños muy dispares y esta diferencia en área
inluencia los patrones a esta escala.
Figura 3.2 Patrón de riqueza de
especies endémicas de peces de
agua dulce (número de especies
por sub-cuenca) en los Andes
Tropicales.
28
Figura 3.3 Patrón de riqueza de
especies endémicas de peces de
agua dulce (número de especies
por cuenca) en los Andes
Tropicales.
Ejemplos de especies con distribuciones restringidas se dan en
los géneros Anablepsoides, Ancistrus, Apistogramma, Astroblepus,
Bryconamericus, Corydoras, Hemibrycon, Hyphessobrycon y
Trichomycterus, entre otros.
3.3.2 Especies con distribuciones restringidas
Para distinguir entre las sub-cuencas que albergan un gran
número de especies con distribuciones amplias de las que
albergan especies con distribuciones restringidas, se usó el
análisis de endemismo ponderado corregido (ver Capítulo 2
para una explicación de su cálculo). Este índice le da importancia
a las especies con distribuciones restringidas y las pondera por
la riqueza de especies en cada sub-cuenca. En función de esto,
se observa que los índices altos de endemismo ponderado por
riqueza se presentan en la parte alta de la cuenca del río Iténez
en Bolivia, en las partes altas de los ríos Pachitea, Huallaga y
Marañón y en los ríos Nanay e Itaya en Perú, en la cuenca del
río Santiago y las partes altas de los ríos Napo y Pastaza en
Ecuador y en las cuencas de los ríos Putumayo, Caquetá, Mira,
bajo Patía, Baudó y Sogamoso en Colombia (Figura 3.4).
3.3.3 Especies amenazadas
El mayor número de especies amenazadas se observa en la región
noroccidental, en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, en
particular los sectores medios y altos, también en las cuencas del
río Atrato (región Caribe) y San Juan y Patía (región Pacíica)
de Colombia y en la cuenca del río Esmeraldas (región Pacíica)
de Ecuador (Figura 3.5). Para la región central de los Andes, las
cuencas de los ríos Marañón, Amazonas, Huallaga, Ucayali y
Madre de Dios en Perú, y Madre de Dios, Mamoré, Beni e Iténez
en Bolivia presentan entre una y cuatro especies bajo amenaza.
29
Figura 3.4 Distribución
de endemismo ponderado
corregido de peces de agua
dulce en los Andes Tropicales.
El río Lebrija en Santander (Colombia) es un importante aluente de la cuenca media del río Magdalena. Foto: © Lina Mesa.
30
Se resalta que el sector alto del río Ucayali presenta la mayor
riqueza, entre seis y siete especies amenazadas. En la región del
alto Amazonas colombiano y ecuatoriano no se identiicaron
especies andinas dentro de alguna categoría de amenaza.
De las especies categorizadas En Peligro Crítico (CR), algunas
son trasandinas como Pimelodus grosskopii que se distribuye en
las cuencas de los ríos Sinú, Magdalena y Cauca (vertiente Caribe)
y Sturisomatichthys renatum y Astroblepus ubidiai en los ríos de
la vertiente Pacíico (ríos Mira y Cayapas) de Ecuador. Ocho
especies se localizan en las cuencas altas de la vertiente amazónica
de los Andes. Dentro de esta región Aphyolebias claudiae,
Knodus shinahota y Phreatobius sanguijuela se distribuyen en el
Amazonas boliviano (ríos Mamoré e Iténez) y, en la región de
la Amazonia peruana, Anablepsoides speciosus, Aposturisoma
myriodon, Astroblepus formosus, Nannostomus mortenthaleri y
Rhamdella montana.
La marcada diferencia en el porcentaje de especies amenazadas
en Colombia respecto a las cuencas de otros países, puede
deberse a dos condiciones: a) la ictiofauna es la mejor conocida
de la región y b) en la región andina de Colombia se concentra
la mayor parte de la población humana, en territorios ocupados
históricamente y las diferentes actividades de este poblamiento,
principalmente la deforestación y contaminación deben haber
contribuido fuertemente al deterioro de los sistemas acuáticos
presentes, provocando fuertes amenazas a la conservación de las
especies.
La etiqueta “Posiblemente Extinta” se usa para identiicar
aquellas especies en la categoría En Peligro Crítico que podrían
Figura 3.5 Patrón de riqueza
de especies amenazadas de
peces de agua dulce (número de
especies por sub-cuenca) en los
Andes Tropicales.
31
Orestias polonorum (EN) es conocida solamente de dos lagos en los
Andes peruanos entre 4000 y 4200 m s.n.m. Foto: © Mikael Lundberg.
Brycon alburnus, especie Casi Amenazada (NT) endémica de la
vertiente occidental de Ecuador. Foto: © Ronald Navarrete.
El bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum) es una de
la especies amenazadas (EN) por la sobrepesca en la cuenca del
Magdalena en Colombia. Foto: © Luz Fernanda Jiménez-Segura.
Pez graso de la Laguna de Tota (Rhizosomichthys totae). Esta especie
no ha sido colectada desde 1958, por lo que se cree que podría estar
extinta. Foto: © Colección de peces Instituto de Ciencias Naturales,
Universidad Nacional de Colombia.
estar extintas, pero que es necesario conirmar su extinción (i. e. se
necesitan muestreos exhaustivos en el área de su distribución, en
el hábitat adecuado y durante las horas/temporadas adecuadas).
En la región de los Andes noroccidentales se considera como
Posiblemente Extinto al pez graso de Tota (Rhizosomichthys
totae), especie conocida únicamente en el Lago de Tota en los
Andes de Colombia (a 3000 m de altitud, con sólo dos registros
comprobados: colectada y descrita en 1942, y un ejemplar
capturado en 1958 y depositado en el ICN). Aunque en 1999 se
hizo una búsqueda de la especie en el lago sin resultados positivos
(Mojica et al. 2012a), por comentarios de habitantes de la zona
existen sospechas de que aún podría habitar en las profundidades
de este lago.
Las especies categorizadas En Peligro (EN) se concentran
principalmente en la Amazonia, particularmente en la región
peruana y boliviana: Ancistrus marcapatae, Chaetostoma changae,
C. daidalmatos, C. loborhynchos, C. stroumpoulos, Oligosarcus
schindleri, Otocinclus cocama, Orestias gymnota, O. polonorum,
Panaqolus albivermis, Potamotrygon tigrina, Trichomycterus
taeniops y T. weyrauchi; en la Amazonia ecuatoriana y
colombiana no se registran especies dentro de ésta categoría de
amenaza. En las cuencas del Caribe en la región norte de los
Andes, se incluyeron en esta categoría ocho especies: Ancistrus
tolima, A. vericaucanus, Austrofundulus myersi, Brycon labiatus,
Creagrutus nigrostigmatus, Gymnotus ardilai, Parodon alfonsoi
y Pseudoplatystoma magdaleniatum. Para la vertiente del
32
Océano Pacíico siete especies: Astyanax daguae, Chaetostoma
lepturum, C. palmeri, Cichlasoma gephyrum, Imparinis spurrellii,
Pseudocurimata patiae y Trichomycterus unicolor.
cinilabra, Astroblepus latidens, A. supramollis, Attonitus bounites,
Chaetostoma branickii, C. marmorescens, Hyphessobrycon
nigricinctus, Knodus longus, Spectrolebias pilleti y Tahuantinsuyoa
chipi. El bocachico (Prochilodus magdalenae) no fue evaluado
en este reporte, pero en el Libro Rojo de los Peces de Colombia
igura como Vulnerable (Mojica et al. 2012).
Como especies Vulnerables (VU) se categorizaron: Andinoacara
biseriatus, Brycon fowleri, B. moorei, Bryconamericus tolimae,
Cynopotamus atratoensis, Ichthyoelephas longirostris, Leporinus
muyscorum, Hypostomus wilsoni, Genycharax tarpon, Pimelodella
macrocephala y Trichomycterus transandianus en las cuencas
del Caribe. En la vertiente Pacíico diez especies: Andinoacara
biseriatus, Apteronotus spurrellii, Astroblepus heterodon, A.
ventralis, Genycharax tarpon, Gymnotus henni, Hypostomus
annectens, Pseudochalceus longianalis y Trichomycterus regani.
En la vertiente andina del Amazonas, 17 especies se asignaron
a ésta categoría: Anablepsoides lineasoppilatae, A. parlettei,
Ancistrus bolivianus, Aphyolebias obliquus, Apistogramma
3.3.4 Especies con Datos Insuicientes
Las especies con Datos Insuicientes (DD) en general
corresponden a especies raras dentro de la ictiofauna, es decir,
con baja frecuencia de captura, que habitan en cuencas poco
exploradas, o que han sido recientemente descritas. Esto hace que
sean especies con información limitada sobre su distribución,
ecología, tendencia poblacional y las amenazas que podrían estar
experimentando. El número de especies con Datos Insuicientes
Figura 3.6 Patrón de riqueza
de especies de peces de agua
dulce con Datos Insuicientes
(número de especies por
sub-cuenca) en los Andes
Tropicales.
33
representa cerca de un tercio del número de especies endémicas
aquí analizadas. En Colombia, la mayor cantidad de especies con
Datos Insuicientes se encontraron en las cuencas de la vertiente
del Pacíico, los ríos Mira, Patía, Anchicayá, Dagua, Baudó,
Juradó y San Juan; y en la vertiente Caribe, la cuenca alta del Sinú,
Ranchería, ríos de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuenca del
río Atrato, así como la cuenca media del río Cauca y Magdalena,
en particular en los ríos La Miel y Sogamoso.
se desarrollan alrededor de economías basadas en ganaderías
extensivas y la agricultura, la extracción de minerales sin
regulaciones o estudios técnicos apropiados de su compatibilidad
ambiental, la generación de energía hidroeléctrica, así como el
uso de los peces como recurso proteico (incluyendo el cultivo de
especies introducidas), son las principales fuentes de amenaza a
la conservación de la ictiofauna andina tropical (Galvis y Mojica
2007, Jiménez-Segura et al. 2016).
En la vertiente amazónica, existe poca información (o está
incompleta) de aquellas especies presentes en las cuencas altas
de los ríos Caquetá, Morona, Pastaza, Santiago, Napo, Guayas
y drenajes menores de la vertiente Pacíico, Marañón, Huallaga,
Ucayalí, Urubamba, Orthon, Beni y Mamoré. La mayor
concentración de especies con Datos Insuicientes se encuentra
en la cuenca alta de los ríos San Juan, Atrato, Caquetá, cuenca
alta de Ucayali, Beni, Iténez y Mamoré y río La Miel (cuenca
media del Magdalena) (Figura 3.6).
En función de la evaluación de la Lista Roja de las 666 especies
de peces endémicos de los Andes Tropicales, se encontró que
la contaminación es el principal factor de amenaza, afectando
al 55.4% de las especies amenazadas y Casi Amenazadas (NT)
(Figura 3.7). Los otros factores importantes de amenaza
para los peces de agua dulce son la agricultura y acuicultura,
modiicaciones de los sistemas naturales y uso de los recursos
biológicos (cada uno con 28%) y producción de energía y
minería (26%).
Casi un tercio del total de especies analizadas no tienen datos
suicientes para deinir su categoría de amenaza. La ausencia
de información es más evidente dentro del grupo de los
Batrachoidiformes y Pleuronectiformes (100% de las especies
sin información), Cyprinodontiformes (45%), Siluriformes
(34% de las especies) y Characiformes (29%). Cerca del 75% de
las especies de la familia Poeciliidae no tienen información, así
como tampoco el 67% de las especies de Aspredinidae y el 50%
de las especies de Astroblepidae y Heptapteridae (Tabla 3.1).
3.4.1 Agricultura y acuicultura
Agricultura. El desarrollo de la industria agropecuaria conlleva
deforestación, cambio en la estructura y en las características
físico-químicas del suelo, aporte por escorrentía de agroquímicos
y pesticidas a los cuerpos de agua, reducción en el caudal debido a
captación para distritos de riego y, a la pérdida de lagos dentro del
plano lateral por desecación y relleno. En Ecuador, el uso principal
del agua de los ríos está dirigida hacía el riego de cultivos. Se estima
que más del 80% de las captaciones del agua en Ecuador tienen
esta inalidad (Anderson et al. 2011) así que muchos ríos andinos
en Ecuador dejan de luir durante periodos de lluvias escasas
(Buytaert et al. 2006). En Colombia, se estima que el sector agrícola
usa el 46.6% del volumen total de agua que se utiliza en el país, el
sector pecuario 8.5 %, para generación de energía 21.5%, para uso
doméstico 8.3%, en la industria 5.9% y 4.6% con ines acuícolas
(IDEAM 2014). Además, en ciertas regiones de Colombia, los
extensos cultivos de palma africana (Elaeis guineensis) y de plátano
(Musa paradisiaca) vienen desviando buena parte del caudal de
los ríos León (cuenca del río Atrato), San Jorge y Cesar para regar
3.4 Principales amenazas para los peces
de agua dulce
Las poblaciones humanas en los Andes han aprovechado los ríos
para satisfacer las demandas de agua y energía. Históricamente
el impacto humano ha sido más fuerte en las zonas más altas,
sin embargo un aumento en la colonización de áreas más bajas
(500-2500 m s.n.m.) ha extendido la inluencia humana sobre
los ecosistemas acuáticos (Anderson et al. 2011). En general,
la deforestación, contaminación y las demás actividades que
Figura 3.7 Principales factores de
amenaza que afectan a las especies
de peces de agua dulce amenazadas
y Casi Amenazadas (NT)
endémicas de los Andes Tropicales.
34
En las zonas norte y sur de Perú se desarrolla una agroindustria
importante, los cultivos son productos de exportación que
requieren de grandes cantidades de agua (como por ejemplo los
espárragos en Ica y el arroz en todo el norte peruano) y son en
parte los responsables de la drástica reducción del nivel freático
de los ríos más importantes en el sur y de la salinización de los
suelos en el norte. En el caso de las zonas agrícolas que en su
mayoría se encuentran en la macro-región norte, la extracción
se realiza a través de la construcción de canales de derivación de
los lujos supericiales, desviando un gran porcentaje del caudal
hacia los diferentes cultivos (Proyecto Olmos, trasvase del río
Huancabamba, tributario del río Marañón; Banco Central de
Reserva del Perú 2013). Las empresas extractivas e industriales
emplean camiones cisterna que cargan con el agua del río a los
centros de operación o bombean el agua directamente del río; así
mismo, algunos proyectos mineros utilizan aguas subterráneas
para sus operaciones, mientras que otras complementan su
abastecimiento mediante la extracción de aguas subterráneas
desde el subsuelo local (Tovar et al. 2006). Las cuencas de los ríos
Madre de Dios y de la costa norte de Lima son de las que se extrae
la mayor cantidad de agua para las actividades agrícolas.
Contaminación de cauce por desechos urbanos e industriales en
aluente del río Bogotá. Foto: © José Iván Mojica.
sus suelos. Adicionalmente, éstos agricultores y los ganaderos han
secado extensas áreas de ciénagas en las zonas inundables en las
cuencas de los ríos Magdalena-Cauca, Cesar y San Jorge para ganar
terreno para sus cultivos y animales.
Las ciénagas en las zonas inundables de las cuencas que drenan al Caribe colombiano suelen ser desecadas para agricultura y ganadería.
Foto: © Luz Fernanda Jiménez-Segura.
35
Deforestación para agricultura y sedimentación en la región de Natagaima, en la cuenca alta del río Magdalena, Colombia. Las actividades agrícolas
en las cercanías del río producen sedimentación por erosión y también contaminación con agroquímicos. Foto: © José Iván Mojica.
Acuicultura. La presión pesquera en interacción con las varias
otras amenazas previamente descritas ha llevado a que los “stocks”
pesqueros de especies endémicas del Neotrópico sean cada
vez menores y a que la sociedad busque en la cría de peces una
alternativa para suplir sus necesidades de proteína y de ingresos
económicos. Sin embargo, la escasa inversión de los Estados en
investigaciones dirigidas a construir paquetes de producción de
éstas especies, ha conllevado al uso de especies foráneas como
base de la piscicultura regional. En los años 50 del siglo pasado
se dio comienzo al cultivo de ciprínidos provenientes del Asia
en particular de la carpa (Cyprinus carpio), luego se promocionó
el cultivo de salmónidos norteamericanos (Oncorhynchus
mykiss, Salmo gairdneri), desde hace unas cuatro décadas
ingresaron cíclidos africanos (Tilapias) de los géneros Coptodon
y Oreochromis y, otro recientemente traído a Colombia desde el
Asia, el silúrido carnívoro conocido como Basa (Pangasius spp).
los últimos 20 años. Adicionalmente, es la especie por excelencia
en la pesquería artesanal que se desarrolla en buena parte de los
embalses colombianos por debajo de los 1000 m de elevación
( Jiménez-Segura et al. 2011). Los cultivos intensivos de estas
especies bien sea en estanques en tierra o dentro de los embalses
provocan cambios en la calidad del agua debido a los aportes
de fósforo y nitrógeno que son liberados en la descomposición
de aquella comida (concentrado) que no fue consumida por
los peces coninados. Estas nuevas condiciones ocasionan
escenarios de hipereutroia y crecimientos masivos de algas que
pueden ocasionar reducción en la concentración de oxígeno y la
proliferación de hongos y bacterias que afectan la epidermis de
los peces.
3.4.2 Cambio climático y clima severo
La modiicación en la distribución de la temperatura en el
planeta resultado de diversos factores de origen antrópico
(acumulación de gases con efecto invernadero, perforación de la
capa de ozono), ha llevado a que se modiique la distribución de
las lluvias en el tiempo y en el espacio. Cambios en la distribución
de lluvias hacen particularmente vulnerables a los sistemas
andinos tropicales dado que en ellos la temporalidad de las
lluvias inluye fuertemente en el caudal y en el régimen de lujo de
los ríos (Vuille 2013). Pero no solo es el cambio en la distribución
de las lluvias debido a la modiicación en la distribución de la
Actualmente la tilapia (Coptodon rendalli) y la trucha
(Oncorhynchus mykiss) son las especies con mayor producción
en los países andinos; la producción de Tilapia ha logrado
que Colombia y Ecuador se encuentren entre los principales
productores a nivel mundial (FAOSTAT; http://faostat3.fao.
org). En Colombia el cultivo en cautiverio de ésta especie ha
ocupado extensas áreas de tierra y de agua dentro de los embalses
(ej. el embalse de Betania reportó una productividad de cerca de
50 000 t/año) llevando a que la producción se haya triplicado en
36
temperatura lo que genera afectaciones, es la interacción con las
otras múltiples modiicaciones que se hacen directamente en
las cuencas (deforestación, gases liberados por las extensas áreas
de los embalses, entre otras), las que generan que ciclos como
el ENSO (Ciclo del Niño) sean más intensos y tengan mayores
repercusiones en la biota acuática y, en la población humana que
depende de ella y que habita en áreas ribereñas.
de incubación de embriones, oferta de alimento y condiciones
de hábitat para larvas, juveniles y adultos) se modiiquen
generando cambios en el reclutamiento de las poblaciones. Las
condiciones asociadas con la reducción en el caudal también
hacen que los peces migratorios sean más vulnerables a la
extracción por pesca debido a que los métodos se hacen más
efectivos.
En el norte de los Andes se consideran vulnerables a las condiciones
generadas por el cambio climático global, a las cuencas de la
vertiente al Océano Pacíico y al mar Caribe así como también la
mayoría de las cuencas de la vertiente amazónica, con excepción
de las de los ríos Pastaza, Napo, Morona, Parapetí, Yata, Orthon
y Acre, por el estado de conservación de sus bosques. En la
Amazonia andina, la vulnerabilidad se asocia con la predicción
de mayores precipitaciones en lapsos menores de tiempo; esto
puede generar fuertes crecientes en tiempos de transito cortos
y potenciar procesos erosivos (Fundación Bustamante De La
Fuente 2010).
Los ecosistemas montañosos arriba de los 1000 m de altitud
son particularmente frágiles al cambio climático. Sus suelos son
los receptores y acumuladores de agua. Dentro de estas zonas se
encuentran los humedales, lagos y lagunas que son las nacientes
de los principales ríos (Maldonado et al. 2011). La ictiofauna
“de montaña”, presenta adaptaciones para resistir condiciones
extremas como bajas temperaturas, fuerte velocidad del agua,
pendiente pronunciada, baja productividad ( Jaramillo-Villa et
al. 2010), pero no está preparada para la reducción drástica del
volumen de agua y a un posible aislamiento de sectores de los
cauces debido a la reducción del lujo de agua. En estas regiones
se encuentra el mayor número de endemismos de las diferentes
cuencas hidrográicas a las que pertenecen. Las especies de los
géneros Astroblepus, Orestias y Trichomycterus reúnen la mayoría
de las especies registradas por encima de los 1000 m s.n.m.
(Chocano et al. 2011, Ortega et al. 2012), por lo tanto, serían
vulnerables al cambio climático.
En las zonas bajas de los Andes (altitudes menores a 1000 m)
la reducción en el caudal durante las fuertes temporadas secas
y el cambio en su régimen hace que los tiempos requeridos
para que las poblaciones de las especies de peces se renueven
(temporalidad en las migraciones, estímulo al desove, tiempo
Laguna a más de 3000 m s.n.m. con frailejones y vista del Paramillo de Santa Rosa en Colombia. Estas lagunas de altura son muy vulnerables al
cambio climático. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
37
El retroceso de los glaciares debido a la elevación de la temperatura
global puede afectar directamente la composición de especies de
los ecosistemas acuáticos debido a cambios en el suministro de
agua. Así sucede, por ejemplo, con los humedales que dependen
y se alimentan directamente del agua procedente del deshielo de
glaciares (p. ej. los bofedales en el Perú). Las especies acuáticas
adaptadas a estas condiciones son extremadamente vulnerables
a la extinción ya que, a diferencia de las especies terrestres, su
distribución altitudinal no les permite desplazarse a mayores
altitudes en busca de un hábitat de corriente glaciar inexistente,
lo que hace a las especies que habitan este tipo de hábitats
especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático.
intensiva (Mariano et al. 2010) y pesticidas usados para el control
de plagas en cultivos agrícolas así como en fumigaciones aéreas
de glifosato para reducir los cultivos de coca. Estos ingresan a los
cuerpos de agua por escorrentía. Otros eventos que aportan a
esta contaminación son los derrames de combustibles (gasolina y
petróleo) que se suceden a lo largo de la red de transporte.
Los cambios en la calidad del agua que son generados por
algunas de estas causas o por la interacción de todas, generan
cambios importantes en la proporción de sales (nitratos,
fosfatos) y en el balance ácido-alcalino, que generan procesos de
óxido-reducción que consumen el oxígeno disuelto en el agua,
causando condiciones de anoxia (Dourojeanni 1992, McClain
et al. 2001, Mariano et al. 2010). La presencia de xenobióticos
(hidrocarburos, mercurio, arsénico, compuestos de pesticidas y
herbicidas) dentro del agua afectan a su vez, la tasa respiratoria de
los peces, y en el caso de algunos compuestos que no pueden ser
degradados, se depositan en el tejido provocando bioacumulación
y bioconcentración (en los organismos) y biomagniicación (en
la red tróica), con efectos importantes en las condiciones de
salud de los peces y inalmente de la población humana que los
consume (Palacio 2007, Barry et al. 2007).
3.4.3 Contaminación
Las condiciones de la masa de agua en términos de sus
características químicas y físicas son frecuentemente modiicadas
por la descarga de vertimientos residuales sin tratamiento previo,
provenientes de diversas industrias (incluyendo la minería
legal e ilegal), del procesamiento de coca (Dourojeanni 1992),
descargas domésticas (residuos orgánicos) de las ciudades y
poblados (McClain et al. 2001), contaminación por piscicultura
Contaminación por minería y desechos en río andino de Bolivia. Foto: © Mabel Maldonado.
38
Debido a que buena parte de la población humana se
ha asentado sobre la cordillera andina y sus actividades
económicas las realiza allí, son pocas las cuencas andinas ajenas
a estas fuentes de contaminación. Sobre la vertiente amazónica
en Bolivia, las cuencas de Parapeti, Yata, Orthon, Mamoré,
Iténez y Acre tienen pocas amenazas a la calidad de agua, en
particular por vertimientos de algún tipo. En las otras cuencas
andinas se observan varias fuentes de amenaza a la calidad del
agua. La contaminación por derrames de hidrocarburos, lavado
de pesticidas y liberación de xenobióticos es común en ríos
andinos en la vertiente amazónica del Perú (Pastaza, Apurímac,
Marañón, Napo, Morona, Urubamba y Madre de Dios) (Tapia
2008, Ashe 2012, Asner et al. 2013, Roach et al. 2013, Rodbell
et al. 2014), en la región norte (ríos Catatumbo, Cesar, Cauca,
Magdalena), en los ríos Mira y Dagua en la vertiente colombiana
al Pacíico, y en los ríos Santiago-Cayapas y Esmeraldas en el
Ecuador. Los residuos vertidos a pequeños cuerpos de agua
luego del procesamiento de la coca afecta todas las cuencas a
lo largo de los Andes colombianos (exceptuando los ríos Cesar
y Ranchería) y peruanos, especialmente en los valles de los ríos
Apurímac, Ene, Mantaro y Pachitea (Dourojeanni 1992); así
como aluentes del río Huallaga, en especial, el río Monzón
(cercano a la ciudad de Tingo María). Los vertimientos
orgánicos afectan todas aquellas cuencas andinas que tienen
desarrollo de centros poblados del norte de los Andes, de la
Amazonia ecuatoriana y peruana.
encauzar el río y esto repercutir en el ingreso de larvas de especies
migratorias durante las temporadas de crecidas.
3.4.5 Desarrollo residencial y comercial
El crecimiento de la población y su concentración en urbes
es evidente en la región andina. La construcción de vivienda
urbana ha venido en aumento y está asociada al crecimiento de la
población. La deforestación, la cobertura del suelo con asfalto y
el uso de los cauces de los ríos como redes de drenaje de desechos,
son las principales consecuencias del crecimiento de las ciudades
sobre los sistemas acuáticos naturales y de su biota asociada.
La deforestación y las capas de asfalto reducen la capacidad del
suelo para retener el agua precipitada durante las lluvias, lo que
repercute en mayor escorrentía y menor recarga de acuíferos.
En Colombia, las dos principales ciudades (Bogotá y Medellín)
reúnen el 36% de la población colombiana. Éstas ciudades
se encuentran arriba de los 1000 m y su expansión se ha dado
hacía las laderas de cadenas montañosas irrumpiendo sobre
pequeños cursos de agua y humedales, fundamentales para la
conservación de pequeñas especies de peces (Astroblepus spp,
Chaestostoma spp, Trichomycterus spp, Grundulus bogotensis)
endémicos de la región. La protección de estos ambientes
corresponde a las autoridades locales y regionales (CAR,
Corporaciones Autónomas Regionales), pero ha sido deiciente
y los constructores avanzan sin control. En territorio peruano, se
deriva agua de las zonas de las cabeceras (lagos y lagunas) y de las
cuencas altas de los ríos considerados en este análisis (algunos de
los cuales son represados). La totalidad de las aguas de desagüe
de la región costera peruana no son reutilizadas, sólo en algunos
sectores cuentan con tratamientos antes de desembocar en el
mar. La extracción de agua se realiza de manera importante en
las cuencas de los ríos Madre de Dios y de la costa norte de Lima,
donde también ocurre la construcción de diques y reservorios de
captación de agua.
3.4.4 Corredores de transporte y servicios
La construcción de vías de transporte terrestre o la adecuación
de vías luviales para promover transporte de carga irrumpe en la
conformación del sustrato de los cauces de ríos y quebradas, en el
balance hidrológico del cauce con su plano lateral y en algunos
casos, en el aislamiento de los sistemas debido a la construcción
de diques que interrumpen el continuo. Adicionalmente, en los
países andinos, el desarrollo de la industria (petróleo, carbón,
energía eléctrica), ha inluido en la construcción de vías de
transporte terrestre, abriendo camino a procesos de colonización,
deforestación y modiicación de sistemas acuáticos.
3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades
La amenaza de las especies introducidas para la piscicultura en los
países andinos no está en que estas especies se hayan convertido
en base de la alimentación humana, sino en que cada vez es más
recurrente su presencia en los sistemas naturales debido a escapes
de las estaciones de piscicultura, provocando desequilibrio en la
red tróica de los ambientes acuáticos.
En Colombia, la Ciénaga Grande de Santa Marta, declarada
en 1977 como Santuario de Flora y Fauna dentro del Sistema
de Parques Nacionales y como sitio Ramsar en 1998, ha sido
afectada por la construcción de la Troncal del Caribe en 1974.
Esta vía interrumpió el lujo Ciénaga Grande de Santa Marta con
el mar Caribe eliminando la población de manglares presente en
este sector y de paso su función como área de cría para la biota
acuática. Recientemente, el gobierno busca ampliar esta vía,
incrementando la afectación sobre el sistema. Actualmente en
Colombia se vienen desarrollando obras y dragados para habilitar
cerca de 500 km del cauce principal del río Magdalena entre la
ciudad de Barrancabermeja y Puerto Salgar para la navegación
de grandes embarcaciones para el transporte de carga. Aun no se
ha deinido el impacto de estas obras de profundización del canal
pero es factible que la relación hidrológica río-lagos del plano
lateral pueda verse modiicada por algunas de las actividades para
Las malas prácticas de manejo por parte de los piscicultores han
llevado a su presencia en los sistemas naturales y en algunos casos
a la dispersión de organismos que generan enfermedades en
los peces nativos (Castro et al. 2014). La invasión de la trucha
es un ejemplo de como una especie carnívora puede ser una
amenaza real a la ictiofauna por depredación directa o indirecta.
El hábitat de la trucha son aquellos ríos por encima de los 1200
m de elevación. En estos sistemas, la trucha tiene como fuente
de alimento a individuos de peces endémicos (p. ej. géneros
Trychomycterus y Astroblepus, y la especie Grundulus bogotensis),
39
así como también a la fuente de alimento para estos peces (i.
e. invertebrados acuáticos). Recientemente ejemplares del pez
carnívoro Basa (Pangasius pangasius), nativo de India, Myanmar,
Bangladesh y Pakistán, han sido capturados por pescadores en
la cuenca del río Magdalena. Las especies de Coptodon, nativas
de África, son particularmente abundantes en los embalses del
trópico andino, y vienen presentando una afección bacteriana
conocida como estreptococosis, que no sólo genera elevadas
mortalidades de ejemplares de tilapia sino también dermatitis
en las personas que están en contacto con ejemplares enfermos
dentro de las piscícolas. Aún no hay evidencias de la afectación
de ésta bacteria en las especies nativas.
a través de su agencia para la Pesca (Autoridad Nacional de
Acuicultura y Pesca) decidió declarar a Coptodon rendalli,
Oreochromis niloticus y Onchorhynchus mykiss como especies
“domésticas” y promociona su cultivo en embalses y lagos de
inundación. Esto se contrapone con la política nacional para
la conservación de la diversidad biológica y para el manejo de
las especies introducidas deinidas por el Ministerio del Medio
Ambiente y Desarrollo Sostenible y sus institutos asociados.
En Bolivia, la introducción de Colossoma macropomum
(proveniente de piscicultura de Brasil), Poecilia reticulata,
Brachyplatystoma juruense, Arapaima gigas, Cichla spp y
Semaprochilodus sp. en las tierras bajas de la cuenca amazónica,
son una amenaza a la conservación de la ictiofauna nativa. De
manera similar, en la porción andina de la cuenca amazónica
boliviana, la presencia de las truchas (Onchorhynchus mykiss,
Salmo trutta), la carpa común (Cyprinus carpio) y el pejerrey
(Odonthestes bonariensis), representan una amenaza a las
poblaciones de especies del género Orestias y a Oligosarcus
schindleri (Van Damme et al. 2009; Carvajal-Vallejos et al. 2009;
Carvajal-Vallejos et al. 2014b).
No solo las especies provenientes de África, Asia y Europa han
sido importantes en la piscicultura de los países andinos. Existen
otras especies amazónicas y de la Orinoquia como la cachama
negra (Colossoma macropomum) y la cachama blanca (Piaractus
brachypomus), que han sido trasplantadas a otras cuencas y ya
se encuentran dentro de las capturas de pescadores en los ríos
Atrato, Magdalena-Cauca y San Jorge, debido a escapes de
ejemplares provenientes de pisciculturas.
La presencia de especies foráneas invasoras en los sistemas
naturales no se ha originado únicamente en el interés como
recurso proteínico, la acuarioilia, el control biológico y la
pesca deportiva han sido también importantes. Es por esto que
no es extraño encontrar dentro de las capturas de monitoreos
ictiofaunísticos o, dentro de las mismas capturas de los
pescadores, ejemplares del guppy (Poecilia reticulata), pejerrey
argentino (Odontesthes bonariensis), tucunare o pavón Cichla
spp y de mojarra barbona (Trichogaster pectoralis). La presencia
de estas especies ornamentales es recurrente en todas las cuencas
andinas tropicales; aunque aún no se registran estas especies en
las cuencas de los ríos Parapetí, Acre, Orthon, Iténez, Morona,
Napo, Santiago, Putumayo, Caquetá, San Juan, Ranchería, Sinú,
Catatumbo, San Jorge y Cesar, es posible que ejemplares de éstas
especies ya se encuentren dentro de éstos sistemas.
Los repoblamientos con especies nativas promovidos por la
autoridad ambiental en los países andinos para compensar
impactos generados por los embalses que generan energía
eléctrica son fuente de preocupación debido a las prácticas
asociadas con la endogamia (el entrecruzamiento de padres
con hijos) y al origen geográico de los parentales usados para
producir los juveniles. La reducción en la variabilidad génica,
producto del cruzamiento de padres con hijos (endogamia),
potencia la generación de juveniles homocigotos en los que
pueden hacerse evidente rasgos recesivos o deterioros genéticos.
Los repoblamientos con ejemplares de bocachico (Prochilodus
magdalenae) realizados en la cuenca del río Magdalena a
inales del siglo pasado con juveniles obtenidos de parentales
provenientes de la población del río Sinú y viceversa, son una
fuente de contaminación genética (introgresión génica debido a
hibridización) que puede estar conformando una subpoblación
de la especie dentro de la cuenca (Lamprea et al. 2004).
Si bien existen varios documentos que deinen la presencia
y distribución de las especies introducidas (exóticas y/o
trasplantadas) en la región andina (Ortega et al. 2007, Van
Damme et al. 2009, Carvajal-Vallejos et al. 2009, Gutiérrez
et al. 2012), no hay evidencias contundentes de la inluencia
que tienen sobre el estado de conservación de las especies
nativas, salvo que, la presencia de algunas de estas especies se
asocia con la reducción en las poblaciones de ciertas especies
nativas (Caraballo 2009). Es posible que las estrategias de vida
(cuidadoras de prole, dieta detritívora y carnívora, formadoras
de nido) de muchas de estas especies foráneas les permitan
colonizar eicientemente sistemas lacustres como lagos y
embalses, pudiendo llegar a competir por fuentes de alimento o
también por hábitat para la reproducción.
3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales
Las cuencas andinas tropicales tienen varias afectaciones a la
conectividad longitudinal, lateral y vertical en la red hídrica. El
incremento en la carga de sedimentos en el agua, la remoción
del sustrato en los cauces, la reducción en el volumen de agua,
el encauzamiento de quebradas y ríos, y la fragmentación del
continuo por instalación de diques y presas son resultado de
la construcción de vías luviales y terrestres, de la extracción de
minerales preciosos, de la tala del bosque, de la ampliación de la
frontera agropecuaria y la generación de energía eléctrica. Estas
afectaciones modiican la estructura y conexión de los sistemas
acuáticos dentro de la red hídrica ocasionando el aislamiento
de las poblaciones de especies de peces e interrumpiendo el
lujo génico, así como también las condiciones para la oferta de
alimento, para el desove y el desarrollo de larvas y juveniles.
En Colombia, durante la década pasada, se construyó una
normativa interesante para el control y manejo de éstas especies;
sin embargo, a inales del año 2015, el Ministerio de Agricultura
40
La modiicación de las condiciones de las redes hidrográicas tiene
importantes repercusiones en el reclutamiento de las poblaciones
de especies de peces y en todas las cuencas andinas tropicales la
conservación de la red hidrológica está amenazada. Una de las
evidencias más conspicuas es la reducción en la captura de los
pescadores de la cuenca del río Magdalena-Cauca. Las especies
reclutadas en la pesca en esta cuenca son migratorias y, bajo
condiciones hidrológicas particulares, estos individuos utilizan
cada uno de los diferentes nodos dentro de la red (lagunas, caños
de conexión, cauces principales y cauces de tributarios) para la
migración, la maduración de gónadas, el desove, la incubación de
embriones y la sobrevivencia de la prole. Si estos nodos pierden
su conexión y sus características se afectan, la red que garantiza el
reclutamiento de las poblaciones se debilita. Las cuencas dentro
de la vertiente amazónica en la región de Bolivia son las que
menor afectación tienen. Allí, aunque el área de los lagos dentro
del plano lateral inundable se ha reducido, la red permanece
conectada (salvo en el río Mamoré) y la estructura de los nodos
se mantiene.
de aguas continentales, ya que conducen a impactos ecológicos y
sociales negativos severos, tanto aguas arriba como aguas abajo
de la ubicación de cada represamiento. Dependiendo del tiempo
de vida y de la dimensión de cada proyecto, se convierten en una
amenaza, tanto para el ecosistema terrestre como para el acuático,
y por ende para las poblaciones de peces del río y la cuenca, ya que
generan modiicaciones diversas de los hábitats físicos y químicos,
produciendo a su vez cambios en las comunidades biológicas
existentes y en el funcionamiento ecológico de los ríos, llevando
incluso a la desaparición de especies sensibles y perjuicios para las
poblaciones humanas (Aguilera y Pouilly 2012).
El encauzamiento de los ríos no es una práctica común en
los Andes, sin embargo, se observa en las cuencas de los ríos
Magdalena, Cauca, y en todas las cuencas dentro de la región
amazónica del Perú (excepto los ríos Morona, Napo/Coca).
En Colombia, hay sectores de los ríos que han sido encauzados
(cuenca alta del río Porce, río Bogotá, río Cañaveralejo) en
aquellos sectores que atraviesan las ciudades de Medellín, Bogotá
y Cali. Estos encauzamientos buscan reducir el desborde del río
durante las crecientes y el movimiento del cauce sobre su plano
lateral pero generan una barrera a la dispersión longitudinal y
lateral de los individuos.
En Perú, la construcción de embalses para la producción de
energía y los represamientos para el abastecimiento de agua son
una fuerte preocupación en relación a la conservación de los peces
La represa de Santo Antonio en el río Madera en Brasil podría tener efectos negativos en Bolivia ya que es una cuenca transfronteriza.
Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
41
dólares estadounidenses; éstos embalses cubren el 27% de los
territorios titulados por el Estado a las comunidades indígenas.
El proyecto Inambari también fue concebido en el marco de
promoción del Acuerdo Energético Binacional Perú-Brasil. El
embalse proyectado tiene una extensión aproximada de 400
km2, cubriendo principalmente bosques primarios e inundaría
cerca de 100 km de la carretera interoceánica sur, generando
pérdidas de recursos ya invertidos cercanos a los 360 millones de
dólares estadounidenses. Este embalse afectará a 8000 personas,
los territorios de comunidades nativas y al Parque Nacional
Natural Bahuaja-Sonene. Ráez-Luna y Dammert Bello (2012)
airman que los impactos que se producirán son dramáticos en
términos de la hidrología, geomorfología, ciclos biogeoquímicos
y biológicos en las cuencas afectadas.
3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos
y minería
Generación de energía eléctrica. El uso de agua como fuente de
energía eléctrica es común a toda la franja andino-amazónica,
desde Colombia hasta Bolivia. En la región se listan 113 embalses
(24 en Bolivia, 39 en Colombia, 50 entre Ecuador y Perú) con
diferentes capacidades de generación de energía eléctrica. Si bien
este número es bajo a nivel mundial, su localización dentro de la
red hidrológica ha conllevado a diversos cambios en la dinámica
de los sistemas acuáticos ribereños (Finer y Jenkins 2012, JiménezSegura et al. 2014a). La planiicación del desarrollo hidroenergético que los países localizados sobre los Andes Tropicales
vienen haciendo para la construcción de embalses futuros es una
alerta importante en términos del impacto que generarán a la
biodiversidad, no solo en la conectividad de la red hidrológica,
sino en las consecuencias en el largo plazo en la distribución de
nutrientes y sedimentos en las zonas bajas de los ríos. También
en la conservación de peces con condiciones de hábitat muy
especíicas a las zonas de montaña y en la sostenibilidad de los
recursos pesqueros basados en especies migratorias.
En el 2005 el estado boliviano promulgó un decreto supremo en
el cual declara de interés y prioridad nacional la deinición de una
política nacional en materia de aprovechamiento integral de las
cuencas hidrográicas del país. Actualmente, hay prioridad para
impulsar el aprovechamiento hidroeléctrico de la cuenca del
río Beni y están siendo evaluados dos grandes proyectos que se
construirían en la cuenca alta (sector Angosto del Bala) y en la
cuenca baja (sector Cachuela Esperanza) y, en la cuenca del río
Mamoré, se viene impulsando el proyecto de Rositas sobre el río
Grande.
En Colombia se planea duplicar la capacidad instalada hacía el
año 2027 con la construcción de cerca de 200 nuevos embalses
( Jiménez-Segura et al. 2014a), en Ecuador se están analizando 60
futuros embalses, en Perú 152 proyectos (Finer y Jenkins 2012,
Arana 2012) y en Bolivia, diez. Con excepción de Colombia,
buena parte de éstas iniciativas se concentran en las cuencas del
piedemonte amazónico. A pesar de las consecuencias que tiene
construir un embalse dentro de una red hidrográica tropical
andina, los gobiernos encuentran en el desarrollo hidroeléctrico
una forma de mantener la economía de sus países buscando en
los bancos internacionales posibles apoyos de inanciamiento
en detrimento de la diversidad biológica dentro de sus sistemas
naturales. Para mayor detalle sobre las implicaciones del
desarrollo hidro-energético en Colombia consultar JiménezSegura et al. (2014a).
Hidrocarburos. La industria petrolera en los países andinos está
próxima a cumplir un siglo. Actualmente, Colombia y Ecuador
son los países andinos que más producen petróleo en Suramérica.
Las malas prácticas en operaciones relacionadas con la exploración
(p. ej. uso del “fracking”), explotación y daños accidentales
o intencionales a oleoductos, conducen inevitablemente a la
modiicación en el nivel freático y a la contaminación de suelos
y cursos de agua debido al derrame de petróleo. La presencia
de petróleo dentro del agua modiica la tasa respiratoria de la
ictiofauna, genera daños en su epidermis y, afecta la producción
de periiton, macroinvertebrados y sedimentos que son alimento
para los peces. En Colombia, Avellaneda (1998) contabilizó
646 000 km2 el área de producción de petróleo, siendo la cuenca
del río Magdalena la que tiene mayor representatividad (40%). La
red de transporte de petróleo atraviesa la cuenca del MagdalenaCauca desde tres nodos (región del Caquetá y Putumayo y dos
desde el oriente -piedemonte del río Meta y del río Catatumbo)
en dirección al mar Caribe, involucrando a lo largo de su
recorrido las cuencas de los ríos Cauca, Carare, Opón, San Jorge,
y Cesar. En Ecuador existen tres áreas de producción: Esmeraldas
(nor-occidente), la Libertad (sur-occidente) y Shushuindi
(nor-oriente), que involucran las cuencas de los ríos SantiagoCayapas, Esmeraldas y Napo, respectivamente. Adicionalmente,
el oleoducto Transecuatoriano a lo largo de sus 500 km atraviesa
las cuencas del piedemonte amazónico, Napo y Esmeraldas.
En Perú existen dos regiones de explotación de hidrocarburos,
la primera al oriente sobre las cuencas de los ríos Madre de
Dios, Ucayali, Urubamba y Ene. La segunda que comprende el
oleoducto Norperuano que viaja atravesando las cuencas de ríos
del piedemonte amazónico, entre ellos los ríos Santiago, Pastaza,
Las futuras represas romperán el lujo unidireccional de cinco
de los seis principales tributarios andinos del río Amazonas
(Caquetá, Madeira, Napo, Marañón, Putumayo y Ucayali). Los
ríos que se ven más amenazados son los que nacen en Ecuador y
el norte de los Andes peruanos. Más de la mitad (81) de todas
las represas planiicadas se encuentran en el río Marañón y sus
tributarios (incluyendo los ríos Huallaga, Pastaza y Zamora)
en Ecuador y Perú. Gran parte de la energía hidroeléctrica
existente para Ecuador proviene de cuatro grandes represas en
dos aluentes del norte del Marañón, pero el resto del sistema del
río es de lujo libre (Finer y Jenkis 2012).
En Perú, la declaración del Estado peruano 020-2011-EM
del 26 de abril de 2011 declara de interés nacional y social la
construcción de 20 Centrales Hidroeléctricas en la cuenca del
río Marañón que generarán un potencial aproximado de 12 430
MW y generarían una inversión de hasta 15 000 millones de
42
Corrientes y Marañón. En Bolivia las regiones de exploración se
concentran sobre las cuencas de los ríos Beni y Mamoré.
diversas investigaciones sobre la bio-acumulación de metales
pesados en los peces (Mosquera-Lozano et al. 2005, ManceraRodríguez y Álvarez-León 2006, Marrugo et al. 2007, Trujillo et
al. 2010, Álvarez et al. 2012, Lozano y Rivas 2015) y su impacto
en las poblaciones humanas expuestas (Olivero-Verbel et al. 2011;
Marrugo-Negrete et al. 2013), particularmente en las cuencas
del río Sinú, San Jorge y Magdalena-Cauca. Estos estudios
muestran dos resultados importantes: a) la concentración del
metal pesado dentro del tejido está asociada con la dieta del pez;
especies carnívoras (p. ej. Hoplias malabaricus, Pseudoplatystoma
magdaleniatum, Sorubim cuspicaudus, Salminus ainis) son
las que tienen las mayores concentraciones, seguidas por las
omnívoras (p. ej. Leporinus muyscorum, Pimelodus spp.) y en
último lugar, las detritívoras (p. ej. Prochilodus magdalenae,
Curimata mivartii, Cyphocharax magdalenae) y, b) los peces
carnívoros presentan concentraciones muy por encima del límite
permisible para peces de consumo humano (0.5 µg/g según la
Norma 1443 del ICONTEC).
Minería. Las actividades de extracción de minerales ocasionan
deforestación, cambios en la estructura del suelo y en la
conformación del sustrato de los ríos. Así mismo, vierte
xenobióticos a los cursos de agua (ej. mercurio, arsénico,
plomo, zinc, etc.), aumenta la carga de sedimentos producto
de la deforestación, afecta el nivel freático y reduce el caudal
por captación de agua. En Colombia la cuenca MagdalenaCauca produce el 93% de la producción nacional de minerales
metálicos y el 90% de minerales no metálicos (Departamento
Administrativo Nacional de Estadística). La extracción de oro
en el período 2003-2014 de la cuenca del nor-occidente de los
Andes fue de alrededor de 846 t (UPME 2016). Esta actividad
económica ha sido responsable de la disposición no adecuada
de muchos desechos contaminantes en los sistemas acuáticos.
Como ejemplo de su magnitud, en 1996, para producir 17.7 t
de oro se vertieron a ríos y quebradas 108 t de mercurio, 253 t
de cianuro, 3485 t de plomo, 12 119 t de zinc y 310 t de cobre
(Uribe y Escobar 2001).
En Bolivia, la contaminación del agua por mercurio no solo
proviene de la actividad minera sino también de la composición
del suelo amazónico (Pouilly et al. 2004). Por actividad
minera, la cuenca con mayor afectación es la del río Pilcomayo
(Van Damme et al. 2009). En el Perú y particularmente en
Madre de Dios, se calcula que hay más de 30 000 mineros
operando con equipos cada vez más pesados y soisticados,
como cargadores frontales, camiones y dragas de diverso tipo.
Esto genera conlictos de índole ambiental y social; el 99%
de las operaciones mineras son informales, y numerosas áreas
El mercurio ha sido objeto de estudio debido a su impacto en
la salud de poblaciones de mineros que lo usan para amalgamar
el oro y que inhalan sus vapores o vierten directamente a los
cursos de agua durante el proceso. Las personas expuestas a bajas
concentraciones han desarrollado alteraciones en las funciones
del sistema nervioso, particularmente en el desarrollo de los fetos
y en los niños pequeños (Lebel et al., 1996). En Colombia existen
Alteración de cauce, extracción de material para construcción y deforestación en el Río Cucuana, aluente del río Magdalena, en el departamento del
Tolima, Colombia. Foto: © José Iván Mojica.
43
mineras se superponen con áreas naturales protegidas, sus
zonas de amortiguamiento o con tierras de pueblos indígenas.
Se calcula que estas operaciones han destruido más de 32 000
ha de bosques y han contaminado varios ríos de la región con
mercurio y otros residuos contaminantes. La contaminación
afecta a las comunidades nativas debido a que el pescado es la
fuente más importante de proteína. Se estima que un indígena
que consume 2 kg semanales (cantidad promedio de consumo
de pescado en selva baja en comunidades nativas) del pez mota
Calophysus macropterus, estaría superando en 2347.9% (más de
24 veces) la concentración máxima de mercurio en sus tejidos
permitida por la Organización Mundial de la Salud (Brack et
al. 2011).
que transitan por diferentes países (Usma et al. 2013). En ríos
andinos trasnacionales como el Madera, Mamoré e Iténez, la
legislación entre ellos no es coherente y ocasiona problemas
en la gestión internacional para la protección de éstos recursos
trasfronterizos.
Los métodos inapropiados de pesca como son el uso de barbasco
(planta tóxica), dinamita y redes de mallas con tamaños
pequeños, son prácticas comunes en las cuencas de la región
andina tropical, con algunas excepciones en las cuencas de los
ríos Mamoré, Iténez, Acre, Pastaza y Catatumbo. A las malas
prácticas de pesca se le suman condiciones sanitarias precarias
para su preservación, generando problemas en la conservación
del producto y la pérdida de buena parte de la producción.
Un ejemplo del deterioro en la producción se encuentra en las
cuencas andinas de la región norte (ríos Magdalena-Cauca,
Atrato). En ellas la producción pesquera ha caído a más de una
décima parte en los últimos cincuenta años (Galvis y Mojica
2007, Lasso et al. 2011b).
3.4.9 Uso de recursos biológicos
La población humana ha utilizado a los peces como fuente de
proteína en su dieta desde sus comienzos, así que la explotación de
este recurso está directamente relacionada con la demanda, y ésta
con el crecimiento de la población. Aunque la población humana
que habita los Andes Tropicales no es consumidora asidua de
peces, el consumo per capita de pescado se ha triplicado en los
últimos años en la región (FAO 2014) y ha ocasionado mayor
presión sobre la ictiofauna. Cada vez son más especializados
los métodos de captura; la pesca se realiza en ambientes y en
momentos del año donde los peces son vulnerables y no existe
una aplicación efectiva de la normatividad pesquera, ni dentro de
los países ni entre ellos, como es el caso de especies migratorias
El uso de los peces como ornamento es también un asunto de
preocupación para la conservación. En Colombia se identiican
cerca de 430 especies de peces usadas como peces ornamentales
y un 12% provienen de cuencas andinas (Ajiaco-Martínez et al.
2012). Si bien el número de especies extraídas de esta región no
es alto, la regulación a esta actividad pesquera es incipiente y el
desconocimiento de la biología de estas especies y el impacto de
la extracción de sus ejemplares es desconocido.
Pesca con atarraya en la cuenca del río Santiago en Ecuador. Foto: © Pedro Jiménez Prado.
44
generan conlictos de competencia de las autoridades. El caso de
las especies ornamentales es uno de ellos: la autoridad ambiental
deine unas especies como amenazadas y la autoridad pesquera
determina la cuota de explotación de algunas de esas especies
sin información poblacional que sustente dichas cuotas. La
deinición del bagre rayado del Magdalena (Pseudoplatystoma
magdaleniatum) y del capitán de La Sabana (Eremophilus mutisii)
como especies amenazadas es tal vez, una de las pocas resoluciones
que han generado impacto en la gestión para su protección. En
el primer caso, las autoridades nacionales, empresa privada,
universidades y ONGs se han unido para gestionar la ordenación
de su pesca en la cuenca Magdalena-Cauca y, en el segundo, el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha diseñado el
“Programa nacional para la conservación de Eremophilus mutisii
en Colombia”.
3.5 Acciones de conservación
y recomendaciones
Los análisis de riesgo de extinción, categorización o recategorización, tienen como objetivo llamar la atención de los
gestores sobre las especies que se encuentran amenazadas y, apoyar
la deinición de prioridades y áreas clave para la conservación,
tanto de las especies como de los ecosistemas. De los países
andinos considerados en este documento (Colombia, Bolivia,
Ecuador y Perú), Colombia ha publicado dos libros sobre las
especies de peces dulceacuícolas amenazadas del país (Mojica et
al. 2002, 2012b). En 1996, investigadores bolivianos realizaron
el primer acercamiento a la deinición de animales amenazados
(Sarmiento y Barrera 1996). Posteriormente, en colaboración
con la UICN generaron la lista de Fauna Amenazada y deinieron
acciones de protección, conservación y uso (Flores y Miranda
2003) y, en el año 2009, se elaboró el Libro Rojo de la Fauna
Silvestre de Vertebrados de Bolivia, generando una lista de las
especies de peces bajo amenaza (Van Damme et al. 2009). En el
caso de Perú, se encuentra actualmente en proceso de validación
la primera lista de categorización de especies amenazadas
(Ministerio de Medio Ambiente, en preparación).
En términos de conservación de hábitat, en Colombia el
Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES)
identiicó como área andina de interés especial a la cuenca del
Lago de Tota y recientemente el Ministerio de Medio Ambiente
y Desarrollo Sostenible propuso al río Bita (vertiente del
río Orinoco) como un río “protegido” (Andrade 2011) y se
aguarda la aprobación de esta igura. También existen Planes de
Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográicas (POMCA)
que promueven el manejo integral de las cuencas del país y un
Portafolio de Conservación para la Cuenca del río Magdalena
(Téllez et al. 2012). Adicionalmente, existen acciones de
compensación deinidas en las licencias ambientales aprobadas
dentro del sector minero-energético, en las que se obliga a las
empresas a destinar presupuesto para el estudio y conservación
de la biodiversidad. Un primer resultado conocido de estas
acciones de compensación es el plan para la protección de la
población de Lebiasina multimaculata en la región de Santander.
Así, en Colombia, aunque existen muchas iniciativas, normas y
planes para conservar la diversidad de peces y sus hábitats, éstas
no son exitosas en la mayoría de los casos debido a que los peces
habitan sistemas de interés para diversos sectores de la economía
nacional. Esto hace necesario que las diversas estrategias dirigidas
a la conservación de la ictiofauna vayan de la mano con el
desarrollo económico y social de la región, no solo en Colombia
sino en todos los países dentro de los Andes Tropicales.
Deinir la lista de las especies amenazadas es un primer paso, pero
lo más importante es tomar acciones en pro de la conservación
de dichas especies y su hábitat, buscando disminuir las amenazas
que sobre ellas existen. En Colombia en la mayoría de los
casos, una vez que las especies son categorizadas, las listas y su
análisis se transforman en instrumentos de política pública,
que desafortunadamente aún no tienen un efecto real para su
conservación. Los mecanismos para que estos sean efectivos
deben ser acordados e implementados de manera articulada entre
la autoridad ambiental (Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, Corporaciones Autónomas Regionales y la autoridad
pesquera) y la sociedad civil, que es la usuaria del recurso
natural. La participación de la academia, de los institutos de
investigación y de las organizaciones no gubernamentales podría
ser fundamental como proveedoras de información estratégica
en la toma de decisiones y veedoras de su éxito.
La publicación de los libros de peces dulceacuícolas amenazados
en Colombia ha sido de bajo impacto para el desarrollo de
algunas medidas de conservación y uso sostenible incorporadas
en la gestión de éste recurso natural (Sánchez-Duarte y Lasso
2013). En general, estas medidas se dirigieron a algunas pocas
especies, hacía algún hábitat particular y se generaron pocas
investigaciones aplicadas en pro de la conservación y gestión del
recurso. Al inal, las acciones de manejo y conservación recaen
nuevamente en la libre voluntad del pescador, así como en la
efectividad de las acciones de la Autoridad de Pesca en Colombia
(AUNAP).
3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos
En varios de los países andinos, los datos de desembarques
pesqueros constituyen la única fuente de información sobre
“stocks” y tendencias poblacionales de las especies de peces
de consumo. Aunque es una información valiosa para el
conocimiento de la dinámica de la población de algunas especies
de interés económico y de seguridad alimentaria, el número
de especies de interés pesquero solo representa un pequeño
porcentaje de la riqueza de especies real. Es por esto que las
expediciones cientíicas que realizan diferentes instituciones para
hacer inventarios son vitales para el conocimiento y protección
de las especies y de sus hábitats.
Las Resoluciones de Especies Amenazadas listan las especies con
preocupación en su conservación pero no queda clara la inluencia
de éstas resoluciones hacia la conservación de las especies y se
45
La creación, el crecimiento y el mantenimiento de las colecciones
biológicas (museos de historia natural) es uno de los primeros
pasos para la conservación de especies amenazadas. Las
colecciones biológicas son el acervo de la diversidad biológica,
son las bibliotecas de la vida. En su mayoría, las colecciones
persisten gracias a la perseverancia de los investigadores, más
que al apoyo de sus instituciones. Los museos se alimentan de
las exploraciones en áreas donde el estado de conocimiento
es mínimo o nulo y en regiones particulares por su geología y
riqueza de ecosistemas. Estas exploraciones han revelado la
presencia de especies nuevas y/o endémicas (de los distintos
grupos biológicos) y han proporcionado sustento para la
designación de áreas protegidas o de manejo especial.
que el conocimiento que se tiene de la gran riqueza de pequeños
ríos en las vertientes de los ramales andinos es aún limitado.
También el sector alto de la cuenca del río Sinú esta inexplorado
así como las vastas planicies de la cuenca del río Atrato y los
pequeños ríos dentro de la vertiente al Pacíico.
El Museo Field de Chicago ha auspiciado y desarrollado
numerosos inventarios rápidos biológicos y sociales en áreas
propuestas para conservación en el Perú, considerando las
necesidades de protección que serían importantes de implementar
para las comunidades locales. Una de estas evaluaciones se
realizó en las cercanías al río Putumayo (límite peruanocolombiano), en el área propuesta Ampiyacu, Apayacu, Yaguas,
Medio Putumayo durante la estación seca (Hidalgo y Olivera
2004), la cual permitió la creación del Área de Conservación
Regional Ampiyacu-Apayacu (2007). El inventario realizado en
Megantoni en el año 2004 permitió la creación del Santuario
Nacional Megantoni, reportándose una especie nueva de bagre
descrita por Fernández y Quispe (2007) que fue dedicada al
área de estudio (Trichomycterus megantoni). Ese mismo año se
evaluaron los ríos Yaquerana y tributarios del Gálvez (cuenca alta
del río Yavarí) y se realizó un muestreo puntual en el río Blanco
(cuenca Ucayali), cuyos resultados permitieron la creación de
la Reserva Nacional Matsés. Adicionalmente, con base en los
resultados obtenidos de inventarios desde el 2005 en los que
se describieron especies nuevas como Hemibrycon divisorensis
(Bertaco et al. 2007), se decretó en 2015 la creación del Parque
Nacional de Sierra del Divisor.
En la región andina se cuenta con 32 colecciones de peces (20
en Colombia, dos en Perú, cinco en Bolivia y cinco en Ecuador).
En Colombia, destacan las del Instituto de Ciencias Naturales
de la Universidad Nacional de Colombia (ICN), la del Museo
del Instituto Alexander von Humboldt (IAvH) y las de las
Universidades del Tolima y Javeriana. En la ciudad de Quito
(Ecuador) se encuentran la colección del Museo de Zoología de la
Escuela Politécnica Nacional, el Museo Ecuatoriano de Ciencias
Naturales el Museo de la Zoología de la Pontiicia Universidad
Católica del Ecuador. En Guayaquil, está la colección de la
Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil y
en Cuenca, la Colección Zoológica de la Universidad del Azuay.
En Perú hay dos colecciones de peces: la del Museo de Historia
Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, a
nivel regional, la colección del Instituto de Investigaciones de
la Amazonia Peruana (IIAP). En Bolivia existen colecciones de
peces en el Museo Nacional de Historia Natural en La Paz, en
el Museo de Historia Natural Noel Kempf Mercado en Santa
Cruz, en el Centro de Investigaciones de Recursos Acuáticos de
la Universidad Autónoma del Beni en Trinidad, en el Museo de
Historia Natural Pedro Villalobos del Centro de Investigaciones
y Producción para la Amazonía (Universidad Amazónica de
Pando) y en el Museo de Historia Natural Alcides D’Orbigny
(MHNAD) en Cochabamba; el MHNAD posee la colección
más grande de peces andinos bolivianos.
Los esfuerzos de investigación de estas áreas andinas se han
centrado en un trabajo regional cooperativo que involucra
biólogos del Perú, Bolivia, Colombia, Brasil y los EE.UU. A
pesar de que existen esfuerzos importantes (muchos de ellos
con recursos de países de otras latitudes) para hacer inventarios
y que aún existen extensas áreas inexploradas y vulnerables a la
acción del desarrollo económico, la falta de investigaciones que
ayuden a resolver los problemas taxonómicos asociados con la
identiicación correcta de los taxones es una preocupación real
para los planes de conservación. Debido al poco conocimiento
pre-existente de estas regiones y los tiempos involucrados en
describir nuevas especies, la precisión en la identiicación es
baja y en la mayoría de los casos se toman decisiones basadas en
identiicaciones erróneas. Existen grupos que por su compleja
sistemática y poca investigación de campo, requieren de una
dedicación particular en conservación y estudios especíicos.
Las familias Astroblepidae y Characidae (géneros Astyanax,
Bryconamericus y Rhoadsia) requieren revisiones. Así que es
necesaria la unión de esfuerzos nacionales e internacionales para
fortalecer las herramientas de identiicación, incluso vinculando
las nuevas técnicas moleculares a las que utilizan la morfología
tradicional.
Existen vastas regiones en los Andes Tropicales aún inexploradas.
En la vertiente andina occidental en el Ecuador, hay numerosos
tributarios dentro de la Reserva Cotacachi Cayapas que cuenta
con bosques aún en buen estado de conservación pero de difícil
acceso. Adicionalmente se requiere de mayor atención a la
gestión en el manejo de la Reserva por parte del Estado (central
y local) ya que la deforestación y la colonización a estas áreas
sigue avanzando ( Jiménez-Prado y Rebolledo-Monsalve 2015).
Aunque en Colombia se ha hecho un gran esfuerzo por conocer
la ictiofauna, recientemente Pelayo (2016), basada en la revisión
de los datos disponibles en el sistema global de información
biológica GBIF, airma que apenas se ha caracterizado la
ictiofauna en el 17% de las cuencas en la región andina dentro
del país. En la cuenca del río Magdalena-Cauca, los inventarios se
han concentrado en algunos ríos que han sido modiicados por el
desarrollo de infraestructura o para la generación de energía, así
3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ
Los recursos deinidos para la inversión en ciencia y tecnología
en estos países andinos son muy bajos, por esto han delegado el
46
conocimiento y monitoreo de la diversidad a los proyectos de
infraestructura y, la innovación tecnológica a las empresas del
sector privado. En Colombia, el monitoreo a los desembarcos
pesqueros que realiza la Autoridad Nacional de Acuicultura y
Pesca (AUNAP), es tal vez el único esfuerzo que se ha mantenido
desde el año 1970 y que permite deinir la tendencia en la
producción pesquera del país.
características biológicas y en relación a la distribución de
especies en zonas altoandinas del proyecto (Hidalgo et al.
2013). En los diseños de la carretera Interoceánica entre Brasil
y Perú se registraron más de 250 especies de peces, y mediante
un monitoreo periódico, se podrá deinir si la construcción
de esta carretera ha modiicado la diversidad biológica de esta
zona. Monitoreos a la actividad minera en los departamentos de
Cajamarca y Ancash han permitido obtener valiosa información
para la conservación de ecosistemas acuáticos. También existe un
programa de monitoreo para conocer la presencia y abundancia
de especies invasoras importantes como la “tilapia” y la “trucha
arco iris”, el cual debería ser implementado en áreas naturales con
alto riesgo tales como en la parte baja del río Huallaga para la
primera, y en zonas de cabecera de cuenca (como en el lago Junín)
para la segunda. En Bolivia no se hacen monitoreos a la ictiofauna
andina, sin embargo, en los últimos años ha crecido el interés por
conocer la composición y estructura de las comunidades de peces
en cuencas con potencial para el aprovechamiento hidroeléctrico,
para así tener un escenario previo a la intervención y tener
criterios para monitorear su cambio.
Las licencias ambientales otorgadas a los sectores de vías y
minero-energético por las autoridades competentes en cada uno
de los países andinos, vinculan la caracterización y monitoreo
de la diversidad de las regiones intervenidas, como acciones de
obligatorio cumplimiento. Hasta ahora y con pocas excepciones,
los resultados de estos monitoreos son pobres, pues utilizan
variables respuesta y diseños de muestreo que no dimensionan
el cambio del sistema acuático en función de la intervención
realizada. Los métodos y el diseño muestral son deinidos por
la autoridad ambiental y, debido a que ésta no siempre cuenta
con profesionales especializados en estudios sobre la ictiofauna,
las orientaciones resultan ser poco efectivas. Adicionalmente,
las empresas del sector de infraestructura y minero-energético
no tienen la capacidad técnica requerida, así que se ha creado
un mercado dominado por empresas de consultoría cuyos
servicios buscan apoyar la gestión de los requisitos contenidos
en las licencias ambientales. Con pocas excepciones, estos
servicios carecen de calidad y rigurosidad cientíica debido
a que reducen costos para ganar los contratos, vinculando a
profesionales con experiencia mínima en el tema o incluso, a
estudiantes de nivel de pregrado. El resultado se releja en que
no se monitorea adecuadamente la diversidad y no se cuantiica
el cambio real de los sistemas acuáticos; pero sí se cumple con la
licencia. En algunas ocasiones, las empresas vinculan a institutos
de investigación del estado o a universidades a estos programas
de monitoreo y, además de conocer y cuantiicar el cambio,
se obtienen otros productos (escritos cientíicos, libros de
divulgación, fortalecimiento de los laboratorios).
3.5.3 Caudales ambientales
El tema de caudales ecológicos y ambientales ha recibido atención
a nivel mundial desde el año 2000. A la fecha se conocen cerca de
200 métodos que buscan estimar la cantidad de agua que debe
mantener un río para sostener los diferentes usos (Izquierdo y
Madroñedo 2013). En la región de los Andes Tropicales tomó
gran relevancia desde que se conoció el plan de expansión
hidro-energético de los países andinos. El caudal ambiental
supone que existe un régimen hidrológico único (frecuencia,
duración y magnitud) y de calidad del lujo del agua esencial para
sostener a los ecosistemas acuáticos y su biota asociada así como
para mantener los servicios ecosistémicos que proveen a los
humanos. Es un concepto que surge de la necesidad de manejar
ríos alterados o con planes para su alteración, en particular
hacia la regulación de sus caudales, bien sea para generación
de energía eléctrica, acueductos o distritos de riego. Debe ser
considerado dentro de un contexto de manejo integrado de una
cuenca hidrográica, y como parte de una estrategia holística de
protección de ecosistemas acuáticos y su biota.
En Colombia, el sector hidroeléctrico en colaboración con
diversas universidades y ONGs lleva monitoreando el cambio de
la ictiofauna en varios de sus embalses en los ríos Porce, Sogamoso,
La Miel, Guarinó, alto Magdalena y Cauca, mostrando resultados
interesantes sobre el cambio en la dinámica de la ictiofauna y
de la pesca artesanal; algunos de ellos ya publicados en revistas
cientíicas (López-Casas et al. 2016, Barletta et al. 2016,
Jiménez-Segura et al. 2014a, Jiménez-Segura et al. 2014b, ParejaCarmona et al. 2014). En Ecuador, la Universidad Católica
de Esmeraldas y el PRAS-MAE (Programa de Remediación
Ambiental del Ministerio del Ambiente del Ecuador) están
realizando un monitoreo de la actividad minera luvial y su efecto
en la ictiofauna dentro de la cuenca Santiago-Cayapas y, se ha
encontrado importante información que permitirá procesos de
regulación y en algunos casos de reparación de zonas degradadas.
En el Perú, el desarrollo del gasoducto de Camisea con el Museo
de la Universidad San Marcos (MUSM) ha permitido estudiar la
ictiofauna del río Urubamba desde el año 1996; adicionalmente
se han valorado los posibles efectos del gasoducto sobre las
La complejidad de los ecosistemas acuáticos andinos y su
dependencia de eventos climáticos regionales y globales, hace
indispensable que los países andinos conozcan de la mano
de profesionales caliicados y en escalas temporales de un
mínimo de seis años (vinculando al menos un ciclo “El Niño”),
la diversidad biológica, los procesos ecológicos así como los
servicios ambientales que se suceden en la cuenca antes de
analizar la viabilidad de propuestas de infraestructura y, en
caso tal, deinir las condiciones de uso del caudal que permitan
mantener la integridad física y biológica de los sistemas acuáticos
involucrados.
En Colombia, las directrices para ijar los Regímenes de Caudales
Ecológicos (RCE) se concretan en el Artículo 21 del proyecto
47
de Ley del Agua 365 del año 2006, que designa al Instituto de
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM)
para supervisar su diseño. Es así como los Planes de Manejo y
Ordenamiento de Cuencas deben involucrar las estimaciones de la
cantidad máxima de agua que se puede utilizar para otros servicios
sin afectar las características del cauce y de la biota presente en
los cuerpos de agua. Desde el año 2008 se viene diseñando un
método único para la estimación de un caudal mínimo aceptable
para mantener la dinámica de los sistemas acuáticos andinos
colombianos. La Universidad Nacional de Colombia comenzó
la tarea de diseñar un método único para sistemas andinos y
que sirva para todos aquellos proyectos que requieran el uso
del agua. En el año 2010 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Rural incorporó estos lineamientos para la estimación
en la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso
Hídrico. Se conocen de estimaciones de caudales ambientales
para el río Palace (Diez Hernández y Ruiz Cobo 2007), para
pequeñas centrales para la generación de energía eléctrica en el
departamento de Antioquia (Diez Hernández y Olmeda Sanz
2008), en ríos del departamento del Quindío (Bustamante-Toro
et al. 2007), río Chuza (Tellez com. pers., citado en Anderson
et al. 2011) y en el río La Miel con curvas de preferencia de
Ichthyoelephas longirostris y la aplicación de caudales ambientales
para la sobrevivencia de la población (Parra Rodríguez 2012).
ecológico. Ochoa (2010) realizó un análisis de sistematización de
métodos para la estimación de caudales en esta región. En Bolivia,
el concepto de caudales está siendo introducido progresivamente
a la legislación boliviana y estudios de evaluación de impacto
ambiental, sin embargo, todavía existen pocos estudios que
incluyan a los peces; algunas iniciativas se están desarrollando
para los ríos Ñancahuazú (tributario al río Mamoré) y Parapetí
(tributario al Iténez) pero aún no se conocen resultados.
En Ecuador el tema de caudales ambientales se menciona en el
Acuerdo Ministerial No 155 del 2007 pero no deine normas
para estimarlo; en este país la Secretaria Nacional del Agua
(SENAGUA) gestiona la estimación de los caudales. El artículo
318 del capítulo V de la Constitución Política delega en la
autoridad del estado la obligación de la estimación de éste caudal.
En ese territorio se conocen experiencias en ríos del sistema
Papallacta (Fossati y Calvez 2006), río Pastaza (Moreno 2008,
citado en Anderson et al. 2011) y el río Topo (ENTRIX no
publicado, citado en Anderson et al. 2011). En Perú, el artículo
53 de la Ley 29338 de 2009 deine que para entregar una licencia
para la captación de agua se requiere la estimación del caudal
En Colombia, el total de hectáreas protegidas inscritas en
el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP)
representa el 8.2% de la supericie continental y marítima del
país (Vásquez y Matallana 2014). De las 59 áreas protegidas
con que cuenta actualmente el país, cerca de 35 se encuentran
dentro del área andina. A pesar de la enorme diversidad íctica, el
país no cuenta con un parque nacional natural que incluya a los
peces dulceacuícolas entre sus objetos de conservación, así como
tampoco existen áreas protegidas dedicadas especíicamente a su
protección y aprovechamiento sostenible (Mojica et al. 2012b);
de hecho, la ictiofauna en estas áreas es desconocida. Aunque
la mayoría de los parques naturales tienen sistemas luviales
3.5.4 Áreas protegidas
Las áreas protegidas como están concebidas en la actualidad
han sido diseñadas para proteger fauna de vertebrados “visibles”
a la sociedad (aves, mamíferos, reptiles), pero no asegura que
los ecosistemas acuáticos entendidos como un continuo sean
efectivamente salvaguardados. En general, los límites regionales
de estas áreas no se establecen con un criterio biológico e
hidrológico en conjunto que responda a la conservación de la
ictiofauna, que se dispersa continuamente a lo largo de los cauces
de los ríos. Generalmente estas áreas responden a intereses de
divisiones políticas y administrativas pero no biogeográicas;
incluso es posible airmar que en los países andinos aún no existe
la concepción de un Parque Nacional que involucre la cuenca
completa de un río.
La Laguna del Otún es un embalse natural a 3950 m de altura en el Parque Nacional Los Nevados, Colombia. Las aguas de deshielo del Nevado de
Santa Isabel (al fondo) alimentan la laguna. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
48
como límites, estos ríos no forman parte de sus objetivos de
conservación (Hurtado et al. 2013). Sánchez-Duarte y Lasso
(2013) indican que la igura de Parques Nacionales Naturales
no son las más adecuadas para la protección de grandes peces.
Por un lado son insuicientes en cobertura, y por otro incluyen
un área muy limitada de la distribución de las especies, que por
lo general son los grandes ríos que forman parte de los límites
de los parques. De igual forma, la extensión de los aluentes
o tributarios interiores no son suicientes para garantizar
su protección. Estas iguras podrían beneiciar a aquellas
especies que no presentan comportamientos migratorios (p.
ej. Potamotrygonidae, Arapaimidae, Osteoglossidae) pero
no aquellas especies migratorias y de amplia distribución
(Pimelodidae, Prochilodontidae, Curimatidae).
gigante” (Lujan et al. 2010), cuyo holotipo proviene de este
parque y habita las cuencas del Ucayali, Amazonas y Alto Purús.
En Bolivia hay 60 áreas protegidas y 22 Parques Nacionales;
éstos últimos representan el 16.4% (183 000 km2) del territorio
boliviano. Dentro de la zona andina se encuentran el Parque
Nacional y Área de Manejo Integrado Madidi, la Reserva de
La Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, Área
Natural de Manejo Integrado Apolobamba, el Parque Nacional
Carrasco, Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro-Sécure
y, el Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Amboró.
Aunque estas áreas protegidas fueron creadas basándose en los
sistemas terrestres, los cuerpos de agua que se encuentran dentro
de ellas juegan un rol importante para la conservación de las
especies de peces presentes y de sus hábitats. Las reservas presentes
en la cuenca alta del río Beni (p. ej. Parques Nacionales Cotapata,
Altamachi y Madidi), son estratégicas para la conservación de las
especies de peces endémicas que albergan.
En el Ecuador existen aproximadamente 50 áreas naturales
protegidas (20% del área del país; http://www.ambiente.gob.ec/
areas-protegidas-3/), dentro de varias categorías de conservación
y que contemplan una gran representatividad de ecosistemas
continentales; sin embargo, todos ellos están aislados y casi
todos con inluencia directa de grandes asentamientos humanos.
En la Amazonia, existen varias áreas protegidas, algunos
ejemplos: Parque Nacional Yasuni, Reserva de Producción de
Fauna Cuyabeno, Parque Nacional Cayambe Coca, Reserva
Ecológica Antisana, Parque Nacional Sumaco Napo Galeras,
Parque Nacional Sangay, Parque Nacional Llanganates, y Parque
Nacional Podocarpus. Sin embargo, estas áreas no tienen un
enfoque especíico en ambientes acuáticos, y muchos de los
ríos que las recorren están sujetos a alteraciones e inluencias
humanas al exterior de las áreas protegidas.
3.5.5 Estrategias de los estados andinos para
la conservación de la diversidad y
de sus hábitats
En Colombia el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
publicó en 2012 la Política Nacional para la Gestión Integral
de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE)
que tiene como objetivo promover la Gestión Integral de la
Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos de manera que se
mantenga y mejore la resiliencia de los sistemas socioecológicos
a escalas nacional, regional, local y transfronteriza, considerando
escenarios de cambio y a través de la acción conjunta, coordinada
y concertada del estado, el sector productivo y la sociedad civil.
Esta política enmarca y orienta conceptual y estratégicamente
todos los demás instrumentos ambientales de gestión (políticas,
normas, planes, programas y proyectos), existentes o que se
desarrollen para la conservación de la biodiversidad en sus
diferentes niveles de organización; además de ser base de
articulación intersectorial y parte fundamental en el desarrollo
del país. Adicionalmente, se encuentra en revisión del Ministerio
de Ambiente y Desarrollo Sostenible la Política Nacional de
Cambio Climático que se presentará al Senado de la República
para su aprobación. El país alberga algunos complejos designados
como áreas Ramsar tales como el Delta del río Baudó y Delta río
del San Juan, Laguna de la Cocha, Lagunas del páramo Chingaza,
Laguna del Otún, la Ciénaga Grande de Santa Marta y la Estrella
Fluvial Inírida.
En Perú existen 77 áreas protegidas que abarcan cerca de
200 000 km2 dentro de ocho categorías y representan cerca del
10% del área continental del país. En las cuencas de los ríos
Ucayali y Madre de Dios hay Parques Nacionales, Reservas
Comunales, Zonas Reservadas y Reservas Nacionales y, en el
piedemonte de la cuenca del Amazonas, se encuentra un área
de Reserva Nacional. Los ecosistemas acuáticos de casi todas las
áreas naturales protegidas de la Amazonia han sido estudiados a
nivel de inventario de especies, lo mismo que en algunas áreas de
los Andes tales como los lagos Junín y Titicaca. En la Amazonia,
los listados de especies de peces y el buen estado de conservación
de los cuerpos de agua han sido usados como argumento que
respalda los objetos de conservación. La Reserva Nacional
Pacaya–Samiria es un excelente ejemplo de conservación de la
biota acuática, el cual comprende extensas áreas de humedales y
gran número de hábitats acuáticos encontrados en selva baja. Esta
área protegida fue creada para proteger al “paiche” (Arapaima
spp.), tortugas y caimanes, los cuales eran fuertemente cazados
por la población local. El Parque Nacional Cordillera Azul,
que presume uno de los más grandes esfuerzos interregionales,
contiene una biota muy diversa, numerosos hábitats acuáticos y
probablemente numerosas especies endémicas (Alverson et al.
2001). Una nueva especie de pez, Hypostomus fonchii fue descrita
a partir de su hallazgo en el Parque Nacional Cordillera Azul y
se cuenta con la descripción de Panaque schaeferi “carachama
En Ecuador, bajo los principios de conservación de la naturaleza
promovidos a nivel mundial y a nivel latinoamericano, desde
1970 se han emitido varias normas legales. La Ley para la
Protección de la Fauna y Recursos ictiológicos estuvo orientada
exclusivamente a su aprovechamiento como recurso extractivo.
En 1973, se crea el departamento de Áreas Naturales y Recursos
Silvestres dentro del Ministerio de Agricultura y Ganadería, con
la inalidad de manejar áreas protegidas. Después de la irma
de varios acuerdos internacionales, en temas de conservación
49
y manejo de la biodiversidad, y tras la creación del Ministerio
del Ambiente del Ecuador (MAE-Ecuador), en 1996 se
empieza a reconocer a la ictiofauna como un recurso natural
parte de la biodiversidad y no solo como un recurso extraíble.
En la actualidad, la legislación ambiental regula todo tipo de
actividad extractiva y dados los innumerables trámites, a veces
es más expeditivo hacer investigación en recursos pesqueros que
en diversidad. Este país se adhirió a la Convención Ramsar en
1991 y a la fecha alberga dieciocho sitios. En las zonas bajas se
encuentran las Reservas Ecológicas Limoncocha y El Ángel y,
varios complejos de Manglares. Arriba de los 3000 m s.n.m. el
complejo de humedales Ñu Canchi Turu, Llanganti, el sistema
de Lagunas del Compadre y el Parque Nacional Cajas, entre
otros.
mediante la Ley 1580 de 1994. Adicionalmente es signataria
de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES) y la ratiicó
mediante Ley No. 1255 de 1991 y se adhirió a la Convención
Relativa a los Humedales de Importancia Internacional
(Ramsar) mediante la Ley No. 2357 de 2002; ese mismo año se
aprobó la Estrategia Nacional de Conservación y Uso Sostenible
de la Biodiversidad. Éste país alberga el mayor número de sitios
Ramsar del mundo, protegiendo bajo esa iniciativa cerca del 14%
de su territorio. En las zonas bajas se encuentran sitios Ramsar
como los ríos Matos, Yata, Blanco y Parapetí, los bañados de
Izozog, la laguna de Concepción y el Pantanal boliviano. Arriba
de los 3000 m de elevación se encuentran los lagos de Poopo y
Uru Uru, la cuenca endorréica del Tajzara y la laguna Colorada
o de los Lípez.
En Perú, por Decreto Supremo No 009-2014-MINAM se
aprobó la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica al 2021
y su Plan de Acción 2014-2018, principal instrumento para la
gestión de la biodiversidad del país. Esta estrategia tiene entre sus
objetivos estratégicos (OE) mejorar el estado de la biodiversidad
y mantener la integridad de los servicios ecosistémicos (OE1)
promoviendo y priorizando las estrategias de conservación
in situ de ecosistemas naturales, la recuperación y manejo
adecuado de especies amenazadas así como la conservación de
la diversidad genética in situ, estableciendo como metas que
para el 2021 se hayan elaborado e implementado al menos 15
planes de conservación de especies amenazadas y que se hayan
desarrollado al menos 10 programas de conservación in situ y
ex situ (Ministerio del Ambiente del Perú, 2014). La Estrategia
Nacional ante el cambio climático (Ministerio del Ambiente
del Perú, 2015) es otro de los documentos que releja el interés
del estado peruano en atender al cambio climático a partir de la
preocupación por sus efectos adversos en el ámbito nacional que
se observan en el retroceso glaciar y en el acceso a los recursos
hídricos asociados. La disponibilidad de agua también ha sido
asociada con el recurso para generación de energía hidroeléctrica,
así que deben realizarse estudios sobre las fuentes de agua y
considerar los efectos colaterales negativos para así generar
energía de forma eiciente y sostenible ambientalmente. Perú
alberga dentro de su territorio once sitios Ramsar, algunos de
ellos en las zonas bajas (Humedales del abanico del río Pastaza
y la reserva Nacional Pacaya-Samiria) y otros arriba de los 3000
m s.n.m. (Lagunas de Arreviatas, Reserva Nacional de Junín,
Humedal Lucre, Bofedales y laguna de Salinas, la laguna del
Indio y el Lago Titicaca).
3.5.6 Recomendaciones
El desarrollo económico no debe ir en contravía de la protección
y la conservación de los sistemas acuáticos. La participación de
los diversos sectores que conforman la sociedad en los procesos
de decisión y de la gestión de planes de exploración y explotación
de los recursos naturales, es vital para llegar a acuerdos para el
desarrollo económico y social. Así las cosas y en coherencia con
lo expresado en los anteriores párrafos, se hacen las siguientes
recomendaciones:
En Bolivia, la autoridad responsable de la formulación de las
políticas ambientales y de su gestión, es el Viceministerio de
Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos, el cual
depende del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas. La Ley de
Medio Ambiente No. 1333 de 1992 en su Artículo 1 establece “La
presente Ley tiene por objeto la protección y conservación del medio
ambiente y los recursos naturales, regulando las acciones del hombre
con relación a la naturaleza y promoviendo el desarrollo sostenible
con la inalidad de mejorar la calidad de vida de la población”.
El gobierno ratiicó el Convenio sobre la Diversidad Biológica
50
Aplicar las políticas nacionales de conservación y cumplir
con los compromisos internacionales para el manejo de las
áreas naturales y la conservación de la biodiversidad; debe
ser una prioridad para los países andinos. La mayor riqueza
con la que cuentan son sus recursos naturales.
Apoyar económica e institucionalmente el desarrollo de
investigaciones de amplia cobertura, en el tiempo y en el
espacio, dirigidas a conocer la composición de la ictiofauna
y las condiciones del medio acuático en el que habitan
dentro de las cuencas andinas. No delegar el conocimiento
de la ictiofauna a los reportes realizados por estudios
puntuales en el tiempo y en el espacio desarrollados por
empresas promotoras de los proyectos de infraestructura.
Este conocimiento es estratégico en la toma de decisiones
para lograr el desarrollo económico del país en consenso
con la conservación de los cuerpos de agua, fuente de vida
para la población humana.
Las políticas de los diferentes ministerios de los Gobiernos
deben estar articuladas de manera que se logre el desarrollo
de la sociedad en los países andinos, sin menoscabar la
conservación de los sistemas naturales y su biota.
Conformar una red andina de profesionales que promueva
el conocimiento y la conservación de la ictiofauna.
Involucrar dentro de esta red de conocimiento a los
pescadores artesanales, dueños de un saber obtenido desde
el ejercicio diario de su actividad pesquera. Esta red puede
ser un grupo de apoyo para las autoridades ambientales de
los países andinos que permita avanzar en la ordenación de
las cuencas y las decisiones de licenciamiento ambiental.
Utilizar la información sobre Áreas Clave para la
Biodiversidad de agua dulce provistas en este reporte
(Capítulo 7), para delimitar áreas de protección y manejo,
que incluyan dentro de su territorio la totalidad del área
de algunas cuencas estratégicas para la conservación de
la diversidad acuática. También, identiicar y delimitar
áreas para la producción de biomasa para los pescadores
artesanales e involucrar a la comunidad local dentro
del diseño e implementación de estas estrategias de
conservación.
Incorporar nuevos métodos de análisis para deinir la
efectividad de las áreas de conservación en términos de la
conservación de la ictiofauna.
Reconocer como bibliotecas de la diversidad íctica a las
áreas protegidas y sitios Ramsar actuales que involucren
redes hidrológicas y, delimitar nuevas áreas protegidas y
de conservación que incorporen en su totalidad a cuencas
de ríos que sean representativos de la diversidad de peces
andinos. Esto permitiría que, con el apoyo de instituciones
que realizan investigaciones y museos de historia natural,
se salvaguarde la diversidad genética de la transformación
inherente al modelo actual de desarrollo económico de la
sociedad humana.
Reconocer a los Museos de Historia Natural como una
fuente importante de información y como el acervo de
la riqueza de peces y, en consecuencia, fortalecerlos en
términos inancieros e institucionales, en el corto y largo
plazo, tanto para sus funciones de conservación ex situ
como para sus labores de investigación (más inventarios,
resoluciones taxonómicas de especies problemáticas).
Apoyar institucional y inancieramente iniciativas para
avanzar en el conocimiento de las condiciones de hábitat (p.
ej. condiciones de lujo y caudal) involucradas en las diferentes
estrategias de vida de la ictiofauna andina y su respuesta
ante los cambios en éstas condiciones. Esto permitirá tener
elementos para diseñar planes de compensación, mitigación
y restauración apropiadas y efectivas.
Aplicar las políticas ambientales nacionales y transnacionales
destinadas a la protección de sistemas acuáticos importantes
para los peces migratorios, así como destinar recursos para
recuperarlos y protegerlos.
Destinar recursos inancieros e institucionales para apoyar
las iniciativas de ordenación trasnacional para el uso de
especies altamente migratorias en procesos de gestión de
largo plazo.
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Agradecimientos
A los ictiólogos Mabel Maldonado, Carla Valverde, América
Zeballos, Paul Van Damme, Jaime Sarmiento, Pablo Argüello y
Juan Carlos Alonso por sus aportes a la construcción de las áreas
de distribución e identiicación de amenazas.
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Capítulo 4. Estado de conservación y
distribución de los moluscos de agua
dulce de los Andes Tropicales
Carlos A. Lasso1, Modesto Correoso2, Manuel Lopes-Lima3, Rina Ramírez4 y Marcelo F. Tognelli5
4.1
4.2
4.3
4.4
4.5
4.6
Generalidades de la malacofauna de los Andes Tropicales ...............................................................................................................57
Estado de conservación de los moluscos endémicos .........................................................................................................................58
Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................59
4.3.1 Riqueza de especies endémicas ..................................................................................................................................................59
4.3.2 Riqueza de especies amenazadas ................................................................................................................................................60
4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................60
Principales amenazas para los moluscos .............................................................................................................................................62
4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano .........................................................................................................................................62
4.4.2 Modiicación de sistemas naturales ...........................................................................................................................................62
4.4.3 Agricultura ...................................................................................................................................................................................63
4.4.4 Uso de los recursos biológicos....................................................................................................................................................64
Conclusiones y recomendaciones para la conservación ...................................................................................................................64
4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos .........................................................................................................................................64
4.5.2 Monitoreo ....................................................................................................................................................................................65
4.5.3 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................65
Referencias.............................................................................................................................................................................................65
de materia y energía de la columna de agua al bentos (Strayer
et al. 1999). Adicionalmente, muchas especies son “ingenieros
de ecosistemas” (Gutiérrez et al. 2003), no solo por el efecto
indirecto de su alimentación iltradora en el caso de los bivalvos
ya que incrementan la transparencia del agua y por tanto de la
vegetación acuática sumergida, sino que contribuyen a cambios
en los sedimentos (p. ej. oxígeno y materia orgánica disponible),
mediante la producción de conchas y aportan substrato para
otras especies (Vaughn y Hakenkamp 2001, Johnson et al. 2013,
Spooner et al. 2013).
4.1 Generalidades de la malacofauna
de los Andes Tropicales
Los moluscos de agua dulce están ampliamente distribuidos en
Suramérica y pueden ser muy abundantes en algunos hábitats
(Cummings et al. 2016, Pereira et al. 2014). La malacofauna
acuática continental de la región de los Andes Tropicales es
sin duda muy rica pero desconocida a la vez. La diversidad
isiográica, ecosistémica, altitudinal y la presencia de varias
vertientes o cuencas hidrográicas separadas por los ramales de
las cordilleras andinas y sus piedemontes entre otros factores,
explican en gran parte esta enorme riqueza y por supuesto, un
elevado nivel de endemismo.
Son a su vez, excelentes herramientas para la identiicación
y delimitación de humedales. Muchas especies pueden ser
utilizadas como bioindicadoras dada su extrema sensibilidad
(especialmente los estadios larvales) a la alteración del hábitat,
fragmentación, contaminación y cambios en los regímenes
de lujo de agua y estructura de las comunidades de peces
hospedadores (Geist 2010). Su nivel de endemismo es
Los moluscos acuáticos (caracoles y almejas, ostras de agua dulce
y mejillones de río), son un elemento clave en el lujo de energía
y en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos continentales. Sus
hábitos alimenticios del tipo iltrador permiten la transferencia
1
2
3
4
5
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.
Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE. Av. General Rumiñahui s/n. Sangolquí, Quito, Ecuador.
CIIMAR-Interdisciplinary Centre of Marine and Environmental Research. University of Porto, Portugal.
Museo de Historia Natural, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Apartado 14-0434, Lima-14, Perú.
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International.
2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA
57
importante, y juegan un papel clave en las comunidades acuáticas
al ser presas de peces de interés comercial, así como procesadores
de materia orgánica (algas, periiton, etc.) (Haag 2012, Longo
y Lasso 2014). Para el ser humano representan una fuente
de alimento (proteínas) especialmente en áreas remotas y en
particular para las comunidades indígenas. También representan
valor para el hombre como ornamento (conchas y perlas), iltran
y clariican el agua (Haag 2012).
la malacología de Ecuador, es lógico esperar que estas cifras
aumenten según se vayan llenando los vacíos de información y
los sesgos de muestreos en el país.
Para el Perú, de acuerdo al trabajo de Ramírez et al. (2003), se
reconocen 129 especies de moluscos dulceacuícolas, que incluyen
89 especies (69%) de gasterópodos y 40 especies de bivalvos
(31%). Entre los primeros destacan las familias Hydrobiidae
(26 sp.) y Ampullariidae (25 sp.) como las más diversas,
seguidas de Planorbidae (20 sp.), mientras que las diez familias
restantes no alcanzan las cuatro especies. Respecto a los bivalvos,
Mycetopodidae es la familia más rica (20 sp.), seguida por
Hyriidae (12 sp.), familias típicas de tierras bajas de la vertiente
oriental y amazónica. Las otras tres familias restantes no llegan a
las seis especies. El endemismo de este país es alto, con 36 especies
endémicas: 14 especies de hidróbidos, 6 especies de ampuláridos
y 9 especies de pulmonados en conjunto. Por último, de los
bivalvos se reconocen siete especies endémicas. Es necesario hacer
notar que en cuanto a la sistemática de las especies presentes en el
Perú, así como de los otros países de la región, la descripción de
prácticamente todas las especies está basada tan solo en la concha,
y los estudios anatómicos recientes están develando nuevas
especies dentro de las consideradas de amplia distribución, con
localidad tipo fuera de Perú (Ampuero, A. y Ramírez, R., datos
no publicados). Entre los moluscos de la Amazonia peruana, los
gasterópodos del género Pomacea son muy cotizados no sólo por
los pobladores nativos, sino también en las ciudades, donde hasta
se expenden en los mercados de abastos con el nombre común de
“churos” (Castro et al. 1976, Padilla et al. 2004); algunos bivalvos
también son consumidos como es el caso del “tumba cuchara”
(Anodontites trapesialis), en los departamentos de Loreto y San
Martín (Medina y Mendieta 1994).
Los moluscos también pueden actuar como vectores de parásitos
responsables de enfermedades de carácter zoonótico. Por
ejemplo, en zonas del litoral de Ecuador se han reportado casos
de meningitis eosinóila (causada por el parásito Angiostrongylus
cantonensis) por ingestión de moluscos nativos como Pomacea
lineata, e introducidos como P. canaliculata. La presencia
reciente de este parásito en Ecuador y el hallazgo parasitológico
en hospederos deinitivos e intermediarios constituye el primer
registro de infección natural de ratas con este parásito y la
descripción del primer foco natural en Ecuador y en Suramérica
(Muzzio 2011, Solorzano 2014, Correoso et al. 2015).
En Colombia se han reportado cerca de 60 especies (21 bivalvos y 40
gastrópodos) (Linares y Vera 2012), pero esta cifra probablemente
sea mucho mayor dados los vacíos de información y muestreos en
el país, así como problemas derivados de la complejidad de algunos
grupos, en particular de las especies crípticas. A nivel de cuencas,
la más rica en especies es la cuenca del Magdalena-Cauca (46 sp.),
seguida del Caribe (36 sp.), Orinoco (29 sp.), Amazonas (13 sp.) y
inalmente Pacíico (2 sp.), lo que obviamente es un claro ejemplo
de la falta de muestreo en esta última vertiente (Lasso y MoralesBetancourt 2014).
En Ecuador, los estudios e investigaciones de moluscos luviales
son aún insuicientes y la información existente permanece
desactualizada respecto a los países vecinos (Colombia y
Perú), aunque se considera que su biodiversidad es muy
afín desde el punto de vista biogeográico a estos dos países.
Históricamente, existen referencias antiguas que demuestran su
alta biodiversidad. Por ejemplo Jousseaume (1887) y Germain
(1910) de la Segunda Expedición Geodésica Francesa, reportan
tres familias de gasterópodos luviales: Ampullaridae, Melanidae
(= hiaridae) y Unionidae para Ecuador continental (acorde
a la sistemática de la época). Los reportes más relevantes de
este periodo son del género Pomacea (= Ampullaria) con
11 especies citadas. Más recientemente, en base a colectas y
referencias bibliográicas, Correoso (2002, 2008) reconoce
13 familias luviales, mayormente de la clase Gasterópoda y en
menor proporción de Pelecypoda (Bivalvia), destacándose la
gran diversidad de la familia Ampullaridae con más de veinte
especies de Pomacea nativas y una introducida P. canaliculata
(MAE 2011, Correoso 2011, Correoso et al. 2015). Estas cifras
de moluscos dulceacuícolas no representan la totalidad de
moluscos acuáticos ecuatorianos, sino que más bien muestran
el escaso conocimiento que se tiene de ellos, principalmente por
falta de colectas cientíicas sistemáticas de amplias áreas del país,
fundamentalmente en la zona amazónica u oriental y la costa,
y en los cuerpos de agua de la Sierra. Dadas las condiciones de
En el caso boliviano la información es sumamente escasa y
apenas se conocen unas pocas referencias sobre trabajos con
moluscos, especíicamente bivalvos (ver p. ej. Maldonado
y Goitia 1996, Ituarte 2007). Con ese precedente se revisó
el listado más actualizado y completo de los moluscos de
Suramérica (Simone 2006), de donde se pudo concluir que para
Bolivia hay al menos unas 30 especies de moluscos conirmadas,
pero esta cifra dista mucho de la realidad ya que hay muchas
especies de amplia distribución, por ejemplo en la Amazonia,
que probablemente estén presentes en Bolivia y que no han sido
registradas. No obstante, se reportan entonces con seguridad 24
especies de gasterópodos, con predominio de planórbidos (9
sp.) y ampuláridos (8 sp.). Le siguen los bivalvos con 6 especies
registradas.
4.2 Estado de conservación
En este estudio se evaluaron 34 especies de moluscos endémicos
de los Andes Tropicales, de las cuales ocho son bivalvos y 26
gasterópodos. Del total de especies evaluadas, seis se encuentran
en alguna de las categorías de amenaza (VU, EN, CR), 1 Casi
Amenazada (NT), 7 en Preocupación Menor (LC) y 21 en la
categoría de Datos Insuicientes (DD) (Figura 4.1). Entre las
58
especies amenazadas y Casi Amenazadas, dos estarían en Peligro
Crítico (CR), incluyendo un bivalvo y un gasterópodo; tres serían
vulnerables (VU), incluyendo un bivalvo y dos gasterópodos y una
especie de gasterópodo como Casi Amenazada (NT) (Tabla 4.1).
Ninguna especie fue incluida en la categoría En Peligro (EN).
Las especies amenazadas fueron un bivalvo, la ostra del río
Magdalena (Acostaea rivolii) y un gasterópodo (Pomacea
ocanensis) ambas caliicadas como En Peligro Crítico (CR)
y distribuidas en la cuenca del Magdalena-Cauca (A. rivolii) y
Catatumbo (P. ocanensis), río que drena inalmente al Lago de
Maracaibo en Venezuela. No obstante, no se puede descartar que
P. ocanensis esté presente también en la cuenca del Magadalena
dado los problemas inherentes a la localidad tipo. Tres especies,
que incluyen a la almeja del río Sinú (Diplodontites olssoni) y
dos caracoles (Pomacea palmeri y Pomacea quinindensis), del
Magdalena-Cauca y Pacíico, respectivamente, se clasiicaron
como Vulnerables (VU). Hay una especie de caracol considerada
como Casi Amenazada (NT) (Pomacea expansa), de la vertiente
Pacíica ecuatoriana (Tabla 4.1).
Figura 4.1 Número de especies de moluscos endémicos
de los Andes Tropicales en cada una de las categorías de
la Lista Roja de la UICN. CR: En Peligro Crítico; VU:
Vulnerable; NT: Casi Amenazada; LC: Preocupación
Menor; DD: Datos Insuicientes.
Siete especies fueron categorizadas como Preocupación Menor
(LC), incluyendo cinco bivalvos (Castalia ecarinata, Anodontites
colombiensis, Diplodontites cookei, Diplodontites pilsbryana
y Pisidium iquito) y dos gastrópodos (Pomacea aldersoni y
Lithococcus multicarinatus). Por último, 21 especies, incluyendo
un bivalvo (Sphaerium aequatoriale) y 20 especies de gastrópodos,
fueron caliicadas como Datos Insuicientes (DD).
La ostra del río Magdalena (Acostaea rivolii) está En Peligro Crítico
ya que ha sido extirpada de la mayor parte de su distribución
original. Foto: © Jorge García.
4.3 Patrones de riqueza de especies
4.3.1 Riqueza de especies endémicas
De las 34 especies endémicas de los Andes Tropicales evaluadas,
15 se distribuyen en Colombia (con 3 especies compartidas con
Ecuador, 1 con Perú y 1 con ambos países), 13 se distribuyen en
Ecuador (con 1 especie compartida con Perú), 11 en Perú y una
especie en Bolivia. Los países con mayor nivel de endemismo
son Colombia y Ecuador con 10 y 9 especies endémicas
Tabla 4.1 Especies de moluscos de agua dulce endémicas de los Andes Tropicales Amenazadas (CR y VU) y Casi
Amenazadas (NT).
Distribución
Categoría
UICN de la
Lista Roja
Acostaea rivolii
Colombia
CR
Ampullariidae
Pomacea ocanensis
Colombia
CR
Mycetopodidae
Diplodontites olssoni
Colombia
VU
Ampullariidae
Pomacea palmeri
Colombia
VU
Ampullariidae
Pomacea quinindensis
Ecuador
VU
Ampullariidae
Pomacea expansa
Ecuador
NT
Familia
Nombre cientíico
Etheriidae
59
respectivamente, lo que corresponde al 55% del total de especies
evaluadas. Le siguen Perú con 8 especies (24%) y Bolivia con una
sola especie endémica.
de la cuenca del río Magdalena, en la cuenca del Catatumbo
(Maracaibo), en la cuenca del río Sinú en Colombia y en la
cuenca del río Esmeraldas en Ecuador (Figura 4.3).
Del total de especies evaluadas, solo se pudieron generar mapas
de distribución para 29 especies (i.e. no se tiene suiciente
información sobre la distribución de 5 especies). El patrón de
distribución de riqueza de especies endémicas muestra una mayor
concentración en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en
Colombia y del río Marañón en Perú (Figura 4.2).
4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes
Más del 50% de las especies evaluadas de moluscos de agua
dulce endémicos de los Andes Tropicales no tienen información
suiciente para aplicar los criterios de la Lista Roja (asignadas a la
categoría de Datos Insuicientes = DD). La mayor concentración
de especies con Datos Insuicientes se encuentra en la parte alta
de la cuenca del río Cauca en Colombia y en el río Marañón en
Perú (Figura 4.4). Cabe resaltar que las 5 especies para las cuales
no se pudieron generar mapas de distribución se encuentran
también en la categoría de Datos Insuicientes.
4.3.2 Riqueza de especies amenazadas
Las especies clasiicadas en categorías de amenaza (VU y CR) se
encuentran principalmente distribuidas en la parte alta y media
Figura 4.2 Distribución
por cuenca de la especies
de moluscos de agua dulce
endémicos de los Andes
Tropicales.
60
Figura 4.3 Distribución
por cuenca de la especies
de moluscos de agua dulce
amenazados de los Andes
Tropicales.
El río Opia en Colombia es la única cuenca donde todavía se encuentra la ostra Acostaea rivolii (CR). Foto: © Gladys Reinoso
61
Figura 4.4 Distribución
por cuenca de las especies
de moluscos de agua dulce
de los Andes Tropicales
en la categoría de Datos
Insuicientes.
Las principales amenazas que impactan a los moluscos de agua
dulce amenazados y Casi Amenazados (NT) de los Andes
Tropicales son, en orden decreciente, la contaminación del medio
acuático, la modiicación de los cuerpos de agua, la agricultura,
el desarrollo urbano y comercial acelerado y mal planiicado, y
por último, la extracción desmedida de los recursos (sobrepesca)
(Figura 4.5). Estas amenazas podrían estar interrelacionadas e
incluso actuar de manera sinérgica.
comercial trae consigo una degradación e incluso pérdida total del
hábitat. La agricultura, especialmente los arrozales, y en algunas
ocasiones las actividades pecuarias, además de transformar
totalmente el paisaje, generan contaminación por el uso de
agroquímicos. En ciertos casos es común el uso de molusquicidas.
Por ejemplo, en Ecuador a partir del 2008, se empezó a aplicar
una fumigación intensiva con pesticidas usuales y molusquicidas
para intentar controlar las poblaciones del caracol introducido
Pomacea canaliculata, que ya representa una plaga en la costa del
país, y que está afectando en gran medida a los moluscos nativos y
al resto de la fauna acuática (Correoso et al. 2015).
4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano
4.4.2 Modiicación de sistemas naturales
Las principales fuentes de contaminación acuática para los
moluscos son los vertidos de aguas residuales domésticas y
urbanas y los eluentes agrícolas y forestales. El desarrollo urbano y
Las modiicaciones de los sistemas naturales tienen que ver
principalmente con el uso y manejo de los ecosistemas acuáticos
en la región. La alteración de los cuerpos de agua incluye varias
4.4 Principales amenazas para
los moluscos
62
Figura 4.5 Principales
amenazas que afectan a las
especies de moluscos de agua
dulce amenazados y Casi
Amenazados (NT) de los Andes
Tropicales.
actividades como la construcción de represas, trasvases de
cuencas, canalización, regulación de caudales, sustracción de agua
para riego e incluso desecación de humedales. Muchas de estas
actividades están relacionadas con el uso de agua para agricultura
y ganadería. Finalmente, el resultado de estas modiicaciones
trae consigo la modiicación, alteración e incluso la remoción
del fondo o sustrato de los cuerpos de agua. De esta manera, los
moluscos al ser especies bentónicas y iltradoras y/o raspadoras,
son mucho más vulnerables frente a estos impactos.
4.4.3 Agricultura
Una de las principales actividades agrícolas que afectan a los
moluscos de agua dulce en la región son los cultivos de arroz.
Estos, no solo representan la conversión del hábitat natural, sino
que también requieren de mucha agua y, como se mencionó
anteriormente, demandan del uso de varios agroquímicos (ej.
fertilizantes y plaguicidas).
Contaminación por vertimiento de eluentes en el río Frío, Colombia. Foto: © Mario Suarez.
63
Las construcciones de diques en el río Opia afectan a la ostra Acostaea rivolii (CR). Foto: © Gladys Reinoso.
4.5 Conclusiones y recomendaciones
para la conservación
4.4.4 Uso de los recursos biológicos
Algunas especies de moluscos, en particular los caracoles del
género Pomacea, son objeto de extracción, que los ha llevado a
niveles de sobrepesca en sitios puntuales. Por ejemplo, en algunas
regiones de Ecuador, particularmente en las provincias de
Pastaza, Orellana y Napo, algunas especies de pomáceas suelen
ser usadas por las comunidades nativas como fuente de alimento.
En Colombia, la ostra del río Opia (Acostaea rivolii) también
es objeto de pesca artesanal para consumo humano (LópezDelgado et al. 2009). En el Perú son consumidos diversas especies
de Pomacea y al menos una de bivalvo (Anodontites trapesialis).
4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos
Teniendo en cuenta que más de la mitad de las especies evaluadas
en este estudio fueron categorizadas como Datos Insuicientes
(DD), la primera conclusión que emerge de este análisis es la
necesidad de contar con más información sobre la distribución
y ecología de los moluscos en los Andes Tropicales. También las
estrategias de historias de vida y la isiología básica de las especies,
incluyendo ciclos reproductivos, crecimiento y madurez sexual,
deben ser investigadas para un manejo y conservación más
efectiva. Por ejemplo, conocer sobre los peces hospedadores
claves para la reproducción de especies de las familias Hyriidae
y Mulleriidae, así como otros aspectos como la capacidad de
dispersión y resistencia a la desecación de los gasterópodos.
Las amenazas arriba mencionadas también han creado las
condiciones propicias para el establecimiento de especies
introducidas (exóticas y trasplantadas) que en algunos casos se
han convertido en invasoras. En Colombia se han reportado tres
especies introducidas: Tarebia granifera, Melanoides tuberculata
y Corbicula luminea (Gutiérrez et al. 2012). En Ecuador se han
reportado Melanoides tuberculata, Corbicula luminea y Pomacea
canaliculata (Correoso 2008). En el Perú Melanoides tuberculata
ha invadido los ríos de la costa y al presente se encuentra también
en algunas partes de la Amazonia (Ramírez et al. 2003, Pino et
al. 2010).
Muchos de los registros corresponden únicamente a referencias
bibliográicas muy antiguas y no hay recolecciones recientes, por
lo que se recomienda realizar inventarios exhaustivos (trabajo
de campo) en la región, a in de actualizar la información. De
la misma forma, es necesario adelantar trabajos de índole
taxonómico dado el desconocimiento o la complejidad de
64
Plantaciones de arroz y ganadería en la cuenca del río Sinú, Colombia. Foto: © Carlos A. Lasso.
algunos grupos (ej. caracoles del género Pomacea, varios bivalvos
y micromoluscos en general).
(Pisidium iquito) se encontraría en un área protegida en Perú.
Ninguna de las especies identiicadas como amenazadas o Casi
Amenazadas estaría presente en áreas protegidas. Estos vacíos de
conservación podrían deberse a la falta de información sobre la
distribución de las especies, o bien a que efectivamente el grado
de protección de los moluscos de agua dulce es actualmente
muy bajo. Por lo tanto, es de vital importancia que se generen
planes para la conservación de las especies amenazadas, ya sea a
través de la creación de nuevas áreas protegidas o de convenios
con propietarios privados. En la actualidad solo la ostra del río
Magdalena (A. rivolii) cuenta con un plan de acción en Colombia
(López-Delgado et al. 2009), el cual a pesar de su formulación
parece no haber sido tan efectivo para la conservación de la
especie (Villa-Navarro com. pers.).
4.5.2 Monitoreo
En la actualidad, solamente una de las especies de moluscos
evaluados, el bivalvo Acostaea rivolii (CR), tiene una propuesta
de monitoreo de sus poblaciones (López-Delgado et al. 2009).
Por lo tanto, es de suma importancia que este tipo de trabajos
se realicen para las otras especies que se han identiicado como
amenazadas o Casi Amenazadas en este reporte.
Sería importante también monitorear las poblaciones y
ampliación de las distribuciones de las especies de moluscos
introducidas, así como también el impacto sobre las especies
nativas (ver Gutiérrez et al. 2012 para mayor detalle).
La conservación de este grupo de organismos debe verse de manera
integral con otros grupos biológicos como por ejemplo los peces,
ya que muchas de las amenazas son prácticamente las mismas.
Más aún, en el caso de los bivalvos su dispersión depende en gran
medida de los peces como agentes de dispersión o vectores.
4.5.3 Áreas Protegidas
La mayoría de las áreas protegidas han sido establecidas en áreas
privadas, en paisajes con valor escénico o han sido deinidas con
base a especies carismáticas de aves o mamíferos, y han dejado
de lado las especies de agua dulce (Darwall et al. 2011). Por ello,
no es una sorpresa que de las 34 especies evaluadas, tan solo una
4.6 Referencias
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66
Capítulo 5. Estado de conservación de
las libélulas de los Andes Tropicales
Cornelio Andrés Bota-Sierra1, Bill Maufray2, Fredy Palacino-Rodríguez3, 4, Joachim Hofmann5, Kenneth
Tennessen6, Leonardo Rache7 y Marcelo F. Tognelli8
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
5.6
1
2
3
4
5
6
7
8
Revisión de las libélulas en la región ...................................................................................................................................................68
5.1.1 Breve historia del estudio de las libélulas en la región .............................................................................................................68
5.1.2 Diversidad de las libélulas en el área de estudio .......................................................................................................................70
5.1.3 Libélulas endémicas ....................................................................................................................................................................70
5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información ....................................................................................72
Estado de conservación de las libélulas endémicas............................................................................................................................72
5.2.1 Especies En Peligro Crítico ........................................................................................................................................................74
5.2.2 Especies En Peligro......................................................................................................................................................................74
5.2.3 Especies Vulnerables ...................................................................................................................................................................75
5.2.4 Especies Casi Amenazadas ............................................................................................................................................................... 76
5.2.5 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................76
Patrones geográicos de riqueza de especies .......................................................................................................................................77
5.3.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................77
5.3.2 Especies de distribución restringida ..........................................................................................................................................78
5.3.3 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................78
5.3.4 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................78
Principales amenazas para las libélulas ...............................................................................................................................................78
5.4.1 Uso de recursos biológicos .........................................................................................................................................................79
5.4.2 Minería y producción de energía ...............................................................................................................................................80
5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales ........................................................................................................................................82
5.4.4 Especies invasoras y problemáticas ............................................................................................................................................82
5.4.5 Desarrollo residencial y comercial .............................................................................................................................................82
5.4.6 Contaminación............................................................................................................................................................................83
5.4.7 Cambio climático y clima severo ...............................................................................................................................................83
5.4.8 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................84
Conclusiones y recomendaciones para la conservación ...................................................................................................................84
5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos .........................................................................................................................................84
5.5.2 Monitoreo ....................................................................................................................................................................................84
5.5.3 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................84
Referencias.............................................................................................................................................................................................85
Grupo de Entomología, Universidad de Antioquia (GEUA), Medellín, Colombia. Email: corneliobota@gmail.com.
International Odonata Research Institute, Gainesville, Estados Unidos de América.
Grupo de Investigación en Biología (GRIB), Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia.
Laboratorio de Artrópodos del Centro Internacional de Física, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
Instituto para el Estudio de Ecología del Paisaje y Análisis de Datos (alauda), Hamburgo, Alemania.
Florida State Collection of Arthropods, Gainesville, Estados Unidos de América.
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.
67
y los norteamericanos Philip Calvert, los primos Edward Bruce
y Jesse H. Williamson y Clarence Kennedy, quienes continuaron
la tarea taxonómica basándose principalmente en colecciones
de museo (Donnelly 1998). Sin embargo, las exploraciones
realizadas directamente por odonatólogos aumentaron,
destacándose los viajes de los naturalistas Philip Calvert y los
primos Williamson (Calvert y Calvert 1917, Williamson 1918).
Después de la segunda mitad del siglo XX, odonatólogos como
Sidney Dunkle, Oliver Flint, Jerry Louton, Dennis Paulson,
Rosser Garrison, Ken Tennessen, Bill Maufray, Jerrell Daigle,
Natalia von Ellenrieder, Joachim Hofmann y otros más, viajaron
a la región. Empezaron a aparecer más publicaciones sobre
ecología e historia natural aunque aún el tema principal en la
mayoría de publicaciones sobre la región era la descripción de
especies.
5.1 Revisión de las libélulas en la región
La región evaluada en este trabajo bajo el nombre Andes
Tropicales responde a la delimitación creada por la fundación
inanciadora MacArthur. Esta área no incluye a Venezuela,
pero incorpora toda la región andina, amazónica y el Chocó
biogeográico en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Macho de Teinopodagrion croizati (Megapodagrionidae), especie
endémica de la vertiente Pacíico de los Andes en Colombia y Ecuador.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Macho maduro de Erythrodiplax umbrata (Libellulidae), una de las
primeras especies descritas en la región por Linnaeus en 1758.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
5.1.1. Breve historia del estudio de las libélulas
en la región
En Bolivia hubo dos recolectores durante el siglo XX,
el naturalista alemán Jose Steinbach, quien recolectó
principalmente en las provincias de Santa Cruz y Cochabamba
desde su arribo al país en 1904 hasta su muerte en 1930
(Vegter 1986). Luego, el norteamericano Robert Cummings
recolectó en el área de Buena Vista en 1959 y 1960; la mayoría
de sus colecciones se encuentran depositadas en la Colección de
Artrópodos de la Universidad de Florida (FSCA en Gainesville),
donde han sido debidamente curadas, pero es poco lo que se
ha publicado. Entre 1998 y 2003, un grupo de odonatólogos
norteamericanos encabezados por Ken Tennessen hicieron
cinco expediciones para explorar la fauna de ese país. Entre los
integrantes estuvieron Bill Maufray, Steve Valley, Jim Johnson y
Jerrell Daigle. En 2010 la colombiana Vanessa Amaya junto con
la boliviana Julieta Ledezma publicaron el listado de Anisoptera
del Museo de Historia Natural Noel Kempf Mercado (Santa
Cruz De La Sierra), registrando 149 especies para el país (Amaya
y Ledezma 2010). No se conoce ningún boliviano dedicado al
estudio de las libélulas.
En esta región las primeras especies de libélulas fueron descritas
por Linnaeus (sueco) y Fabricius (danés) en el siglo XVIII, sin
embargo, la verdadera exploración solo empezó hasta la segunda
mitad del siglo XIX, cuando diferentes casas comerciales en
Europa y Estados Unidos como Staudinger & Bang-Haas,
Cosmos & Co. y Rolle enviaban recolectores a América del Sur
en busca de insectos (Ris 1918, Hofmann 2009), principalmente
mariposas y escarabajos. Aparte de estas empresas también hubo
varios recolectores comerciales como John Hauxwell, Antone
Fassl, Feliks Woytkowski y otros más. El Barón Edmond Selys
de Longchamps (belga) compró varias de estas colecciones y
empezó su descripción sistemática, sentando las bases para la
odonatología moderna con la ayuda de varios colegas. Entre
ellos, se destacó Hermann A. Hagen (alemán), quien a inales del
siglo XIX se estableció en Cambridge (Massachusetts) y fundó
la escuela odonatológica norteamericana (Donnelly 1997)
que trajo consigo una enriquecedora serie de intercambios,
viajes e investigaciones a la región. Durante la primera mitad
del siglo XX algunos de los investigadores que más aportaron
al conocimiento de las libélulas en esta región fueron el suizo
Friedrich Ris, el británico John Cowley, el alemán Erich Schmidt
En Colombia se destacan la expedición hecha por los primos
Edward y Jesse Williamson entre diciembre de 1916 y febrero de
1917, quienes se internaron desde el Caribe hacia el centro del
país a través el río Magdalena y recolectaron 8553 especímenes
68
que llevaron al Museo de Historia Natural de la Universidad
de Michigan (Williamson 1918). Además, las colecciones
realizadas por Antone Fassl (lepidopterólogo) quien entre 1908
y 1911 atravesó el país realizando colectas desde el puerto de
Buenaventura en el Pacíico, pasando por las tres ramas de los
Andes y sus valles interandinos hasta llegar a la Orinoquia (Ris
1918). Estas colecciones llegaron a manos de Friedrich Ris y
en su mayoría se encuentran en el Museo de Historia Natural
de Frankfurt. Estas dos expediciones fueron la base para la
descripción de la odonatofauna colombiana. El primer estudio
de libélulas realizado por un residente fue el del Hermano
Lasallista Apolinar María (francés), quien en 1938 gracias a la
ayuda del español Longinos Navás publicó el primer catálogo de
Odonata para Colombia (María 1938). Desafortunadamente
la colección base para este trabajo fue incinerada durante los
violentos sucesos políticos en 1948, retrasando el estudio del
orden en el país casi 40 años. En la década de 1980 se retomó el
estudio de las libélulas en el país a través de sus larvas (Arango y
Roldán 1983) y la descripción de nuevas especies (Cruz 1986).
En el siglo XXI se crea el Grupo Colombiano de Odonatología
(GCO), compuesto por un grupo de diez estudiantes, asesorados
principalmente por investigadores en el exterior como Natalia
von Ellenrieder (argentina), Jurg De Marmels (suizo), Rodolfo
Novelo (mexicano), Rosser Garrison (norteamericano), entre
otros. Diversos estudios han surgido desde la creación del grupo,
principalmente enfocados en conocer la biodiversidad del país,
aunque también empiezan a hacerse estudios en conservación,
ecología y evolución.
hallazgos de más de 20 años de trabajo de campo. Durante las
décadas de 1930 y 1940 (siglo XX), las expediciones de ClarkeMcIntyre proveniente de la Universidad de Michigan produjeron
la mayoría del conocimiento sobre la región del alto río Napo y
a partir de este material se describieron un sinnúmero de nuevas
especies en los siguientes 50 años. En las décadas de 1970 y 1980,
hay una ola de expediciones de investigadores norteamericanos
entre los que se destacaron Minter Westfall Jr., Sidney Dunkle,
Ken Tennessen, Ken Knopf, Dennis Paulson y Peter Drummond
III, principalmente en el área de Limoncocha. Una segunda
ola empezó en la década de los 1990, en ella se destacaron Bill
Maufray, Ken Tennessen, Rosser Garrison, Jim Johnson, Jerrel
Daigle, Bill Haber y David Wagner. El material recolectado por
estos investigadores se encuentra depositado en colecciones
norteamericanas, y a partir de éste se han descrito una gran
cantidad de nuevas especies y se han compilado los registros que
hacen posible esta evaluación.
Macho de Euthore fassli (Polythoridae), especie endémica de la
Cordillera Occidental en Colombia, descrita en reconocimiento al
explorador alemán Antone Fassl por Ris en 1918. Foto: © Cornelio
Bota-Sierra.
Pareja en cópula de Lestes jerrelli (Lestidae), una especie presente en
Colombia, Ecuador y Perú, cuya descripción ejempliica los resultados
de las exploraciones en Ecuador. La etimología escrita por Tennessen
en su descripción indica que la especie fue nombrada en honor a Jerrell
J. Daigle en reconocimiento a sus aportes a la odonatología en el Nuevo
Mundo y por su entusiasmo para estudiar las libélulas. Foto: © Cintia
Moreno-Arias.
En Ecuador los primeros registros fueron provistos por
McLachlan entre 1869 y 1888. Al empezar el siglo XX, Currie
publicó los resultados de su expedición a Galápagos, seguidos
rápidamente por las publicaciones de Philip Calvert sobre la
fauna Neotropical entre 1906 y 1909. El naturalista ecuatoriano
Francisco Campos es considerado el padre de la odonatología
ecuatoriana y publicó la primera lista de especies para el país
en 1922 y continúo trabajando sobre ésta en 1925 y 1927,
incluyendo los reportes de la literatura de la época y sus propios
En Perú se recolectaron insectos entrando por la zona oeste
del país, abarcando hasta el Amazonas y sus aluentes. Las
primeras muestras odonatológicas de tales viajes fueron las que
reporta Henry Walter Bates, quien recolectó desde 1848 hasta
1859. Debido al aumento del interés en estudiar la lora y fauna
en el propio país y la instalación de instituciones de historia
69
natural, se organizaron a comienzos del siglo XX desde Lima
un número creciente de expediciones. Hasta mediados del siglo
XX, seguían siendo europeos la mayoría de los coleccionistas
y de los investigadores de la naturaleza en Perú. En 1933 el
inglés John Cowley, recopiló el primer listado de libélulas del
Perú pero no fue publicado. En 1942 El alemán Erich Schmidt
publicó el primer catálogo de especies para el país, que fue
completado por el letón Janis Rácenis en 1959. Numerosos
investigadores norteamericanos y europeos han participado
activamente durante el último siglo en la exploración de la
odonatofauna peruana; en la actualidad se destacan los estudios
del alemán Joachim Hofmann, el holandés Tim Faasen y los
norteamericanos Dennis Paulson y Rosser Garrison, entre otros.
En los últimos 15 años la mayoría de estudios en el norte de
los Andes son taxonómicos (p. ej. Paulson 2003, De Marmels
2006, Garrison 2007, Hofmann 2009, Palacino-Rodríguez
2009, Amaya-Vallejo y Novelo Gutiérrez 2012, Daigle 2014), en
algunos casos se incluyen aspectos de historia natural (p. ej. De
Marmels 2007, Pérez-Gutiérrez 2007, von Ellenrieder y Garrison
2008, Tennessen y Johnson 2010, Pérez-Gutierréz 2012, BotaSierra y Wolf 2013, Rache et al. 2013, Bota-Sierra 2014a, Kondo
et al. 2015) y en algunos se incluyen análisis ilogenéticos y/o
biogeográicos (p. ej. De Marmels 2001, von Ellenrieder 2003,
Palacino-Rodríguez et al. 2014). También hay algunos estudios
comparativos en morfología y ecología, principalmente de tipos
de hábitat (p. ej. Altamiranda et al. 2012, Palacino-Rodríguez
et al. 2015), ciclos de vida (p. ej. Velásquez et al. 2009, Casallas
et al. 2012), y un par de estudios de dinámica de poblaciones
(Sánchez y Realpe 2010, Altamiranda-S. y Ortega-M. 2012,
Palacino-Rodríguez et al. 2012). En conservación se ha trabajado
en construcción de listas rojas (Paulson 2004, Paulson y von
Ellenrieder 2009). Además, se han empezado a hacer estudios
usando técnicas moleculares o morfométricas para responder
preguntas evolutivas (p. ej. Sánchez et al. 2010, Sánchez et al.
2015, Suárez-Tovar y Sarmiento 2016).
Hembra juvenil de Mesamphiagrion gaudiimontanum
(Coenagrionidae), especie endémica del norte de la Cordillera Central
en Colombia, una de las especies descrita en los últimos años. Foto: ©
Cornelio Bota-Sierra.
5.1.2 Diversidad de las libélulas en
el área de estudio
En esta región se han reportado 838 especies, agrupadas en
16 familias (Figura 5.1), de acuerdo con las clasiicaciones
propuestas por Ware et al. (2007) y Dijkstra et al. (2013). Esta
cifra constituye aproximadamente el 15% de la fauna global, lo
cual probablemente aumentará en los próximos años debido al
incremento en la investigación en esta área.
El país con mayor cantidad de especies registradas es Perú con
553, seguido de Ecuador 408, Colombia 389 y Bolivia 346
(Tabla 5.1). Al relacionar estos datos con el área de cada país,
Ecuador tiene aproximadamente un cuarto del área de los otros
y sin embargo es el segundo con mayor cantidad de registros,
lo que en gran medida se puede deber al mayor esfuerzo de
muestreo realizado allí (Tabla 5.1). Así mismo se puede explicar
la gran diferencia de Perú con Colombia y Bolivia, países que
tienen áreas similares.
5.1.3 Libélulas endémicas
En la región se registran 216 especies endémicas (25.8% de las
especies de la región). Por países, Perú con 57 especies es el que
Figura 5.1 Número total de especies
y de especies endémicas por familia
en los Andes Tropicales.
70
tiene mayor número de especies endémicas y Bolivia con 13
el menor, lo que coincide con las riquezas reportadas (Tabla
5.1). Sin embargo, resalta que Colombia es el país con mayor
porcentaje de especies endémicas (12.1%) lo cual muestra la
riqueza potencial de este país que hasta hace algunos años era
considerado terra incognita (Paulson 2004). La cantidad de
endemismos por unidad de área muestra a Ecuador como el país
con mayor densidad de especies endémicas en la región, casi
cuatro veces más que los otros países. La cantidad de especies
endémicas registradas para Bolivia es comparativamente baja, lo
cual se debe en parte a la gran cantidad de especies compartidas
con Perú (15 especies) y al escaso muestreo realizado en este país
(Tabla 5.1).
Macho de Progomphus pygmaeus, especie perteneciente a la familia
Gomphidae, la representante del suborden Epiprocta con mayor aporte
de especies endémicas. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Macho de Mesagrion leucorrhinum (incerta sedis). Esta especie endémica
de Colombia, es uno de los seis representantes del grupo monoilético
Heteropodagrion, distribuido desde Ecuador hasta Panamá y cuya
taxonomía aún no es clara. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Macho de Gomphomacromia fallax (Synthemistidae), especie con
distribución en los Andes desde Bolivia hasta Colombia. Foto: ©
Cornelio Bota-Sierra.
La familia Coenagrionidae se destaca por ser la que presenta el
mayor número de especies endémicas, con 76 representantes
aporta el 35.2% de especies endémicas en el área de estudio. Las
familias Philogeniidae y el grupo monoilético Heteropodagrion,
cuyo estatus taxonómico aún no es claro por lo que aparece como
Incerta sedis (Dijkstra et al. 2013), son grupos cuyas especies
cuentan con distribuciones restringidas y están fuertemente
ligadas al área de estudio por lo que la proporción de especies
endémicas sobre el número de registros de especies en el área
es muy alto, 88.4% (23 endémicas / 26 totales) y 83.3% (5
endémicas /6 totales) respectivamente (Figura 5.1).
En cuanto a la distribución por taxa, el suborden Epiprocta,
cuyos integrantes son comúnmente llamados libélulas, aporta
el 43.6% del total de las especies presentes en la región. Sin
embargo, solo el 17.5% de las especies endémicas pertenecen a
este linaje. Las familias con mayor número y/o proporción de
endemismos son las del suborden Zygoptera cuyos integrantes
son comúnmente llamados caballitos del diablo, con el 56.4% de
especies registradas en el área y el 82.5% de especies endémicas.
Tabla 5.1 Especies endémicas por país en los Andes Tropicales.
País
Endémicas
Total
% especies endémicas
Área (millones de km2)
Endémicas/área (km2) x 100 000
Bolivia
13
349
3.72
1.099
1.18
Colombia
46
389
12.08
1.142
4.02
Ecuador
46
409
11.24
0.283
15.51
Perú
52
553
9.40
1.285
4.04
71
siguientes publicaciones: Machado (2009), Bota-Sierra et
al. (2010), Rojas-Riaño (2011), Pérez-Gutiérrez y MontesFontalvo (2011), Bota-Sierra (2012), Pérez-Gutiérrez
(2012), Bota-Sierra y Wolf (2013), Rache et al. (2013), BotaSierra (2014a, b), Bota-Sierra et al. (2015). La lista de Perú
se enriqueció al combinar las bases de datos del Instituto
Internacional para la Investigación en Odonata (IORI) con
las de los investigadores Dennis Paulson, Joachim Hofmann,
Rosser Garrison y Natalia von Ellenrieder. Esto ha permitido
la actualización del listado de especies para la región (Tabla
5.2). Estos números cambiarán en un futuro cercano debido al
interés creciente en este grupo de insectos y al reconocimiento
de nuevas especies por parte de los especialistas.
5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y
coniabilidad de la información
Colombia y Perú cuentan con listas de especies nacionales
publicadas en revistas cientíicas (Hofmann 2009, PérezGutíerrez y Palacino-Rodríguez 2011). En Ecuador se conocen
múltiples trabajos que están siendo compilados y actualizados
con los datos adquiridos durante las expediciones de los últimos
años por Bill Maufray y Ken Tennessen. En Bolivia hay menos
información disponible pero Ken Tennessen se encuentra
compilándola (Tabla 5.2).
Durante la elaboración de este trabajo se revisaron y añadieron
a la lista del 2011 para Colombia, datos provenientes de las
Tabla 5.2 Disponibilidad de los datos por país.
País
Especies conocidas sin describir
Total (endémicas y amplia distribución)*
Última lista
Bolivia
6*
349*
146a
Colombia
15*
389*
335b
Ecuador
30*
409*
133c
Perú
40-60*
553*
481d
*Datos de: Bolivia,Tennessen (sin publicar); Colombia, Bota-Sierra (sin publicar); Ecuador, Maufray y Tennessen (sin publicar); Perú, Hofmann y
Paulson (sin publicar). aAmaya y Ledezma (2010). bPérez-Gutiérrez y Palacino-Rodríguez (2011). cCampos (1922, 1925). dHofmann (2009).
Entre las 138 restantes, 21 especies (15.2%) se encuentran dentro
de alguna de las categorías de amenaza: En Peligro Crítico (CR),
En Peligro (EN) o Vulnerable (VU), además de otras cinco
especies (3.6%) consideradas Casi Amenazadas (NT) (Figura
5.2 Estado de conservación de las
libélulas endémicas
De los endemismos reportados, siete son especies compartidas
por los cuatro países, diez son compartidas por tres de ellos, 42
por dos y el resto, 157 especies solo se encuentran en alguno de
los países (Tabla 5.1).
Figura 5.2 Número de especies de Odonata endémicas de
los Andes Tropicales en cada una de las categorías de la Lista
Roja de la UICN. CR: En Peligro Crítico; EN: En Peligro;
VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada; LC: Preocupación
Menor; DD: Datos Insuicientes.
De las 216 especies evaluadas, 78 entraron en la categoría de
Datos Insuicientes (DD); un porcentaje relativamente alto
del total de especies evaluadas (36%), lo que releja el escaso
conocimiento de una gran parte de las libélulas de la región.
Hetaerina aurora, especie endémica de la región, reportada desde Perú
hasta Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
72
Tabla 5.3 Especies de Odonata endémicas de los Andes Tropicales en las siguientes categorías: CR: En Peligro Crítico; EN:
En Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada.
Familia
Nombre cientíico
Categoría UICN de la Lista Roja
Coenagrionidae
Metaleptobasis gibbosa
CR
Megapodagrionidae
Heteragrion peregrinum
CR
Perilestidae
Perissolestes remus
CR
Platystictidae
Palaemnema croceicauda
CR
Platystictidae
Palaemnema edmondi
CR
Aeshnidae
Rhionaeschna caligo
EN
Coenagrionidae
Acanthagrion williamsoni
EN
Coenagrionidae
Drepanoneura donnellyi
EN
Coenagrionidae
Mesamphiagrion demarmelsi
EN
Coenagrionidae
Mesamphiagrion gaudiimontanum
EN
Coenagrionidae
Mesamphiagrion nataliae
EN
Coenagrionidae
Mesamphiagrion santainense
EN
Coenagrionidae
Telebasis lammeola
EN
Megapodagrionidae
Heteragrion calendulum
EN
Megapodagrionidae
Philogenia monotis
EN
Coenagrionidae
Mesamphiagrion ovigerum
VU
Coenagrionidae
Mesamphiagrion rosseri
VU
Coenagrionidae
Telebasis farcimentum
VU
Megapodagrionidae
Philogenia cristalina
VU
Megapodagrionidae
Teinopodagrion temporale
VU
Polythoridae
Cora lugubris
VU
Coenagrionidae
Argia rosseri
NT
Coenagrionidae
Protallagma hofmanni
NT
Coenagrionidae
Protoneura macintyrei
NT
Megapodagrionidae
Philogenia helena
NT
Megapodagrionidae
Teinopodagrion vallenatum
NT
5.2, Tabla 5.3). La mayoría de las especies evaluadas se encuentran
en la categoría de Menor Preocupación (81.2%) (Figura 5.2).
Generalmente, estas son especies que tienen distribuciones
amplias, son relativamente frecuentes y presentan pocas o
ninguna amenaza importante que estén causando reducciones
signiicativas en sus poblaciones. Una lista de todas las especies
por orden y familia, incluyendo la categoría asignada, se presenta
en el Apéndice 2.
De las 21 especies amenazadas, cinco fueron categorizadas
como En Peligro Crítico, diez En Peligro y seis como
Vulnerable (Figura 5.2, Tabla 5.3). Colombia aparece como el
país con mayor número de especies amenazadas (16), tres de
ellas En Peligro Crítico. Le sigue Ecuador con cinco especies
amenazadas, de ellas dos En Peligro Crítico. En Perú y Bolivia
no se identiicaron especies amenazadas (Figura 5.3). Es
posible que la situación en estos dos países sea consecuencia
del número de especies con Datos Insuicientes (Figura 5.3),
73
Figura 5.3 Número de especies
amenazadas, Casi Amenazadas y
con Datos Insuicientes por país. La
distribución de diez especies con
Datos Insuicientes es compartida
por Perú con Bolivia (5 especies),
con Ecuador (2 especies), con
Colombia (2 especies) y con Bolivia
y Ecuador (1). CR: En Peligro
Crítico; EN: En Peligro; VU:
Vulnerable; NT: Casi Amenazada;
DD: Datos Insuicientes.
lo que se conigura en un llamado urgente a la investigación en
Odonata y sus amenazas en estos países.
Perissolestes remus solo se conoce de su localidad tipo en la
vertiente Pacíico de los Andes ecuatorianos (provincia de Santo
Domingo). La localidad fue absorbida por la ciudad de Santo
Domingo y aunque se ha hecho un esfuerzo considerable para
encontrar la especie en localidades cercanas, no se ha tenido éxito.
5.2.1. Especies En Peligro Crítico
Heteragrion peregrinum es una especie endémica de la Cordillera
Central colombiana en la cuenca media del río Magdalena. En
1917 fue recolectada por los primos Williamson, quienes en
una semana recolectaron 50 individuos (Williamson 1919), lo
que muestra que la especie era abundante. Durante los últimos
15 años, se han realizado diversas expediciones en el Magdalena
medio incluyendo la localidad tipo y la especie no ha sido
reportada. De acuerdo con esto, la especie es considerada En
Peligro Crítico Posiblemente Extinta.
5.2.2 Especies En Peligro
Acanthagrion williamsoni es endémica del Valle del Magdalena
(Colombia) donde se ha registrado en dos localidades a ambos
lados del río, pero no se ha reportado en ninguna de las pocas
reservas naturales en la zona, que está expuesta a fuertes presiones
por agricultura principalmente.
Metaleptobasis gibbosa es una especie solo conocida de los
humedales boscosos en Los Copales, entre Mera y Shell (Pastaza,
Ecuador). La única localidad donde se ha reportado la especie
fue convertida en una zona urbana y varias expediciones en
localidades cercanas no han re descubierto la especie.
Palaemnema croceicauda es endémica de la Cordillera Central
colombiana en la zona del Magdalena medio. Fue descubierta en
1917 por los primos Williamson (Calvert 1931) y solo ha sido
reportada una vez más en 2012 durante un estudio de impacto
ambiental para la construcción de un embalse en el río Samaná
Norte. Si esta obra se lleva a cabo el único hábitat conocido para
la especie en la actualidad podría desaparecer.
Palaemnema edmondi es un caso similar al de Heteragrion
peregrinum. Esta especie solo fue recolectada en 1917 por los
primos Williamson en la zona del Magdalena medio. Durante
los últimos 15 años, se han realizado diversas expediciones en el
área incluyendo la localidad tipo y la especie no ha sido reportada
nuevamente. Esta especie también es considerada En Peligro
Crítico Posiblemente Extinta.
Pareja de Drepanoneura donnellyi en tándem (Coenagrionidae). Esta
especie endémica del piedemonte magdalénico al norte de la cordillera
Central en Colombia, ha sido evaluada en la categoría EN debido a
procesos de minera, expansión agraria y deforestación de su hábitat.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
74
Drepanoneura donnellyi es endémica de la Cordillera Central
colombiana en la zona del Magdalena medio. Aunque se han
reportado recientemente nuevas localidades para la especie,
ninguna se encuentra en un área protegida y la zona tiene fuertes
presiones por minería, tala y expansión agrícola.
Rhionaeschna caligo es endémica del complejo de páramos de
Santa Inés, al norte de la Cordillera Central en Colombia, y
enfrenta amenazas por expansión agrícola y cambio climático.
Telebasis lammeola es endémica de la región amazónica en
las provincias de Napo y Pastaza (Ecuador), donde solo se ha
reportado en tres localidades, en un área en la que la expansión
agrícola está causando una disminución constante en la cantidad
y calidad de los hábitats disponibles.
Heteragrion calendulum es endémica del norte de la Cordillera
Central colombiana. Aunque se conocen dos localidades para
la especie, su presencia en la actualidad solo se ha reportado
en una de ellas pues no ha sido encontrada en la localidad tipo
nuevamente.
5.2.3 Especies Vulnerables
Cora lugubris es endémica de las cordilleras Central y Occidental
en Colombia donde habita quebradas con cobertura boscosa
entre los 1700 y 2300 m s.n.m. A lo largo de su distribución se
encuentra amenazada por agricultura y minería, principalmente.
Mesamphiagrion demarmelsi habita ecosistemas lénticos del
altiplano Cundiboyacense, una de las zonas con mayor población
en Colombia, por lo que experimenta fuertes presiones antrópicas
por agricultura, expansión urbana y contaminación.
Mesamphiagrion ovigerum es endémica de la cordillera Oriental
en Colombia donde habita quebradas entre los 2500 y los 2900
m s.n.m., y está amenazada principalmente por agricultura.
Mesamphiagrion gaudiimontanum es especialista de turberas en
el complejo de páramos de Santa Inés al norte de la Cordillera
Central en Colombia. Enfrenta amenazas por expansión
agrícola, minería y cambio climático.
Mesamphiagrion rosseri es endémica de la Cordillera Central de
Colombia donde habita pequeñas charcas en el interior y borde
de bosques de niebla. Enfrenta amenazas por tala y expansión
agrícola.
Mesamphiagrion nataliae es endémica del altiplano
Cundiboyacense, una de la zonas con mayor población en
Colombia, por lo que experimenta fuertes presiones antrópicas
por agricultura, expansión urbana y contaminación. A pesar de
estar en uno de los lugares con mayor esfuerzo de muestreo, la
especie solo se conoce de sus localidades tipo y en expediciones
recientes no se ha vuelto a registrar.
Mesamphiagrion santainense es una especie rara endémica de las
tierras altas del norte de la cordillera Central en Colombia donde
cuenta con una distribución bastante restringida. Las quebradas
en las que habita han sido invadidas por truchas (Oncorhynchus
mykiss), y además enfrenta presiones por agricultura y minería.
Philogenia monotis es endémica de la vertiente Pacíico de los
Andes ecuatorianos (provincia de Santo Domingo) y no se ha
vuelto a reportar en su localidad tipo que fue absorbida por la
ciudad de Santo Domingo; sin embargo, se ha reportado en
dos localidades cercanas; lamentablemente estas se encuentran
amenazadas por extracción de madera y expansión urbana.
Macho de Cora lugubris (Polythoridae), especie endémica de las
cordilleras Central y Occidental en Colombia. Evaluada como VU.
Foto: © Adolfo Codero Rivera.
Macho de Mesamphiagrion ovigerum (Coenagrionidae). Especie
endémica de la cordillera Oriental en Colombia, evaluada como VU.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Macho de Mesamphiagrion santainense (Coenagrionidae), endémica de
las tierras altas del norte de la cordillera Central en Colombia, ha sido
evaluada como EN. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
75
Philogenia cristalina es endémica de la Cordillera Central
colombiana en la zona del Magdalena medio. Aunque se han
reportado nuevas localidades para la especie recientemente,
ninguna se encuentra en un área protegida y la zona tiene fuertes
presiones por minería, tala y expansión agrícola.
Teinopodagrion temporale es endémica de la Cordillera Central
en el Valle del Magdalena, Colombia y no se ha reportado en
ninguna de las pocas reservas naturales de la zona, que tiene
fuertes presiones por agricultura y minería principalmente.
Macho de Protallagma hofmanni (Coenagrionidae). Esta especie
endémica de la Cordillera Blanca en Perú ha sido evaluada como NT.
Foto: © F.-J. Schiel.
Telebasis farcimentum es endémica del sur de las cordilleras
Central y Occidental en Colombia donde habita humedales
entre los 1000 y los 1700 m s.n.m. A lo largo de su distribución
se encuentra amenazada por agricultura y expansión urbana.
Macho de Telebasis farcimentum (Coenagrionidae), especie endémica
de las cordilleras Central y Occidental en Colombia que ha sido
evaluada como VU. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
5.2.4 Especies Casi Amenazadas
Argia rosseri es endémica de Bolivia (departamento de Santa
Cruz) donde solo se conoce de una localidad. En el momento
no hay amenazas identiicadas a su conservación, pero hay una
probabilidad grande de que esto suceda, ya que la especie habita
un área sin protección que potencialmente será explotada en el
futuro. Esta especie, aparentemente, es sinónimo de Argia jujuya
lo que modiicaría su distribución geográica (N. von Ellenrieder
com. pers. 2016); en caso de ser así, el estado de conservación de
ésta especie deberá ser re-evaluado.
Macho de Philogenia helena (Philogeniidae). Esta especie endémica de
la cordillera Oriental en Colombia ha sido evaluada como NT. Foto: ©
Cornelio Bota-Sierra.
Protoneura macintyrei es endémica de la vertiente Pacíico
en la provincia de Los Ríos en Ecuador, donde se conoce
de tres localidades que no están protegidas. Aunque aún
no experimentan procesos de degradación del hábitat, estas
localidades podrían ser afectadas por la expansión de la frontera
agrícola.
Protallagma hofmanni esta especie endémica de las tierras altas
de la Cordillera Blanca, en la que habita un pequeño aluente de
la laguna Querococha (4000 m s.n.m.) y no se han encontrado
más poblaciones de la especie a pesar de haber muestreado zonas
similares en el área. Aunque se encuentra dentro del parque
nacional Huascarán, existen presiones por ganadería en el parque
que de no ser controladas podrían poner a esta especie en riesgo
de extinción.
Teinopodagrion vallenatum es endémica de la Sierra Nevada de
Santa Marta en Colombia. A pesar de ser una zona protegida,
esta área ha sufrido fumigaciones con glifosato para erradicar
cultivos ilícitos, y no existen estudios del efecto de estas acciones
en las poblaciones de la especie.
5.2.5 Especies con Datos Insuicientes
Philogenia helena es endémica de la cordillera Oriental de
Colombia y se ha encontrado en zonas de amortiguación de
parques naturales. Sin embargo, a lo largo de su distribución
enfrenta fuertes presiones por agricultura.
Perú encabeza la lista de especies dentro de la categoría Datos
Insuicientes con 34 especies, seguido por Ecuador, Colombia
76
y Bolivia con 17, 14 y 10 especies, respectivamente. Entre estas
especies hay diez que a pesar de ser compartidas por más de un
país se encuentran en esta categoría (Figura 5.3). Especies que
se encuentran en zonas con fuertes presiones antrópicas son
de especial importancia pues podrían estar enfrentando serias
amenazas a su supervivencia. Es el caso de Archilestes chocoanus
cuya única localidad conocida podría estar afectada por minería
(Pérez-Gutiérrez 2012) o Ischnura mahechai cuya única localidad
conocida se encuentra en el altiplano Cundiboyacense en una de
las áreas más pobladas en la región.
es relativamente bajo y disímil; prueba de esto es el elevado
número de especies con datos deicientes, lo que lleva a un sesgo
en el análisis. Sin embargo, se puede observar algunos patrones
que pueden cambiar con el incremento en la generación de
información de buena calidad en un futuro cercano.
5.3.1. Especies endémicas
Aunque la riqueza de las comunidades de libélulas suele ser
mayor a menor altitud, la riqueza de especies endémicas no
sigue el mismo patrón en los Andes Tropicales. Las áreas de
distribución de las especies suelen estar ligadas a complejos
procesos evolutivos y ecológicos. El gradiente altitudinal
presente en los Andes provee un escenario con diferencias
marcadas y estables a lo largo del tiempo entre áreas que se
encuentran en espacios relativamente pequeños (Ghalambor et
5.3 Patrones geográicos de
riqueza de especies
A la hora de analizar estos datos es muy importante tener en
cuenta que el esfuerzo de muestreo en la mayor parte del área
Figura 5.4 Mapa de la riqueza
de especies endémicas por subcuenca.
77
al. 2006), lo que causa que el área de distribución de muchas
especies sea bastante restringido, particularmente en las partes
altas y medias de las montañas, resultando así en un gran
número de especies endémicas y uno de los lugares del planeta
con mayor biodiversidad.
Datos Insuicientes, como es el caso del departamento Junín
(Perú) o la cuenca del río Esmeraldas (Ecuador), lo que puede
revelar que es necesario hacer más muestreos para comprobar
estos datos.
5.3.3 Especies Amenazadas
Como se puede observar a continuación, algunas especies
endémicas de los Andes tienen áreas de distribución mayores
que otras (Figura 5.4 y 5.5), lo cual se debe a diferentes
características de cada especie, que han evolucionado bajo
diferentes condiciones y muchas veces en ecosistemas únicos.
Por ejemplo, cada una de las tres ramas de la cordillera en
Colombia tiene un origen diferente, por lo tanto sus edades y
composiciones geológicas son completamente diferentes, así
como sus biotas.
En la igura 5.6 se observa que solo se reportan especies
amenazadas en Ecuador y Colombia. La mayoría de ellas están
en Colombia, en particular dentro de la región del Magdalena
medio donde hay fuertes presiones antrópicas, principalmente
por actividad agrícola y minería. Así mismo, las libélulas que
se distribuyen entre los 1000 y los 3000 m de altitud en los
Andes colombianos están amenazadas, pues la mayoría de los
asentamientos urbanos en este país tienen la misma distribución.
Esta es también una fuerte amenaza en las zonas de Santo
Domingo y Pastaza en Ecuador.
En Colombia resalta el valle interandino del Magdalena
(Magdalena medio), por la alta riqueza en especies endémicas,
especialmente en su región húmeda, también el norte de la
Cordillera Central, principalmente el complejo de páramos de
Santa Inés. En Ecuador se observan las áreas con mayor riqueza
de especies endémicas de todo el norte de los Andes en la parte
alta de los ríos Napo, Pastaza y Morona y su descenso hacia los
planos amazónicos, de donde se reportan entre 18 y 25 especies
endémicas. En Perú, se observa un patrón similar al de Ecuador
con mayor riqueza de endémicas en la vertiente Amazónica de los
Andes particularmente en los departamentos de Huánuco y Junín
y se destaca un área amazónica de endemismo en el departamento
Madre de Dios, donde se encuentra el Parque Nacional del Manu
que ha sido cuartel de múltiples investigadores, y es conocido
mundialmente como el lugar con mayor riqueza de libélulas del
planeta (Paulson 1985). En Bolivia se vuelve a encontrar mayor
riqueza de especies endémicas hacia el piedemonte Amazónico,
en los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra;
sin embargo, sobresale una zona con alto número de endémicas
en las tierras altas cerca de La Paz.
Llama la atención que Perú, a pesar de presentar el mayor número
de especies endémicas de la región (104) y endémicas del país
(52), ninguna de ellas fue incluida en alguna de las categorías
de amenaza. Esto, seguramente está relacionado con la falta de
información para muchas de las especies ya que, es el país con
mayor número de especies con Datos Insuicientes (34).
5.3.4 Especies con Datos Insuicientes
Al comparar las iguras 5.6 y 5.7, se observa un contraste
preocupante a medida que dejan de aparecer especies amenazadas
de norte a sur y se observan cada vez más especies con datos
deicientes para la evaluación. Este resultado es evidencia de la
necesidad de explorar éstas áreas para conocer la realidad de estas
especies, que por sus reducidas áreas de distribución podrían
estar bajo algún riesgo de amenaza.
5.4 Principales amenazas
para las libélulas
5.3.2 Especies de distribución restringida
Los odonatos dependen de los ecosistemas acuáticos y del bosque;
sus larvas crecen dentro del agua y los adultos voladores muchas
veces son especialistas de dosel, sotobosque y áreas abiertas, entre
otros. Esto hace que sean muy sensibles a las perturbaciones de
los hábitat acuáticos y terrestres cercanos.
Para distinguir entre las cuencas que albergan especies endémicas
con distribución relativamente amplia de las sub-cuencas que
albergan especies que solo se encuentran en la sub-cuenca, o
expresar el grado de endemismo de cada sub-cuenca, se usa el
análisis de endemismo ponderado corregido (Figura 5.5), el cual
calcula el valor de riqueza de especies ponderado por el rango (ver
Capítulo 2). Al observar los patrones de este análisis, se ve que
la mayoría de áreas con gran riqueza de especies endémicas de la
igura 5.4, en realidad no son centros de endemismo pues a pesar
de contar con un gran número de especies únicas del área, estas
tienen distribuciones relativamente amplias.
Las poblaciones y/o especies de odonatos pueden verse
amenazadas por causas naturales o antropogénicas (Paulson,
2011). En el caso de las perturbaciones naturales, la frecuencia
e intensidad con la que ocurren a lo largo del tiempo es similar
y posibilitan un lapso de tiempo en el que las especies pueden
recuperarse del efecto ocasionado por dichos fenómenos (Conell
1975). Las actividades humanas por el contrario, no muestran
este patrón y lo que regularmente se observa es que la presión
que ejercen sobre los ecosistemas es cada vez mayor y hace que
los hábitats acuáticos y terrestres de los cuales dependen los
odonatos, estén desapareciendo o presenten un nivel grave de
degradación. Esta situación se presenta en todo el mundo a una
En la igura 5.5 se observan al menos 24 cuencas con un alto grado
de endemismo distribuidas a todo lo largo del área. Estas son de
gran importancia para la conservación de la diversidad pues son
ecosistemas que ofrecen condiciones para la presencia de especies
únicas. Es importante resaltar que algunas de estas se traslapan
con las áreas donde se encuentra mayor cantidad de especies con
78
Figura 5.5 Mapa mostrando
el índice de endemismo
ponderado corregido de
libélulas por sub-cuenca.
tasa acelerada (Corbet 2004) y se estima que una de cada diez
especies está en peligro de extinción (Clausnitzer et al. 2009),
situación conirmada en este estudio en donde al evaluar 216
especies encontramos 21 amenazadas.
5.4.1 Uso de recursos biológicos
La tala de bosques es una de las principales amenazas (Figura
5.8). Ocurre en las modalidades de tala y cosecha de madera para
subsistencia y tala a gran escala para ines comerciales, ambas
son prácticas ampliamente extendidas en el norte de los Andes
y afectan fuertemente a las libélulas pues una gran cantidad de
especies son especialistas de bosques.
En la igura 5.8 se pueden ver los principales factores de
amenaza para la supervivencia de las libélulas amenazadas y
Casi Amenazadas (NT) en la región. Se observan ocho factores
de amenaza, entre los que se destaca la pérdida de hábitat por
expansión agraria por ser la mayor amenaza con cerca al 50%
de las especies en riesgo, seguida por la producción de energía
y minería que afectan cerca del 40% de las especies; el uso de
los recursos biológicos con un 30% de especies afectadas y el
desarrollo residencial y comercial cerca del 20%. Aunque el resto
de los factores afectan menos de un 20% de las especies, pueden
ser de gran importancia a nivel local.
Los ecosistemas acuáticos son bastante sensibles a la luz, así
al retirar los árboles que dan sombra a las quebradas, no solo
se disminuye la capacidad de almacenamiento y captación de
agua de la cuenca, sino que también se acaba con la entrada
de hojarasca y aparecen nuevos organismos acuáticos como
algas que crean una dinámica completamente diferente en las
comunidades acuáticas (Vannote et al. 1980), lo que lleva a la
79
Figura 5.6 Mapa de riqueza de
especies amenazadas por subcuenca.
desaparición de las libélulas con larvas especialistas de este tipo
de hábitats. Además, los adultos de la mayoría de estas especies
son especialistas de bosque, ya sea de sotobosque o de dosel, y no
podrán realizar sus actividades normales de caza y reproducción
sin éste, lo que hace que la deforestación sea devastadora para la
comunidad de libélulas especialistas de estos ecosistemas.
5.4.2 Minería y producción de energía
Es una de las principales amenazas para los odonatos en la región.
Esta actividad deteriora condiciones de los ecosistemas como la
calidad y la cantidad de agua y cobertura vegetal. La minería se
desarrolla en buena parte del territorio colombiano, en más del
50% de los departamentos (Castillo et al. 2013), incluyendo
ecosistemas de alta diversidad como los páramos, ecosistemas
emblemáticos por sus endemismos y zonas de alta biodiversidad
Minería de oro dentro de una quebrada en la cuenca del río Cauca
(Colombia). Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
80
Figura 5.7 Mapa de riqueza
de especies en la categoría de
Datos Insuicientes (DD).
Figura 5.8 Principales factores
de amenazas sobre las especies
de Odonata amenazadas y Casi
Amenazadas (NT) en los Andes
Tropicales.
81
como el bosque lluvioso tropical en el Chocó biogeográico.
Éstas áreas son explotadas legal e ilegalmente principalmente con
la minería de oro, cuya producción pasó de 15.5 t en 2007 a 66.2
t en 2012 (Castillo et al. 2013).
colonizar rápidamente sistemas acuáticos donde se vuelve
dominante, disminuyendo la abundancia y diversidad de otras
especies de macróitas, lo que está directamente relacionado con
la disminución de la riqueza de especies de odonatos (Mabry y
Dettman 2010). Por su parte, la trucha arcoíris (Oncorhynchus
mykiss) es reconocida entre las 100 especies invasoras más
peligrosas del mundo (Global Invasive Species Database
2016). Esta especie se encuentra incluida en la lista de especies
invasoras de Colombia (Gutiérrez 2006) y Perú. Uno de los
grandes problemas que genera esta especie es que tiene una dieta
carnívora y debido a escapes de las piscifactorías hacia los cursos
de agua naturales, se ha convertido en la especie dominante de
los sistemas acuáticos por encima de los 1200 m, reduciendo las
poblaciones de especies nativas, entre ellas las de odonatos (una
de sus principales presas), que no han desarrollado mecanismos
defensivos contra este voraz depredador.
La producción de energía en sí no es tan problemática en esta
región, pues la mayoría se obtiene de centrales hidroeléctricas
que no contaminan mucho o gastan recursos durante el proceso.
El problema es que en muchos casos se modiican los sistemas
naturales construyendo represas gigantes (ver sección 4.3).
5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales
Las principales modiicaciones de los sistemas naturales en
los Andes Tropicales son la construcción de grandes embalses
con ines hidroeléctricos o como reservas de agua para grandes
ciudades, la extracción de agua para riego y la desecación de
ciénagas y humedales para ampliar el área para agricultura y el
pastoreo. Estas perturbaciones traen consigo la desaparición o
fragmentación de los hábitats disponibles para los odonatos.
Palaemnema croceicauda (CR) es un ejemplo de este problema,
esta especie endémica de Colombia y solo se ha reportado en dos
localidades. Una de ellas desapareció por expansión agrícola, la
segunda también podría desaparecer, pues se está analizando
la viabilidad de construir un embalse para generar energía que
inundará el bosque en el que esta especie habita.
Trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) en lagunas tan aisladas como las
de los páramos (Laguna de Páez, Páramo de Santurban, Colombia).
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
5.4.5 Desarrollo residencial y comercial
Los efectos negativos producto del desarrollo residencial y
comercial se basan principalmente en dos aspectos. El primero
de ellos es la contaminación ocasionada por los alcantarillados y
los desperdicios tóxicos de las industrias. El segundo aspecto se
relaciona con el crecimiento de los asentamientos humanos que
expande espacialmente no solo las ciudades, sino poblaciones y
otros pequeños centros poblados, que en la mayoría de los casos
origina la destrucción de bosques y otros ecosistemas, donde se
afectan e incluso desaparecen cuerpos de agua como quebradas,
ríos, humedales, lagos y lagunas, los cuales se destruyen
para utilizar estos espacios en la construcción de viviendas e
industrias. Esta situación se vuelve particularmente importante
cuando las grandes ciudades se asientan en zonas con un alto
número de especies endémicas como el caso de Bogotá (capital
de Colombia), que alberga a cerca de 9 millones de habitantes y
siete especies de libélulas endémicas. El deterioro del hábitat hace
que a la fecha tres de éstas especies se encuentren amenazadas y
Paisaje en el embalse de Guatapé, en el norte de la cordillera Central
en Colombia, en el cual se observa claramente la fragmentación del
ecosistema. Foto: © Juliana Cardona-Duque.
5.4.4 Especies invasoras y problemáticas
La dispersión de algunas especies de plantas y peces foráneas
puede afectar de forma directa a los odonatos. La lor de bora
(Eichhornia crassipes, Pontederiaceae), planta acuática declarada
invasora en Colombia (Gutiérrez 2006), se caracteriza por
82
dos más con Datos Insuicientes. En el Ecuador, es la principal
amenaza para la conservación de las libélulas, poniendo en
peligro la supervivencia de tres especies, dos En Peligro Crítico
y una En Peligro, en las provincias de Santo Domingo y Pastaza.
múltiples tipos de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas,
hasta el punto crítico de que suceda lo ocurrido, por ejemplo, en
los cursos bajos del río Rimac, en Perú, en donde no puede ser
encontrada ninguna especie de odonato.
5.4.6 Contaminación
La agricultura es una de las principales fuentes de contaminación
de los ecosistemas acuáticos, debido principalmente al
incremento en la cantidad de nutrientes que ingresan en las
fuentes de agua como producto de la escorrentía de fertilizantes
y al uso de sustancias altamente tóxicas para el control de plagas.
Este problema es particularmente grave cuando no se respetan
los bosques ribereños y se cultiva hasta la zona litoral.
Debido a la estrecha relación de los odonatos con el agua
durante todo su ciclo de vida, particularmente durante sus
estadios inmaduros, la contaminación de estos ecosistemas está
inversamente relacionada con la diversidad de los odonatos
en ellos. La contaminación del agua está ligada a cuatro
factores principalmente: la minería, el desarrollo residencial, la
agricultura y actividades recreativas o turísticas (estas últimas
resultando particularmente preocupantes en sistemas lenticos).
Hay un quinto factor que aunque no es constante, resulta nefasto
y es el derrame de oleoductos.
5.4.7 Cambio climático y clima severo
Las luctuaciones en las condiciones ambientales asociadas al
cambio climático, ocasionan en muchas oportunidades cambios
extremos en los pulsos de inundación de los cuerpos de agua. Sin
embargo, son las sequías las que afectan de manera más apreciable
a las poblaciones de odonatos ya que pueden hacer desaparecer
temporalmente los hábitats adecuados para oviposición y
desarrollo de las larvas, situación que se hace cada vez más común
debido a los veranos más cálidos y extensos.
La minería contamina las fuentes de agua en múltiples formas.
Entre estas están el drenaje ácido producido al exponer minerales
sulfatados al aire, el drenaje de metales pesados que antes se
encontraban almacenados bajo tierra, los desechos químicos
cómo diversos ácidos, cianuro y mercurio usados en los procesos
mineros y la erosión y remoción de las primeras capas orgánicas
del suelo que en muchos casos terminan en los ríos y lagos. Un
ejemplo de esta amenaza se puede observar en ríos como el
Madre de Dios (Perú) y sus aluentes, donde sus aguas han sido
envenenadas con mercurio proveniente principalmente de la
extracción ilegal de oro, lo cual ha afectado sobre todo especies
cuyas larvas se encuentran en los bancos de arena como Aphylla
spp., Epigomphus spp. y Progomphus spp.
El incremento en la temperatura es preocupante para las especies
endémicas de las cumbres de las montañas, pues se enfrentan a
invasiones por especies de tierras bajas. En el caso de especies
vegetales, la estructura y composición del hábitat cambiará
por ejemplo en los páramos de pajonales a bosques de robles y
en el caso de otros animales aparecerán nuevos competidores,
diferentes interacciones depredador-presa, lo que probablemente
tenga un efecto adverso en la supervivencia de estas especies,
que no se pueden desplazar altitudinalmente a otro lugar con
condiciones similares.
El desarrollo residencial e industrial es un gran problema pues
las viviendas y fábricas regularmente vierten y contaminan los
sistemas acuáticos con todos los desechos de sus actividades. Este
tipo de situaciones genera que aluentes y eluentes de diferentes
sistemas acuáticos presenten altos grados de contaminación por
A modo de ejemplo, en el complejo de páramos de Santa Inés
(Colombia) se ha reportado un avance del borde del robledal
Quebrada en el Cañón del Cauca (Colombia). Al no existir servicio
de recolección de basura esta se acumula en las quebradas. Foto: ©
Cornelio Bota-Sierra.
Paisaje del páramo de Sabanas, en el complejo de Santa Inés, en el que
se observa cómo se alterna la vegetación de páramo con la de bosque
altoandino en la cumbre de la montaña. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
83
sobre el páramo. En Perú, libélulas de la especie altoandina
Protallagma titicacae han sido recolectadas recientemente en
regiones naturales en las que antes no habían sido reportadas,
ampliando su rango de distribución altitudinal.
pero aún no descritas (y probablemente amenazadas), ausencia
de listas de especies actualizadas, muchos grupos sin revisiones
taxonómicas recientes y gran parte del territorio sin muestreos
del grupo. Por esto, se proponen exploraciones con el objetivo de
aclarar el estatus de las especies que se encuentran en la categoría
DD y así mismo, completar el muestreo de las áreas en las que
han sido reportadas.
5.4.8 Agricultura y acuicultura
Esta es la principal amenaza para las libélulas de la región (Figura
5.8). La ampliación de la frontera agrícola puede afectar la
supervivencia de los odonatos de dos maneras. La primera de ellas
tiene que ver con la contaminación de fuentes de agua (tratado
en la sección 4.6). La segunda se relaciona con la fragmentación
y la desaparición de hábitats debido a deforestación de grandes
extensiones de bosque (efecto analizado en la sección 4.1) que
ahora se utilizan para el cultivo de alimentos y pasturas para
ganado. Ejemplo de esta situación es el territorio dedicado
al cultivo de palma de aceite en Colombia que en 2010 era de
696 976 ha y en 2014 se incrementó hasta 900 262 ha (Moreno
y Mantilla 2015).
Aunque hay un amplio muestreo de macroinvertebrados
acuáticos, debido principalmente a estudios de impacto
ambiental, la resolución taxonómica de estos es muy baja llegando
apenas al nivel de familia en la mayoría de los casos, esto debido
al escaso tiempo y recursos invertidos en estos proyectos, pero
también en gran parte porque la información sobre las larvas
es escasa y difícil de usar. Por lo tanto, se recomienda enfatizar
el estudio de los estados inmaduros y la producción de claves
taxonómicas prácticas. También sería muy útil para incrementar
la calidad de los estudios de impacto ambiental incluir a los
adultos y desarrollar índices para la región, similares al propuesto
por Simaika y Samways (2009) para Sudáfrica.
Uno de los grandes problemas de la cría masiva de peces reside
en el desvío de cauces de ríos y quebradas para el abastecimiento
de agua en las zonas de producción, lo que afecta directamente
el hábitat de los odonatos. Por otra parte, algunos de los
tratamientos utilizados para evitar enfermedades en los peces
como el formol, sustancia que elimina parásitos y bacterias
externas, son liberados en los cuerpos acuáticos. Además, las
cargas orgánicas ricas en fósforo, carbono y nitrógeno, producto
de la cría de estos animales, también llegan a estos ambientes lo
que puede ocasionar su eutroización. Adicionalmente, ocurren
liberaciones involuntarias de peces, por lo general de especies
exóticas e invasoras, que afectan las poblaciones de especies
presa, entre ellas los odonatos.
Se recomienda de manera enfática, la realización de talleres,
reuniones, cursos, simposios y/o congresos regionales que
motiven el estudio de este grupo de insectos y vinculen a la
sociedad general con estos insectos y sus problemas para la
conservación.
Las publicaciones son una herramienta esencial para la toma de
decisiones y planiicación de conservación. Sin embargo, captar
recursos para ciencia básica resulta bastante complicado, por lo
que la realización y publicación de estudios de ciencia básica y
divulgación, necesarios para el desarrollo de la odonatología de
la región son bastante difíciles de llevar a cabo. Se recomienda
fomentar la literatura cientíica y divulgativa básica, listados,
descripciones, reportes, revisiones taxonómicas que serán la
base para cualquier estudio ecológico, evolutivo y/o para futuras
evaluaciones del riesgo de extinción de las especies.
En Perú, la ganadería es uno de los problemas más serios, debido
al gran crecimiento que en los últimos años ha mostrado esta
actividad. Desde el 2000, se amplió el área dispuesta para esta
actividad que ahora se desarrolla incluso en los altos Andes (5000
m s.n.m.), lo que genera problemas adyacentes como la lenta
o nula descomposición del excremento de los animales, que se
convierte en materia orgánica que contribuye a la eutroización
de los sistemas acuáticos con los que entra en contacto. Esta
situación al parecer ha contribuido a que se presenten altas
infestaciones de ácaros en larvas de los géneros Rhionaeschna
y Protallagma, que son los únicos grupos de odonatos en estas
altitudes.
5.5.2 Monitoreo
A la fecha no hay un monitoreo constante de ninguna
comunidad, especie o población de Odonata en la región. Es de
suma importancia empezar este tipo de trabajos, particularmente
para las especies que en este informe se reportan bajo alguna
categoría de amenaza.
5.5.3 Áreas protegidas
5.5 Conclusiones y recomendaciones
para la conservación
Al evaluar las 216 especies endémicas de la zona, solo 88 (40.7%)
fueron identiicadas como presentes en algún área protegida o
reserva privada, lo cual puede ser el resultado de dos factores:
el primero es la baja cantidad de estudios realizados en áreas
protegidas, encontrando más de la mitad de estas sin un solo
reporte del orden Odonata; el segundo la baja cantidad de áreas
protegidas en el área de estudio, particularmente en zonas con
altas presiones antrópicas.
5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos
Este es el punto de partida para la conservación y es claro que
existe un déicit en el área, evidenciado por 78 especies sin datos
suicientes para la evaluación, tres de los cuatro países del área sin
investigadores residentes, alrededor de 80 especies recolectadas
84
Es de vital importancia la regulación, manejo y creación de
áreas protegidas en las zonas donde se reportan las cinco
especies identiicadas cómo En Peligro Crítico de extinción,
tres de ellas endémicas del Magdalena medio en Colombia y
las otras dos endémicas del Ecuador, una de Pastaza y la otra de
Santo Domingo. Al observar el mapa de densidad de especies
amenazadas (Figura 5.6), resaltan tres núcleos ubicados en
Colombia: uno en el Altiplano Cundiboyacense y dos en la
Cordillera Central uno en el Magdalena medio y el otro en la
cordillera de Santa Inés (incluyendo los ecosistemas ubicados
bajo los páramos). Se recomienda la creación de áreas protegidas
que incluyan todos los ecosistemas acuáticos presentes en estas
zonas.
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Agradecimientos
Agradecemos profundamente a todo el equipo de la UICN
por el soporte logístico para realizar este trabajo. A Rosser
Garrison, Dennis Paulson y Natalia von Ellenrieder por haber
compartido sus datos, esenciales para realizar las evaluaciones y
para la escritura de este capítulo. A Jamie Carr por la ayuda y
guía durante las evaluaciones en Lima y Bogotá. A Natalia von
Ellenrieder, Manuel Astudillo y Catalina Suarez Tovar por la
lectura crítica y las sugerencias para mejorar el manuscrito. A
Cintia Moreno, Juliana Cardona-Duque y Adolfo Cordero por
compartir sus fotografías.
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86
Capítulo 6. Estado de conservación y
distribución de las plantas acuáticas
Anabel Rial B.1, Esteban Terneus2, Blanca León3 y Marcelo F. Tognelli4
6.1
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
6.7
Generalidades ........................................................................................................................................................................................87
6.1.1 Principales ambientes .................................................................................................................................................................88
Conocimiento de las plantas acuáticas en la región ..........................................................................................................................90
6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y criterios para la selección de especies ..............................................................................91
Estado de conservación ........................................................................................................................................................................91
Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................92
6.4.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................92
6.4.2 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................93
6.4.3 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................96
Principales amenazas ...........................................................................................................................................................................98
6.5.1 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................98
6.5.2 Modiicaciones de sistemas naturales ........................................................................................................................................99
6.5.3 Producción de energía y contaminación ...................................................................................................................................99
Acciones de conservación y recomendaciones ..................................................................................................................................99
6.6.1 Promover la investigación...........................................................................................................................................................99
6.6.2 Potenciar su cualidad bioindicadora para el estudio integral humedal-lora ......................................................................100
6.6.3 Identiicar hábitats clave - analizar la eicacia y cobertura de las áreas protegidas ..............................................................100
6.6.4 Atender los efectos del cambio climático ...............................................................................................................................100
6.6.5 Registrar periódicamente el estado de conservación de especies y hábitats en riesgo potencial .......................................101
6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación ..............................................................................................................................101
Referencias...........................................................................................................................................................................................101
especies de planta, 20 000 de las cuales son endémicas (Myers
et al. 2000). En el gradiente altitudinal de este vasto paisaje,
que supera los 6000 m s.n.m. en Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia, la topografía es el resultado de una compleja tectónica
de subducción y de la interacción con factores climáticos (Orme
2007) que generaron ambientes y microclimas determinantes de
la especiación en algunos grupos de plantas acuáticas.
6.1 Generalidades
El área de interés de esta evaluación abarca la ecorregión de
los Andes Tropicales, deinida por la cordillera andina y sus
estribaciones a lo largo del lanco occidental de Suramérica. Se
enmarca en el “hotspot” más diverso del planeta, deinido por su
riqueza de especies, sus endemismos y por la amenaza que supone
la densidad de población humana y actividades productivas en
la mayor parte de esta región (Myers 1988, Mittermeier et al.
1999). Incluye también las regiones adyacentes del Chocó al
oeste en la cuenca del Pacíico y el piedemonte amazónico al este,
en la cuenca del Atlántico.
En los Andes septentrionales de Colombia, Ecuador y Venezuela,
sobre la placa tectónica de los Andes del Norte, se encuentran
las fallas que originaron varios ramales y grandes cuencas como
el Magdalena, el Cauca y el Orinoco. Los Andes Centrales desde
el sur de Ecuador, la cordillera occidental del Perú y el altiplano
peruano y boliviano hasta Argentina, son singulares por sus
altiplanicies y por el nacimiento del río Amazonas en los Andes
del Perú. Este gran río y muchos de sus aluentes, tales como el
Los Andes Tropicales cubren unos 258 000 km2 desde Venezuela
hasta Argentina y albergan la mayor diversidad vegetal del
planeta, la sexta parte del total (CEPF 2015) es decir, unas 45 000
1
2
3
4
he World Institute for Natural Systems. WINS. N.J.
Escuela de Biología Aplicada. Universidad Internacional del Ecuador.
Plant Resources Center & Dept. Geography and the Environment University of Texas-Austin.
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA
87
altoandinos ha sido conocida a partir del interés en dilucidar la
paleoecología y las condiciones climáticas del pasado (van der
Hammen 1974, Abbott et al. 1997, Rodbell et al. 2008, Bush et
al. 2015), indicando su origen durante el Holoceno. Actualmente
en Ecuador, el conocimiento sobre la dinámica de los humedales
ha servido para el establecimiento de caudales ecológicos y para
mitigar el impacto de las represas e hidroeléctricas en el marco de
la normativa legal (Arias y Terneus 2012).
Pastaza y Napo en el Ecuador y Ucayali y Marañón en el Perú,
irrigan las llanuras de la depresión del Amazonas.
En ambos lados del piedemonte de la cordillera, se alternan
llanuras y mesetas. Los vientos del Pacíico y del Atlántico,
proveen a los Andes Tropicales humedad constante en ambos
lancos. En el occidental, la cordillera aísla de la cuenca amazónica
a la ecorregión del Chocó, una de las más húmedas del planeta;
mientras que en el lanco oriental, la llanura amazónica recibe
la inluencia Atlántica. En contraste, ciertas laderas de los valles
interandinos presentan periodos secos y húmedos alternantes
debido al ciclo diario de circulación atmosférica (Killeen et al.
2007) y al efecto de la sombra de lluvia (Kattan et al. 2004). En la
parte meridional así como en las llanuras orientales de las tierras
bajas, la temperatura puede descender varios grados en relación a
los promedios estacionales (surazo, “friaje”), a causa del aire polar
que circula de sur a norte, a lo largo de los Andes.
6.1.1 Principales ambientes
Desde los páramos, jalcas y punas, ubicados en las mayores
altitudes, pasando por los altiplanos, piedemontes y Yungas hasta
las llanuras inundables del Beni, los humedales- cuerpos de agua
temporales o permanentes, lénticos o lóticos de cualquier origen
y extensión-, ocupan el gradiente altitudinal de la cordillera
andina y sus valles en la cordillera Oriental, valle de Magdalena,
cordillera Real Oriental, cordillera Central en las cuencas del
Magdalena en Colombia, Marañón en Ecuador y Perú, Ucayali
en Perú y Madre de Dios en Perú y Bolivia.
Laguna altoandina. Cordillera Oriental de Colombia.
Foto © Anabel Rial.
Los humedales andinos y altoandinos a más de 2600 m s.n.m.
han sido clasiicados en tres biorregiones, de acuerdo a la
pluviosidad: a) páramo: más lluvioso, en Colombia, Ecuador
y Perú (además de Venezuela y Costa Rica); b) jalca: zona
transicional con clima estacional, entre el páramo y puna en la
sierra norte de Perú y c) puna: menos lluvioso, en la altiplanicie
de Perú y Bolivia (además de Chile y Argentina). Los altos
Andes albergan entre otros humedales, lagos y lagunas de
diverso origen, profundidad y dimensión, como el gran Lago
Titicaca (8562 km²) entre Perú y Bolivia (Fritz et al. 2011);
la mayoría formando sistemas lacustres que conectan ríos y
riachuelos con las aguas provenientes de las partes más altas de
la montaña (Terneus 2002a, b).
El paisaje característico de las tierras altas incluye un mosaico de
ríos, arroyos, quebradas de montaña, pantanos, esfangales, lagos,
lagunas, charcos, turberas, etc.; en algunos casos en una matriz
de pajonales, matorrales y bosques fragmentados (Young et al.
1997, Rangel et al. 2000). Las aguas suelen ser oligotróicas,
pero sus características físico-químicas varían según la geología
de la cuenca (Cooper et al. 2010, Lasso et al. 2014). En el caso
de las turberas (Fernández et al. 2014), pantanos y bofedales,
el balance hídrico depende principalmente de las aguas
subterráneas; la composición orgánica, nivel de acidiicación y
tasa de acumulación de sedimentos y materia orgánica es variable
(Salvador et al. 2014). La dinámica de los humedales andinos y
Laguna de Guatavita. Sitio de la leyenda del Dorado en Colombia.
Foto © Anabel Rial.
88
(2%). En el altiplano de Perú y Bolivia se ubica este gran lago junto
a un complejo de salares, como los de Coipasa y Uyuni en ambas
vertientes (Beck et al. 2000).
La topografía y geología de la cordillera de los Andes han
coninado la presencia de casi todas las lagunas a las partes altas
o a las llanuras bajas. Muchas menos se localizan en los valles
interandinos entre los 400 y 2500 m s.n.m. (Terneus 2002a).
El lago Junín (sitio Ramsar) en Perú y otros en el nororiente
de Bolivia de posición interandina, demuestran la ausencia
del impacto directo de glaciación en los últimos 200 mil años
(Rodbell et al. 2008).
En las tierras medias se sitúan los humedales de piedemonte
y Yungas. En Colombia y Ecuador el piedemonte es la franja
intermedia entre 800-2300 m s.n.m aproximadamente. Los
humedales en esta zona del paisaje productivo andino, son
principalmente ríos torrentosos de aguas blancas (Lasso 2014)
ricos en nutrientes, con alta conductividad, pH básico y escasa
transparencia; mientras que los sistemas lénticos son usualmente
artiiciales, embalses y pequeñas lagunas artiiciales. A estas
altitudes, se encuentran los habitats de algunos géneros de la
familia Podostemaceae, como Rhyncholacis, de cuyas 22 especies
registradas, siete son apenas conocidas y endémicas del respectivo
río en el que habitan (Phillbrick et al. 2010); como en el caso de
R. nobilis del río Vaupés de Colombia, aunque a menor altitud.
Condiciones similares ocurren en Perú, donde las Podostemaceae
incluyen especies muy restringidas, una en cada ladera andina. La
escasamente conocida Marathrum striatifolium del noroccidente
Laguna glacial en el sureste del Perú, cuenca del San Gabán a 5000 m
s.n.m. Foto © K.R. Young.
En Colombia se han identiicado 1629 humedales altoandinos
(Franco et al. 2013). En el altiplano a 2600 m s.n.m, se ubica
la Sabana de Bogotá y su complejo de humedales naturales
y artiiciales, unos 40 en una extensión aproximada de 6600
hectáreas, incluyendo el lago de Tota, el segundo navegable más alto
de Suramérica y el mayor de Colombia, y la laguna de Guatavita,
sitio de una de las leyendas de El Dorado. En Ecuador, Terneus
(2002a) ha contabilizado alrededor de 1100 lagunas distribuidas
en varios sistemas lacustres la mayoría de origen glaciar (87%) y el
resto (13%) de origen volcánico. En Perú, las lagunas asociadas a
las cordilleras nevadas se calculan en más de 8300 (ANA 2014),
la mayoría (64%) se encuentran en la cuenca Amazónica, seguida
de la Pacíica (34%) y el resto en la cuenca endorreica del Titicaca
Totorales de plantas acuáticas rizomatosas emergentes creciendo a orillas de la laguna de Yahuarcocha. Provincia de Imbabura, Ecuador.
Foto © Esteban Terneus.
89
dominancia de bioformas lotantes en ambientes lóticos y de
arraigadas emergentes y sumergidas en ambientes lénticos. En
Bolivia, el trabajo de Ritter (2000) mostró que en los ambientes
permanentemente inundados la riqueza de plantas acuáticas
tiende a ser mayor, registrando además tres especies endémicas, dos
especies arbóreas del género Diospyros, provenientes de la cuenca
del Beni y una hierba enraizada de la familia Menyanthaceae que
habita en lagunas someras del pantanal de Santa Cruz. Estos
humedales amazónicos son importantes a nivel global por su
función en la regulación de los ciclos biogeoquímicos y de gases
de efecto invernadero (CO2, CH3, NO2, entre otros) (Mitsch et
al. 2015).
6.2 Conocimiento de las plantas
acuáticas en la región
Río de aguas blancas del piedemonte andino. Foto © Anabel Rial.
Los Andes es la zona del Neotrópico donde ocurre la mayor
riqueza de plantas acuáticas y donde más de la mitad de sus
especies (61-64%) son endémicas (Chambers et al. 2007).
Rial (2014) compila 32 inventarios en Centro y Suramérica;
sin embargo, la riqueza no siempre es comparable, debido a
la disparidad de criterios en relación al concepto de planta
acuática ( Jacobsen y Terneus 2001). La conocida clasiicación
de hidróitos y helóitos resulta siempre útil, pero en algunos
casos desestima las especies indicadoras del litoral móvil (Rial
2014). En tal sentido, el concepto que incluye las ecofases (Rial
2003, 2009) sirve entre otros, para deinir los límites de un
determinado humedal sometido a algún grado de luctuación
hídrica (Rial y Lasso 2014).
andino y Apinagia peruviana del sur de la vertiente oriental
(León 2007a), ambas especies destacadas de estos ambientes, que
a diferencia de otras en el continente, aún no han sido estudiadas.
En Ecuador la región interandina se localiza entre los 2200 y
2600 m s.n.m. Se caracteriza por una topografía medianamente
escarpada y con predominio de zonas de valles extensos con pocas
pendientes pronunciadas, donde se asientan lagunas alimentadas
por ríos caudalosos de dinámica intermedia, dominadas por
vegetación acuática emergente en sus zonas litorales, llamadas
comúnmente totorales y dominadas por los géneros Scirpus,
Typha y Juncus (Terneus 2002a).
En Perú y Bolivia, los humedales de las Yungas son complejos
lénticos y lóticos que abarcan múltiples microcuencas que
drenan a la Amazonia. Por debajo de los 2600 m s.n.m. ocurren
humedales asociados a las lagunas como por ejemplo las de
Pomacochas y Consuelo en el Perú (Urrego et al. 2010, Bush et
al. 2015).
La lora vascular de los cuerpos de agua permanentes altoandinos
es relativamente menos diversa (León y Young 1996) e incluye
más especies de líquenes, musgos y hepáticas que en las tierras
medias y bajas (Rial 2014). En general, las bioformas dominantes
son las hierbas arraigadas sumergidas o emergentes, entre las
cuales los isoetos comprenden la mayor parte de los endemismos.
En los Andes de Colombia la riqueza estimada a partir de la
información disponible (Cuatrecasas 1958, Cleef 1981, Rangel
y Aguirre 1983, Franco et al. 1986, Wink y Wijninga 1987,
Schmidt-Mumm 1988, 1998, Sánchez et al. 1989, Wijninga et al.
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Chaparro 2003, Granés 2004, Cuello y Cleef 2009, Vásquez y
Serrano 2009, Durán-Suarez et al. 2011, Posada-García y López
Muñoz 2011, Schmidt-Mumm y Vargas-Ríos 2012 y RamosMontaño et al. 2013, entre otros) es de al menos 140 especies
en unos 80 géneros y 50 familias, con buena representación
de brióitos a mayores elevaciones y en general de las familias
Cyperaceae y Compositae junto a Polygonaceae, Poaceae,
Juncaceae, Isoetaceae y Plantaginaceae (Rial 2014).
Las tierras bajas, desde los valles interandinos en Colombia,
periferias amazónica y chocoana de la zona pre-andina, entre
los 0 y los 800 m s.n.m y resto de llanuras inundables, están
condicionadas en gran extensión, por el pulso de inundación
anual que da origen a una amplia variedad de cuerpos de agua
temporales y permanentes. El régimen de inundación y el tipo
de agua: clara, blanca o negra (Sioli 1950, 1984), determinan
la presencia de ciertas comunidades de plantas acuáticas
como los bosques inundables, que representan 20-25% de las
formaciones vegetales ( Junk 1993, Junk y Piedade 2010, 2011),
principalmente de várzea (aguas blancas) e igapó -tahuampa(aguas negras). Los pulsos de inundación varían anualmente y
pueden durar semanas, como en las restingas (Myster 2009) o
casi todo el año como las referidas várzeas o igapós. Witmmann
et al. (2011) señalaron que 30-35% de las especies de bosques
de várzea son compartidas con bosques no inundables. Por
otra parte, la mayor parte de la lora amazónica que habita en
humedales permanentemente inundados es de distribución
neotropical (Young y León 1993), con pocas especies endémicas.
En la Amazonia baja del Ecuador Terneus (2007) observó la
La lora vascular acuática del Ecuador está representada por 147
especies identiicadas según el “Catálogo de Plantas Vasculares
del Ecuador”, lo que representa el 1% de la lora vascular del país
( Jørgensen y León-Yánez 1999). En la región altoandina Terneus
(2002a) registró la presencia de 62 especies de hidróitos o plantas
90
de islas geológicas y consecuente aislamiento poblacional,
determinando así, los patrones de distribución de las especies
de plantas acuáticas en estos ambientes (Terneus 2002b). En
los humedales altoandinos de Ecuador habitan 273 especies
endémicas de las cuales solo dos han sido registradas como plantas
acuáticas Baccharis hieronymi e Isoetes ecuadoriensis: (León-Yánez
et al. 2011). En Colombia, las 16 especies endémicas analizadas
pertenecen a 13 géneros y 10 familias, 10 de ellas son exclusivas
de Colombia, tres se distribuyen también en Ecuador y otras
tres llegan hasta Perú y Bolivia. Los endemismos de acuáticas
en el Perú se hallan en los humedales altoandinos y son cuatro,
estos representan menos del 1% de los endemismos del país.
Una especie de Isoetaceae altoandina representa uno de los seis
endemismos de la lora acuática de Bolivia (Tabla 6.1).
vasculares estrictamente acuáticas. De este último grupo, cinco
especies son isoetos, e incluyen a Isoetes ecuadoriensis, endémica
de los andes ecuatorianos (Navarrete et al. 2011, Romero 2011).
Las especies de esta familia se consideran bioindicadoras por su
sensibilidad a los cambios ambientales y distribución restringida
(Terneus y Vásconez 2004).
En los Andes del Perú se estima que 60 especies en 44 géneros
y 29 familias conforman la lora estrictamente acuática sobre
los 3500 m s.n.m. (León 1993, León y Young 1996) mientras
que otras 150 especies helóitas, habitan los humedales andinos
y alto andinos (Cooper et al. 2010, Ramírez 2011, Salvador et
al. 2014). Las familias de plantas acuáticas mejor representadas
son Potamogetonaceae, Cyperaceae, Ranunculaceae, Isoetaceae
y Juncaceae. En los diversos humedales del Perú la lora acuática
está dominada por tres familias: Asteraceae, Poaceae y Cyperaceae
(Ramírez 2011), también comunes en la lora del resto del país.
En la zona altoandina, al igual que en los otros países, las especies
endémicas pertenecen a la familia Isoetaceae (León 2007b). Por
debajo de los 3500 m s.n.m., así como en la cuenca amazónica,
se han registrado 100 especies estrictamente acuáticas (León y
Young 1996). En este rango altitudinal las familias más ricas en
especies son Salviniaceae, Cyperaceae y Poaceae. En Perú, como
en otros países de Suramérica, los endemismos son reducidos y a
diferencia de los ambientes terrestres, no alcanza el 1%. La lora
de humedales en las vertientes de los Andes del Perú ha sido poco
estudiada, a pesar de ser el área de endemismos de las especies de
Podostemaceae.
6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y
criterios para la selección de especies
A pesar del creciente conocimiento sobre la lora Neotropical
( Jørgensen et al. 2011, Jørgensen et al. 2014, Bernal et al.
2016), las limitaciones para este análisis han sido la ausencia
de referencias sobre la biología y distribución de las especies
analizadas y la escasa integración de información sobre plantas
acuáticas a nivel regional; lo que conirma por una parte, la
necesidad de acceso a colecciones de referencia en buen estado,
cuya información de herbario sea consistente con las bases
de datos de sus registros, y por otra, la necesidad de estudios
ecológicos y isiológicos destinados a recopilar datos sobre la
historia natural de estas especies.
En Bolivia, las plantas acuáticas han sido estudiadas por Beck
(1984), Haase (1989), Navarro (1993), Ruthsatz (1993, 1995),
Ritter (2000) y De la Barra (2003), entre otros. Están bien
representadas en la lora del Altiplano, tanto en lagunas como
en depresiones con alto nivel de napa freática ( Jørgensen et al.
2014). Sin embargo, tal como ocurre en Colombia y Ecuador,
la riqueza de especies (117 especies) altoandinas en Bolivia es
menor que en las planicies amazónicas y la Chiquitanía. Esta
última región dominada por bosques semicaducifolios y secos
(Ritter 2000). La riqueza de plantas estrictamente acuáticas
alcanza las 130 especies, de las cuales aproximadamente la mitad
o un número similar al del Perú se halla en los Andes.
Los dos criterios usados para la selección de las especies fueron:
endemismo y estado de conservación. Se analizaron solo las
especies endémicas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia
coninadas a los cuerpos de agua de la región descrita. El criterio
de estado de conservación se basó tanto en las condiciones
ambientales de las localidades como en las presiones que afectan
la presencia y distribución de éstas especies.
Las 51 especies seleccionadas son endémicas de Colombia,
Ecuador, Perú y Bolivia y habitan en humedales cuyas
condiciones hídricas son más o menos luctuantes en todo el
gradiente altitudinal, desde los páramos altoandinos, tierras
medias de los valles interandinos hasta la depresión amazónica.
Son plantas vasculares agrupadas en helechos, hierbas, arbustos
y árboles que de acuerdo a su hábito de crecimiento en el agua,
pueden agruparse en cuatro bioformas básicas: arraigadas
emergentes, arraigadas lotantes, lotantes libres o sumergidas,
según la clasiicación de Sculthorpe (1967). En el caso de los
páramos, también se emplean las formas de vida cojín o tapete
para describir a las comunidades de brioitos características de
estos ambientes.
En el caso de los humedales amazónicos, han sido estudiados y
exhaustivamente clasiicados por Prance (1979), Pires (1961),
Sioli (1951), Junk et al. (2010, 2011), entre otros. En Colombia
el Instituto Amazónico de Investigaciones Cientíicas (Sinchi) ha
promovido su investigación (Ricaute et al. 2012, 2015). También
han recibido especial atención en Colombia, los palmares de
Mauritia lexuosa (cananguchales) (Endress et al. 2013, Lasso
et al. 2013 y Urrego et al. 2013) y en Ecuador los mandiales
(Montrichardia linifera) característicos de los sistemas lacustres
de Cuyabeno e Imuya, lora acuática asociada a los bosques de
Igapó (Terneus 2007).
6.3 Estado de conservación
Finalmente, los endemismos están asociados al levantamiento de
la cordillera de los Andes durante el Pleistoceno, a la formación
De las 51 especies endémicas analizadas, 12 (33.3% de las
especies para las cuales existe información suiciente) se
91
encuentran en alguna categoría de amenaza, es decir En Peligro
Crítico, En Peligro o Vulnerable (CR, EN, VU); 2 (5.5%) están
Casi Amenazadas (NT); 22 (61.1%) serían de Preocupación
Menor (LC) y 15 especies (29.5% del total de especies evaluadas)
no cuentan con datos suicientes para evaluar su estado de
conservación (DD) (Figura 6.1). Las especies amenazadas
pertenecen a seis géneros y cinco familias, la mayoría Isoetaceae
(6) y Podostemaceae (3), más una especie de cada una de las
familias: Guttiferae, Compositae y Menyanthaceae (Tabla 6.1).
Una lista de todas las especies por orden y familia, incluyendo la
categoría asignada, se presenta en el Apéndice 2.
6.4 Patrones de riqueza de especies
6.4.1 Especies endémicas
La mayor concentración de especies endémicas evaluadas habita
en la región andina del centro-norte de Ecuador, en las cabeceras
de los ríos Pastaza y Napo (Figura 6.2). Le sigue en Colombia, la
región de la vertiente occidental de la cordillera Oriental, en las
Figura 6.1 Estado de conservación de las 51 especies de
plantas acuáticas endémicas para la región Andes del Norte.
CR= En Peligro Crítico; EN= En Peligro; VU= Vulnerable;
NT= Casi Amenazada; LC= Preocupación Menor; DD =
Datos Insuicientes.
Humedal a 4300 m de altitud en la Cordillera de Vilcanota, Perú,
con el glaciar Quelccaya de fondo. Foto: © Blanca León.
Tabla 6.1 Especies de plantas acuáticas endémicas de los Andes Tropicales Amenazadas y Casi Amenazadas (NT).
Familia
Nombre cientíico
Distribución
Cat. LR
Isoetaceae
Isoetes dispora
Perú
CR
Isoetaceae
Isoetes hewitsonii
Perú
CR
Podostemaceae
Apinagia peruviana
Perú, Bolivia
CR
Menyanthaceae
Nymphoides herzogii
Bolivia
EN
Podostemaceae
Apinagia boliviana
Bolivia
VU
Compositae
Baccharis hieronymi
Ecuador
VU
Guttiferae
Hypericum callacallanum
Perú
VU
Isoetaceae
Isoetes ecuadoriensis
Ecuador
VU
Isoetaceae
Isoetes herzogii
Bolivia
VU
Isoetaceae
Isoetes parvula
Perú
VU
Isoetaceae
Isoetes saracochensis
Perú
VU
Podostemaceae
Rhyncholacis nobilis
Colombia
VU
Ebenaceae
Diospyros nur
Bolivia
NT
Lemnaceae
Lemna yungensis
Bolivia
NT
92
Figura 6.2 Patrón de riqueza de
especies endémicas de plantas
acuáticas (número de especies
por sub-cuenca) en los Andes
Tropicales.
de humedales altoandinos y tres pertenecen a la familia
Podostemaceae exclusivas de raudales en ríos en tierras medias bajas del piedemonte amazónico (Figura 6.3).
cuencas del alto Magdalena, Sabana de Bogotá y río Sogamoso;
en Perú en las cuencas del río Urubamba-Vilcanota, Marañón y
Madre de Dios y en Bolivia en las cuencas altas de los ríos Beni y
Mamoré (Figura 6.2).
La familia Isoetaceae habita en humedales por encima de los
3000 m s.n.m y se conoce muy poco de su biología y estado
poblacional. Su sensibilidad a los cambios en la calidad y
cantidad de agua, la convierten en especie indicadora: a) del
buen estado del balance hídrico; b) los efectos del cambio
climático; c) los efectos de las actividades antropogénicas sobre
los humedales altoandinos.
6.4.2 Especies amenazadas
La mayor cantidad de especies amenazadas ha sido registrada en
Perú (4 VU y 3 CR) seguido de Bolivia con dos (1VU y 1 EN),
Ecuador (2VU) y Colombia (1 VU) (Tabla 6.1 y Figura 6.3). El
patrón de distribución de las especies amenazadas es similar al
de las endémicas; mayor concentración siempre en las cuencas
altas de los ríos Marañón y Madre de Dios en Perú, ríos Napo y
Pastaza en Ecuador y río Beni en Bolivia (Figura 6.3).
Las tres especies de la familia Podostemaceae habitan en ríos
torrentosos a menos de 2000 m s.n.m. Su presencia es indicadora:
a) del buen balance hídrico de estos sistemas lóticos; b) del buen
estado de sus cabeceras o nacientes; c) de la alta calidad del agua –
sin contaminación y/o sedimentación- por efecto de actividades
De las 12 especies endémicas amenazadas en los Andes
Tropicales, seis pertenecen a la familia Isoetaceae endémicas
93
Figura 6.3 Patrón de riqueza de
especies amenazadas de plantas
acuáticas (número de especies
por sub-cuenca) en los Andes
Tropicales.
antropogénicas. Las tres especies En Peligro Crítico pertenecen
también a estas dos familias que se describen a continuación.
especies de los Andes tropicales pueden habitar sobre el sustrato
de la vegetación graminoide o en cuerpos de agua someros hasta
profundos. Son bioformas arraigada emergente y/o sumergida y
su endemismo se relaciona con el aislamiento de sus poblaciones.
Siete especies endémicas altoandinas están amenazadas en Perú,
Bolivia y Ecuador.
ISOETACEAE: Familia monogenérica (Isoetes) perteneciente
a los licóitos, que si bien no alcanza la riqueza de las zonas
templadas (Hoot et al. 2006), en los trópicos se halla representada
por 350 especies (Hickey et al. 2003). En Suramérica se han
registrado 64 especies (Fuchs-Eckert 1982) sobre las cuales se
tiene escaso conocimiento.
Isoetes dispora Hickey (CR). Endémica de Perú. Licóito
arraigado emergente conocido de una sola localidad, laguna
Incahuasi (3300 m s.n.m) en la cuenca del río La Leche (vertiente
Pacíica) al noroccidente del país, en los páramos de Jalca. No ha
sido registrada desde inicios de 1980. Las amenazas reconocidas
para esta especie son la expansión agrícola y la actividad minera.
Las especies de Isoetes tienen metabolismo CAM (crasuláceas)
(Keeley 1998) y cumplen su ciclo de vida en dos fases (esporofítica
(2n) y gametofítica (n). Presentan tallo carnoso, alargado y
discoidal, provisto de raíces ahorquilladas que se originan
en una estructura central (cormo) y hojas arrosetadas sobre
bases ensanchadas en donde se almacenan los esporangios. Las
Isoetes hewitsonii Hickey (CR). Endémica de Perú. Licóito
arraigado emergente. Conocida solo de los ambientes de Jalca al
94
Apinagia boliviana P. Royen (VU). Endémica de Bolivia. Hierba
arraigada sumergida y emergente, conocida de pocos sitios en
las cuencas del Apolobamba y Coroico. Habita entre 945-1330
m s.n.m Localmente abundante (Ritter 2000). La amenaza
principal son las represas que afectan la luctuación natural del
nivel de aguas.
norte del país (3700 m s.n.m). No ha sido registrada desde 1970.
Sus poblaciones ocupan menos de un kilómetro cuadrado y su
hábitat es alterado por el pastoreo intensivo y el drenaje de los
humedales.
Isoetes parvula Hickey (VU). Endémica de Perú. Licóito
arraigado emergente. Conocida de una sola localidad en la
divisoria de aguas entre la cuenca del Pacíico y la cuenca del
río Ene, Ayacucho. Habita en suelos encharcados o anegados
en laderas rocosas. La actividad minera es la principal amenaza
potencial para esta especie.
Rhyncholacis nobilis van Royen (VU). Endémica de Colombia.
Hierba arraigada sumergida y arraigada lotante (ecofases).
Conocida solo de los raudales Yuruparí del río Vaupés (250400 m s.n.m). Un solo registro –repatriado- en Colombia
(SiB-IAvH). Ha pasado de la categoría DD a VU debido a su
distribución restringida, a la ausencia de datos desde su colección
en 1943 y a la amenaza que supone la explotación ilegal de oro y
coltán en su área de distribución.
Isoetes saracochensis Hickey (VU). Endémica de Perú. Licóito
sumergido. Poblaciones dispersas en lagunas sobre los 3950
m s.n.m. al sur del Perú. Sus poblaciones son afectadas por el
drenaje de los humedales y la contaminación por la minería.
Otras tres especies amenazadas pertenecen a las familias,
Menyanthaceae, Compositae y Guttiferae (Tabla 6.1). Una
se distribuye en las tierras bajas de la vertiente amazónica de
Bolivia, una en ambientes palustres de Perú y una en los páramos
de Ecuador.
Isoetes herzogii Weber (VU). Endémica de Bolivia. Licóito
arraigado emergente. Habita entre los 2600-4700 m s.n.m. En
lagunas y riachuelos someros en el Altiplano, en bosques de la
vertiente oriental o sumergido más de 50 cm de profundidad,
generalmente en poblaciones densas (Ritter 2000). Las amenazas
a sus poblaciones provienen de actividades agrícolas, acuicultura
y pastoreo de humedales.
Nymphoides herzogii A. Galán y G. Navarro (EN). Endémica
de Bolivia. Hierba arraigada lotante conocida de unas pocas
localidades en Santa Cruz de la Sierra. Habita en lagunas
someras de tierras bajas (De la Barra 2003) menos de 500 m
s.n.m. ( Jørgensen et al. 2014). Las amenazas a sus poblaciones
provienen de la contaminación de aguas por eluvios de aguas
servidas y de actividades agrícolas y forestales.
Isoetes ecuadoriensis Aspl. (VU). Endémica de Ecuador. Licóito
arraigado emergente. Colectado por primera vez en la laguna de
Mojanda en 1920. Distribuida en áreas lacustres de los páramos
entre 3000-4000 m s.n.m. Registrada en las reservas ecológicas
Cayambe-Coca; Cotacachi-Cayapas y en el Parque Nacional
Podocarpus, lagunas Arreviatadas, al sur del país en Zamora
Chinchipe. Habita en zonas pantanosas, bordes de lagunas
y riachuelos andinos (Navarrete et al. 2011). Las principales
amenazas para la especie son la desecación de los humedales y el
sobrepastoreo del ganado. Podría también estar afectada por la
construcción de represas en la región, que alteran el lujo de agua
y el micro-hábitat de la especie (Terneus y Vásconez 2004).
Hypericum callacallanum N. Robson (VU). Endémica de Perú.
Hierba o frútice arraigado emergente, conocido de ambientes
palustres en la cuenca del río Marañón-Utcubamba y en
ecotonos de pajonal a bosque montano entre 3000 y 3700 m
s.n.m. Amenazas probables incluyen modiicación de su hábitat
por actividades mineras.
Baccharis hieronymi Heering (VU). Endémica de Ecuador.
Arbusto arraigado emergente, habita en suelos anegados de
bosque andino alto hasta páramo arbustivo entre 3000-3500
m s.n.m. Solo cinco colecciones; los tres últimos ejemplares
colectados en el año 2000 en las carreteras Chiquintad-Labrado;
Gualaceo-Limón y Baños-Nero. También ha sido registrada en la
presa Chanlud (Barriga et al. 2011), en la provincia del Azuay al
sur del Ecuador. Probablemente presente en el Parque Nacional
Cajas. Dos especímenes preservados en el Herbario Nacional
(QCNE) en Quito (Barriga et al. 2011). Las amenazas a sus
poblaciones provienen de su uso para leña.
PODOSTEMACEAE: Plantas dicotiledóneas con rizoides en
la supericie radicular y hapterios que secretan polisacáridos para
la adherencia al sustrato rocoso, en cursos de agua torrentosos.
Generalmente con dos ecofases: acuática (vegetativa) como
arraigada sumergida y terrestre (reproductiva), como arraigada
emergente al descender el nivel del agua, quedando expuestas
al aire lores y frutos para la polinización y dispersión
respectivamente (Rial 2014). Tres especies endémicas están
amenazadas en ríos de tierras medias en las vertientes amazónica
y pacíica de Perú, Bolivia y en un río de tierras bajas de Colombia.
Apinagia peruviana Wedd. ex Engl. (CR). Hierba arraigada
sumergida y emergente, conocida originalmente de la cuenca
del río San Gabán al sur oriente del Perú y registrada también
en Bolivia en el Parque Nacional Madidi (945-1330 m s.n.m).
Su único registro en el Perú proviene del siglo XIX. Amenazada
por la presencia de hidroeléctricas en las dos cuencas conocidas:
Beni y San Gabán.
Dos especies endémicas de Bolivia y pertenecientes a dos familias
(Ebenaceae y Lemnaceae) se encuentran en la categoría de Casi
Amenazadas (NT). Una se encuentra en el bosque inundable
amazónico (Diospyros nur) y una es endémica de yungas (Lemna
yungensis).
95
3600 y 4400 m s.n.m. en los departamentos del Magdalena,
Tolima y Boyacá; fuera de áreas protegidas.
Diospyros nur B. Walln. (NT). Endémica de Bolivia. Árbol de
las llanuras inundables del Beni (160-220 m s.n.m) en bosques
amazónicos de ríos de aguas claras (sensu Sioli 1984). Si bien se
desconocen las amenazas a su población, esta estaría compuesta
de un poco más de 1000 individuos.
Dicranopygium goudotii Harling (DD). Endémica de Colombia.
Ha sido registrada en quebradas y ríos entre 170 y 330 m s.n.m.
en los departamentos de Antioquia y Nariño.
Lemna yungensis Landolt (NT). Endémica de Bolivia. Hierba
lotante libre que habita en las yungas. Se considera una especie
rara que solo ha sido registrada en una localidad de La Paz a
2400 m s.n.m Amenazada por el avance de la agricultura y la
actividad forestal.
Eleocharis columbiensis L.E. Mora. (DD). Endémica de
Colombia. Especie arraigada emergente. Cuatro registros de hace
tres décadas en una sola localidad del lago Tota (3040 m s.n.m.)
en Boyacá, actualmente amenazada por el avance agrícola.
6.4.3 Especies con Datos Insuicientes (DD)
Eclipta leiocarpa Cuatrec. (DD). Endémica de Colombia. Un
solo ejemplar colectado en 1940 en el río Bogotá, aunque se
desconoce exactamente en cuál tramo del río.
De las 51 especies evaluadas, 15 carecen de datos sobre su
abundancia y distribución (DD) y su patrón de riqueza es similar
al de las especies endémicas. Seis son endémicas de Colombia y
habitan entre los 170 y más de 4000 m s.n.m. incluyendo una
especie de la cuenca endorreica del lago de Tota. Se distribuyen
principalmente en la cuenca alta del río Magdalena en Colombia,
los ríos Pastaza y Napo en Ecuador, Marañón en Perú y Beni en
Bolivia (Figura 6.4). La mayoría habita en lagunas y humedales
andinos por encima de los 2000 m s.n.m., las ocho especies
restantes se distribuyen en los humedales medios y bajos de la
vertiente amazónica o Pacíica de los Andes.
Callitriche quindiensis Fassett (DD). Endémica de Colombia.
Un solo ejemplar colectado en 1951 en el páramo del Quindío
en el departamento homónimo.
Montia biapiculata Lourteig (DD). Endémica de Colombia.
Ha sido registrada en humedales de los departamentos de
Cundinamarca (Sumapaz, Chisaca, Alto Caicedo, Paramo
Palacio, Paramo Sumapaz) y Meta (Sumapaz, Hoya Sitiales).
Isoetes eshbaughii Hickey (DD). Endémica de Bolivia. Un solo
ejemplar colectado en una laguna de la localidad de Ayopaya en
Cochabamba.
Isoetes colombiana (T.C. Palmer) H.P. Fuchs. (DD). Endémica
de Colombia. Ha sido registrada en quebradas y lagunas entre
Dicranopygium goudotii, especie endémica de Colombia, registrada en el medio Magdalena. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
96
Figura 6.4 Patrón de riqueza de
especies de plantas acuáticas con
Datos Insuicientes (número de
especies por sub-cuenca) en los
Andes Tropicales.
Apinagia luitans P. Royen (DD). Endémica de Bolivia. Conocida
de pocos especímenes en la cuenca del Beni, departamento de
Pando.
provincia de Santa Cruz y, posiblemente, en cuencas vecinas en
Rondonia o Mato Grosso, Brasil.
Polygonum peruvianum Meissn. (DD). Hierba conocida
de Ecuador y Perú. Descrita originalmente de un ejemplar
recolectado en el nororiente del Perú en la cuenca del Marañón.
Ranunculus bangii Lourteig (DD). Endémica de Bolivia. Dos
colecciones provenientes de humedales altoandinos en el
departamento de La Paz, provincia Murillo.
Juncus subulitepalus Balslev (DD). Conocida de Ecuador, Perú y
Bolivia. Ha sido registrada en humedales naturales y perturbados
en unas pocas localidades de estos tres países entre 3500 y 3600
m s.n.m
Puya laccata Mez. (DD). Endémica de Perú. Un solo ejemplar
colectado en humedales altoandinos (“turbera”) de las partes
altas del valle del río Monzón a inicios del siglo XX. Sus
poblaciones probablemente estén amenazadas por la expansión
de agricultura.
Callitriche heteropoda Engelm. ex Hegelm. (DD). Distribuida
en Ecuador, Perú y Bolivia. Ha sido registrada en humedales
estacionales entre 1200 y 4600 m s.n.m.
Byrsonima riparia W. R. Anderson (DD). Arbusto o árbol bajo
de los bosques de várzea en las cuencas del Chaco boliviano en la
97
departamentos de Nariño, Cauca, Cundinamarca y Boyacá, es
poco conocida y algunos de sus frágiles hábitats altoandinos
en los páramos de Pisba y La Sarna son áreas mineras activas,
especialmente de carbón.
Isoetes lechleri Mett. (LC). Distribuida en los humedales
altoandinos de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Si bien está distribuida en lagos y lagunas permanentes de la
cordillera andina y ha sido registrada en áreas protegidas de
Perú y Colombia, en Bolivia ha sido incluida en el Libro Rojo de
especies amenazadas.
6.5 Principales amenazas
Siguiendo el esquema de clasiicación de amenazas acordado por
el Consorcio para Medidas de Conservación basado en Salafsky
et al. (2008), las principales amenazas directas para las plantas
acuáticas Amenazadas y Casi Amenazadas de los Andes Tropicales
son la agricultura y la acuicultura (40%), la modiicación de los
sistemas naturales (34%), la producción de energía y la minería
(27%) y el uso de los recursos biológicos (13%). Otras amenazas
importantes presentes son la contaminación, el cambio climático
y las intrusiones humanas (Figura 6.5).
6.5.1 Agricultura y acuicultura
Isoetes lechleri en Parque Nacional Río Abiseo, Perú.
Foto © Blanca León.
Los impactos del pastoreo y/o las quemas que preceden a la
siembra en los diferentes ecosistemas andinos, incluyendo
rosetales, pajonales y humedales altoandinos, han sido
documentados entre otros por Hofstede (1995), Verweij (1995),
Molinillo y Monasterio (1997) y Suárez y Medina (2001).
En Ecuador, la introducción de llamas y alpacas en remplazo
del ganado vacuno, no ha disminuido la presión sobre estos
ecosistemas. Si bien el deterioro del suelo ha sido menor con
la introducción de estos camélidos, no deja de ser una amenaza
permanente la expansión de su cría. Postigo et al. (2008)
mostraron que la asociación actual entre el pastoreo de camélidos
sudamericanos y los pantanos altoandinos en el Perú, releja la
Desmodium subsecundum Vogel (DD). Endémica de Bolivia. Ha
sido registrada en humedales de tierras bajas en el departamento
de Santa Cruz (500 m s.n.m). Las quemas recurrentes pueden
afectar sus poblaciones.
Se destacan también dos especies de Isoetes en la categoría LC
que merecen atención.
Isoetes bischlerae H. P. Fuchs (LC) Endémica de Colombia.
A pesar de su distribución a lo largo de la cordillera en los
Figura 6.5 Principales factores de
amenazas que afectan a las especies
de plantas acuáticas de los Andes
Tropicales amenazadas y Casi
Amenazadas (NT).
98
presión sobre estos ecosistemas y su dependencia con el origen
y disponibilidad de las aguas que los mantienen. Los humedales
altoandinos en Perú y Bolivia incluyen cuerpos de agua
artiiciales, creados y manejados por el ser humano y de cuyas
decisiones de manejo depende el paisaje (Verzijl y GuerreroQuispe 2013, Villarroel et al. 2014). La complejidad de estas
interacciones debe considerarse por tanto, en el diseño de las
estrategias de conservación de las especies acuáticas amenazadas.
Por otra parte, la deforestación y los incendios forestales con
diversos propósitos amenazan a Baccharis hieronymi (VU) y a
Distichia acicularis (NT) cuyas poblaciones son relativamente
pequeñas.
6.5.2
La causa mayor es la presión antropogénica sobre humedales
cercanos a centros poblados. La alteración de la calidad y
cantidad de agua y la desaparición de microhábitats, son
impactos adicionales si tenemos en cuenta que estas especies han
sido registradas solo en una localidad.
La minería y los proyectos energéticos en hábitats altoandinos del
Perú ponen en peligro la supervivencia de Isoetes dispora (CR), I.
hewitsonii (CR) e I. parvula (VU) especies exclusivas de estos
humedales a más de 3500 m.s.n.m. Para otras especies endémicas
de Isoetes que habitan en Colombia y Ecuador estas actividades
pueden signiicar la completa desaparición de su hábitat, pues ya
hay registros de la degradación de su estructura y función.
Modiicación de sistemas naturales
6.6 Acciones de conservación
y recomendaciones
La transformación de los humedales causada por la construcción
de represas, la captación de agua para agricultura y la desecación
para la ganadería, elimina el hábitat de las plantas acuáticas en
los Andes Tropicales. La interrupción del caudal de los ríos en
zonas altas de la cordillera, así como la minería en el piedemonte
amazónico, amenazan la supervivencia de Apinagia peruviana
(CR), A. boliviana (VU) y Rhyncholacis nobilis (VU). El estudio
realizado por Terneus y Vásconez (2004) pone en evidencia
que la construcción de represas y carreteras, el ganado y los
asentamientos humanos cercanos a las fuentes de agua primaria,
han puesto en riesgo a las poblaciones de plantas acuáticas
endémicas de los Andes, debido a la sedimentación y a la
disminución de los caudales originales.
6.6.1 Promover la investigación
Fomentar estudios especíicos y facilitar el acceso a la
información. Esta evaluación ha resaltado los vacíos de
información y los retos de investigación. El conocimiento de la
lora acuática es dispar en las diversas ecorregiones y humedales
y sabemos muy poco sobre las interacciones y la biología de las
especies. Esta falta de información sobre la historia natural,
características de sus poblaciones y ecología son limitantes para
la planiicación de su conservación y en este caso, para su precisa
categorización.
Otras especies de Isoetaceae como I. colombiana e I. bischlerae
en Colombia, e I. andina, I. ecuadoriensis e I. lechleri en Ecuador
( Jacobsen y Terneus 2001, Terneus 2001, 2002a, b), están en
peligro por la construcción de diques, presas y carreteras. Este
impacto es uno de los más agudos en la última década.
Promover la investigación y la divulgación de resultados.
En comparación con los ecosistemas terrestres, los acuáticos
han sido menos estudiados. Esto es especialmente notable
en los países andinos, en donde además y en general, siguen
siendo desestimados, desecados y contaminados por actividades
agropecuarias y urbanísticas planiicadas.
6.5.3 Producción de energía
y contaminación
Promover el acceso a los hábitats con ines de investigación.
La imposibilidad de llegar a ciertos humedales, ha impedido
su estudio en localidades con limitaciones de orden público
o amenazados por actividades ilegales de minería, como en el
La contaminación de los cuerpos de agua es la mayor amenaza
sobre Nymphoides herzogii (EN) y Eleocharis columbiensis (DD).
Impactos de la construcción de represas y diques sobre las fuentes de agua primarias en la laguna de Mogotes, páramo de Papallacta en Ecuador.
Foto © Esteban Terneus.
99
caso de las Podostemaceae en Colombia. Tal deiciencia de
datos puede subestimar el grado de amenaza y el riesgo que
supone la alteración permanente de estos hábitats. Las alianzas
interinstitucionales pueden promover expediciones conjuntas a
regiones de difícil acceso que requieren logísticas complejas y/o
costosas. En Ecuador se propone la zona sur del país, las vertientes
altoandinas occidentales y la zona de los Llanganates. Colombia
y Perú pueden contribuir al estudio de las plantas acuáticas de la
familia Podostemaceae que se adelanta en la región (Phillbrick
et al. 2010).
6.6.2. Potenciar su cualidad bioindicadora para
el estudio integral humedal-lora
Emplear la capacidad bioindicadora de las plantas acuáticas
para promover investigación y conservación. Además de
su importancia como organismo y recurso hidrobiológico,
las plantas acuáticas señalan la presencia, límites y estado de
conservación de los humedales. Por tanto, su evaluación también
caliicaría el hábitat. De acuerdo con esto, se debe asumir
integralmente el estudio de ambos, humedal-lora, especialmente
si se extrapola a toda la región la estimación del Instituto de
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales en Colombia
en cuanto a la desaparición de las zonas cubiertas de nieve en
2030 y de los páramos en 2050.
Ampliar la investigación y monitoreo en áreas urbanas. En los
humedales cercanos a centros poblados y con intenso desarrollo
agropecuario, como Bogotá y sus cercanías, la información sobre
las poblaciones y la ecología de especies catalogadas (DD) es
escasa. La mayoría ha sido registrada en una sola localidad como
en el caso de Eleocharis columbiensis y Eclipta leiocarpa en el
lago Tota y el río Bogotá, respectivamente. Más grave aún es el
caso de Nymphoides herzogii (EN) en las cercanías de la poblada
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde se han registrado solo dos
subpoblaciones de esta especie poco común. La proximidad de
estos hábitats a los centros de investigación y la facilidad logística
que suponen las áreas urbanas, debería ser aliciente para el
estudio y monitoreo de estos humedales y sus comunidades de
plantas acuáticas.
6.6.3. Identiicar hábitats clave - analizar la
eicacia y cobertura de las áreas protegidas
Identiicar hábitats clave. Ubicar y veriicar el estado de
conservación de humedales, hábitats y potenciales especies
amenazadas. Esto puede vincularse a las Áreas Clave para la
Biodiversidad (ACB), a los sitios de la Alianza para la Extinción
Cero (AZE), a las especies de importancia para las aves (IBAs)
y en general a series de datos e información espacio-temporal
recopilados por especialistas de la región.
Ampliar y mejorar el desempeño de las Áreas Protegidas.
Solo una parte de la biodiversidad de plantas acuáticas de alta
montaña habita en estas áreas. En Colombia menos del 39%
de los páramos son Parques Nacionales Naturales y el 8% tiene
usos agrícolas, incluso pecuarios. Los monocultivos de papa
se extienden a lo largo de la cordillera andina y los cambios en
el microclima y la composición de especies ya son notables.
Reconocer que el cambio del uso de estos suelos modiica el
balance hídrico y contamina con agroquímicos y pesticidas no
solo in situ sino aguas abajo, es el primer paso para proteger estos
ambientes. León y Young (1996) resaltaron la escasa relación
entre la presencia de humedales protegidos y la falta de garantías
para mantener la contaminación de aguas por debajo de los
límites permitidos. Las Áreas Protegidas no siempre aseguran la
supervivencia de las especies. En Ecuador, el 87% de las lagunas
–hábitat de especies de esta evaluación- forman parte del Sistema
Nacional de Áreas Protegidas, sin embargo muchas han sido
represadas o transformadas por el paso de carreteras, lo que ya ha
restringido la distribución de algunas especies (Terneus 2001).
En Perú y Bolivia las condiciones son similares respecto al escaso
desempeño de estas áreas en la protección de humedales y su lora.
En los Andes del Perú, los bosques inundados están protegidos
en el 23% del territorio (Rodríguez y Young 2000), no así la puna
cuya representación es del 2% en el Sistema de Áreas Protegidas,
por lo que es necesario aumentar esta cobertura.
Río Bogotá en su paso por incas ganaderas en las cercanías de la
ciudad. Foto© Anabel Rial.
6.6.4.
Atender los efectos del cambio climático
Los cambios en los patrones de lluvia y el aumento de la
temperatura que implica el calentamiento de la tierra (WRI,
100
protegidas (50) privadas y estatales. Para esta y otras tareas
relacionadas con el conocimiento y conservación de las plantas
acuáticas y sus hábitats en la región, se propone emprender y
ampliar actividades regionales concretas (Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú y Bolivia), convenios e intercambios especíicos
de cooperación, investigación y formación de talento. Un
objetivo de amplio alcance consiste en determinar los efectos
del cambio climático en los patrones de distribución de las
especies endémicas, desde las zonas de línea ecuatorial hacia los
extremos latitudinales, como indicador de la mayor incidencia
del calentamiento global sobre las zonas tropicales.
1998), implicará sin duda alteraciones del balance hídrico en la
región. La reducción de la precipitación, de la humedad relativa
y de la cantidad de días con niebla (Ruiz et al. 2008), determinará
nuevas condiciones en los ecosistemas altoandinos. En
consecuencia, estas especies tendrán que adaptarse o si es posible,
migrar hacia zonas más altas que mantengan las condiciones de
hábitat para su desarrollo, de lo contrario desaparecerán.
Por otra parte, la disminución de las fuentes proveedoras de
agua (deshielos, riachuelos, vertientes) y la continua lixiviación
y deposición de sedimentos en los cuerpos de agua, conduce a su
colmatación y al cambio en el patrón de circulación. En el caso de
las lagunas, pueden convertirse en pequeños riachuelos. En otros
casos menos lluvia y más evaporación signiicará reducción de su
volumen a lo largo de las cuencas hidrográicas.
De forma similar, las especies de plantas acuáticas altoandinas
podrían incorporarse a la metodología de la Red GLORIAAndes (Red Andina de Monitoreo de la Biodiversidad en
Alta Montaña), como elemento de monitoreo regional y de
evaluación del cambio climático. También el alcance de acción
de la convención Ramsar puede contribuir a la conservación de
las comunidades de plantas acuáticas, a la selección de criterios
y al establecimiento de nuevos sitios para la protección de la
lora acuática de esta región. Se espera que la Estrategia Regional
para los Humedales Altoandinos, las Organizaciones no
Gubernamentales y los gobiernos de cada país puedan emplear
estas ideas para fomentar alianzas y proyectos de investigación
y monitoreo de los humedales y sus plantas acuáticas en esta
región, la más biodiversa del planeta.
6.6.5. Registrar periódicamente el estado de
conservación de especies y hábitats en
riesgo potencial
Si bien las especies acuáticas excluidas de este análisis son de más
amplia distribución, en muchos casos se trata de poblaciones
reducidas y dispersas dentro de su rango regional. Estas especies
también son susceptibles a las amenazas cada vez mayores y más
extendidas. Por ejemplo, Lachemilla diplophylla, una especie
presente en poblaciones pequeñas en sitios inundados de más de
diez localidades tanto en Perú como en Bolivia y Ecuador. Otras
especies no incluidas en esta evaluación, se consideran en riesgo
de desaparición en Ecuador, lo que supone un indicativo del
patrón de extinción latitudinal desde el ecuatorial hacia las zonas
templadas, inluenciado principalmente por el cambio climático.
Es el caso de Lachemila diplophylla y una especie no identiicada
del género Utricularia sp., cuyos últimos registros -de poblaciones
reducidas- datan del año 2000. La primera fue colectada en la
laguna Micacocha antes de su represamiento y en una de las
lagunas de El Cajas, en la provincia del Azuay. La segunda ha
sido reportada solo una vez en las lagunas de El Voladero, al
norte del Ecuador (Terneus 2002a). Por lo tanto, se recomienda
monitorear el estado de las poblaciones de estas especies a niveles
nacionales y regionales para evitar así extinciones locales.
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6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación
Los países con plantas acuáticas endémicas o exclusivas, son
especialmente responsables de su protección. Evitar su extinción
es una de las metas de Aichi del Convenio sobre la Diversidad
Biológica para el 2020 (https://www.cbd.int/sp/targets/). Por
consiguiente, se debe aportar lo necesario para el buen manejo
y conservación de los humedales y sus tierras aledañas, así como
para la implementación de leyes que preserven la diversidad de
ambientes y su lora.
En Ecuador, desde hace quince años, el estatus de conservación
de las especies endémicas es igual de alarmante (Valencia et al.
2000); esto ocurre a pesar de los esfuerzos del estado ecuatoriano
por incrementar la supericie (20%) y el número de áreas
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104
Capítulo 7. Áreas Clave para la
Biodiversidad de agua dulce de
los Andes Tropicales
Marcelo F. Tognelli1, Laura Máiz-Tomé2 y Kevin G. Smith2
7.1
7.2
7.3
7.4
7.5
Introducción .......................................................................................................................................................................................105
7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad ..........................................................................................................................................106
Metodología ........................................................................................................................................................................................107
7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación de ACB de agua dulce. ...................................................................................107
7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de delimitación de ACB de agua dulce a los Andes Tropicales.....................................109
Resultados del taller de consulta y delimitación de ZMC y ACB de agua dulce .....................................................................110
7.3.1 Especies determinantes de ACB de agua dulce ....................................................................................................................110
7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos definidas como Zonas de Manejo de Cuenca ......................................................................111
7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce delimitadas y adoptadas. .....................................................................111
7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para la Biodiversidad y niveles actuales de protección. .................................................123
7.3.5 Principales amenazas. ..............................................................................................................................................................124
7.3.6 Actores potencialmente interesados .....................................................................................................................................125
Conclusiones y recomendaciones ....................................................................................................................................................125
Referencias ..........................................................................................................................................................................................126
7.1 Introducción
en riesgo de extinción, es crucial identiicar los sitios que son
importantes para proteger esa biodiversidad. En general, hasta
hace menos de diez años, las evaluaciones globales de especies
realizadas utilizando la Lista Roja se habían enfocado en especies
mayormente terrestres (ej. mamíferos, aves y anibios), por lo
que la identiicación y delimitación de ACB de agua dulce había
quedado relegada. Solo recientemente se han publicado algunos
trabajos que han comenzado a llenar este vacío de información en
los ecosistemas dulceacuícolas (Holland et al. 2012, Darwall et
al. 2014, IUCN 2014). Además, es de suma urgencia identiicar
los sitios de la Alianza para la Extinción Cero (Alliance for Zero
Extinction, AZE; Ricketts et al. 2005) de agua dulce. Estos
sitios son componentes importantes de las ACB que contienen
la última o única población remanente de una especie en las
categorías En Peligro (EN) o En Peligro Crítico (CR) de la Lista
Roja de la UICN. La ausencia de esta información no permite
que la biodiversidad de agua dulce sea tenida en cuenta por los
manejadores y tomadores de decisiones a la hora de desarrollar
planes de conservación (Darwall et al. 2011).
Las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) son sitios de
importancia para la persistencia global de la biodiversidad,
que pueden ser protegidos bajo distintas categorías de manejo
y diferentes mecanismos de gobernanza. Sin embargo, la
identiicación de ACB no implica acciones de conservación
especíicas, tales como la designación de áreas protegidas.
Estas decisiones deben basarse en ejercicios que establezcan
las prioridades de conservación, combinando datos sobre la
importancia y la vulnerabilidad de las especies teniendo en cuenta
otros factores como el coste de conservación, las oportunidades
para la acción, la historia evolutiva y la conectividad (IUCN
2016).
La identiicación y delimitación de Áreas Clave para la
Biodiversidad es el paso lógico que sigue a la evaluación del riesgo
de extinción de las especies utilizando la Lista Roja de la UICN.
Así, una vez que se ha evaluado cuales son las especies que están
1
2
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011Crystal
Dr. Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Email: marcelo.tognelli@iucn.org
IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ, UK.
105
En este capítulo, se recopilaron y utilizaron datos sobre la
distribución, abundancia, ecología, amenazas y utilización por
los seres humanos de las especies de agua dulce de los Andes
Tropicales, además de los mapas de distribución geográica y las
categorías de la Lista Roja asignadas, para identiicar aquellas
sub-cuencas que cumplen con los criterios para ACB. El objetivo
principal es proporcionar recursos e información esenciales
para orientar la toma de decisiones sobre la conservación y el
manejo sostenible de la biodiversidad de agua dulce en los Andes
Tropicales de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.
7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad:
antecedentes y nuevo estándar
Durante las últimas cuatro décadas, se han desarrollado una
gran variedad de métodos para la identiicación de Áreas Clave
para la Biodiversidad (UICN 2014). Por lo general, la mayoría
de estos métodos se centran en grupos de especies o biomas, o
se aplican a gran escala, como las eco-regiones y los “hotspots”
de biodiversidad. En consecuencia, se han empleado criterios
de evaluación diferentes que han producido resultados dispares.
Estos resultados además, se han almacenado en múltiples bases
de datos desconectadas entre sí, lo que ha provocado cierta
confusión entre los tomadores de decisiones y, en ocasiones, una
duplicación de los esfuerzos realizados.
Macho de Teinopodagrion temporale, especie endémica de la Cordillera
Central de Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Para hacer frente a este problema y proporcionar un enfoque
coherente y global, durante el Congreso Mundial para la
Conservación, celebrado en Bangkok (Tailandia 2004), los
miembros de la UICN pidieron a ésta que “convocara un proceso
consultivo a nivel mundial para acordar una metodología
que permitiera a los países identiicar las Áreas Clave para la
Biodiversidad.” En respuesta a esta resolución (WCC 3.013), la
Comisión de Supervivencia de Especies y la Comisión de Áreas
Protegidas de la UICN, establecieron un Grupo de Trabajo
Conjunto sobre Biodiversidad y Áreas Protegidas. El grupo de
El nuevo estándar fue aprobado en la 88ª Reunión del Consejo
de la UICN en Abril de 2016 (IUCN 2016) y será presentado
oicialmente durante el Congreso Mundial de la Naturaleza en
Hawaii en septiembre de este mismo año. Las ACB se constituyen
así como sitios que contribuyen signiicativamente a la
persistencia de la biodiversidad terrestre, acuática y marina a nivel
mundial, identiicados bajo umbrales y criterios estandarizados.
Las ACB proporcionan información fundamental para ayudar
en procesos tales como la planiicación de la conservación y la
aplicación de salvaguardias ambientales, y asisten a los países en la
trabajo alentó y reunió aportes de las Comisiones, los miembros
y el personal de la Secretaría de la UICN, así como de otras
organizaciones conservacionistas, expertos, responsables en
políticas públicas nacionales, donantes y el sector privado, a in
de consolidar los criterios cientíicos acordados globalmente y
una metodología estandarizada para identiicar las Áreas Clave
para la Biodiversidad (ACB).
Tabla 7.1 Metas de Aichi para las cuales las ACB proporcionan información esencial.
Metas Aichi
Aplicaciones de las ACB
Meta 2
Facilitan decisiones respecto a desarrollo y planiicación.
Meta 4
Ayudan al sector privado y inanciero a gestionar riesgos medioambientales.
Meta 9
Apoyan la selección de acciones para controlar especies invasoras en áreas de importancia biológica.
Meta 11
Informan la selección de lugares potenciales para la protección y facilitan monitoreo de metas globales y nacionales.
Meta 12
Pueden prevenir la extinción de especies amenazadas y la mejora de su estado de conservación.
Meta 13
Facilitan la identiicación de lugares de importancia para la conservación in situ de especies parentales silvestres de plantas
cultivadas y ancestros silvestres de ganado doméstico.
Meta 14
Contribuyen a recuperar y salvaguardar servicios esenciales de los ecosistemas.
Meta 17
Apoyan Estrategias y Planes de Acción Nacionales en materia de Diversidad Biológica (EPANDBs).
Meta 18
Proporcionan un reconocimiento adicional para áreas de importancia cultural o espiritual.
106
implementación y el seguimiento de los compromisos adquiridos
a través de acuerdos intergubernamentales, como las Metas Aichi
del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) (Tabla 7.1).
Documento de consulta sobre un estándar de la UICN para la
identiicación de áreas clave para la biodiversidad (Borrador 1 de
octubre de 2014).
7.2 Metodología
Enfoque previo
Empleando como referencia los umbrales publicados por
Holland et al. (2012), las Áreas Clave para la Biodiversidad de
agua dulce (ACB) eran delimitadas sobre cuencas y sub-cuencas
hidrográicas, consideradas como unidades de manejo apropiadas
para las especies de agua dulce. De esta forma, se tenía en cuenta
la conectividad hidrológica y las interacciones de los ecosistemas
acuático-terrestres.
7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación
de ACB de agua dulce
El taller para la identiicación de ACB de agua dulce en los
Andes Tropicales (inanciado por la Fundación MacArthur)
tuvo lugar en la Pontiicia Universidad Javeriana en Bogotá en
mayo de 2015, antes de la aprobación del nuevo estándar, por lo
que los criterios y los umbrales establecidos en el documento de
consulta del nuevo estándar no fueron adoptados. En su lugar, se
utilizó la única metodología publicada hasta el momento para la
identiicación y delimitación de ACB de agua dulce (Holland et
al. 2012). Los criterios y los umbrales de esta metodología son
directamente transferibles a la “nueva” versión (ver Tabla 7.2),
por lo que las ACB identiicadas en éste taller siguen siendo
válidas bajo el nuevo estándar.
Siguiendo éste enfoque, las sub-cuencas en las que se encontraban
las especies determinantes, es decir, las especies que cumplen
con los umbrales y los criterios establecidos por Holland et al.
(2012) (Tabla 7.2), eran delineadas como ACB de agua dulce
(referidas como “trigger species” en esa publicación). Resultando
así, en extensas unidades a escala de paisaje, integradas en cuencas
hidrográicas que suelen contar con diferentes autoridades de
manejo.
Dada la alta conectividad de los ecosistemas acuáticos y su
dependencia de una gestión integrada de las cuencas hidrográicas
para una conservación eicaz, el proceso de delimitación llevado
a cabo en el taller adoptó un nuevo enfoque, en línea con el
Para algunas especies, dentro de las sub-cuencas delineadas
como ACB, era posible identiicar áreas focales. Es decir, áreas de
especial importancia para su supervivencia, como por ejemplo,
zonas de reproducción o de alimentación (Abell et al. 2007).
Participantes del taller de identiicación y delimitación de ACB en los Andes Tropicales llevado a cabo en Bogotá, Colombia en mayo de 2015. Foto:
© José Iván Mojica.
107
Tabla 7.2 Criterios antiguos de Holland et al. (2012) que coinciden con los criterios del Borrador 1 de octubre de 2014 para la
identiicación de ACB, utilizado como documento de referencia en el taller. Las unidades reproductivas funcionales se reiere
al número mínimo y/o combinación de individuos necesarios para activar un evento reproductivo exitoso en un sitio.
Criterios ACB (Holland et al. 2012)
Criterios ACB (Borrador 1 oct. 2014)
Un sitio alberga o se cree que alberga regularmente…
Un sitio alberga o se cree que alberga regularmente…
1. Un número signiicativo de una o más especies globalmente
amenazadas u otras especies de interés para la conservación.
A1: Taxones Amenazados.
(b) El sitio alberga regularmente ≥ 0.5% de la población total Y ≥ 5
unidades reproductivas funcionales de un taxón En Peligro Crítico
(CR) o En Peligro (EN) a nivel mundial; o
Umbral – Uno o más taxones En Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN)
o Vulnerable (VU) a nivel mundial.
2. Números no triviales de uno más taxones de distribución geográica
restringida.
Umbral- 20,000 km2 para crustáceos, peces y moluscos; y 50,000 km2
para Libélulas (basándose en el área de la sub-cuenca).
(c) El sitio alberga regularmente ≥1% de la población total Y ≥10
unidades reproductivas funcionales de un taxón Vulnerable (VU) a
nivel mundial.
B1: Especies de distribución geográica restringida.
El sitio alberga regularmente ≥20% o de la población total y ≥10
unidades reproductivas funcionales de una especie.
De esta manera, se establecía una diferencia entre los sitios
importantes para las especies (áreas focales) y el área necesaria
para el manejo efectivo de la biodiversidad de agua dulce (subcuencas delimitadas como ACB) (Figura 7.1a).
Nuevo enfoque
Teniendo en cuenta lo anterior y el borrador del nuevo estándar, la
UICN cambió su enfoque en el taller de expertos organizado para
la identiicación de ACB de agua dulce en los Andes Tropicales.
En vez de delinear las ACB a nivel del paisaje, considerando el
área total de las sub-cuencas como la ACB, se decidió adoptar las
áreas focales de las especies (del enfoque previo) como ACB. De
esta forma, las ACB tienen una menor extensión y las especies
pueden beneiciarse de medidas de conservación a escala de sitio
(Figura 7.1b).
Sin embargo, este enfoque no coincidía con el enfoque adoptado
para otras ACB ‘terrestres’ como las Áreas Importantes para las
Aves (IBAs) o las Áreas Importantes para las Plantas (IPAs),
que identiican unidades de manejo a escala de sitio. Además,
al haber un gran número de especies de agua dulce amenazadas
o globalmente restringidas a sub-cuencas individuales
(particularmente en los hotspots de biodiversidad), muchas subcuencas cualiicaban como ACB de agua dulce, resultando en
áreas demasiado extensas para un manejo efectivo.
Las cuencas y sub-cuencas a escala del paisaje no se pierden con
este nuevo enfoque, ya que se mantienen como un conjunto
de datos separado, deinido como Zona de Manejo de Cuenca
Figura 7.1 Ejemplo hipotético sobre las diferencias en la delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) de agua
dulce en el enfoque previo (a) y el enfoque nuevo (b). El área en rojo oscuro representa el sitio (p. ej. río tributario) donde
se ha conirmado la presencia de una especie determinante (i. e. amenazada o de distribución restringida) o el hábitat
esencial para una especie (p. ej. área de reproducción, alimentación). La cuenca en morado es una de las sub-cuencas del
nivel 8 de HydroBASINS. ZMC = Zona de Manejo de Cuencas.
108
(ZMC). Las ZMC proporcionan información importante sobre
el contexto geográico más amplio y las necesidades de manejo de
la cuenca hidrográica en el que se encuentran las ACB de agua
dulce. La idea detrás de este nuevo enfoque es que las ACB sean
identiicadas como unidades de manejo a escala de sitio dentro
de las ZMC, y las ZMC se utilicen como marco para asegurar el
manejo integrado de las cuencas hidrográicas, en las que existe
una alta conectividad que puede permitir que amenazas como la
contaminación o especies invasoras existentes fuera de las ACB
se puedan propagar rápidamente.
→ Superponiendo los mapas de distribución de las especies
compilados en el paso anterior sobre la capa de HydroBASINS
(Nivel 8) en un Sistema de Información Geográico (SIG), se
identiicaron las sub-cuencas de ríos y lagos que contienen
especies determinantes, es decir, especies que cumplen con
los umbrales y los criterios para delimitar ACB. El proceso
es automatizado utilizando un código del programa “R” para
realizar un análisis de todas las sub-cuencas, comparándolas
con los mapas de distribución de especies disponibles, e
identiicando la lista de especies determinantes presentes
y los criterios que cumplen. Para el caso particular de los
Andes Tropicales, solo se evaluaron los criterios 1 y 2 para
la identiicación de especies determinantes. El criterio 3 no
pudo ser empleado dado que solo se tenía información de las
especies endémicas del área de estudio (i. e. no se contaba con
evaluaciones y mapas de distribución de especies presentes en
otras áreas, además de los Andes Tropicales).
7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de
delimitación de ACB de agua dulce
a los Andes Tropicales
Para el proceso de identiicación y delimitación de ACB de
los Andes Tropicales se seleccionaron los peces de agua dulce
y las libélulas, dado que son los dos grupos con mayor número
de especies endémicas evaluadas en la región (656 peces y 214
libélulas) y con mejor información disponible. Una especie de
bivalvo (Acostaea rivolii) también fue incluida en el análisis
debido a su alto grado de amenaza (CR) y a que su única población
remanente está restringida a una sola cuenca, correspondiendo
así a un sitio AZE.
Paso 2. Taller de validación, identiicación y
delimitación de ACB
Para conirmar la presencia de las especies determinantes (i. e.
que cumplen con los umbrales para los criterios de delimitación
de ACB) identiicadas dentro de las sub-cuencas en el Paso 1 y
deinir los límites de las ACB de agua dulce dentro de las Zonas
de Manejo de Cuenca, se organizó un taller con la participación
de expertos regionales en especies de agua dulce, personas
responsables del manejo de las áreas protegidas, organizaciones
no gubernamentales y representantes gubernamentales.
Para delimitar las Zonas de Manejo de Cuenca en las que se
identiicaron las ACB de agua dulce, se utilizó la capa digital
HydroBASINS (Lehner y Grill 2013), una capa digital
estandarizada a nivel global que delimita las cuencas hidrográicas
de ríos y lagos en 12 niveles (anidados) de resolución. Este nuevo
proceso, diiere de otros procesos de delimitación de ACB teniendo
en cuenta la conectividad de los ecosistemas acuático-terrestres.
Validación de especies y delimitación de ZMC y ACB
A partir de las sub-cuencas que contienen especies determinantes
identiicadas en el Paso 1, los expertos siguieron los siguientes
pasos:
1. Se delimitaron Zonas de Manejo de Cuenca tomando como
referencia las sub-cuencas con mayor número de especies
determinantes.
2. Se adoptaron ACB existentes en las que se conirmó la
presencia de especies determinantes, incluyendo ACB
terrestres como Áreas Importantes para las Aves (IBAs) y
sitios de la Alianza para la Extinción Cero (AZE). Estos
sitios y las especies determinantes validadas dentro de ellos
fueron incluidas en las ichas de cada ZMC.
3. Al igual que en el paso anterior, se adoptaron Áreas
Protegidas y/o sitios Ramsar existentes en los que se
conirmó la presencia de especies determinantes. Estos sitios
y las especies determinantes validadas dentro de ellos fueron
incluidas en las ichas de cada ZMC.
4. Cuando no fue posible adoptar ninguna de las iguras
anteriores, se delimitaron nuevas ACB de agua dulce (o se
propusieron extensiones de sitios existentes), para incluir
la/s especie/s determinante/s conirmada/s:
→ Se adoptaron las áreas de distribución de las especies
determinantes con la mayor resolución posible (sub-cuencas
de HydroBASINS a Nivel 12 –con una supericie media de
119 km2). Cuando las sub-cuencas de HydroBASINS eran
El proceso involucra dos pasos que se detallan a continuación.
El primer paso es un análisis espacial de escritorio para la
identiicación preliminar de las sub-cuencas con alta riqueza
de especies determinantes potenciales, mientras que el segundo
incluye la realización de un taller con expertos, donde se valida
la presencia de las especies determinantes en las sub-cuencas y se
procede a identiicar y delimitar las ACB.
Paso 1. Actividades preliminares para la
preparación del taller de validación de las ACB
a. Recopilación de conjuntos de datos espaciales:
→ Mapas de distribución de biodiversidad de agua dulce evaluada
según los Criterios y Categorías de la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la UICN (ver detalles en Capítulo 2).
→ ACB, Sitios Ramsar y áreas protegidas existentes.
Se utilizó la Base de Datos Mundial de Áreas Protegidas
(http://www.protectedplanet.net/), y las capas de ACB
y sitios Ramsar existentes para identiicar si las especies
determinantes contaban con algún tipo de protección formal.
b. Identiicación preliminar de límites de sitios basados en datos
biológicos:
109
5.
→
→
→
→
→
→
→
demasiado grandes en relación a los sitios donde se conirmó
la presencia de especies determinantes, se generaron nuevos
polígonos para delimitar las ACB.
Finalmente, se recopiló información para documentar cada
Zona de Manejo de Cuenca (ZMC) dentro de las que se
identiicaron las ACB de agua dulce, incluyendo:
El nombre de la ZMC
Una descripción general de las ACB delimitadas dentro de
la ZMC
La lista de especies determinantes validadas para cada ACB
Principales hábitats presentes
Nombres de individuos/organizaciones potencialmente
interesados en la ZMC
Amenazas (pasadas, presentes o potenciales) para las
especies determinantes
Medidas de conservación actuales y recomendadas
→
Referencias bibliográicas
7.3 Resultados del taller de consulta
y delimitación de ZMC y ACB de
agua dulce
7.3.1 Especies determinantes de ACB
de agua dulce
Para el área de los Andes Tropicales se consideraron 3348 subcuencas (nivel 8 de la capa HydroBASINS), cubriendo una
supericie de 2 754 775 km2. El análisis preliminar identiicó 533
especies determinantes potenciales distribuidas en 1028 subcuencas, algunas conteniendo hasta 35 especies determinantes
(Figura 7.2). Las sub-cuencas identiicadas contienen especies de
agua dulce amenazadas o de distribución geográica restringida,
o grupos representativos de especies endémicas, conirmando
Figura 7.2 Sub-cuencas
identiicadas durante el estudio
preliminar del proceso de
delimitación que contienen
especies determinantes (de
acuerdo con Holland et al.
2012).
110
así la importancia y la urgencia de desarrollar e implementar
acciones efectivas de conservación para la biodiversidad de
agua dulce a través de los Andes Tropicales. La conirmación o
validación de la presencia de estas especies en las sub-cuencas se
realizó posteriormente en el taller con los actores interesados en
la región.
entre las cuales 27 correspondieron a especies que determinan
sitios AZE (Tabla 7.3). Algunas ZMC albergan hasta 23 especies
determinantes (Figura 7.3).
7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos deinidas
como zonas de manejo de cuenca
Una vez delimitadas las ZMC, se procedió a identiicar cuáles
de las especies determinantes tenían mayores requerimientos
de conservación a la escala de sitio para asegurar su persistencia
(p. ej. especies que deinen sitios AZE o que, además de cumplir
con los criterios y umbrales para ser especies determinantes,
presentan amenazas inminentes para su persistencia). Según
estas especies se encontraran dentro de los límites de áreas
protegidas o ACB existentes o no, se procedió a adoptar los
sitios existentes o a delimitar nuevas ACB, respectivamente. Así,
7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de
agua dulce delimitadas y adoptadas
Durante el proceso de delimitación, un total de 31 Zonas de
Manejo de Cuenca fueron identiicadas (HydroBASINS, Nivel
8), cubriendo un área total de 235 035 km2: seis en Bolivia, trece
en Colombia, seis en Ecuador y seis en Perú (Tabla 7.3 y Figura
7.3). En estas 31 ZMC se conirmó la presencia de 255 especies
determinantes (de las 533 identiicadas en el análisis preliminar),
Figura 7.3 Zonas de Manejo
de Cuenca (ZMC) delimitadas
dentro del área de estudio,
incluyendo el número de
especies validadas dentro de
cada una.
111
Tabla 7.3 Zonas de Manejo de Cuenca delimitadas por país y número de especies determinantes únicas (algunas especies
caliican para ambos criterios) validadas en cada ZMC. C1 = Criterio 1 (especies amenazadas); C2 = Criterio 2 (especies de
distribución geográica restringida); Especies AZE = especies que determinan sitios de la Alianza para la Extinción Cero.
Cuenca: nombre de las cuencas donde se encuentran las ZMC de acuerdo con la igura 2.2 (Capítulo 2).
C1
C2
Especies
determinantes
únicas
Especies
AZE
Cuenca
País
Alto Beni
2
15
15
0
Beni
Bolivia
Alto Río San Pablo
1
1
1
0
Iténez
Bolivia
Bajo Paraguá
1
4
4
1
Iténez
Bolivia
Chapare-Secure
3
8
9
1
Mamoré
Bolivia
Ríos de Cochabamba
1
1
1
0
Mamoré
Bolivia
Río San Pablo
1
1
1
1
Mamoré, Iténez
Bolivia
Arroyos Costeros Planicie
Caribe
2
4
4
0
Bajo Magdalena,
Sinú-Caribe
Colombia
Páramo Belmira
3
5
5
1
Nechí
Colombia
Río Bogotá
3
8
8
1
Sabana de Bogotá
Colombia
Río Calenturitas
5
2
6
1
César
Colombia
Río Coello
7
3
7
1
Alto Magdalena
Colombia
Río La Miel
11
14
20
0
Medio Magdalena
Colombia
Río La Vieja
6
8
11
0
Alto, Medio Cauca
Colombia
Río Lebrija
2
5
6
1
Medio Magdalena
Colombia
Río Nare
14
15
21
0
Medio Magdalena
Colombia
Río Prado
7
2
7
1
Alto Magdalena
Colombia
Río San Juan
9
20
20
3
Río San Juan
Colombia
Río Telembí
1
2
2
1
Bajo Patía
Colombia
Ríos Dagua-Anchicayá
7
10
10
0
Coyanero-Dagua
Colombia
Alto Guayllabamba
0
9
9
0
Esmeraldas
Ecuador
Alto Río Blanco
2
4
4
0
Esmeraldas
Ecuador
Alto Río Napo
1
3
3
1
Napo
Ecuador
Río Cachaví
1
3
3
1
Cayapas
Ecuador
Río Pastaza-Bobonaza
1
5
5
1
Pastaza
Ecuador
Sistema Hídrico Imbakucha
1
1
1
1
Mira
Ecuador
Alto Madre de Dios
5
9
10
1
Madre de Dios
Perú
Alto Perené
5
10
10
1
Ucayali
Perú
Alto Río Huallaga
5
16
16
3
Huallaga
Perú
Río Aguaytía
2
9
9
2
Ucayali
Perú
Río Alto Marañón
1
4
4
0
Marañón
Perú
Río Nanay
3
23
23
3
Amazonas
Perú
Zonas de Manejo de Cuenca
(ZMC)
112
dentro de las 31 ZMC se adoptaron y delimitaron 59 ACB para
119 especies determinantes que podrían beneiciarse de medidas
de conservación a escala de sitio (Figura 7.4).
determinantes que no habían sido cubiertas por las ACB de agua
dulce delimitadas. Este paso adicional resultó en la delimitación
de 27 ACB para 35 especies determinantes, de las cuales 3 son
nuevas ACB, 15 son ACB existentes y 9 son AP adoptadas. La
Tabla 7.4 enumera todas las ACB de agua dulce delineadas y
adoptadas fuera de las ZMC y las especies determinantes en cada
ACB. Para este proceso, no fue posible delinear ni documentar
las ZMC debido a limitaciones de tiempo.
Con toda la información recopilada durante el taller, se
elaboraron 31 ichas técnicas para cada ZMC, para que sirvan
de base para el monitoreo, a in de detectar futuros cambios en
las ACB de agua dulce (ver Apéndice 3 para ejemplo de una
icha). Estas ichas estarán disponibles pronto para su descarga
y consulta en la página web de la World Biodiversity Database
(WBDB), manejada por BirdLife International: http://www.
birdlife.org/datazone/freshwater.
En resumen, para un total de 151 especies determinantes, se
adoptaron 39 ACB y 22 AP existentes, y se delinearon 25
nuevas ACB de agua dulce en los Andes Tropicales (Tabla 7.5
y Apéndice 3). Las iguras 7.5, 7.6, 7.7 y 7.8 muestran las ACB
identiicadas por país: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Durante el último día del taller, se revisaron ACB y Áreas
Protegidas (AP) existentes fuera de las ZMC, para incluir especies
Figura 7.4 Nuevas ACB de
agua dulce delimitadas dentro
de las ZMC en los Andes
Tropicales.
113
Tabla 7.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas (*) y adoptadas fuera de ZMC, incluyendo las especies determinantes
y grupo taxonómico. C1 = Criterio 1 (especies amenazadas); C2 = Criterio 2 (especies de distribución geográica
restringida); AZE = sitio de la Alianza para la Extinción Cero.
País
ACB
Especies Determinantes
Bolivia
Río Achira*
Argia rosseri
Colombia
Cenagoso Del Bajo Sinú
Colombia
Cuenca Alta del Río Quindío,
Salento
Colombia
Haciendas Ganaderas del Norte del
Cauca
Grupo
C1
C2
AZE
Libélulas
-
Sí
No
Cynopotamus atratoensis
Peces
VU
No
No
Hypostomus wilsoni
Peces
VU
No
No
Hemibrycon quindos
Peces
-
Sí
No
Brycon labiatus
Peces
EN
Sí
No
Callichthys fabricioi
Peces
VU
Sí
No
Libélulas
-
Sí
No
Colombia
La Forzosa-Santa Gertrudis
Epigomphus pechumani
Colombia
Laguna de Tota
Rhizosomichthys totae
Peces
CR
Sí
Sí
Cynopotamus atratoensis
Peces
VU
No
No
Colombia
Los Katíos
Hypostomus wilsoni
Peces
VU
No
No
Libélulas
EN
Sí
Sí
Colombia
Mana Dulce (extensión de
bosques de Tolemaida, Piscilago y
alrededores)
Acanthagrion williamsoni
Colombia
Parque Nacional Natural Chingaza
Astroblepus latidens
Peces
VU
Sí
No
Colombia
Parque Nacional Natural Paramillo
Brycon fowleri
Peces
VU
Sí
No
Colombia
Quebrada Las Lajitas*
Telebasis farcimentum
Libélulas
VU
Sí
No
Colombia
Río Oibita*
Callichthys oibaensis
Peces
-
Sí
No
Colombia
Serranía de Los Yariguíes
Astroblepus latidens
Peces
VU
Sí
No
Astroblepus supramollis
Peces
VU
Sí
No
Ecuador
Cordillera del Cóndor (Ecuador)
Chaetostoma branickii
Peces
VU
No
No
Ecuador
P. Nacional Sumaco Napo-Galeras y
Baeza Lumbaqui
Mesamphiagrion ecuatoriale
Libélulas
-
Sí
No
Ecuador
Parque Nacional Podocarpus
Archaeopodagrion armatum
Libélulas
-
Sí
No
Peruviogomphus pearsoni
Libélulas
-
Sí
No
Ecuador
Reserva Biológica Limoncocha
Aphylla silvatica
Perú
Perú
Ampiyacu-Apayacu Zona de
Amortiguamiento
Libélulas
-
Sí
No
Moenkhausia atahualpiana
Peces
-
Sí
No
Pimelodella cyanostigma
Peces
-
Sí
No
Hypoptopoma bilobatum
Peces
-
Sí
No
Hyphessobrycon robustulus
Peces
-
Sí
No
Bryconamericus phoenicopterus
Peces
-
Sí
No
Astroblepus supramollis
Peces
VU
Sí
No
Chaetostoma branickii
Peces
VU
No
No
Libélulas
-
Sí
No
Peces
VU
Sí
No
Cordillera del Cóndor (Perú)
Perú
Cordillera Yanachaga extensión
Polythore victoria
Perú
El Sira Zona de Amortiguamiento
Tahuantinsuyoa chipi
114
País
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
ACB
Especies Determinantes
Junín Zona de Amortiguamiento
Grupo
C1
C2
AZE
Orestias polonorum
Peces
EN
Sí
No
Orestias empyraeus
Peces
-
Sí
No
Orestias gymnota
Peces
EN
Sí
No
Orestias polonorum
Peces
EN
Sí
No
Orestias empyraeus
Peces
-
Sí
No
Apistogramma cinilabra
Peces
VU
Sí
No
Otocinclus cocama
Peces
EN
Sí
Sí
Lago de Junín
Pacaya Samiria
Pacaya Samiria Zona de
Amortiguamiento
Apistogramma rositae
Peces
-
Sí
No
Apistogramma cinilabra
Peces
VU
Sí
No
Otocinclus cocama
Peces
EN
Sí
Sí
Polythore koepckei
Libélulas
-
Sí
No
Polythore spaeteri
Libélulas
-
Sí
No
Philogenia peruviana
Libélulas
-
Sí
No
Reserva Comunal El Sira
Tarapoto
Tabla 7.5 Número de Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC), Áreas Clave para la Biodiversidad Adoptadas (ACB), Áreas
Protegidas Adoptadas (AP), Nuevas ACB, Número de Áreas Clave para la Biodiversidad (adoptadas + delineadas) y
especies determinantes por país. El total tiene en cuenta duplicaciones de especies dentro de los países y por tanto no
representa la suma de las ilas.
ZMC
ACB Adoptadas
AP Adoptadas
Nuevas
ACB
No. total
ACB
No. especies
Determinantes
Bolivia
6
1
1
6
8
17
Colombia
13
12
9
11
32
50
Ecuador
6
11
1
2
14
18
Perú
6
15
11
6
32
68
TOTAL
31
39
22
25
86
151
País
de ellas, se pueden ver las ichas en líneas en el enlace al WBDB
que se mencionó arriba.
Bolivia
En Bolivia se identiicaron seis ZMC y se delimitaron ocho
ACB, de las cuales una es una ACB adoptada, una es una AP
adoptada y seis son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.5). Las
ACB adoptadas y delimitadas en Bolivia incluyen 17 especies
determinantes (diez peces y siete libélulas), de las cuales todas
tienen distribución restringida, seis están en alguna categoría de
amenaza y tres son especies que determinan sitios AZE (Tablas
7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas
en Bolivia son la desecación de humedales y el uso de agua para
agricultura y ganadería y la contaminación por minería, residuos
urbanos y agroquímicos usados en agricultura. A continuación
se describen algunas de las ACB seleccionadas. Para mayor
información sobre todas las ZMC y las ACB delimitadas dentro
Dos ACB fueron delimitadas en la cuenca del río San Pablo,
dentro de la cuenca del Iténez y parte en la cuenca del río Mamoré
(Tabla 7.3). Una (Poza del Río San Pablo) en la parte alta de la
cuenca, donde hay humedales temporales formados por el río
San Pablo dentro del bosque Seco Chiquitano. Allí se encuentra
la especie de pez killi, Spectrolebias pilleti (VU), endémico de una
poza temporal, donde la expansión de la frontera agropecuaria
(principalmente plantaciones de soja) sería la principal amenaza
para el hábitat de esta especie. Se recomienda la protección
de los humedales temporales y la educación y generación de
conciencia en la comunidad y los productores agrícolas, además
115
Río tributario de la cuenca alta del río Chapare en la ZMC Chapare-Secure. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
de asegurar el cumplimiento y la ejecución de las regulaciones
vigentes. La segunda ACB (Río San Pablo) es en la parte baja
de la cuenca y corresponde a un sitio AZE para la especie de pez
killi Aphyolebias claudiae, categorizado como CR. El hábitat
donde ocurre esta especie corresponde a humedales temporales
que estarían afectados por drenaje para agricultura y ganadería.
Se recomiendan acciones de manejo y conservación para esta
especie y la educación y concientización de la comunidad para
mitigar los efectos de las principales amenazas.
Cotapata identiicado en el Peril de Ecosistema del Hotspot
de los Andes Tropicales, realizado por el Critical Ecosystem
Parternship Fund (CEPF 2015) (Figura 7.5). Tampoco se
encuentran dentro de los otros corredores identiicados en el
peril (p. ej. Isiboro-Amboró). Esto se debe a que, por un lado,
en el peril de ecosistema no se incluyeron especies de agua
dulce y, por el otro, que el presente proyecto incluyó la vertiente
amazónica de los Andes Tropicales, donde se encuentran cuatro
de las ACB delimitadas. Sin embargo, la única ACB existente
adoptada en Bolivia (Cotapata), sí se encuentra dentro del
corredor prioritario de CEPF y albergaría cuatro especies
determinantes de agua dulce.
Otra ACB importante de destacar es Río Chapare (incluida en
la ZMC Chapare-Secure) en la cuenca del río Mamoré (Tabla
7.3), que corresponde a un sitio AZE para el pez de agua dulce
Knodus shinahota (CR) y que también incluye al pez Oligosarcus
schindleri (EN) y posiblemente otras especies que necesitan
conirmación. El sitio está en el piedemonte del río Chapare y
el hábitat corresponde a ríos de aguas blancas, con periodos de
inundación irregulares y grandes áreas de inundación y cochas.
Las principales amenazas son la contaminación por actividades
agrícolas y por residuos urbanos y explotación de petróleo. Se
recomienda la protección y restauración del hábitat para estas
especies y la educación y concientización de la sociedad sobre los
problemas de contaminación.
Colombia
Para Colombia, se identiicaron 13 ZMC y se delimitaron
32 ACB, de las cuales 12 son ACB adoptadas, nueve son AP
adoptadas y 11 son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.6). Las
ACB adoptadas y delimitadas en Colombia incluyen 50 especies
determinantes (35 peces, 14 libélulas y un molusco), de las cuales
42 tienen distribución restringida, 41 están en alguna categoría
de amenaza y 12 son especies que determinan sitios AZE (Tablas
7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas
en Colombia son la conversión de tierras para agricultura y
ganadería y la contaminación por minería y agroquímicos usados
en agricultura. A continuación se describen algunas de las ACB
delimitadas en Colombia.
Las nuevas ACB identiicadas y delimitadas en Bolivia no se
encuentran dentro del corredor prioritario Madidi-Pilón Lajas-
116
Figura 7.5 Áreas Protegidas,
ACB existentes adoptadas y
nuevas ACB de agua dulce
delimitadas en Bolivia. En
rojo se indican los corredores
prioritarios identiicados por
CEPF.
Dos ACB fueron delimitadas en la cuenca del río Coello (ZMC
Río Coello) en la cuenca del alto Magdalena (Tabla 7.3). Una
(Quebrada Cay) es una extensión de la ACB existente Cañón
del Río Combeima. La Quebrada Cay es de aguas transparentes,
con pendiente alta y suelos rocosos y arenosos que se encuentra
en el bosque montano. Allí se encuentran los peces de agua dulce
Bryconamericus tolimae (VU) y Trichomycterus transandianus
(VU), las especies que determinan esta ACB. Las principales
amenazas son la contaminación por agroquímicos usados en las
plantaciones de café y la erosión y sedimentación producto de
la deforestación para agricultura. En las partes más bajas de la
quebrada, hay también contaminación por desechos urbanos.
La segunda ACB (Río Opia) está ubicada en la parte baja de la
cuenca del río Opia y corresponde a un sitio AZE para la única
especie de molusco de agua dulce incluida en este análisis, la ostra
Acostaea rivolii, categorizada como CR. Esta especie se distribuía
más ampliamente en otras cuencas de Colombia, pero debido a
la extracción para consumo, sustracción de agua, urbanización
y contaminación del hábitat, ahora solo se encuentra en un
trecho de 28 km en la parte baja de la cuenca (Hoyos 2011). El
río Opia es un río torrencial moderado, con rápidos y remansos
y sustrato de arena y rocas. Actualmente, el río está afectado
por contaminación, principalmente por agroquímicos de los
cultivos de arroz y desechos urbanos e industriales. Existe un
plan de manejo para A. rivolii, que recomienda la protección
del hábitat crítico para la especie, monitoreo de la población,
evaluar el nivel de extracción para subsistencia, investigación
para mejorar el entendimiento de su distribución, ecología y
las amenazas que la afectan e implementación de programas
de educación (López-Delgado et al. 2009). Se recomienda
el cumplimiento y la ejecución del plan de manejo y de las
regulaciones vigentes para la protección de la ostra, así como
117
El río Opia, donde se encuentra la ostra Acostaea rivolii (CR), es un sitio AZE que deine el Área Clave para la Biodiversidad río Opia.
Foto: © Gladys Reinoso.
también la restauración de su hábitat y la conservación ex-situ y
re-introducción de la especie.
deinen sitios AZE: Chaetostoma palmeri (EN), Trichomycterus
unicolor (EN), e Imparinis spurrellii (EN). La cuenca del río
San Juan se caracteriza por arroyos de aguas blancas, torrenciales
rodeados de bosques lluviosos tropicales. Las principales
amenazas son la minería de oro y platino, tala ilegal y conversión
de bosques a agricultura, particularmente plantaciones de coca.
Se recomienda el cumplimiento y la ejecución de las regulaciones
vigentes sobre las actividades mineras y la creación de un corredor
ecológico entre el Parque Nacional Tatamá y la ACB.
La ACB Páramo Belmira (dentro de la ZMC Páramo Belmira),
es otra de las identiicadas y delimitadas en Colombia, en la
cuenca del río Nechí (Tabla 7.3). Corresponde a una extensión
del Distrito de Manejo Integrado Sistema de Páramos y Bosques
Altoandinos del Noroccidente Medio Antioqueño, considerado
como un área protegida (que también fue adoptada como ACB
para incluir dos especies de libélulas). La ACB Páramo Belmira
incluye a dos especies determinantes de libélulas, Mesamphiagrion
gaudiimontanum (EN) y Rhionaeschna caligo (EN), esta última
correspondiente a un sitio AZE. El hábitat corresponde a bosque
montano de altura (2400 a 3350 m s.n.m.) y pastizales de páramo
con pozas y pequeñas lagunas y arroyos. Las principales amenazas
son la minería, la expansión de la agricultura y ganadería y la
introducción de la trucha (probablemente una de las amenazas
más severas para las libélulas). Se recomienda la expansión del
área protegida para incluir a las especies en la ACB y el control
de la trucha.
Las nuevas ACB identiicadas y delimitadas en Colombia no
se encuentran dentro de los corredores prioritarios (ParaguasMunchique y Cotacachi-Awá) identiicados en el Peril de
Ecosistema del Hotspot de los Andes Tropicales (CEPF 2015)
(Figura 7.6). Sin embargo, cuando se consideran otros corredores
identiicados en el peril, el corredor Norte de la Cordillera
Oriental alberga dos ACB (Río Lebrija y Río Oibita) y el
corredor Sur de la Cordillera Central alberga parte de la ACB
Quebrada Las Lajitas.
Ecuador
En Ecuador, se identiicaron seis ZMC y se delimitaron 14 ACB,
de las cuales 11 son ACB adoptadas, una es una AP adoptada y
dos son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.7). Las ACB adoptadas
Otra de las ACB para destacar en Colombia es Río San Juan
(dentro de la ZMC Río San Juan), en la cuenca del mismo
nombre (Tabla 7.3). La ACB incluye tres especies de peces que
118
El Páramo Belmira en Antioquia, Colombia, fue identiicado como ACB para dos especies de libélulas amenazadas.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
Tabla 7.6 Número de especies amenazadas, especies de distribución geográica restringida, especies determinantes y
especies que determinan sitios AZE. El total tiene en cuenta la duplicación de especies y por lo tanto, en algunos casos, no
equivale a la suma de las ilas.
Bolivia
Colombia
Ecuador
Perú
Total
Especies determinantes
17
50
18
68
151
Especies amenazadas
6
41
8
22
75
Especies de distribución geográica restringida
17
45
17
66
144
Especies que determinan sitios AZE
3
12
4
11
30
y delimitadas en Ecuador incluyen 18 especies determinantes
(ocho peces y diez libélulas), de las cuales 17 tienen distribución
restringida, ocho están en alguna categoría de amenaza y cuatro
son especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las
principales amenazas para las ACB identiicadas en Ecuador son
la deforestación para agricultura, ganadería y urbanización y la
contaminación por minería y residuos urbanos. A continuación
se describen algunas de las ACB seleccionadas.
determinado por la especie de libélula Telebasis lammeola
(EN), que ocurre en las charcas y pantanos a los lados del río.
El hábitat corresponde a arroyos de piedemonte amazónico. Las
principales amenazas son la deforestación debido a la expansión
de la agricultura y las áreas urbanas y la extracción de áridos. Se
recomienda la protección de las charcas y pantanos donde se
encuentra la especie, además de educación y concientización de
la comunidad para preservar el hábitat.
La ACB Río Sinde (dentro de la ZMC Alto Río Napo), en
la cuenca del río Napo (Tabla 7.3), incluye un sitio AZE
Otra de las nuevas ACB delimitadas en Ecuador es la Laguna San
Pablo y Zona de Captación (dentro de la ZMC Sistema Hídrico
119
Figura 7.6 Áreas Protegidas,
ACB existentes adoptadas y
nuevas ACB de agua dulce
delimitadas en Colombia. En
rojo se indican los corredores
prioritarios identiicados por
CEPF.
Imbakucha), en la cuenca del río Mira (Tabla 7.3), que incluye
el sitio AZE determinado por el pez de agua dulce Atroblepus
ubidiai (CR). El hábitat corresponde a lagunas permanentes
y temporales y manantiales rodeadas de humedales y arroyos
temporarios y con vegetación de poáceas y bosque secundario.
Las principales amenazas para la ACB son las actividades
agrícolas y ganaderas en la región, incluyendo la extracción de
agua para agricultura y cultivo de pasturas, la contaminación por
desechos urbanos y la introducción de especies como la tilapia.
Se recomienda el manejo de los residuos urbanos y el control de
especies introducidas.
Sin embargo, dos ACB, ambas conteniendo sitios AZE fueron
adoptadas por ACB existentes que se encuentran dentro de
corredores identiicados por el peril de ecosistema. La primera es
la adopción del ACB Corredor Ecológico Llanganates-Sangay
que contiene el sitio AZE para la libélula Metaleptobasis gibbosa
(CR), además de otras dos especies de libélulas determinantes
Archaeopodagrion bicorne y Teinopodagrion angulatum. Esta
ACB se encuentra dentro del corredor Cotopaxi-Amaluza,
identiicado por el peril de ecosistema de CEPF. La otra
ACB adoptada es Río Cachaví, incluida en la ACB existente
Territorio Étnico Awá y alrededores que a su vez está dentro del
corredor Cotacachi-Awá. Esta alberga el sitio AZE para el pez
de agua dulce Sturisomatichthys renatus (CR), además de otras
dos especies de peces determinantes Hypostomus annectens y
Sicydium rosenbergii.
Las nuevas ACB delimitadas en Ecuador no se encuentran
dentro de los corredores prioritarios Noroeste de Pichincha
y Cotacachi-Awá identiicados en el Peril de Ecosistema del
Hotspot de los Andes Tropicales (CEPF 2015) (Figura 7.7).
120
Figura 7.7 Áreas Protegidas,
ACB existentes adoptadas y
nuevas ACB de agua dulce
delimitadas en Ecuador. En
rojo se indican los corredores
prioritarios identiicados por
CEPF.
Río Cachaví, en la cuenca del río Cayapas, es una ACB adoptada dentro de la ACB existente Territorio Étnico Awá.
Foto: © Pedro Jiménez Prado.
121
Tabla 7.7 Número de especies determinantes por grupo y por país.
Grupo
Bolivia
Colombia
Ecuador
Perú
Total
Peces
10
Libélulas
7
35
8
51
104
14
10
17
46
Moluscos
0
1
0
0
1
Figura 7.8 Áreas Protegidas
y ACB existentes adoptadas
y nuevas ACB de agua dulce
delimitadas en Perú. En rojo
se indican los corredores
prioritarios identiicados por
CEPF.
(51 peces y 17 libélulas), de las cuales 65 tienen distribución
restringida, 22 están en alguna categoría de amenaza y 11 son
especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las
principales amenazas para las ACB identiicadas en Perú son la
conversión de tierras para plantaciones de coca y palmas aceiteras,
Perú
Para Perú, se identiicaron seis ZMC y se delimitaron 32 ACB,
de las cuales 15 son ACB adoptadas, 11 son AP adoptadas y seis
son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.8). Las ACB adoptadas
y delimitadas en Perú incluyen 68 especies determinantes
122
contaminación por minería, desechos urbanos y agroquímicos
usados en agricultura y silvicultura y represamientos de agua. A
continuación se describen algunas de las ACB delimitadas en
Perú.
Parque Nacional Cordillera Azul y su zona de amortiguamiento.
La ACB Río Aguaytía alberga el sitio AZE para el pez de
agua dulce Aposturisoma myriodon (CR) y además incluye las
especies de peces de distribución restringida Corydoras coriatae,
Hemibrycon mikrostiktos y Tahuantinsuyoa macantzatza. La
ACB Río San Alejandro alberga el sitio AZE para el pez de agua
dulce Panaqolus albivermis (EN) y además incluye las especies
de peces de distribución restringida Anablepsoides elongatus y
Moenkhausia margitae. El hábitat corresponde a ríos y arroyos
permanentes, de aguas claras que luyen hacia los bosques
lluviosos en las zonas más bajas. Las principales amenazas
para esta ZMC son la contaminación y deforestación por la
expansión urbana y las plantaciones de coca. También, la especie
Panaqolus albivermis es colectada para el mercado ornamental.
Se recomienda la erradicación de los cultivos de coca, el manejo
de la recolección de Panaqolus albivermis y la educación y
concientización de la comunidad.
Dos ACB fueron delimitadas o adoptadas en cada uno de
cuatro ZMC (Alto Perené, Alto Río Huallaga, Río Nanay y Río
Aguaytía), en las cuencas de los ríos Ucayali, Huallaga y Amazonas
(Tabla 7.3). En Alto Perené, las ACB delimitadas fueron Río Alto
Perené en Acobamba y Cabeceras del Río Perené. La primera
se encuentra cerca del pueblo de Tarma y alberga el sitio AZE
para el pez de agua dulce Astroblepus formosus (CR). La ACB
Cabeceras del Río Perené fue delimitada para incluir las especies
de peces Orestias gymnota (EN) y O. empyraeus (de distribución
restringida). El hábitat corresponde a arroyos de montaña que
discurren a través de matorrales fragmentados por áreas urbanas
y agrícolas hacia el bosque de lluvias tropical degradado en
el Valle de Chanchamayo. Las principales amenazas para los
ecosistemas de agua dulce en esta región son la contaminación
y deforestación para agricultura (incluyendo cultivos de coca)
y expansión urbana. Se recomienda el control y manejo de las
actividades que producen contaminación y sedimentación en la
cuenca.
A excepción de tres ACB parcialmente cubiertas, los corredores
prioritarios identiicados en el Peril de Ecosistema del Hotspot
de los Andes Tropicales (CEPF 2015) (Figura 7.8) no incluyen
las nuevas ACB delimitadas en Perú. Así, las ACB extensión
Cordillera Yanachaga y Cuenca Media Huallaga se encuentran
incluidas en el corredor Carpish-Yanachaga y la ACB río
Marcapata dentro del corredor Cordillera de Vilcanota (Figura
7.8). El corredor Cordillera de Vilcanota incluye además
parte de las ACB adoptadas Valle de Cosñipata, Quincemil,
Kosnipata Carabaya y Manu y la AP adoptada Reserva Comunal
Amarakaeri. Por su parte, el corredor prioritario CondorKutuku-Palanda incluye parte de la ACB adoptada Cordillera
del Cóndor (Perú).
7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para
la Biodiversidad y niveles actuales
de protección
Orestias empyraeus, especie de distribución restringida
determinante de la ACB Cabeceras del Río Perené, en la parte
alta de la cuenca del río Ucayali, Perú. Foto: © Mikael Lundberg.
El área de las nuevas ACB de agua dulce delimitadas, es decir,
excluyendo las ACB y las AP existentes que fueron adoptadas
como ACB de agua dulce, es de sólo 12 071 km2, en comparación
En la ZMC Río Aguaytía se delimitaron las ACB Río Aguaytía
y Río San Alejandro, además de adoptarse la ACB existente
Tabla 7.8 Área cubierta por ACB, áreas protegidas y sub-cuencas determinantes en los Andes Tropicales.
Área (km2)
Andes Tropicales
% del Área Total
2 754 775
Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC)
235 035
8.53
ACB terrestres existentes
279 949
10.16
Áreas protegidas (WDPA todas las categorías)
857 339
31.12
Nuevas ACB de agua dulce delimitadas
12 071
0.44
ACB terrestres existentes adoptadas
84 703
3.07
Áreas protegidas adoptadas
121 482
4.40
Total de ACB + PA + ACB existentes
218 256
7.92
123
con los 84 703 km2 cubiertos por las ACB existentes adoptadas
y los 121 482 km2 representados por las AP existentes adoptadas
(Tabla 7.8). Si bien las nuevas ACB de agua dulce cubren
menos del 0.5 % de la supericie total de la región de los Andes
Tropicales, albergan 52 especies determinantes, incluyendo 17
especies que determinan sitios AZE.
de Cuencas y Áreas Clave para la Biodiversidad identiicadas y
delimitadas. En general, estos factores son muy similares a los ya
descritos.
Las principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce
en las ZMC y ACB identiicadas durante el taller, son causadas
principalmente por la expansión de la agricultura y la ganadería,
que han producido altas tasas de deforestación para diversos
cultivos y para la expansión de los pastizales. La construcción de
presas y embalses ha producido alteraciones en la hidrología y la
conectividad de los ríos y lagunas y ha fragmentado el territorio
con nuevas carreteras e infraestructuras. La minería ha causado
la contaminación y destrucción de hábitats acuáticos y un
importante desplazamiento humano para trabajar en las minas
de oro como las de Madre de Dios en Perú (ACA 2013).
El área de las ACB de agua dulce validadas dentro de los límites
de áreas protegidas y otras ACB existentes es de 218 256 km2,
lo que representa un 7.92 % del área total del área de estudio. A
pesar de que la mayoría de las ACB de agua dulce se encuentren
dentro de ACB y áreas protegidas existentes, esto no es
suiciente para garantizar su conservación, ya que a menudo,
las especies determinantes de agua dulce, no se incluyen en los
planes de manejo de estos sitios, designados principalmente
para la protección de especies terrestres. Es necesario por tanto,
informar a las autoridades administrativas responsables sobre la
presencia de las especies determinantes de ACB de agua dulce
dentro de las ACB y áreas protegidas existentes, para asegurar así
que se tengan en cuenta en la planiicación e implementación de
acciones de conservación y manejo.
La contaminación por pesticidas, herbicidas y residuos
domésticos se extiende rápidamente a través del curso de los ríos.
A esta contaminación hay que añadir el cultivo ilegal de coca, que
no solo está asociado con la deforestación, la sobrepesca y la caza
ilegal, sino también a la contaminación de suelos, ríos y torrentes
con queroseno, ácido sulfúrico y otros insumos químicos que se
usan para procesar la coca como en el Chapare Secure (ACB de
agua dulce) en Bolivia (CEPF 2015).
7.3.5 Principales amenazas
Las amenazas generales para cada grupo taxonómico ya fueron
identiicadas y detalladas en los respectivos capítulos. Aquí se
incluye una breve descripción de los principales factores de
amenaza identiicados especíicamente para las Zonas de Manejo
Especies exóticas introducidas a través de la acuicultura como
la trucha arcoíris o la tilapia, pueden provocar graves daños al
Macho de Mesamphiagrion gaudiimontanum (EN), especie determinante de la ACB Páramo de Belmira, Colombia.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
124
convertirse en competidoras y depredadoras de las especies
autóctonas e introducir enfermedades. Además, estas especies
invasoras colonizan nuevos lugares con facilidad al desplazarse
a través de los cursos de agua. Algunas de estas especies son
consideradas como transformadoras directas de los ecosistemas,
ya que aumentan los niveles de eutroización y deterioran la
calidad de las aguas.
derivados de los recursos hídricos de manera equitativa,
manteniendo y, de ser necesario, restaurando los ecosistemas de
agua dulce (http://wwf.panda.org/about_our_earth/about_
freshwater/rivers/irbm/). De esta manera, conociendo sobre
la existencia de una o más especies determinantes dentro de la
ZMC, para las cuales se han delimitado ACB, permitirá entonces
integrarla en la toma de decisiones y promover actividades que
aseguren su conservación.
7.3.6 Actores potencialmente interesados
Este proyecto ha conirmado la presencia de números
excepcionales de especies endémicas y amenazadas,
principalmente de peces y libélulas, que han determinado ACB y
conirmado la importancia de la región para el mantenimiento de
la biodiversidad de agua dulce a nivel global. La identiicación y
delimitación de estas ACB pone de manera efectiva a las especies
de agua dulce en el mapa, proporcionando datos fundamentales
que servirán como base para el desarrollo e implementación de
acciones necesarias de conservación a escala de sitio. Es muy
importante que las estrategias de conservación incorporen un
inventario y monitoreo de las especies acuáticas de agua dulce.
Las ichas informativas sobre las Zonas de Manejo de Cuenca
pueden ser utilizadas para comparar información y hacer un
seguimiento de las especies a mediano y largo plazo.
Ahora que las ACB de agua dulce han sido identiicadas y
delineadas en los Andes Tropicales, y que la información
sobre cada ZMC estará disponible públicamente en el World
Biodiversity Database (WBDB) y el Integrated Biodiversity
Assessment Tool (IBAT), es necesario que diferentes
organizaciones e individuos lideren el proceso que transforme
las recomendaciones dispuestas en este reporte, en acciones
que aseguren la persistencia de las especies determinantes
identiicadas.
Las ACB están diseñadas para ser utilizadas a nivel local y
regional, en un proceso participativo que cuente con los actores
locales interesados para maximizar la implementación de las
prioridades para la conservación a escala de sitio. Durante el taller,
fueron identiicadas un total de 94 organizaciones e instituciones
potencialmente interesadas en las Zonas de Manejo de Cuenca
(Apéndice 3).
La identiicación de 30 especies que determinan sitios AZE es
indicativa de la importancia de la biodiversidad de agua dulce
en la región, ya que éstos representan sitios irreemplazables en
un posible portafolio de conservación. Esta información es vital
para ser tenida en cuenta a la hora de planiicar actividades de
desarrollo e infraestructura en la región. Efectivamente, es en las
áreas tropicales de países en desarrollo donde la conservación
de la enorme biodiversidad existente y el incremento de la
población y la creciente demanda de recursos, enfrenta los
mayores desafíos. Sin embargo, ambas actividades tienen el
potencial de beneiciarse mutuamente a partir de la coordinación
de objetivos que tiendan a favorecer o al menos, no perjudicar a
la otra actividad (Gorenlo y Warner 2016).
7.4 Conclusiones y recomendaciones
Los Andes Tropicales han sido reconocidos como una de las
regiones de mayor biodiversidad del planeta, incluyendo una
enorme diversidad y alto grado de endemismo de especies de
agua dulce. Sin embargo, hasta el momento, los ejercicios de
priorización de conservación en la región han estado enfocados
en especies principalmente terrestres (CEPF 2015). La falta
de información de base sobre el estado de conservación y
la distribución de especies de agua dulce, ha impedido su
incorporación en la identiicación de sitios prioritarios de
conservación, tales como las Áreas Clave para la Biodiversidad y
los Corredores Prioritarios identiicados por CEPF (2015). Este
reporte pretende cubrir algunos de los vacíos de información de
la biodiversidad de agua dulce en la región, utilizando criterios
globales estandarizados y un enfoque que tiene en cuenta la
conectividad hidrográica de las cuencas de captación.
Las ACB han sido adoptadas dentro de las metas y objetivos
de convenciones internacionales, como el Convenio sobre la
Biodiversidad Biológica (especíicamente en relación a la Meta
11 de Aichi, sobre la expansión de la red de áreas protegidas). De
esta forma, las ACB pueden informar procesos de designación
y expansión estratégica de nuevas áreas protegidas, que tengan
en cuenta la biodiversidad de agua dulce, históricamente poco
representada en los planes de manejo y en los sistemas nacionales
de áreas protegidas.
En el nuevo enfoque para la delimitación de ACB de agua dulce,
puesto en práctica en este proyecto, resalta la adopción de Zonas
de Manejo de Cuenca como un marco hidrográico a escala de
paisaje, que facilita el Manejo Integrado de Cuencas (Integrated
River Basin Management), teniendo en cuenta la ACB contenida
adentro. Así, el proceso promueve la gestión, conservación
y el desarrollo coordinado del agua, la tierra y los recursos
relacionados, incluyendo a todos los sectores involucrados en la
ZMC (p. ej. industrial, agropecuario, ambiental, comunidad),
con el in de maximizar los beneicios económicos y sociales
En relación a la Convención de Ramsar, las ACB de agua
dulce proporcionan información clave para la identiicación
y designación de humedales de importancia internacional.
Varios criterios de las ACB se corresponden con los criterios
para la designación de Sitios Ramsar, como por ejemplo el
Criterio 2 “Un humedal deberá ser considerado de importancia
internacional si sustenta especies Vulnerables, En Peligro o En
Peligro Crítico, o comunidades ecológicas amenazadas”. Dados
125
los esfuerzos de la Convención de Ramsar para aumentar las
designaciones de sitios para incluir especies diferentes a las aves
(Criterios 7, 8 y 9), las ACB de agua dulce identiicadas en este
proyecto para peces y libélulas, pueden servir para expandir la
red de sitios Ramsar a través de la región. En particular, las ACB
aquí identiicadas pueden contribuir a la Iniciativa Regional de
Ramsar para la Conservación y el Uso Racional de los Humedales
Alto Andinos. Esta iniciativa, contribuye a la implementación del
nuevo Plan Estratégico de Ramsar (2016-2024) y promueve la
cooperación regional y bilateral para el inventariado y el manejo
integrado de humedales y sus cuencas hidrográicas, así como
la movilización de recursos inancieros para la aplicación de
acciones de conservación sobre el terreno.
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Las ACB son también utilizadas por los principales donantes
como el Critical Ecosystem Partnership Fund (CEPF) y la
Fundación MacArthur, para asignar sus recursos inancieros de
forma estratégica para la conservación. Además, las ACB han sido
adoptadas como directrices de Salvaguardas Medioambientales
por el sector privado e importantes donantes como el grupo
del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Una vez que las ACB han sido identiicadas y delimitadas, es
responsabilidad de estos actores asegurarse de que se llevan
a cabo los esfuerzos necesarios para evitar cualquier impacto
negativo que puedan causar sus inversiones u operaciones dentro
de las ACB.
Finalmente, la biodiversidad de agua dulce es poco valorada
por el público en general, lo cual reduce el apoyo necesario
para el manejo efectivo de las ACB. Es necesario por tanto, una
comunicación eicaz y estratégica para concientizar al público
sobre el valor de estas especies y los pasos necesarios para su
conservación y uso sostenible.
7.5 Referencias
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CEPF. 2015. Peril de Ecosistema: Hotspot de Biodiversidad de los Andes
Tropicales.
126
Capítulo 8. Evaluación de la
vulnerabilidad al cambio climático de las
especies de agua dulce de los Andes
Tropicales
Jamie A. Carr1 y Marcelo F. Tognelli2
8.1
8.2
8.3
8.4
8.5
Introducción........................................................................................................................................................................................127
Métodos ...............................................................................................................................................................................................128
8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático .......................................................................128
8.2.2 Aplicación a las especies de los Andes Tropicales ..................................................................................................................128
8.2.3 Compilación de datos ...............................................................................................................................................................130
8.2.4 Modelado de exposición ...........................................................................................................................................................130
8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático .....................................................................................................................131
Resultados............................................................................................................................................................................................131
8.3.1 Peces de agua dulce ...................................................................................................................................................................131
8.3.2 Moluscos de agua dulce ............................................................................................................................................................136
8.3.3 Libélulas .....................................................................................................................................................................................141
8.3.4 Plantas ........................................................................................................................................................................................146
Conclusiones y recomendaciones.....................................................................................................................................................151
Referencias...........................................................................................................................................................................................154
alimentos y agua. En particular, la demanda de agua en la región
será crucial en el futuro cercano. Efectivamente, un estudio
reciente muestra que los efectos inmediatos del crecimiento
de la población pueden ser mayores que los efectos del cambio
climático (Buytaert y De Bièvre 2012).
8.1 Introducción
En las últimas décadas, la creciente amenaza del cambio climático
ha sido reconocida como un factor cada vez más importante que
afecta el estado de muchas poblaciones de especies silvestres
y es muy probable que también potencie otras amenazas ya
existentes. Además, se espera que el efecto del cambio climático
sea particularmente grave en las regiones montañosas, tal como
los Andes Tropicales (Herzog et al. 2012). La región de los
Andes Tropicales contiene el 99% de los glaciares tropicales
del mundo (Kaser 1999); sin embargo, en los últimos 30 años
han experimentado el mayor retroceso en área desde el inal de
la Pequeña Edad del Hielo durante el siglo XVII y comienzos
del siglo XVIII (Rabatel et al. 2013). Esto genera lujos de agua
menos previsibles, una mayor escasez de agua en regiones de gran
altitud e impactos negativos directos sobre la biodiversidad y las
personas (Maldonado et al. 2012). Un aumento de la temperatura
tendrá también un impacto importante en las especies endémicas
aisladas a grandes altitudes, ya que las temperaturas crecientes
tenderán a reducir o eliminar el hábitat disponible (Anderson et
al. 2012). Estas amenazas se verán agravadas por el crecimiento
de la población humana, y la mayor demanda de recursos, energía,
1
2
Para poder desarrollar estrategias de conservación efectivas, es
importante tener en cuenta los impactos que el cambio climático
pueda tener sobre las especies, para así poder integrarlos en
las acciones de conservación en el terreno. Las evaluaciones
de vulnerabilidad de las especies al cambio climático pueden
ayudar en la priorización de sitios y especies que necesitan recibir
atención para su conservación y, también, pueden ayudar a
proporcionar una visión de las acciones especíicas que se deben
tomar. Este capítulo presenta los resultados de las evaluaciones
de vulnerabilidad al cambio climático de las especies de peces de
agua dulce, moluscos de agua dulce, libélulas y plantas acuáticas
incluidas en este reporte.
La serie de tablas que se incluyen en este capítulo presentan los
resultados de los análisis de las 967 especies evaluadas como
parte de este proyecto. En el Apéndice 2 de este reporte se indica
IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ, UK. Email: Jamie.carr@iucn.org
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.
127
las especies que son vulnerables al cambio climático en función
de una sola combinación de modelos, escenario y período futuro.
Para información más detallada sobre la vulnerabilidad al cambio
climático de cada especie, ver el apéndice en línea en la página
web de la Unidad de Biodiversidad de Agua Dulce de la UICN
(http://www.iucn.org/theme/species/our-work-ssc/our-work/
freshwater-biodiversity). Se espera que este documento pueda
ser utilizado para priorizar, tanto las especies como las áreas
geográicas que requieran de atención, para desarrollar acciones
de conservación que apunten especíicamente a atenuar los
impactos que el cambio climático tendrá sobre las especies y
evitar así su extinción.
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA: la incapacidad de una
especie para evitar los impactos negativos del cambio climático a
través de la dispersión y/o cambios micro-evolutivos.
De esta manera, las especies que están más expuestas, son
más sensibles y tienen menor capacidad de adaptarse, se las
consideran más vulnerables al cambio climático. Estas especies,
representadas por el área de color naranja en el centro de la igura
8.1, se destacan por ser de mayor interés para la conservación.
También, se puede obtener información adicional importante
a partir de especies con valores altos en otras combinaciones de
las dimensiones de vulnerabilidad al cambio climático. Esto se
discute con más detalle más adelante en este capítulo.
8.2 Métodos
Los rasgos utilizados para evaluar la Sensibilidad de una especie
han sido clasiicados en cinco grupos (Recuadro 8.1), mientras
que los que se utilizan para evaluar Baja Capacidad Adaptativa se
han clasiicado en dos (Recuadro 8.2).
8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación
de la vulnerabilidad al cambio climático
La UICN ha desarrollado un enfoque basado en la relación entre
el cambio en las condiciones del clima y los rasgos biológicos
y ecológicos de las especies que podrían potenciar o atenuar el
impacto del cambio climático sobre las especies. Este método,
conocido como el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad
de las Especies al Cambio Climático, provee una seria de “reglas”
que son empleadas para clasiicar a las especies de acuerdo con las
tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático (Foden
et al. 2013) (Figura 8.1). Estas dimensiones son:
Guiados por estos grupos de rasgos, se seleccionaron los rasgos
biológicos, ecológicos, isiológicos y ambientales para cada
grupo taxonómico. El desafío en la selección de rasgos está en
encontrar un equilibrio entre la selección de los rasgos con bases
teóricas fundadas y los aspectos prácticos de la disponibilidad
y compilación de los datos. Otro reto fue deinir los rasgos de
manera objetiva y reproducible y, en la medida de lo posible,
el desarrollo de medidas cuantitativas para cada uno de ellos.
Para cada especie se asignaron categorías de “alto”, “bajo” o
“desconocido”, para cada rasgo, basado en una amplia gama
de fuentes de información (se discuten con más detalle a
continuación). Mientras que en algunos casos los umbrales de
riesgo eran claros (p. ej. “la especie solo se distribuye en la cima
de la montaña”), en muchos otros no había una base a priori
para establecer un umbral de amenaza de extinción de la especie
en particular. Para tales rasgos (p. ej. tolerancia a la exposición
de cambios de temperatura proyectados), se utilizó un umbral
arbitrario, categorizando como “alto” al 25% de las especies más
gravemente afectadas dentro del grupo.
EXPOSICION: la medida en que el entorno físico de una
especie cambiará debido al cambio climático.
SENSIBILIDAD: la falta de potencial de una especie para
persistir in-situ.
Figura 8.1 La mayor vulnerabilidad ocurre cuando las
especies se enfrentan a una mayor exposición al cambio
climático y cuando además poseen rasgos biológicos o
características que conieren sensibilidad y baja capacidad
adaptativa a dichos cambios.
Las evaluaciones de la Exposición se realizaron superponiendo
los cambios proyectados en las variables climáticas sobre mapas
reinados de distribución de las especies para obtener medidas
simples de los cambios climáticos a los que estará expuesta cada
especie. Nuevamente, las especies se categorizaron como “alto”,
“bajo” o “desconocido” para esta dimensión del Marco. Dado que
rara vez se han establecido umbrales a la exposición a los cambios
climáticos, los valores son derivados a través del ranking de las
especies y la selección de las especies más afectadas (se explica con
más detalle en la sección 8.2.4).
8.2.2 Aplicación a las especies de los
Andes Tropicales
En este estudio se aplicó el Marco para la Evaluación de la
Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático a cuatro
grupos taxonómicos de agua dulce (peces, moluscos, libélulas y
plantas acuáticas) de los Andes Tropicales (tal como está deinida
128
Recuadro 8.1 Los cinco grupos de rasgos utilizados para evaluar Sensibilidad de acuerdo con el Marco para la Evaluación
de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático.
1.
Requerimiento de hábitat/micro-hábitat especializado: Numerosos estudios de animales y plantas muestran que las
especies amenazadas incluyen un número desproporcionado de especialistas, en comparación con especies generalistas y con
rangos geográicos amplios (Cardillo et al. 2009). En virtud del cambio climático, la mayoría de las especies tendrá que hacer
frente a modiicaciones en sus hábitats y micro-hábitats y, se esperaría que las que sean menos dependientes de condiciones
y requisitos especíicos, sean probablemente más resilientes. La sensibilidad de una especie aumenta a medida que tiene más
etapas de vida, cada una con diferentes requerimientos de hábitat o micro-hábitat (p. ej. las larvas de anibios que dependen del
agua), o bien cuando el hábitat o micro-hábitat al que la especie está especializada es particularmente vulnerable a los impactos
del cambio climático (p. ej. manglares, bosques de niebla o hábitats polares). Sin embargo, en algunos casos (p. ej. peces
abisales), la especialización extrema puede permitir que las especies escapen de los impactos de la competencia de especies
nativas o invasoras, por lo que la interacción de estos rasgos con el cambio climático deben ser considerados cuidadosamente
para cada grupo de especies en particular. Este grupo de rasgos no es independiente de la baja capacidad de adaptación de las
especies, ya que la especialización de hábitat y/o micro-hábitat también disminuye las posibilidades de colonización exitosa
si las especies son capaces de dispersarse a nuevas áreas climáticamente adecuadas (p. ej. plantas coninadas a aloramientos de
piedra caliza, murciélagos que habitan en cuevas).
2.
Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que pueden ser sobrepasados debido al cambio climático en cualquier
etapa del ciclo de vida: La isiología y ecología de muchas especies está extremadamente ligada a rangos muy especíicos
de las variables climáticas, tales como temperatura, precipitación, pH y niveles de dióxido de carbono; aquellas especies
con márgenes de tolerancia estrechos son particularmente susceptibles a cambios en el clima (Deutsch et al. 2008). Aún
aquellas especies con amplias tolerancias ambientales y requerimientos de hábitat no especializados, podrían ya estar cerca
de los umbrales por encima de los cuales la función ecológica o isiológica se altera rápidamente (p. ej. fotosíntesis en plantas,
función de proteínas y enzimas en los animales).
3.
Dependencia de un factor ambiental desencadenante especíico que podría ser alterado por el cambio climático:
Muchas especies dependen de desencadenantes o disparadores ambientales para la migración, reproducción, puesta de huevos, germinación de semillas, hibernación, eclosión de huevos, y una serie de otros procesos. Mientras que algunas señales (p.
ej. la duración del día y los ciclos lunares) no se verán afectadas por el cambio climático, otras, tales como la precipitación y la
temperatura (incluyendo su interacción y los efectos acumulativos), pueden verse gravemente afectadas. Las especies tienden
a ser susceptibles a los cambios en la magnitud y momento de ocurrencia de las señales cuando esto lleva a un desacoplamiento
con los recursos o procesos ecológicos esenciales. Por ejemplo, el calentamiento temprano a principios de la primavera podría
provocar la emergencia o aparición de una especie antes que sus fuentes de alimentos estén disponibles. La vulnerabilidad
de una especie se ve agravada cuando las diferentes etapas de la historia de vida, o los diferentes sexos dependen de distintos
disparadores ambientales.
4.
Dependencia de interacciones interespecíicas que podrían ser alteradas por el cambio climático: Las interacciones de
muchas especies con presas, huéspedes, simbiontes, agentes patógenos y competidores se verán afectadas por el cambio climático, ya sea debido a la disminución o pérdida de estas especies dentro del rango de la especie dependiente, o bien por pérdida
de la sincronización en la fenología. Las especies que dependen de interacciones que son susceptibles a ser alteradas por cambios en el clima están en riesgo de extinción, sobre todo cuando tienen un alto grado de especialización con otra especie en
particular y es poco probable que puedan cambiar o sustituir por otras especies.
5.
Rareza: La vulnerabilidad inherente de pequeñas poblaciones al efecto Allee (i. e. fenómeno que relaciona el tamaño y/o la
densidad poblacional y la tasa reproductiva de una población o especie) y a eventos catastróicos, así como su reducida capacidad general para recuperarse rápidamente después de eventos de extinción local, sugieren que muchas especies raras se enfrentarán a mayores impactos por el cambio climático respecto de las especies más comunes y/o más ampliamente distribuidas.
Se consideran entonces especies raras aquellas con pequeños tamaños poblacionales y las que, aun pudiendo ser localmente
abundantes, están muy restringidas geográicamente. En casos en los que sólo una pequeña proporción de los individuos de
una población se reproducen (p. ej. especies con sistemas de apareamiento poligínico o poliándrico o con proporción asimétrica de sexos), se utiliza una estimación del tamaño efectivo de la población para evaluar la rareza de las especies y, donde se
sabe que las especies están disminuyendo o están sujetas a luctuaciones extremas en el tamaño de la población (i. e. mayor que
un orden de magnitud), se establecen umbrales de tamaño poblacional menos conservadores.
129
Recuadro 8.2 Los dos grupos de rasgos utilizados para evaluar Baja Capacidad Adaptativa de acuerdo con el Marco para la
Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático.
1.
Baja capacidad de dispersión: En general, el conjunto particular de condiciones ambientales a las que están adaptadas cada
especie se desplazará hacia mayores latitudes y/o altitudes en respuesta al cambio climático. Las especies con tasas bajas o
distancias cortas de dispersión (p. ej. caracoles de tierra, hormigas y plantas con esporas dispersadas por la salpicadura de gotas
de lluvia), es poco probable que migren suicientemente rápido para mantenerse dentro de estos sobres climáticos cambiantes,
y se enfrentarán a un aumento en el riesgo de extinción en la medida que sus hábitats estén expuestos a cambios climáticos
progresivamente mayores. Aun cuando las especies tuvieran la capacidad para dispersarse a nuevas áreas adecuadas, barreras
extrínsecas podrían disminuir el éxito de dispersión. Las barreras a la dispersión pueden ser características geográicas, tales
como elevaciones no adecuadas (p. ej. especies coninadas a cadenas de montaña), los océanos (p. ej. especies en islas pequeñas
o en los extremos polares), ríos y, para especies marinas, corrientes marinas y gradientes de temperatura; hábitats inadecuados
y/o transformación antropogénica pueden también actuar como barreras de dispersión para las especies con especialización de
hábitat. En este contexto, se describen como especies que tienen barreras a la dispersión, tanto cuando existen zonas adecuadas
pero los factores extrínsecos hacen poco probable llegar a ellos, como cuando es poco probable que existan nuevas áreas con
hábitat adecuado (p. ej. especies polares).
2.
Baja capacidad evolutiva El potencial de las especies para modiicaciones genéticas rápidas determinará si serán capaces
de experimentar adaptaciones evolutivas a una velocidad suiciente como para sobrellevar los cambios provocados por
el clima en su entorno. Las especies con baja diversidad genética, generalmente evidenciadas por cuellos de botella en sus
tamaños poblacionales, pueden potencialmente padecer endogamia y, generalmente, exhiben escasa variabilidad genotípica y
fenotípica. Como resultado, estas especies tienden a tener menos características novedosas que podrían facilitar la adaptación
a las condiciones climáticas nuevas. En caso que estén disponibles, las medidas directas de la variabilidad genética pueden
ser complementadas con información sobre la naturalización de las especies fuera de sus rangos nativos y sobre el éxito de
cualquier esfuerzo pasado de translocación de poblaciones. Las medidas indirectas de la capacidad evolutiva de las especies se
relacionan con la velocidad y el rendimiento de la reproducción y, por consiguiente, con la velocidad a la que nuevos genotipos
ventajosos podrían acumularse en las poblaciones y especies (Chevin et al. 2010). La evidencia sugiere que la adaptación
evolutiva es posible en períodos de tiempo relativamente cortos (p. ej. 5 a 30 años; Bradshaw y Holzapfel 2006), pero para
la mayoría de las especies con ciclos de vida de larga duración (p. ej. animales grandes y muchas plantas perennes), es poco
probable que dicha adaptación se mantenga al ritmo de los cambios provocados por el clima en sus ambientes.
la región en el capítulo 2). Debido a limitantes en la información
de especies que se distribuyen fuera del área de estudio de este
proyecto, solo se incluyeron las especies endémicas de la región
(excepto para las plantas acuáticas que solo se incluyó un grupo
seleccionado por los expertos).
las principales desviaciones de este protocolo. Para mayor detalle,
pueden referirse a los artículos mencionados.
El modelado de Exposición fue desarrollado utilizando ArcGIS
10 (Esri 2011) y el paquete estadístico R (R Development
Core Team 2010). El número total de especies evaluadas para
este componente fue de 952, dado que para 15 especies no se
pudieron realizar mapas de distribución. Los datos utilizados
para este proceso incluyen:
Polígonos de distribución de especies generados como parte
del proceso de evaluación de la Lista Roja.
Datos climáticos (temperatura media y precipitación total),
promediados para el período considerado como presente
(1950 a 2000, en adelante referido como 1975).
Proyecciones climáticas futuras del Coupled Model
Intercomparison Project Phase 5 (CMIP5; http://cmippcmdi.llnl.gov/cmip5/) basadas en tres modelos de
circulación general (CCSM4: producido por National
Center for Atmospheric Research (NCAR) e indicado
como NC en los análisis; HadGEM2-AO: producido
por National Institute for Meteorological Research
(NIMR) e indicado como NI en los análisis; MIROC5:
producido por Model for Interdisciplinary Research on
Climate (MIROC) e indicado como MI en los análisis),
8.2.3 Compilación de datos
Tanto los datos de distribución de las especies como los rasgos
utilizados en este capítulo fueron colectados en los talleres de
evaluación con los expertos, detallados en el capítulo 2 de este
reporte.
8.2.4 Modelado de Exposición
El modelado de Exposición, cuyo objetivo es cuantiicar cambios
en los factores climáticos biológicamente relevantes en todo el
rango geográico de cada especie, utiliza una combinación de
polígonos (que representan la distribución geográica de las
especies) y proyecciones de temperatura y precipitación hacia el
futuro en toda el área de estudio del trabajo. Para este proyecto, y
para este componente del estudio, se siguió el proceso de Foden
et al. (2013) y Carr et al. (2013). Por razones de brevedad, en el
presente informe sólo se destacan las etapas clave del proceso y
130
considerada susceptible por tener baja capacidad de dispersión).
Segundo, al momento de determinar la vulnerabilidad general
de las especies, solo se consideraron como vulnerables aquellas
que fueron categorizadas como “alto” en cada una de las tres
dimensiones de Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y
Exposición. Para el caso de especies que no tenían datos para
algún rasgo, cada uno de los pasos anteriores fueron realizados
dos veces; la primera vez se asumió que el rasgo faltante tenía una
caliicación “bajo”, mientras que la segunda se lo consideró como
“alto”. Estos representan el escenario más favorable (optimista) y
el menos favorable (pesimista), respectivamente.
dos escenarios representados por Rutas de Concentración
Representativas (en inglés, Representative Concentration
Pathways; RCP 4.5 y RCP 8.5), y dos períodos de tiempo
representando intervalos de 30 años: 2040 a 2069 (en
adelante referido como 2055) y 2070 a 2099 (en adelante
referido como 2085). Los datos provienen de CGIAR
Research Program on Climate Change Agriculture and
Food Security (CCAFS) (Ramirez y Jarvis 2008; http://
ccafs-climate.org/).
Los polígonos de distribución de especies, junto con las capas de
proyecciones climáticas futuras, fueron procesados (rasterizados/
re-muestreados) para convertirlos a formato de raster a una
resolución de 10 minutos de arco, con el in de que coincidan
con las capas climáticas 1975. Se considera que la elección de
los Modelos de Circulación Global (MCG) utilizados en este
estudio relejan bien los niveles generales de incertidumbre
en todos los modelos disponibles en el ensamble de modelos
CMIP5 a escala global. Esto implicaría que (a) los modelos
de exposición generados no están sesgados por un modelo en
particular, y (b) los resultados pueden ser utilizados luego para
comparar con otras evaluaciones de este tipo en otras regiones
del mundo.
Es muy importante destacar que, puesto que muchos de los
umbrales de los rasgos son simplemente puntos de corte relativos
de variables continuas (p. ej. 25% de las especies de mayor
exposición a los cambios en las temperaturas medias) en vez
de umbrales de vulnerabilidad empíricamente determinados,
este enfoque ofrece una medida relativa, no absoluta, de la
vulnerabilidad al cambio climático. Los números reales y los
porcentajes de las especies identiicadas como vulnerables a través
de este enfoque sólo representan el grado de solapamiento entre
las tres dimensiones de la vulnerabilidad, en vez de una medida
de la vulnerabilidad general. Por lo tanto, no es apropiado utilizar
los resultados para comparar grados de vulnerabilidad entre los
distintos grupos taxonómicos. Las especies identiicadas como
vulnerables al cambio climático deben ser consideradas como
estimaciones de las especies más vulnerables, señalando que en
algunos grupos taxonómicos, todas las especies pueden estar
en riesgo por los efectos del cambio climático, mientras que en
otros, las especies que pueden verse afectadas negativamente son
mucho menos que las que en realidad identiicamos como más
vulnerables.
Una vez convertidas todas las capas a formato raster, se procedió
a calcular promedios de base generales (PBG) para todas las
especies, para cada período (1 presente y 2 futuros) y para ambas
variables (temperatura y precipitación). Los PBGs se calculan
como el promedio de los valores de todas las celdas (i. e. pixeles)
a lo largo de todo el rango de distribución de una especie. Luego
se utilizaron las diferencias entre los valores de PBG del presente
y las de los dos períodos de tiempo futuro como medidas de
cambio proyectadas en los valores medios de temperatura
en todo el rango actual de cada especie para el período futuro
respectivo. Para los cambios proyectados en la precipitación
media, se utilizó la razón absoluta entre los valores de PBG del
presente y futuros. Además, para todas las especies y para ambas
variables climáticas, se calculó la desviación absoluta media
(DAM), un estadístico que resume la dispersión de los datos. Las
diferencias en los valores de la DAM entre los datos del presente
y las dos proyecciones futuras y las razones absolutas de los datos
del presente y los DAM proyectados se utilizaron como medidas
de cambio proyectado en la temperatura y precipitación en los
rangos de distribución de las especies. Los resultados fueron
ordenados en un ranking y se asignaron a las categorías “alto”,
“bajo” o “desconocido”, tal como se describe en la sección 8.2.1.
8.3 Resultados
8.3.1 Peces de agua dulce
Como se ha mencionado anteriormente en esta publicación,
solamente se incluyeron en el análisis las especies endémicas del
área de estudio, representando un total de 666 especies de peces
de agua dulce. Como parte de la evaluación de vulnerabilidad
al cambio climático se consideraron 14 rasgos biológicos, de los
cuales 10 estuvieron relacionados con Sensibilidad y cuatro con
Baja Capacidad Adaptativa. Estos se muestran en las tablas 8.1 y
8.2, respectivamente.
Los rasgos de Sensibilidad más comunes en peces son la
especialización de hábitats y micro-hábitats, con 58.4% and
45.2% de las especies sensibles a cada uno de estos rasgos,
respectivamente (Tabla 8.1). La mayor incertidumbre asociada
a la sensibilidad de las especies de peces está relacionada con las
señales ambientales y factores desencadenantes que pueden ser
perturbados por el cambio climático (10.4% de las especies en
la categoría “desconocida”). En general, los resultados muestran
que un alto porcentaje (89%) de los peces endémicos del área de
estudio serían sensibles al cambio climático (Tabla 8.1). Estos
representan 33 de las 34 familias incluidas en el análisis.
8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático
Los valores de cada una de las dimensiones de vulnerabilidad al
cambio climático (i. e. Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa
y Exposición) de cada especie fueron combinados para obtener
valores generales de vulnerabilidad, calculados en dos pasos
lógicos. Primero, a cada especie se le asignó un valor “alto” en
cada dimensión de vulnerabilidad si tenían algún rasgo que
caliicara para esa categoría (p. ej. la especie es considerada
susceptible porque es especialista de hábitat, la especie es
131
Tabla 8.1 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar los peces de agua dulce de los Andes
Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en
cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
SENSIBILIDAD
A. Requerimientos
de hábitat y/o microhábitat
B. Tolerancias
ambientales
reducidas o umbrales
que son probables
de ser sobrepasados
debido al cambio
climático en alguna
etapa del ciclo de vida
Peces de Agua Dulce
Total de especies = 666
Umbrales
Alto
Bajo
Desconocido
Especialización
de hábitat
S1: Número de tipos
de hábitats de UICN
ocupados por la especie
B = >1; A = 1
389
264
13
Especialización
de micro-hábitat
S2: La especie es
dependiente de uno
o más micro-hábitats
identiicados
B = Falso; A =
Verdadero
301
351
14
Tolerancia a
cambios en los
regímenes de
precipitación
S3: Tolerancia de amplio
rango de precipitación
(precipitación anual
máxima y mínima usadas
para calcular el rango
tolerado)
Desviación Absoluta
Media de precipitación
a lo largo de la
distribución histórica
de la especie:
B = 75% más alto; A =
25% más bajo
164
492
10
Tolerancia a
cambios de
temperatura
S4: Rango de temperatura
(temp max – temp min)
Desviación Absoluta
Media de temperatura
a lo largo de la
distribución histórica
de la especie:
B = 75% más alto; A =
25% más bajo
164
492
10
Tolerancia a
cambios en
oxígeno disuelto
S5: Tolerancia a niveles
reducidos o extremos de
oxígeno disuelto (la especie
ocurre exclusivamente en
aguas hipóxicas (<4 mg/L)
o saturadas (>12 mg/L) )
B = Falso; A =
Verdadero
10
649
7
Migración
limitada por
cambios en niveles
de agua
S6: La especie migra
aguas arriba para
reproducirse y/o desovar
y/o los juveniles migran de
vuelta a cuerpos de agua
mayores (p. ej. de hábitats
temporarios) durante la
bajada estacional de agua
B = Falso; A =
Verdadero
11
646
9
Tolerancia a
incrementos en
turbidez y/o
sedimentación
S7: La especie usa sistemas
de reconocimiento visual
intra-especiico, que
podría ser afectado por
cambios en la turbidez
o sedimentación y/o
deposita huevos en
sustratos/hábitats que son
especialmente vulnerables
a incrementos en
sedimentación
B = Falso; A =
Verdadero
112
527
27
132
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Peces de Agua Dulce
Total de especies = 666
Umbrales
SENSIBILIDAD
Alto
Bajo
Desconocido
Dependencia de
disparadores o
desencadenantes
ambientales
S8: La especie depende
de desencadenantes
ambientales para
migración, apareamiento,
desarrollo de huevos,
deposición de huevos y/o
comienzo/emergencia de
hibernación o estivación
B = No dependencia;
A = Dependencia
de uno o más
desencadenantes
climáticos
53
548
65
Disminución
de interacciones
positivas con otras
especies
S9: La especie depende
de una o varias otras
especies para alimento,
modiicación de y/o
creación de nido o abrigo
B = No dependencia;
A = Dependencia
de uno o más
interacciones
especiicas
0
639
27
Incremento de
interacciones
negativas con
otras especies
S10: La especie podría
experimentar incrementos
en uno o más de lo
siguiente como resultado
del cambio climático:
depredación, competencia,
parasitismo, enfermedades,
caza por humanos
B = Falso; A =
Verdadero
4
622
40
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
594
61
11
Porcentaje
89%
9%
2%
C. Dependencia de
desencadenantes
ambientales
especíicos que
podrían ser
perturbados por el
cambio climático
D. Interacciones
interespecíicas
que podrían ser
perturbadas/aparecer
como resultado de
cambio climático
El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente es el que
corresponde al tipo de estrategias de vida de las especies (15%),
que no serían conducentes a una adaptación genética rápida in
situ (Tabla 8.2). La mayor incertidumbre en torno a la capacidad
de adaptación de las especies corresponde al rasgo de variabilidad
genética (30% desconocida) que, en caso de ser baja, podría
reducir la capacidad de las especies para responder rápidamente a
los cambios en el clima. En general, los resultados muestran que
Tabla 8.2 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar los peces de agua dulce de los Andes
Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en
cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA
A. Baja capacidad
de dispersión
Peces de Agua Dulce
Total de especies = 666
Umbrales
Barreras
extrínsecas a la
dispersión
A1: Barreras
extrínsecas a la
dispersión
B = Sin barreras conocidas;
A = Ocurre exclusivamente en cimas de
montañas, pequeñas islas y/o en áreas
donde la dispersión está bloqueada
por hábitat inadecuado (natural o por
actividades antrópicas) o represas;
Baja capacidad
intrínseca de
dispersión
A2: Distancia de
dispersión mediana
por año
B = >1 km/ año; A = ≤ 1 km/ año
133
Alto
Bajo
Desconocido
6
652
8
36
614
16
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Peces de Agua Dulce
Total de especies = 666
Umbrales
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA
Alto
Bajo
Desconocido
Estrategia de vida
A3: La especie tiene
una estrategia de
vida (deinida por
Winemiller and
Rose 1992) que
no es conducente a
adaptaciones microevolutivas in-situ
B = Estrategia oportunista o periódica;
A = La especie tiene: crecimiento
rápido, larga vida con baja fecundidad;
o crecimiento lento, corta vida con baja
fecundidad; o crecimiento lento, larga
vida con baja fecundidad
100
512
54
Baja diversidad
genética
A4: Evidencia de baja
diversidad genética
o cuello de botella
genético
B = La variabilidad genética de la
especie no se considera como baja;
A = La especie muestra evidencia de
tener baja variabilidad genética (p. ej.
cuello de botella genético) en todos sus
individuos
4
459
203
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
143
325
198
Porcentaje
21%
49%
30%
B. Baja capacidad
evolutiva
un total de 143 especies de peces (21%) tendrían baja capacidad
para adaptarse al cambio climático, y estarían representados por
12 de las 34 familias evaluadas.
datos faltantes) presentan una categoría “alta” para cada una de
las dimensiones (ver apéndice en línea).
La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP
4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes, resulta en 70 (11%) especies
de peces vulnerables al cambio climático, 322 (48%) presentan
categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 54 (8%)
presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad
Adaptativa y 16 (2%) presentan categoría “alta” para Exposición
y Baja Capacidad Adaptativa (Figura 8.2). Cabe resaltar que 17
especies presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y,
por lo tanto, no están representadas en la igura 8.2.
La evaluación de la Exposición de los peces de agua dulce al
cambio climático muestra que un gran número son considerados
como altamente expuestos. En efecto, cuando se tienen en cuenta
las distintas combinaciones de modelos, escenarios de emisiones
y períodos, entre 452 (69%) y 656 (100%) de las 656 especies
que fueron analizadas para este componente se prevé que estén
altamente expuestas al cambio climático (Tabla 8.3).
Cuando se combinan los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad
Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de
vulnerabilidad de las especies de peces de agua dulce de los Andes
Tropicales, se tiene que entre 70 (usando el modelo MI, RCP 4.5,
proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes) y 123 especies (usando
alguno de los modelos MI o NC, RCP 8.5, proyecciones para
el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de
La distribución geográica de peces de agua dulce vulnerables al
cambio climático (usando la misma combinación de valores que
en la Figura 8.2) muestra una concentración de especies en las
partes media y baja de la cuencas de los ríos Mamoré, y Beni y
en las partes alta y media de la cuenca del río Orthon en Bolivia;
en la parte baja de los ríos Ucayali y Madre de Dios y en el río
Tabla 8.3 Número de especies de peces de agua dulce de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en
cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_
hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5).
Período
2055
Escenario
Modelo
MI
NC
NI
RCP 4.5
456
452
457
2085
RCP 8.5
656
656
465
134
RCP 4.5
525
491
656
RCP 8.5
509
516
547
En términos del porcentaje de peces vulnerables al cambio
climático respecto del total de especies incluidas en esta
evaluación, se observa que el patrón de distribución es similar
al de riqueza de especies en algunas cuencas (p. ej. Bolivia, Perú
y Ecuador), pero en Colombia destacan otras cuencas (Figura
8.3b). Altos porcentajes del total de especies son vulnerables al
cambio climático en sub-cuencas de las partes bajas de las cuencas
de los ríos Mamoré, Beni, Madre de Dios y Orthon en Bolivia;
en la parte baja de la cuenca del Ucayali y en el río Amazonas
en Perú, y en la parte alta de las cuencas de los ríos Caquetá,
Sogamoso y San Juan en Colombia (Figure 8.3b). En general,
para la mayoría de las cuencas en Ecuador la relación entre el
número de especies vulnerables y el total de peces endémicos no
es mayor del 50% (Figure 8.3b).
Figura 8.2 Números y porcentajes de los peces de agua
dulce de los Andes Tropicales que fueron categorizados
como “alto” en todas las combinaciones de las tres
dimensiones del marco (usando una combinación de los
tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de
2055, y un supuesto optimista para los valores de datos
faltantes).
Solamente 8 de las 34 familias de peces de agua dulce evaluados
presentan especies que son vulnerables al cambio climático. Las
familias Rivulidae, Astroblepidae y Callicthydae son las que
tienen más especies vulnerables, con 14, 13 y 12, respectivamente
(Figura 8.4). De las 70 especies vulnerables, solo nueve (12.8%)
están además en alguna categoría de amenaza (VU, EN, CR)
y 7 (10%) Casi Amenazadas (Figura 8.4). Es de destacar que
la mayoría de los peces de agua dulce que serían vulnerables al
cambio climático están en las categorías de Preocupación Menor
Amazonas en Perú; en la parte baja de las cuencas de los ríos Napo
y Cunambo en Ecuador, y en las partes alta y media de las cuencas
de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia (Figura 8.3a).
Figura 8.3 a) Riqueza de especies de peces de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por sub-cuenca; b)
porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región por sub-cuenca
(en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto
optimista para los valores de datos faltantes).
135
El río Orthon en Bolivia alberga varias especies de peces vulnerables al cambio climático. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
Figura 8.4 Distribución
de las 70 especies de peces
de agua dulce de los Andes
Tropicales vulnerables
al cambio climático por
familia y por categoría
de amenaza (usando
una combinación de los
tres modelos, RCP 4.5,
proyección para el período
2055, y un supuesto
optimista para los valores
de datos faltantes).
(LC) con 34 especies (48.6%) y Datos Insuicientes con 20
especies (28.6%).
15 rasgos biológicos, de los cuales 11 estuvieron relacionados con
Sensibilidad y cuatro con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se
muestran en las tablas 8.4 y 8.5, respectivamente.
8.3.2 Moluscos de agua dulce
Los rasgos de Sensibilidad más comunes en moluscos son
la especialización de hábitat (47%) y el incremento de la
competencia de la especie invasora Pomacea canaliculata,
especialmente afectando otras especies de Pomacea (38%) (Tabla
En este proyecto se incluyeron 34 especies de moluscos de agua
dulce endémicos de los Andes Tropicales. Como parte de la
evaluación de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron
136
Tabla 8.4 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar los moluscos de agua dulce de los Andes
Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en
cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Umbrales
SENSIBILIDAD
A. Requerimientos de
hábitat y/o micro-hábitat
B. Tolerancias
ambientales reducidas
o umbrales que son
probables de ser
sobrepasados debido
al cambio climático en
alguna etapa del ciclo de
vida
C. Dependencia de
desencadenantes
ambientales especíicos
que podrían ser
perturbados por el
cambio climático
Moluscos de Agua Dulce
Total de especies = 34
Alto
Bajo
Desconocido
Dependencia
temporaria de agua
dulce
S1: la especie depende
exclusivamente de
hábitats de agua dulce
temporarios
B = Falso; A = Verdadero
0
28
6
Especialización de
hábitat
S2: Número de tipos
de hábitats de UICN
ocupados por la especie
B = >1; A = 1
16
3
15
Especialización de
micro-hábitat
S3: La especie es
dependiente de uno
o más micro-hábitats
identiicados
B = Falso; A = Verdadero
0
26
8
Tolerancia a
los cambios de
regímenes de
precipitación
S4: Tolerancia
de amplio rango
de precipitación
(precipitación anual
máxima y mínima
usadas para calcular el
rango tolerado)
Desviación Absoluta Media
de precipitación a lo largo
de la distribución histórica
de la especie:
B = 75% más alto; A = 25%
más bajo
8
23
3
Tolerancia a cambios
de temperatura
S5: Rango de
temperatura (temp
max – temp min)
Desviación Absoluta Media
de temperatura a lo largo de
la distribución histórica de
la especie:
B = 75% más alto; A = 25%
más bajo
8
23
3
Tolerancia a cambios
en oxígeno disuelto
S6: Tolerancia a
niveles reducidos o
extremos de oxígeno
disuelto (la especie
ocurre exclusivamente
en aguas hipóxicas
(<4 mg/L) o saturadas
(>12 mg/L) )
B = Falso; A = Verdadero
0
28
6
Dependencia de un
régimen hidrológico
especiico
S7: La especie depende
de un solo tipo de
régimen hidrológico
(de las 10 opciones
provistas), que no es
perenne por naturaleza
B = Falso; A = Verdadero
0
14
20
Dependencia de
desencadenantes
ambientales
S8: Se sabe que
la especie libera
glochidia (lasidia)
luego de un cambio
en la temperatura y/o
química del agua
B = Falso; A = Verdadero
1
28
5
137
Rasgos
(nivel 1)
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 2)
Umbrales
SENSIBILIDAD
Moluscos de Agua Dulce
Total de especies = 34
Alto
Bajo
Desconocido
S9: La especie depende
de una o varias otras
especies para creación
o modiicación de su
hábitat
B = Falso; A = Verdadero
0
28
6
S10: La especie
depende de una o
varias otras especies
para que actúe como
huésped intermediario
en alguna etapa de su
ciclo de vida
B = Falso; A = Verdadero
6
26
0
S11: La especie
podría experimentar
incrementos en uno
o más de lo siguiente
como resultado del
cambio climático:
depredación,
competencia,
parasitismo,
enfermedades, o
la especie tiene un
depredador conocido
que solo se alimenta
de ella
B = Falso; A = Verdadero
13
11
10
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
29
5
0
Porcentaje
85%
15%
0%
Disminución
de interacciones
positivas con otras
especies
D. Interacciones
interespecíicas que
podrían ser perturbadas/
aparecer como resultado
de cambio climático
Incremento de
interacciones
negativas con otras
especies
se considera que un total de nueve especies (26.5%) tendrían baja
capacidad de adaptación al cambio climático (Tabla 8.5).
8.4). La mayor incertidumbre asociada a la Sensibilidad de las
especies de moluscos está relacionada con si la especie depende
o no de un solo tipo de régimen hidrológico para persistir
(58.8% de las especies en la categoría “desconocida”). En general,
los resultados muestran que un alto porcentaje (85%) de los
moluscos de agua dulce endémicos del área de estudio serían
sensibles al cambio climático (Tabla 8.4), representando el total
de las nueve familias incluidas en la evaluación.
En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró
que un gran número de las especies de moluscos de agua dulce
considerados en esta evaluación estarían altamente expuestas
al cambio climático. En todos los modelos, escenarios de
emisiones y períodos entre 19 (61%) y 31 (100%) de las 31
especies (tres especies para las cuales no se pudieron generar
mapas de distribución no fueron incluidas en el análisis) que
fueron evaluadas para este componente se prevé que estén muy
expuestas (Tabla 8.6).
El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente en los
moluscos de agua dulce es el que corresponde a las barreras de
tipo físico, extrínsecas, particularmente los diques o represas que
impedirían la dispersión de las especies (Tabla 8.5). La mayor
incertidumbre en cuanto a la capacidad de adaptación de las
especies evaluadas se reiere a sus capacidades intrínsecas para
dispersarse, ya sea en términos del mecanismo/s utilizado o la
distancia típica de las que son capaces de dispersarse. En general
Las evaluaciones inales de vulnerabilidad al cambio climático en
las que se combinaron los tres modelos utilizados para Exposición,
sugieren que entre cuatro (usando RCP 4.5, para los dos períodos
2055 y 2085) y nueve especies (usando RCP 8.5 para el período
138
Tabla 8.5 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar los moluscos de agua dulce de los
Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican
en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Moluscos de Agua Dulce
Total de especies = 34
Umbrales
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA
Alto
Bajo
Desconocido
A1: Barreras extrínsecas a
la dispersión
B = Sin barreras conocidas;
A = Ocurre exclusivamente
en cimas de montañas,
pequeñas islas y/o en áreas
donde la dispersión está
bloqueada por hábitat
inadecuado (natural o por
actividades antrópicas) o
represas;
7
21
6
Baja capacidad
intrínseca de
dispersión
A2: Distancia de
dispersión mediana por
año
B = >1 km/ año; A = ≤ 1
km/ año
o la especie depende
exclusivamente de un
vector animal accidental,
eventos de inundación o
no posee mecanismo de
dispersión
3
17
14
Baja tasa
reproductiva
A3: La especie tiene una
estrategia reproductiva
que no es propicia para la
adaptación micro-evolutiva
in-situ
A = La especie se reproduce
< una vez por año y/o lleva
>5 años para alcanzar la
madurez sexual;
B = lo anterior es falso
0
25
9
A4: Evidencia de baja
diversidad genética o cuello
de botella genético
B = La variabilidad
genética de la especie no se
considera como baja;
A = La especie muestra
evidencia de tener baja
variabilidad genética (p. ej.
cuello de botella genético)
en todos sus individuos
0
34
0
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
9
11
14
Porcentaje
26.5%
32.5%
41%
Barreras extrínsecas
a la dispersión
A. Baja capacidad
de dispersión
B. Baja capacidad
evolutiva
Baja diversidad
genética
Tabla 8.6 Número de especies de moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos
en cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI=
nimr_hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a
8.5).
Período
2055
RCP 4.5
RCP 8.5
RCP 4.5
RCP 8.5
MI
20
31
23
24
NC
21
31
19
21
NI
21
19
31
21
Escenario
Modelo
2085
139
Figura 8.5 Números y porcentajes de los moluscos de agua
dulce de los Andes Tropicales que fueron categorizados
como “alto” en todas las combinaciones de las tres
dimensiones del marco (usando una combinación de los
tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de
2055, y un supuesto optimista para los valores de datos
faltantes).
2055) serían vulnerables al cambio climático, asumiendo una
posición optimista para los valores de datos faltantes (i. e.
considerados como bajos). Al igual que con las evaluaciones
de las especies de peces, vale la pena señalar que estas cifras no
relejan los altos grados de Sensibilidad y Exposición evidentes
en las evaluaciones, debido a una alta capacidad de adaptación
percibida entre las especies evaluadas. La combinación de los
tres modelos, usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para
el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de
datos faltantes, resulta en cuatro (12%) especies de moluscos
vulnerables al cambio climático, 11 (32%) presentan categoría
“alta” para Sensibilidad y Exposición y cinco (15%) presentan
categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa
(Figura 8.5).
Las cuatro especies de moluscos de agua dulce que fueron
considerados como vulnerables al cambio climático son tres
bivalvos, distribuidos en tres familias (Etheriidae, Mycetopodidae
y Sphaeriidae) y un gasterópodo perteneciente a la familia
Planorbidae. Dos de las especies están categorizadas como Datos
Insuicientes (DD), una como Preocupación Menor (LC) y una
como En Peligro Crítico (CR).
La distribución geográica de los moluscos de agua dulce
vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación
de valores que en la Figura 8.5), nos muestra una concentración
de especies en la cuencas del Magdalena medio y del río Cesar
en Colombia, en las cuencas de los ríos Esmeraldas y Morona en
Ecuador y en la cuenca del río Marañón en Perú (Figura 8.6a). El
porcentaje de moluscos vulnerables al cambio climático respecto
del total de especies incluidas en esta evaluación muestra un patrón
de distribución similar al de riqueza de especies (Figura 8.3b).
El bivalvo de agua dulce Acostaea rivolii (CR) es una de las especies de moluscos vulnerables al cambio climático. Foto: © Jorge García.
140
Figura 8.6 a) Riqueza de especies de moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por
sub-cuenca; b) porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región
por sub-cuenca (en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055,
y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).
161 especies (74.5%) de libélulas de los Andes Tropicales serían
sensibles al cambio climático (Tabla 8.7).
8.3.3 Libélulas
En este proyecto consideramos 216 especies de libélulas
endémicas de los Andes Tropicales. Como parte de la evaluación
de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron 14
rasgos biológicos, de los cuales 11 estuvieron relacionados con
Sensibilidad y tres con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se
muestran en las tablas 8.7 y 8.8, respectivamente.
El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente está
relacionado con la pobre capacidad intrínseca de dispersión de
las especies, que sería menor que 1 km por año en 25 especies
(Tabla 8.8). Este mismo rasgo es también el que tiene mayor
nivel de incertidumbre asociado (49 especies sin información).
En general se considera que un total de 42 especies (19%)
tendrían una baja capacidad para adaptarse al cambio climático
(Tabla 8.8).
El rasgo de Sensibilidad más común es especialización de
hábitat, en particular la dependencia de cauces de agua
pequeños (arroyos, caños o quebraditas) de corrientes lentas,
lo que es evidente en un gran número de las especies evaluadas
(Tabla 8.7). Los rasgos que presentan mayor incertidumbre en
torno a la sensibilidad de las especies son los desencadenantes
ambientales que podrían ser perturbados por el cambio
climático (en particular si las especies dependen de un período
de diapausa en la etapa de huevo durante el invierno para regular
su ciclo de vida) y en las interacciones interespecíicas negativas
potenciales que puedan surgir o que empeoren como resultado
del cambio climático. En general, se considera que un total de
En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró que
un gran número de las especies de libélulas incluidas en esta
evaluación estarían altamente expuestas al cambio climático.
En todos los modelos, escenarios de emisiones y períodos,
entre 150 (71%) y 214 (100%) de las 214 especies (dos especies
para las cuales no se pudieron generar mapas de distribución
no fueron incluidas en el análisis) que fueron evaluadas para
este componente se prevé que estén muy expuestas al cambio
climático (Tabla 8.9).
141
Tabla 8.7 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar las libélulas de los Andes Tropicales,
incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría
para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
SENSIBILIDAD
A. Requerimientos
de hábitat y/o
micro-hábitat
B. Tolerancias
ambientales
reducidas o
umbrales que
son probables de
ser sobrepasados
debido al cambio
climático en alguna
etapa del ciclo de
vida
C. Dependencia de
desencadenantes
ambientales
especíicos que
podrían ser
perturbados por el
cambio climático
Libélulas
Total de especies = 216
Umbrales
Alto
Bajo
Desconocido
Especialización de
hábitat
S1: Número de tipos
de hábitats de UICN
ocupados por la especie
B = >1; A = 1
94
64
58
Especialización de
micro-hábitat
S2: La especie es
dependiente de uno
o más micro-hábitats
identiicados
B = Falso; A = Verdadero
15
185
16
Especiicidad en la
puesta de huevos
S3: La especie es
endofítica, con tipos de
sustrato limitado o pone
los huevos en zonas secas
que luego se inundan
B = Falso; A = Verdadero
9
173
34
Tolerancia a
los cambios de
regímenes de
precipitación
S4: Tolerancia de amplio
rango de precipitación
(precipitación anual
máxima y mínima usadas
para calcular el rango
tolerado)
Desviación Absoluta Media
de precipitación a lo largo de
la distribución histórica de la
especie:
B = 75% más alto; A = 25%
más bajo
53
161
2
Tolerancia a
cambios de
temperatura
S5: Rango de temperatura
(temp max – temp min)
Desviación Absoluta Media
de temperatura a lo largo de
la distribución histórica de la
especie:
B = 75% más alto; A = 25%
más bajo
53
161
2
Tolerancia a
cambios en
oxígeno disuelto
S6: Tolerancia a niveles
reducidos o extremos
de oxígeno disuelto
(la especie ocurre
exclusivamente en aguas
hipóxicas (<4 mg/L) o
saturadas (>12 mg/L) )
B = Falso; A = Verdadero
28
180
8
Dependencia
de un régimen
hidrológico
especíico
S7: La especie depende de
un solo tipo de régimen
hidrológico (de las 10
opciones provistas),
que no es perenne por
naturaleza
B = Falso; A = Verdadero
4
180
32
Depende de
diapausa durante
el estadio de
huevo, seguido de
temperaturas más
altas
S8: La especie depende
de un período de diapausa
en la fase de huevo
durante el invierno que
regula la sincronización
del ciclo de vida (que se
rompe cuando aparecen
temperaturas más altas)
B = Falso; A = Verdadero
0
103
113
142
Rasgos
(nivel 1)
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 2)
SENSIBILIDAD
C. Dependencia de
desencadenantes
ambientales
especíicos que
podrían ser
perturbados por el
cambio climático
Libélulas
Total de especies = 216
Umbrales
Alto
Bajo
Desconocido
Otros disparadores
o desencadenantes
ambientales
S9: La especie depende
de desencadenantes
ambientales para
migración, apareamiento
y/o metamorfosis
B = Falso; A = Verdadero
0
137
79
Disminución
de interacciones
positivas con otras
especies
S10: La especie depende
de una o varias otras
especies para creación
o modiicación de su
hábitat
B = Falso; A = Verdadero
0
182
34
Incremento de
interacciones
negativas con otras
especies
S11: La especie
podría experimentar
incrementos en uno o
más de lo siguiente como
resultado del cambio
climático: depredación,
competencia, parasitismo,
enfermedades, o se
sabe que la especie
experimenta algún
tipo de depredación/
competencia/
perturbación debido a
una nueva especie (tanto
nativa como introducida)
dentro de su rango
B = Falso; A = Verdadero
9
101
106
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
161
15
40
Porcentaje
74.5%
7%
18.5%
D. Interacciones
interespecíicas
que podrían ser
perturbadas/
aparecer como
resultado de cambio
climático
143
Tabla 8.8 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar las libélulas de los Andes Tropicales,
incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría
para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Libélulas
Total de especies = 34
Umbrales
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA
Alto
Bajo
Desconocido
A1: Barreras
extrínsecas a la
dispersión
B = Sin barreras conocidas;
A = Ocurre exclusivamente en
cimas de montañas, pequeñas
islas y/o en áreas donde la
dispersión está bloqueada por
hábitat inadecuado (natural o
por actividades antrópicas) o
represas;
17
196
3
Baja capacidad
intrínseca de
dispersión
A2: Distancia de
dispersión mediana
por año
B = >1 km/ año; A = ≤ 1 km/
año
o la especie depende
exclusivamente de un vector
animal accidental, eventos
de inundación o no posee
mecanismo de dispersión
25
142
49
Baja tasa
reproductiva
A3: La especie
tiene una estrategia
reproductiva que no
es propicia para la
adaptación microevolutiva in-situ
A = La especie se desarrolla en
=> 2 años, pone
=< 1 camada de huevos por año
y no produce > 1 generación
al año;
B = lo anterior es falso
0
184
32
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
42
105
69
Porcentaje
19%
49%
32%
Barreras extrínsecas
a la dispersión
A. Baja capacidad
de dispersión
B. Baja capacidad
evolutiva
Tabla 8.9 Número de especies de libélulas de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en cada una de
las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_hadgem2_
ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5).
Período
2055
RCP 4.5
RCP 8.5
RCP 4.5
RCP 8.5
MI
150
214
167
175
NC
150
214
160
173
NI
151
155
214
174
Escenario
Modelo
2085
Cuando combinamos los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad
Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de
vulnerabilidad de las especies de libélulas de los Andes Tropicales,
encontramos que entre 23 (usando el escenario RCP 8.5,
proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes) y 25 especies (usando el
escenario RCP 4.5, proyecciones para ambos períodos 2055 y
2085, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes)
presentan una categoría “alta” para cada una de las dimensiones
(ver apéndice en línea).
La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP
4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes, resulta en 25 (12%) especies
de libélulas vulnerables al cambio climático, 86 (40%) presentan
categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 7 (3%) presentan
144
presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y, por lo
tanto, no están representadas en la igura 8.7. Una vez más, es
importante destacar que estas cifras no relejan los altos grados
de Sensibilidad y Exposición evidente en las evaluaciones, debido
a una alta capacidad de adaptación percibida entre las especies
evaluadas.
La distribución geográica de las 25 especies de libélulas
vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación
de valores que en la Figura 8.7), nos muestra una concentración
de especies en la cuenca del río Nechí y las partes medias de
los ríos Magdalena y Cauca en Colombia; en la cuenca del río
Napo en Ecuador; en las cuencas de los ríos Ucayali, Amazonas
y Madre de Dios en Perú, y en las cuencas de los ríos Mamoré y
Beni en Bolivia (Figura 8.8a).
Figura 8.7 Números y porcentajes de las libélulas de los
Andes Tropicales que fueron categorizados como “alto” en
todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco
(usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5,
proyección para el período 2055, y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes).
En términos del porcentaje de libélulas vulnerables al cambio
climático respecto del total de especies incluidas en esta
evaluación, vemos que el patrón de distribución es similar al de
riqueza de especies (Figura 8.8b). Altos porcentajes del total de
especies son vulnerables al cambio climático en sub-cuencas de
las partes bajas de la cuenca del río Mamoré en Bolivia, en subcuencas de los ríos Madre de Dios y Ucayali en Perú y en subcuencas del río Cauca en Colombia (Figura 8.8b).
categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa
y 8 (4%) presentan categoría “alta” para Exposición y Baja
Capacidad Adaptativa (Figura 8.7). Cabe resaltar que 14 especies
Figura 8.8 a) Riqueza de especies de libélulas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático; b) porcentaje de
especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región (en ambas iguras se usó una
combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de
datos faltantes).
145
Hábitat de Protallagma hofmanni (NT), en la Laguna Querococha, Cordillera Blanca de Perú a 3,980 m s.n.m. Esta especie es conocida solo de
este sitio y es vulnerable al cambio climático. Foto: © Joachim Hofmann (paisaje), © Franz-Josef Schiel (libélula).
Solamente seis de las 10 familias de libélulas evaluadas presentan
especies que son vulnerables al cambio climático. La familia
Coenagrionidae es la que tiene más especies vulnerables, con 18
(Figura 8.9). De las 25 especies vulnerables, solo 6 (24%) están
además en alguna categoría de amenaza (EN, CR) y 1 (4%) Casi
Amenazada (Figura 8.9). Es de destacar que la mayoría de las
libélulas que serían vulnerables al cambio climático están en las
categorías de Preocupación Menor (LC) con 11 especies (44%)
y Datos Insuicientes con 7 especies (28%).
de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron 18
rasgos biológicos, de los cuales 14 estuvieron relacionados con
Sensibilidad y cuatro con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se
muestran en las tablas 8.10 y 8.11, respectivamente.
Los rasgos de Sensibilidad más comunes son la especialización
de hábitat (31%) y las tolerancias a los cambios de precipitación
y temperatura (ambos con 25%) (Tabla 8.10). El rasgo que
presenta mayor incertidumbre en torno a la sensibilidad de las
especies es el requerimiento de un banco de semillas de largo
plazo como parte esencial del ciclo de vida de la especie (63%).
En general, se considera que un total de 35 especies (68.2%) de
las plantas acuáticas de los Andes Tropicales serían sensibles al
cambio climático (Tabla 8.10).
8.3.4 Plantas acuáticas
En el presente proyecto se seleccionaron 51 especies de plantas
endémicas de los Andes Tropicales. Como parte de la evaluación
Figura 8.9 Distribución de
las 25 especies de libélulas
de los Andes Tropicales
vulnerables al cambio
climático por familia y
por categoría de amenaza
(usando una combinación
de los tres modelos, RCP
4.5, proyección para
el período 2055, y un
supuesto optimista para los
valores de datos faltantes).
146
Tabla 8.10 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar las plantas acuáticas de los Andes Tropicales,
incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría
para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
SENSIBILIDAD
A.
Requerimientos
de hábitat y/o
micro-hábitat
B. Tolerancias
ambientales
reducidas o
umbrales que
son probables de
ser sobrepasados
debido al cambio
climático en
alguna etapa del
ciclo de vida
C. Dependencia
de
desencadenantes
ambientales
especíicos que
podrían ser
perturbados por el
cambio climático
Plantas Acuáticas
Total de especies = 51
Umbrales
Alto
Bajo
Desconocido
Dependencia
temporaria de
agua dulce
S1: la especie depende exclusivamente
de hábitats de agua dulce temporarios
B = Falso; A = Verdadero
3
46
2
Especialización
de hábitat
S2: Número de tipos de hábitats de
UICN ocupados por la especie
B = >1; A = 1
16
21
14
Especialización
de
micro-hábitat
S3: La especie es dependiente de uno
o más micro-hábitats identiicados
B = Falso; A = Verdadero
0
51
0
Banco de
semillas de
largo plazo
S4: Un banco de semillas de largo
plazo es una parte esencial del ciclo de
vida de la especie
B = Falso; A = Verdadero
2
17
32
Tolerancia a
los cambios de
regímenes de
precipitación
S5: Tolerancia de amplio rango de
precipitación (precipitación anual
máxima y mínima usadas para
calcular el rango tolerado)
Desviación Absoluta
Media de precipitación a
lo largo de la distribución
histórica de la especie:
B = 75% más alto; A =
25% más bajo
13
38
0
Tolerancia a
cambios de
temperatura
S6: Rango de temperatura (temp max
– temp min)
Desviación Absoluta
Media de temperatura a
lo largo de la distribución
histórica de la especie:
B = 75% más alto; A =
25% más bajo
13
38
0
Tolerancia a
inundaciones
S7: La especie es altamente
intolerante a la inundación (sólo
puede tolerar < 1 mes)
B = Falso; A = Verdadero
1
35
15
Tolerancia a
la ausencia de
agua
S8: La especie es altamente
intolerante a la ausencia de agua (sólo
puede tolerar < 1 mes)
B = Falso; A = Verdadero
2
32
17
Requerimiento
de sequía
seguido por
lluvias
S9: La especie requiere de un período
de sequía, seguido por lluvias para
poder germinar
B = Falso; A = Verdadero
0
31
20
147
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
SENSIBILIDAD
C. Dependencia
de
desencadenantes
ambientales
especíicos que
podrían ser
perturbados por el
cambio climático
D. Interacciones
interespecíicas
que podrían ser
perturbadas/
aparecer como
resultado de
cambio climático
Plantas Acuáticas
Total de especies = 51
Umbrales
Alto
Bajo
Desconocido
Requerimiento
de disminución
en el nivel de
agua
S10: La especie requiere de una
disminución en el nivel de agua para
poder lorecer
B = Falso; A = Verdadero
5
35
11
Otros
requerimientos
de germinación
S11: La especie tiene un
requerimiento de germinación
peculiar (indicado por el evaluador)
que podría ser perturbado por el
cambio climático
B = Falso; A = Verdadero
0
33
18
S12: La especie requiere que su
hábitat sea pisoteado por grandes
animales (generalmente ungulados)
con el in de hacerlo apto para el
crecimiento
B = Falso; A = Verdadero
0
42
9
S13: La especie es un carnívoro
especialista que se alimenta de 5
o menos especies de presa, o es
un especialista en alimentarse de
nematodos
B = Falso; A = Verdadero
0
51
0
S14: La especie podría experimentar
incrementos en uno o más de lo
siguiente como resultado del cambio
climático: depredación, competencia,
parasitismo, enfermedades
B = Falso; A = Verdadero
2
24
25
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
35
5
11
Porcentaje
68.5%
10%
21.5%
Disminución
de
interacciones
positivas con
otras especies
Incremento de
interacciones
negativas con
otras especies
En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró
que un gran número de las especies de plantas incluidas en esta
evaluación estarían altamente expuestas al cambio climático. En
todos los modelos, escenarios de emisiones y períodos, entre 37
(73%) y 51 (100%) de las 51 especies que fueron evaluadas para
este componente se prevé que estén muy expuestas al cambio
climático (Tabla 8.12).
El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente en las
plantas acuáticas de los Andes Tropicales está relacionado con
las barreras físicas, extrínsecas, a la dispersión (Tabla 8.11). Por
otro lado, las barreras intrínsecas a la dispersión es el rasgo que
tiene mayor nivel de incertidumbre asociado (20 especies sin
información). En general se considera que un total de 35 especies
de plantas (68.2%) tendrían una baja capacidad para adaptarse al
cambio climático (Tabla 8.11).
148
Tabla 8.11 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar las plantas acuáticas de los Andes
Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en
cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).
Grupo de rasgos
Rasgos
(nivel 1)
Rasgos
(nivel 2)
Plantas acuáticas
Total de especies = 51
Umbrales
BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA
Alto
Bajo
Desconocido
30
19
2
Barreras
extrínsecas a la
dispersión
A1: Barreras
extrínsecas a la
dispersión
B = Sin barreras conocidas;
A = Ocurre exclusivamente en cimas de
montañas, pequeñas islas y/o en áreas
donde la dispersión está bloqueada
por hábitat inadecuado (natural o por
actividades antrópicas) o represas;
Baja capacidad
intrínseca de
dispersión
A2: La especie
se dispersa
exclusivamente
por barocoria o
zoocoria
B = Falso; A = Verdadero
4
27
20
Baja tasa de
desarrollo de
nuevos rasgos
A3: La especie
solo se reproduce
asexualmente
B = Falso; A = Verdadero
2
49
0
Baja diversidad
genética
A4: Evidencia de
baja diversidad
genética o cuello de
botella genético
B = La variabilidad genética de la
especie no se considera como baja;
A = La especie muestra evidencia de
tener baja variabilidad genética (p. ej.
cuello de botella genético) en todos sus
individuos
0
49
2
Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)
35
11
5
Porcentaje
68.5%
21.5%
10%
A. Baja capacidad
de dispersión
B. Baja capacidad
evolutiva
Tabla 8.12 Número de especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en
cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_
hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5).
Período
2055
Escenario
Modelo
2085
RCP 4.5
RCP 8.5
RCP 4.5
RCP 8.5
MI
37
51
40
44
NC
37
51
51
44
NI
37
37
51
43
2085 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes)
presentan una categoría “alta” para cada una de las dimensiones
(ver apéndice en línea).
Cuando combinamos los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad
Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de
vulnerabilidad de las especies de libélulas de los Andes Tropicales,
encontramos que entre 20 (usando los escenarios RCP 4.5 y RCP
4.5, la proyección para el período 2055 y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes) y 22 especies (usando los
escenarios RCP 4.5 y RCP 4.5, la proyección para el período
La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP
4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes, resulta en 20 (39%) especies
149
Capacidad Adaptativa (Figura 8.10). Cabe resaltar que cuatro
especies presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y,
por lo tanto, no están representadas en la igura 8.7.
La distribución geográica de las 20 especies de plantas
vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación
de valores que en la Figura 8.10), nos muestra una concentración
de especies en la región andina de Ecuador, particularmente en
la parte alta de la cuenca de los ríos Santiago, Napo y Mira; en
la región andina de Perú, principalmente en las cuencas de los
ríos Marañón, Mantaro y Urubamaba y en las partes altas de las
cuencas de los ríos Beni, Iténez y Mamoré en Bolivia (Figura
8.11a).
Figura 8.10 Números y porcentajes de las plantas acuáticas
de los Andes Tropicales que fueron categorizados como
“alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones
del marco (usando una combinación de los tres modelos,
RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto
optimista para los valores de datos faltantes).
En términos del porcentaje de plantas acuáticas vulnerables al
cambio climático respecto del total de especies incluidas en esta
evaluación, vemos que el patrón de distribución es similar al de
riqueza de especies (Figura 8.11b). Altos porcentajes del total de
especies son vulnerables al cambio climático en toda la región
andina de Perú y Ecuador, y en sub-cuencas de los ríos Mamoré e
Iténez en Bolivia (Figura 8.11b).
de plantas vulnerables al cambio climático, 7 (14%) presentan
categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 6 (12%) presentan
categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa
y 6 (12%) presentan categoría “alta” para Exposición y Baja
De las 25 familias de plantas acuáticas evaluadas, solamente
14 tienen especies que son vulnerables al cambio climático. La
familia Isoetaceae es la que tiene más especies vulnerables, con
Figura 8.11 a) Riqueza de especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático; b)
porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región (en ambas
iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista
para los valores de datos faltantes).
150
Figura 8.12 Distribución
de las 20 especies de
plantas acuáticas de
los Andes Tropicales
vulnerables al cambio
climático por familia y
por categoría de amenaza
(usando una combinación
de los tres modelos, RCP
4.5, proyección para
el período 2055, y un
supuesto optimista para los
valores de datos faltantes).
seis especies (Figura 8.12). De las 20 especies vulnerables, 8
(40%) están además en alguna categoría de amenaza (VU, EN,
CR) y 1 (5%) Casi Amenazada (Figura 8.12). Seis especies de
las especies vulnerables al cambio climático (30%) están en la
categoría de Preocupación Menor (LC) y cinco especies (25%)
con Datos Insuicientes.
De los cuatro grupos taxonómicos evaluados en este capítulo, las
plantas acuáticas aparecen con el mayor porcentaje de especies
vulnerables al cambio climático (40%), seguido por los otros
tres grupos con casi el mismo porcentaje de especies vulnerables
cada uno (11-12%). Sin embargo, esto no debería tomarse como
indicativo de la situación general de las plantas acuáticas de la
región, dado que solo se evaluaron un grupo selecto de especies
que estuvo sesgado a taxones principalmente de áreas por encima
de los 2000 m s.n.m. Las proyecciones climáticas de los modelos
regionales muestran que el incremento de la temperatura en los
Andes tropicales aumenta con la altitud (Anderson et al. 2012),
lo que en cierta forma explicaría el alto porcentaje de plantas
vulnerables al cambio climático reportadas en este estudio.
ocurren en pequeños arroyos o charcas temporarias, cuya
estacionalidad podría verse afectada por los cambios en el
clima. Además, son especies anuales, que depositan los huevos
en el sedimento de las charcas, para luego eclosionar durante el
comienzo de la nueva temporada de lluvias (Costa 2003). La
dependencia de este disparador o desencadenante ambiental,
sumado a la especiicidad de hábitat, hace que estas especies sean
particularmente vulnerables al cambio climático. La familia
Callichthydae es también principalmente de tierras bajas, con
numerosas especies en las llanuras inundables de la Amazonia
boliviana y peruana, algunas con distribuciones muy restringidas
y que podrían verse afectadas por los efectos del cambio climático.
La familia Astroblepidae ocurre principalmente en elevaciones
medias y altas (800 a 3000 m s.n.m.), lo que podría estar relejando
el patrón de especies en áreas más altas en Colombia. Las especies
en esta familia habitan generalmente arroyos o quebradas en
bosque húmedo y tienen alto requerimiento de oxígeno, por lo
que son muy sensibles a cambios en la temperatura del agua y
la concentración de oxígeno disuelto. Por lo tanto, un aumento
en la temperatura del agua producido por el cambio climático,
causaría una reducción en la concentración de oxígeno, afectando
así a las especies de este grupo.
La distribución de peces de agua dulce que serían susceptibles a
cambios en el clima no muestra un claro patrón de incremento
con la altitud, como se esperaría. Estas especies se concentran
mayormente en las cuencas bajas de Bolivia, Perú y Ecuador y
en los valles inter-cordilleranos en Colombia; aunque en este
último país, también hay concentración de peces vulnerables
a mayores altitudes (Figura 8.3a). Este patrón de distribución
estaría relacionado con la cantidad de especies vulnerables en
algunas familias con características particulares. Por ejemplo,
las especies de la familia Rivulidae (con el mayor número de
especies vulnerables al cambio climático) tienen distribuciones
muy restringidas (algunas solo conocidas de la localidad tipo
o unas pocas localidades) y son típicas de zonas más bien
bajas (generalmente por debajo de los 400 m de altitud), con
requerimientos de hábitats especíicos, ya que generalmente
Si bien esta especie (Astroblepus guentheri) tiene una distribución
relativamente amplia en Colombia y fue categorizado como
Preocupación Menor (LC), es especialista de hábitat y tiene alto
requerimiento de oxígeno, por lo que sería sensible a cambios en la
temperatura del agua. Foto: © Ictiología Universidad Católica de
Oriente (imagen en línea, Flickr bajo licencia Creative Commons 2.0).
8.4 Conclusiones y recomendaciones
151
se encontró que la mayor parte (75-80%) de los ecosistemas de
la región del hotspot de los Andes Tropicales se mantendrían
estables para el año 2050; sin embargo, el páramo sería uno de
los que se vería más afectado, con una pérdida del 31% de su área.
Los moluscos vulnerables al cambio climático se encuentran
distribuidos tanto en áreas altas como bajas de Colombia,
Ecuador y Perú. Un caso particular es la ostra Acostaea rivolii,
que además está En Peligro Crítico ya que su distribución ha
sido reducida drásticamente, de 18 ríos en donde se conocía en
1973 (Granados 1973), a solo una pequeña porción del río Opia,
aluente de la parte media del río Magdalena (López-Delgado et
al. 2009). Esta sección del río Opia está entre los 230 y 540 m de
elevación y cambios en la temperatura y/o reducción del caudal
de agua por efecto del cambio climático podrían reducir aún más
la población de esta especie, o inclusive provocar su desaparición.
Aunque no es estrictamente correcto comparar los resultados
de los rasgos más importantes desde el punto de vista de
vulnerabilidad al cambio climático de los distintos grupos
taxonómicos (dado que los umbrales que se usaron son relativos
a las otras especies dentro de cada grupo y que algunos rasgos
fueron especíicos para algunos grupos), se mencionan aquí
las principales coincidencias encontradas. La especiicidad del
hábitat (y en algunos casos, de micro-hábitat), por ejemplo,
aparece como el principal rasgo de Sensibilidad de las especies
al cambio climático en los cuatro grupos taxonómicos. Este
resultado no es sorprendente, dado que un gran número
de especies de agua dulce en los Andes Tropicales tienen
distribuciones restringidas y muchas de ellas están asociadas a
hábitats especíicos, como pueden ser pequeños ríos, arroyos,
quebradas, charcas temporarias, ciénagas y hasta especies que
habitan aguas subterráneas. En el caso de las libélulas, las especies
que son especiicas a hábitats de altura (p. ej. páramos) estarían
sufriendo modiicaciones en la estructura de la vegetación (p. ej.
bosques avanzando sobre los pastizales de altura), que limitaría
la disponibilidad de hábitat adecuado para las especies. Por
lo tanto, es necesario resaltar la importancia de mantener la
integridad y el funcionamiento saludable de los ecosistemas
Las especies de libélulas vulnerables al cambio climático tienen
un patrón similar al de los peces, con mayoría de especies en áreas
bajas de Bolivia, Perú y Ecuador, aunque con mayor concentración
de especies en áreas medias y altas en Colombia (Figura 8.8a).
Esto último puede deberse a que varias de las especies de libélulas
susceptibles al cambio climático son endémicas de páramos. Este
ecosistema ocurre en parches entre 3000 m y aproximadamente
5000 m de altitud en los Andes, desde Colombia hasta el norte de
Perú y se caracteriza por albergar numerosas especies endémicas
(Cuesta et al. 2012, CEPF 2015). Estudios recientes, utilizando
modelos de variaciones en la distribución de los biomas en función
del cambio climático, indicarían que el páramo es el bioma que
sufriría mayor pérdida de su área actual de distribución debido
al cambio climático, con un promedio de 46% para el período
2050 (Cuesta et al. 2012). En otro estudio (Tovar et al. 2013),
Laguna en páramo colombiano, uno de los biomas más vulnerables al cambio climático en los Andes Tropicales. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
152
dulceacuícolas para así poder conservar la biodiversidad que
albergan. Cabe aclarar, sin embargo, la necesidad de realizar
estudios más detallados y enfocados en las distintas especies y sus
requerimientos particulares para poder determinar efectivamente
su especiicidad de hábitat y los cambios que estos podrían estar
experimentando debido al cambio climático.
para estas especies no solo deben tener en cuenta mitigar las
amenazas identiicadas a través de la evaluación de la Lista Roja,
sino también considerar las medidas que se deberían tomar
para atenuar el impacto del cambio climático. Así, cuando
se identiiquen áreas geográicas para priorizar acciones de
conservación, sería recomendable enfocarse en sitios que tengan
alta riqueza de especies amenazadas y vulnerables al cambio
climático; de esta manera, se lograría un mayor impacto de
conservación en función del esfuerzo y costo.
En cuanto a los rasgos que deinen la Baja Capacidad de
Adaptación de las especies, encontramos que las barreras
extrínsecas a la dispersión fue el rasgo más relevante para las
plantas y los moluscos, mientras que las barreras intrínsecas lo
fueron para las libélulas y la estrategia de vida (no conducente
a una adaptación micro-evolutiva in-situ rápida) para los peces.
Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las plantas
evaluadas en este proyecto son principalmente de zonas altas, por
lo que su capacidad de dispersión estaría limitada por las áreas
bajas entre las montañas. Este resultado destaca la importancia
de mantener o incrementar la conectividad del hábitat para
que las especies puedan dispersarse naturalmente. En el caso
de los odonatos, la mayoría de las especies identiicadas como
vulnerables al cambio climático son de distribución restringida (i.
e. ocurriendo en una o dos sub-cuencas), lo que estaría indicando
que son especies con baja capacidad de dispersión. Por otro lado,
la baja capacidad adaptativa en los peces se da principalmente
en las especies que tienen estrategia de vida denominada de
equilibrio, caracterizada por una alta supervivencia de juveniles,
baja fecundidad y larga vida, o bien tienen crecimiento lento,
baja fecundidad y corta vida.
Foden et al. (2013) presentan las distintas combinaciones
en que las tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio
climático interactúan y sus implicaciones para la conservación
de las especies (Figura 8.3). Como ya se ha visto, las especies en
el centro del diagrama (representado por el número 1) son las
que presentan más riesgo y las que requieren mayor y más pronta
atención. Las especies que sean susceptibles a solamente dos
de las tres dimensiones, estarían en distintos niveles de riesgo y
requerirían de menor atención, por el momento (números 2-4
de la igura). Dado el amplio alcance taxonómico y geográico
de este trabajo y la gran variabilidad de los impactos previstos
por el cambio climático, es difícil proporcionar recomendaciones
concretas que se puedan aplicar para todas las especies o para
toda la región. Más bien, la intención es que la información
presentada aquí (así como la información por especies
individuales en el apéndice en línea), se pueda usar para informar
y guiar las acciones y decisiones de conservación, teniendo en
cuenta además otros factores especíicos del contexto que no
se cubren aquí. Sin embargo, los resultados presentados en este
trabajo sí pueden ser utilizados para priorizar los sitios en los que
se desarrollan las acciones de conservación, así como la especie o
grupos de especies sobre las que se deberían centrar.
Es importante destacar que la mayoría de las especies que fueron
identiicadas como vulnerables al cambio climático están en las
categorías de Preocupación Menor (LC) o Datos Insuicientes
(DD). Para el caso de las especies en la categoría LC, esto estaría
indicando que, si bien algunas especies no tendrían amenazas
evidentes que estén afectando sus poblaciones actualmente,
serían susceptibles a una amenaza no tan aparente tal como
es el cambio climático. Esto se debe principalmente a que el
impacto del cambio climático es un proceso lento que afectaría
a las especies en el mediano a largo plazo. Por otro lado, en el
caso de las especies en la categoría DD, si bien no se cuenta con
información suiciente para evaluar su riesgo de extinción usando
la Lista Roja, la poca información que se tiene, en conjunción
con las proyecciones de cambios en las condiciones climáticas,
estaría revelando que serían vulnerables al cambio climático.
En consecuencia, se recomienda priorizar la recopilación de
información para las especies DD y monitorear las poblaciones
de las especies LC que serían vulnerables al cambio climático,
para asegurar que cualquier impacto sobre ellas por cambios en
el clima pueda ser tenido en cuenta y atenuado.
Al momento de identiicar medidas de conservación para
atenuar los efectos del cambio climático, los rasgos biológicos
identiicados en este estudio, en conjunción con sus mecanismos
de impacto, pueden proveer lineamientos importantes para
la conservación efectiva de las especies. Como se menciona
anteriormente, no es posible proporcionar una orientación
especíica sobre las medidas que serían más eicaces, debido a las
diferencias de contexto que existen en casi todos los casos. Sin
embargo, con el in de ilustrar cómo los rasgos de vulnerabilidad
podrían informar las acciones de conservación, se proporcionan
aquí unos ejemplos sencillos:
Para las especies que tienen limitaciones para dispersarse
como una respuesta al cambio climático, sería recomendable
facilitar su dispersión, ya sea a través de asegurar la
conectividad del paisaje (es decir, la eliminación barreras)
o manualmente mediante la reubicación de poblaciones a
zonas con un clima más adecuado.
Para las especies que tienen un rango de tolerancia
estrecha para alguna variable ambiental (p. ej. incendios,
inundaciones, temperatura, etc.), se recomienda utilizar
distintas técnicas de manejo del hábitat (p. ej. gestión del
régimen de fuego, hidrología) para asegurar que persistan
Particular importancia se debe prestar a aquellas especies que
han sido identiicadas como amenazadas y que, además, serían
vulnerables al cambio climático. Por ejemplo, de los grupos
taxonómicos evaluados, el 40% de las plantas estarían en esta
situación, al igual que el 25% de las libélulas y los moluscos y
12% de los peces. En estos casos, las medidas de conservación
153
Figura 8.13 Combinaciones
de las tres dimensiones del
Marco para la Evaluación
de la Vulnerabilidad
de las Especies al
Cambio Climático y las
implicaciones para la
conservación de las especies
en cada caso (adaptado de
Foden et al. 2013).
las condiciones adecuadas dentro del rango de distribución
actual de las especies.
Para las especies con dependencias interespecíicas
conocidas (p. ej. especies que tienen presas especíicas), se
recomienda monitorear la especie sobre la cual la especie
focal depende y, de ser necesario, manejar la población de
esta especie para garantizar que el cambio climático no
repercuta negativamente sobre las poblaciones de la especie
focal.
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Carvajal-Vallejos, F.M., Rivadeneira, J.F., Acosta, F., Jacobsen, D.,
Esta serie de ejemplos no son exhaustivos ni inclusivos para
todas las especies, pero sirven para dar una idea de cómo se
podrían usar algunos de los rasgos biológicos identiicados
aquí (y los mecanismos subyacentes que estarían actuando)
para implementar acciones de conservación. Se espera que esta
información, en conjunto con otra información relevante, sea
tomada en cuenta por los tomadores de decisión y encargados
de manejar las especies para diseñar e implementar estrategias de
conservación.
8.5 Referencias
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155
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Capítulo 9. Síntesis para todos los
grupos taxonómicos
Marcelo F. Tognelli1, Lina M. Mesa S.2 y Carlos A. Lasso2
9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
9.6
9.7
9.8
Estado de conservación ......................................................................................................................................................................157
Patrones de riqueza de especies .........................................................................................................................................................158
9.2.1 Riqueza de especies por país.....................................................................................................................................................158
9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas ..............................................................................................................................158
9.2.3 Distribución de especies amenazadas ......................................................................................................................................160
9.2.4 Distribución de especies con Datos Insuicientes ..................................................................................................................161
Principales hábitats para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales .......................................................................162
Principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales ....................................................................163
9.4.1 Distribución de las principales amenazas ...............................................................................................................................165
Provisión de servicios ecosistémicos por la biodiversidad de agua dulce ......................................................................................168
Acciones de conservación y recomendaciones ................................................................................................................................168
Prioridades de conservación de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales............................................................170
9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al cambio climático, utilización y grado de protección de la biodiversidad de agua
dulce en los Andes Tropicales ............................................................................................................................................................170
9.7.2 Cobertura de las ACB ..............................................................................................................................................................172
Referencias...........................................................................................................................................................................................173
En este capítulo se combinan los datos de los Capítulos 3 a 8
para sintetizar la información de los cuatro grupos taxonómicos
evaluados (peces de agua dulce, moluscos, libélulas y plantas
acuáticas) en los Andes Tropicales. Se incluye información
cuantitativa sobre los patrones de distribución de riqueza
de especies endémicas, especies amenazadas, el estado de
conservación y los principales factores que amenazan a la
biodiversidad de agua dulce en la región, además de las acciones
de conservación recomendadas. Se incluye también una síntesis
de los distintos análisis realizados en función del riesgo de
extinción, la vulnerabilidad al cambio climático, la utilización
por las personas y el grado de protección de la biodiversidad de
agua dulce en los Andes Tropicales, y de cómo las Áreas Claves
para la Biodiversidad identiicadas y delimitadas vendrían a
cubrir algunos de los vacíos de conservación encontrados.
9.1 Estado de conservación
Cuando se combina la información sobre el estado de
conservación de los cuatro grupos taxonómicos evaluados, se
encuentra que el 17.5% del total de especies para las cuales existe
información suiciente para evaluar su estado de conservación (i.
e. excluyendo las especies en la categoría DD), están amenazadas
(VU, EN o CR) (Tabla 9.1). Los moluscos de agua dulce y las
plantas acuáticas son los grupos que, en proporción a la cantidad
de especies evaluadas, poseen los mayores porcentajes de especies
amenazadas, seguidos por los peces y las libélulas (Tabla 9.1).
En general, la proporción de especies por categoría es similar en
los distintos grupos taxonómicos, excepto por los moluscos que
presenta un gran porcentaje en la categoría de Datos Insuicientes
(Tabla 9.1 y igura 9.1), resaltando la falta de información para
este grupo en la región. Sin embargo, cabe recordar que solo
se incluyeron las especies endémicas de la región de estudio
en el análisis y que, de agregar las especies no endémicas, esta
proporción muy probablemente cambiaría, ya que muchas de
las especies con distribuciones amplias generalmente son de
Preocupación Menor (LC).
El objetivo de este análisis (y los datos que se incluyen)
es proporcionar resultados que puedan ser utilizados por
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para
orientar los procesos de planiicación de la conservación y
el desarrollo en los ecosistemas de agua dulce de los Andes
Tropicales a nivel nacional, regional, de cuencas y de sitio.
1
2
IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011
Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.
157
Tabla 9.1 Número de especies de agua dulce en los Andes Tropicales en cada categoría de la Lista Roja de la UICN y por
grupo taxonómico. * El porcentaje está calculado sobre el total de especies para las cuales existe suiciente información
para evaluar su estado de conservación (i. e. excluyendo las especies en las categorías DD).
Grupo
DD
LC
NT
VU
EN
CR
Total
% Amenazadas*
% DD
Libélulas
78
112
5
6
10
5
216
15.2
36.1
Moluscos
21
7
1
3
0
2
34
38.5
61.8
Peces
215
341
36
33
28
13
666
16.4
32.3
Plantas
15
22
2
8
1
3
51
30.0
29.4
Total
329
479
47
50
39
23
967
17.5
34.0
Figura 9.1 Proporción de
especies de agua dulce de
los Andes Tropicales en
cada categoría de la Lista
Roja de la UICN y por
grupo taxonómico.
Perú (430), Ecuador (311) y Bolivia (163). Cabe recordar que
solo se incluyeron especies endémicas del área de estudio y que
ésta no incluye la supericie total de cada país. Peces es el grupo
más numeroso en cada país, seguido por las libélulas, las plantas
y los moluscos (Figura 9.2). Un patrón similar ocurre con las
especies amenazadas, con Colombia encabezando la lista (64
especies en total), seguida por Perú (33), Ecuador (15) y Bolivia
(11). Notablemente, Bolivia y Perú no presentaron especies
de moluscos y libélulas en categorías de amenaza (Figura 9.2).
Notar que, aunque aquí se incluyeron a las especies categorizadas
como DD en el grupo de “No Amenazadas”, es posible que luego
de que exista suiciente información para determinar su estado de
conservación, puedan estar efectivamente amenazadas.
9.2 Patrones de riqueza de especies
Los patrones de distribución de riqueza de especies se presentan
como el número de especies por sub-cuenca (usando el Nivel 8
de la capa HydroBASINS; Lehner y Grill, 2013). Como ocurre
con los mapas de riqueza de especies que se han presentado en
los capítulos previos, estos podrían estar relejando un sesgo
debido a la intensidad de muestreo y a la metodología de
mapeo. Por un lado, esta es una región híper diversa que no ha
sido exhaustivamente muestreada y en la que continuamente se
describen nuevas especies. Por el otro, es sabido que hay regiones
de los distintos países que son menos accesibles que otras, ya
sea por la diicultad del terreno y ausencia de caminos o bien
por problemas de inseguridad y, por lo tanto, su biodiversidad
está menos explorada. También, es importante destacar que los
patrones de distribución están fuertemente inluenciados por
los grupos con mayor número de especies; para el caso de esta
evaluación, los peces y las libélulas.
9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas
Las cuencas con mayor concentración de especies endémicas son
la de los ríos Cauca y Magdalena en Colombia; Napo y Pastaza
en Ecuador; Ucayali, Madre de Dios y Urubamba en Perú y
Beni y Mamoré en Bolivia (Figura 9.3). En general, este patrón
es más marcado en las cabeceras de las cuencas mencionadas,
disminuyendo hacia las partes bajas. Las áreas correspondientes
a la Amazonia de cada uno de los países se muestran con menor
9.2.1 Riqueza de especies por país
De las especies incluidas en esta evaluación, el país con mayor
riqueza de especies combinadas es Colombia (467), seguido por
158
Figura 9.2 Número de
especies amenazadas (VU,
EN, CR) y no amenazadas
(DD, LC, NT) de agua
dulce (libélulas, moluscos,
peces y plantas) por país
en los Andes Tropicales.
Notar que algunas especies
pueden estar presentes en
dos o más países.
Parte alta de la cuenca del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
159
La alta concentración de especies endémicas en Colombia se
debería principalmente a la heterogeneidad ambiental generada
por las tres cordilleras que la recorren de norte a sur, separadas
por importantes valles interandinos, que dan lugar a una gran
diversidad de ambientes de agua dulce (Anderson y MaldonadoOcampo 2011). Geográicamente es importante hacer notar el
aporte en endemismos de las cuencas pacíicas como el río Dagua
en Colombia y el Esmeraldas en Ecuador, los cuales a pesar de
ser más recientes que su contrapartida oriental trasandina y
cisandina, tienen un recorrido signiicativo para albergar una
riqueza de endemismos a ser considerada.
riqueza de especies. Dado que los peces es el grupo con mayor
número de especies, este patrón relejaría el gradiente altitudinal
en este grupo, con mayor número de especies entre los 500 y
2200 m s.n.m. y disminuyendo por encima de los 2500 m s.n.m.
(Anderson y Maldonado-Ocampo 2011). Sin embargo, esto
también podría deberse a que en este análisis no se incluyeron
las especies no endémicas (i. e. especies que se distribuyen
también en Brasil). Es posible también que algunas de estas
áreas que muestran baja diversidad de especies (p. ej. región de
la Amazonía colombiana) podrían estar relacionadas con los
escasos inventarios realizados en esas zonas. El sesgo de muestreo
en áreas cercanas a ciudades o centros poblados se puede observar
en la alta concentración de especies en la cuenca del río Nanay,
en la Amazonía peruana, cerca de la ciudad de Iquitos, donde
se encuentra el Instituto de Investigaciones de la Amazonía
Peruana.
9.2.3 Distribución de especies amenazadas
En general, el patrón de distribución de especies amenazadas es
similar al del total de las especies endémicas, aunque las sub-
Figura 9.3 Distribución
de las especies endémicas
de agua dulce (libélulas,
moluscos, peces y plantas)
por sub-cuencas en los Andes
Tropicales.
160
En algunos casos, el bajo número de especies amenazadas en
algunas áreas no relejaría el patrón real del riesgo de extinción
de la biodiversidad de agua dulce en la región. Esto se debe a
que para muchas especies no hubo suiciente información para
evaluar su estado de conservación (especies DD; ver igura 9.5) y
podrían estar efectivamente amenazadas.
cuencas de Colombia presentan mayores números (Figura 9.4).
Las cuencas con mayor concentración de especies amenazadas
corresponden a los ríos Magdalena y Cauca en Colombia,
seguido por las cuencas de los ríos Ucayali, Madre de Dios y
Marañón en Perú; Napo, Pastaza y Cayapas en Ecuador, y Beni
y Mamoré en Bolivia (Figura 9.4). En cierta medida, este patrón
releja que donde la biodiversidad de agua dulce coexiste con
poblaciones humanas, la presión sobre los ecosistemas acuáticos
suelen ser muy grandes, generando así concentraciones de
especies amenazadas. Por ejemplo, las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca en Colombia albergan casi el 80% de la
población de ese país, generan el 75% de la energía, el 70% de
la producción agrícola, 90% de la de café y, además, sus aguas
son usadas para el consumo humano, cultivos y producción
industrial, y proveen el 50% de la pesca continental (Téllez et
al. 2012).
9.2.3 Distribución de especies con
Datos Insuicientes
El patrón de especies con Datos Insuicientes (DD) es también
similar al del total de especies endémicas, aunque con algunas
cuencas no mencionadas anteriormente apareciendo con alta
concentración de especies DD (Figura 9.5). Por ejemplo, en
Colombia la mayor concentración de especies DD tiene lugar
en las cabeceras de la cuenca del río Atrato, además de la parte
Figura 9.4 Distribución
de las especies amenazadas
de agua dulce (libélulas,
moluscos, peces y plantas)
por sub-cuencas en los Andes
Tropicales.
161
Figura 9.5 Distribución
de las especies con Datos
Insuicientes (DD) de agua
dulce (libélulas, moluscos,
peces y plantas) por subcuencas en los Andes
Tropicales.
media de la cuenca del río Magdalena y la parte alta de la cuenca
del río Cauca. También aparece con alto número de especies
DD una sub-cuenca de la parte alta de la cuenca del río Caquetá
en la Amazonía colombiana. En Ecuador, las especies DD
se concentran en las cabeceras de los ríos Napo y Pastaza y en
algunas cuencas de los ríos Esmeraldas y Cayapas en el noroeste
del país. En Perú, el mayor número de especies DD se encuentra
en la parte alta del río Ucayali, en la sub-cuenca del río Nanay en
la Amazonía peruana, y en las partes altas de las cuencas de los
ríos Huallaga y Marañón. Finalmente, en Bolivia, las partes altas
de las cuencas Beni y Mamoré concentran el mayor número de
especies con Datos Insuicientes.
mayor investigación para poder evaluar el estado de conservación
de las especies presentes. Esto se ve relejado aún más en el
hecho de que para muchas especies (15 en total) ni siquiera hay
suiciente información precisa sobre sus localidades de colección
para que se pudieran generar mapas de distribución. Por lo tanto,
el mapa de riqueza de especies DD no está del todo completo.
9.3 Principales hábitats para la
biodiversidad de agua dulce de
los Andes Tropicales
Cuando se realizan las evaluaciones de las especies utilizando la
Lista Roja de la UICN, se utiliza un esquema de clasiicación
de hábitats y se codiican los hábitats adecuados para cada
una de las especies (ver Capítulo 2 para más detalle). De esta
El patrón de riqueza de especies con Datos Insuicientes resalta
aquellas áreas con vacíos de información y donde se necesita
162
Figura 9.6 Principales
hábitats para las especies
de agua dulce (libélulas,
moluscos, peces y
plantas) de los Andes
Tropicales. Nótese que
algunas especies pueden
encontrarse en más de un
tipo de hábitat.
manera, la igura 9.6 muestra que más de dos tercios (69%) de la
biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales tiene a los
ríos, arroyos y quebradas con aguas permanentes como el hábitat
principal donde ocurren (793 especies en total). Le siguen las
charcas y lagunas permanentes (< 8 ha) y el bosque húmedo
tropical/subtropical de tierras bajas, ambos con 6%, y los lagos de
agua dulce permanentes (> 8 ha) con 5% del total de las especies
de agua dulce evaluadas. Sin embargo, cabe resaltar que en la
igura 9.6 solo se presentan los hábitats identiicados para =>
1% de las especies, pero hay especies en otros 21 tipos de hábitats
de agua dulce que no están representados en el gráico; algunas
de ellas con alta especialización (p. ej. manantiales, sistemas
hidrológicos subterráneos). Un ejemplo es el pez sanguijuela
(Phreatobious sanguijuela), una especie de aguas subterráneas
que se conoce solamente de un pozo de agua (o noria) de la
Comunidad de Porvenir, a 2 km del río Paraguá, en la cuenca
del río Iténez en el este de Bolivia (Fernández et al. 2007).
Solo se conoce de cuatro especímenes que fueron colectados
accidentalmente en el pozo de agua y se considera que está En
Peligro Critico (CR) debido a que los pobladores los eliminan
cuando los encuentran porque los confunden con sanguijuelas.
Se sospecha que esta especie también puede estar afectada por la
cloración del agua por parte de la comunidad local.
de conservación apropiadas para cada una. De acuerdo con el
primer nivel, las principales amenazas directas para las especies
de agua dulce amenazadas (VU, EN, y CR) y Casi Amenazadas
(NT) de los Andes Tropicales son la agricultura y la acuicultura,
la contaminación, la modiicación de los sistemas naturales,
la producción de energía y minería y el uso de los recursos
biológicos (Tabla 9.2).
Plantaciones de arroz en la cuenca del río Sinú, Caribe colombiano.
Foto: © Carlos A. Lasso.
9.4 Principales amenazas para la
biodiversidad de agua dulce de los
Andes Tropicales
En la igura 9.7 se presentan las sub-categorías de amenaza (nivel
2) de los cinco factores de amenaza (nivel 1) más importantes
identiicados para las especies amenazadas y Casi Amenazadas
(NT) de los cuatro grupos evaluados. Se puede observar, por
ejemplo, que los principales factores de amenaza para las especies
de libélulas son la minería y extracción de áridos, la deforestación
por tala y extracción de madera y los cultivos anuales y perennes.
Para los moluscos son la contaminación por aguas residuales
domésticas y urbanas, las represas y el uso y manejo de agua y
los cultivos anuales y perennes. Los peces están principalmente
afectados por contaminación por eluentes agrícolas y forestales,
Para cada especie evaluada utilizando la Lista Roja de la UICN,
los factores de amenazas se codiican utilizando el esquema de
clasiicación de amenazas basado en Salafsky et al. (2008) (ver
Capítulo 2 para más detalle). Este esquema presenta los factores
de amenaza en tres niveles, desde más general a más especíico.
De esta manera, los procesos que están afectando, o podrían
afectar a las especies se pueden analizar y cuantiicar. Esto no solo
permite evaluar a las especies, sino también orientar las acciones
163
Tabla 9.2 Porcentaje de las especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) en cada grupo taxonómico según
categoría de amenaza del primer nivel (actuales y futuras).
Figura 9.7 Principales
factores de amenaza
(nivel 1 y nivel 2)
para las especies
amenazadas y Casi
Amenazadas (NT) de
agua dulce (libélulas,
moluscos, peces y
plantas) de los Andes
Tropicales. Nótese
que algunas especies
pueden presentar más
de una amenaza.
acuáticas están afectadas principalmente por la ganadería y cría
en granjas, las represas y el uso y manejo de agua así como la
minería y extracción de áridos.
el represamiento y el uso y manejo de agua, la minería y extracción
de áridos y la contaminación por eluentes industriales y militares
y por aguas residuales domésticas y urbanas. A su vez, las plantas
164
Impacto por agricultura en la cuenca alta del río Cauca, en la región de Buga, Colombia. Los factores principales de amenazas allí son la
alteración del bosque ribereño, la contaminación por agroquímicos y los cultivos de caña de azúcar. Foto: © José Iván Mojica.
En función de la distribución de las especies amenazadas y Casi
Amenazadas afectadas por agricultura y acuicultura, se observa
que la mayor concentración está en las sub-cuencas de las cuencas
alta y media de los ríos Magdalena y Cauca (y en menor medida,
en las partes bajas de ambos ríos), y en los ríos Atrato y Nechí
en Colombia (Figura 9.8a). Le sigue Bolivia con números
relativamente altos de especies amenazadas por agricultura
y acuicultura en las partes altas de las cuencas del río Beni y
Mamoré, luego las cuencas de los ríos Cayapas, Napo y Pastaza
en Ecuador y, inalmente, algunas pocas especies afectadas en las
cuencas de los ríos Marañón y Madre de Dios en Perú.
9.4.1 Distribución de las principales amenazas
Las principales amenazas fueron detalladas y discutidas en los
capítulos correspondientes a cada grupo taxonómico, por lo tanto
no se incluye esa información aquí. Si bien la información sobre la
distribución espacial de las amenazas no fue compilada durante el
proceso de evaluación de la Lista Roja, se intenta identiicar aquí
las áreas más afectadas por los principales factores de amenaza.
Para ello, se generaron mapas de riqueza de especies amenazadas
y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos
combinados para cada una de las categorías de amenaza principal
identiicadas en la sección anterior como más importantes (i. e.
agricultura y acuicultura, uso de recursos biológicos, producción
de energía y minería, modiicaciones de sistemas naturales,
y contaminación). Mediante el examen de la distribución de
especies que están amenazadas y Casi Amenazadas y los factores
que estarían afectando a esas especies se pretende identiicar
áreas prioritarias para futuras investigaciones y acciones de
conservación. Es importante advertir, sin embargo, que los
patrones de distribución de las amenazas están seguramente
inluenciados por los dos grupos con mayor cantidad de especies,
los peces y las libélulas. También es importante aclarar que
muchas de las amenazas no afectan de manera homogénea
toda la distribución de la especie (particularmente en especies
con distribuciones amplias), por lo que en muchos casos la
extrapolación a todo el rango de distribución de la especie sería
una sobreestimación de la distribución de la amenaza.
La agricultura representa una de las amenazas más signiicativas
para los sistemas acuáticos a nivel mundial, siendo uno de los
factores principales detrás de la pérdida y degradación del
hábitat. Esto presenta un desafío importante para el manejo de
las cuencas; por un lado la creciente demanda de tierras para la
producción de alimentos y, por el otro, las consecuencias que esta
actividad trae aparejada para los ecosistemas, particularmente de
agua dulce. Así, aproximadamente el 38% del total de especies
amenazadas y Casi Amenazadas de agua dulce de los Andes
Tropicales están afectadas por las actividades agrícolas (Tabla
9.2). Las actividades agrícolas están asociadas, por ejemplo,
con la desecación de ciénagas y humedales en la cuenca del
río Magdalena en Colombia, extracción de agua para riego
de arrozales en la Amazonia boliviana, y contaminación con
165
las cuencas de los ríos Cayapas y Esmeraldas en la vertiente del
Pacíico y en las partes altas de las cuencas de los ríos Napo y
Pastaza en la vertiente amazónica de ese país.
agroquímicos a lo largo de varias de las cuencas evaluadas de los
distintos países incluidos en este estudio.
Las especies afectadas por el uso de los recursos biológicos están
concentradas principalmente a lo largo de las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca, y en las cuencas de los ríos Nechí, César, Sinú
y Atrato en Colombia (Figura 9.8b). En Ecuador se encuentran
en las cuencas de los ríos Cayapas y Esmeraldas, alto Pastaza y
Santiago. En Perú, la mayor concentración de especies afectadas
por el uso de los recursos biológicos está en las cabeceras de las
cuencas de los ríos Ucayali y Huallaga, y en sub-cuencas del río
Marañón y Amazonas. Unas pocas sub-cuencas con bajo número
de especies se encuentran en las cuencas de los ríos Beni, Mamoré
e Iténez en Bolivia.
En cuanto a las modiicaciones de los sistemas naturales
(principalmente represas y manejo y uso de agua), la mayor
cantidad de especies afectadas por este factor de amenaza se
encuentra a lo largo de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca,
Atrato, Nechi, Sinú y César en Colombia (Figura 9.9b). Le sigue
Perú con relativamente alto número de especies en las cabeceras
de los ríos Ucayali y Huallaga y en las cuencas de los ríos Marañón
y Madre de Dios. En Bolivia, las especies más afectadas por este
factor de amenaza se encuentran en las cabeceras de las cuencas
de los ríos Mamoré y Beni, mientras que en Ecuador las pocas
especies afectadas se concentran en las cuencas de los ríos Cayapas,
Esmeraldas y cabeceras de las cuencas de los ríos Napo y Pastaza.
La mayor concentración de especies afectadas por la producción
de energía y minería se encuentra en las cuencas de los ríos
Dagua, Anchicayá, San Juan, Baudó-Directos y Atrato en la costa
del Pacíico en Colombia y en la parte alta del río Cauca y media
del río Magdalena en ese país (Figura 9.9a). En Perú, la cuenca
del río Madre de Dios es la que concentra la mayor cantidad
de especies afectadas por la producción de energía y minería,
mientras que en Bolivia es la parte alta de las cuencas Mamoré
y Beni. En Ecuador hay menor cantidad de especies afectadas
por este factor de amenaza, y se encuentran principalmente en
Finalmente, las especies afectadas por la contaminación están
concentradas principalmente a lo largo de las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca, y en las cuencas de los ríos Nechi, César,
Sinú y Atrato en Colombia (Figura 9.10). Le sigue Perú, con un
alto número de especies afectadas en las cabeceras de las cuencas
de los ríos Ucayali y Huallaga, y en sub-cuencas del río Marañón
y Madre de Dios. En Ecuador, se encuentran en las cuencas de
los ríos Cayapas y Esmeraldas en la vertiente del Pacíico, y en las
Figura 9.8 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos
combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales afectadas por: a) agricultura y acuicultura; b)
uso de los recursos biológicos.
166
Actividades mineras en el río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.
Figura 9.9 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos
combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales afectadas por: a) producción de energía y
minería; b) modiicaciones de sistemas naturales.
167
9.5 Provisión de servicios ecosistémicos
por la biodiversidad de agua dulce
Cuando se realizan las evaluaciones de la Lista Roja, se registra el
uso y comercialización de las especies por parte de las personas.
Esta información permite identiicar aquellas especies de agua
dulce que proveen servicios ecosistémicos para los humanos
(p. ej. alimento, forraje, medicina) en los Andes Tropicales. Sin
embargo, es importante aclarar que la utilización de las especies
no implica necesariamente una amenaza, sobre todo si es un
uso sostenible. En caso que la explotación de una especie (p.
ej. por pesquerías) esté afectando negativamente su población,
esto se registra en la sección de amenazas correspondiente a
“uso de los recursos biológicos”. Si bien se registran aquí los
principales servicios directos provistos por las especies de agua
dulce (alimento, mascotas, forraje, ibras, etc.), se sabe que estas
especies proveen otros servicios ecosistémicos indirectos, como
por ejemplo la iltración de agua por moluscos o el control de
inundaciones por plantas.
Los resultados muestran que de las 967 especies de agua dulce
evaluadas, 206 (21.3%) son utilizadas como alimento humano
o para comercialización como ornamental. De estas, la mayoría
son peces (194) y el resto son moluscos (12). Se registraron
además, otras 46 especies (44 peces y 2 plantas) que podrían
estar siendo utilizadas (su uso no pudo ser conirmado, pero por
sus características se presume que podrían ser potencialmente
usadas) como alimento, para comercialización como ornamental
o para forraje, en el caso de las plantas. Ninguna de las especies
de libélulas fue registrada con algún uso directo, pero se sabe
que algunas pueden actuar como controladores de insectos,
particularmente mosquitos (Simaika y Samways 2008).
Figura 9.10 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas
y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos
combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los
Andes Tropicales afectadas por contaminación.
cabeceras de los ríos Pastaza y Napo. Unas pocas sub-cuencas con
bajo número de especies se encuentran en las cuencas de los ríos
Beni y Mamoré en Bolivia.
Dado que los peces de agua dulce es el grupo con mayor número
de especies utilizadas, se presentan a continuación los resultados
encontrados para este grupo. El uso principal de los peces de
agua dulce en los Andes Tropicales es para consumo humano,
principalmente para subsistencia por las comunidades locales.
Los datos indican que 16.2% (108 especies) del total de especies
de peces evaluados tienen un consumo conirmado (Figura
9.11). De estas, 22 especies están en alguna categoría de amenaza
(VU, EN o CR), por lo que se recomienda un seguimiento de sus
poblaciones. Además, se muestra que un 4.0% de las especies (27
especies) podrían estar siendo utilizadas para consumo humano.
En cuanto a la pesca para el comercio ornamental, el 14.1% (94
especies) de los peces tiene un uso conirmado para este in, de
los cuales 9 están en alguna categoría de amenaza. Otro 3.6%
de las especies serían potencialmente utilizadas para el mercado
ornamental.
En general y como era de esperar, se puede observar que la
distribución de los distintos factores de amenaza sigue el
patrón de riqueza de especies endémicas y el patrón de especies
amenazadas. Así, las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en
Colombia, son las que albergan la mayor cantidad de especies
endémicas y amenazadas por sub-cuenca, y también concentra
todos los factores de amenazas principales registrados. Este
resultado es bastante predecible dado que, tal como se ha
mencionado más arriba y en los capítulos anteriores, estas cuencas
concentran el 80% de la población humana de Colombia y todas
las actividades socio-económicas que esto trae aparejado. Las
regiones impactadas por los distintos factores de amenazas en
los otros países también están relacionadas con los patrones de
riqueza de especies (tanto endémicas como amenazadas), pero a
diferencia de lo que ocurre en Colombia, el grado de afectación
varía en función de la amenaza. Por ejemplo, las cuencas de los
ríos Ucayali y Madre de Dios en Perú no están prácticamente
afectadas por la agricultura y acuicultura, pero si, en mayor o
menor medida, por los otros factores de amenazas.
9.6 Acciones de conservación
y recomendaciones
En los capítulos precedentes se discutieron los resultados de cada
grupo taxonómico por separado y se realizaron recomendaciones
tendientes al mejor manejo y conservación de las especies de agua
168
El bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum) ha sido categorizada como En Peligro (EN) debido principalmente a la sobrepesca.
Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
dulce. En esta sección se resume la información de los cuatro
grupos, compilada durante el proceso de evaluación de la Lista
Roja, donde se codiicaron las distintas acciones de conservación
y manejo recomendadas para cada especie que lo necesitare.
Las principales medidas identiicadas por los expertos incluyen
la protección de áreas o sitios, el manejo de áreas o sitios y la
protección de recursos y hábitats (Figura 9.12).
los peces y 25% de las plantas estarían presentes en alguna
área protegida existente. Ninguna de las especies de moluscos
amenazados se encontraría en áreas protegidas. Para aquellas
especies que se encuentran dentro de áreas protegidas existentes,
se recomienda acciones de manejo y conservación enfocadas a la
biodiversidad de agua dulce, dado que, en la mayoría de los casos,
las áreas protegidas han sido creadas para resguardar ecosistemas
terrestres. Para aquellas especies amenazadas o de distribución
muy restringida que no están representadas en áreas protegidas
existentes, se han identiicado Áreas Clave para la Biodiversidad
(ver Capítulo 7), para orientar el establecimiento de nuevas áreas
protegidas que tengan en cuenta la biodiversidad de agua dulce.
Otras recomendaciones importantes incluyen el establecimiento
de políticas y legislación que tiendan a la conservación o uso
sostenible de la biodiversidad de agua dulce. En muchos casos,
estas regulaciones ya existen y lo que en realidad se necesita es que
se veriique la aplicación y el cumplimiento de las mismas. Todo
esto puede apoyarse con base a investigaciones nacionales sobre
ecorregionalización, con criterios hidrográicos y biológicos,
que en conjunto puedan mostrar la funcionalidad de los
ecosistemas particulares de agua dulce y de esta forma orientar
La protección de áreas o sitios implica el establecimiento de
nuevas áreas protegidas, sean públicas o privadas, o la ampliación
de áreas protegidas existentes. Un número considerable de
especies de agua dulce requerirían de esta protección para su
persistencia (Figura 9.12). Muchos de estos sitios representan
hábitats esenciales para la supervivencia de las especies, áreas de
reproducción o desove, o simplemente son hábitats únicos y con
áreas muy restringidas, como por ejemplo, cavernas, manantiales,
charcas temporarias, etc., que podrían ser susceptibles a amenazas
localizadas.
Del total de especies en categorías de amenaza (VU, EN y CR)
en cada grupo taxonómico, el 14.3% de las libélulas, 1.3% de
169
Figura 9.11 Número
de especies de peces de
agua dulce utilizados o
potencialmente utilizados
para consumo humano
o para el comercio
ornamental en los Andes
Tropicales.
la planiicación territorial sobre bases más sólidas y concretas
(ver por ejemplo el caso de Colombia, Mesa et al. 2016).
Finalmente, la comunicación y concientización y educación de
las comunidades locales es vital para que cualquier actividad de
conservación sea exitosa.
9.7 Prioridades de conservación de la
biodiversidad de agua dulce en
los Andes Tropicales
9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al
cambio climático, utilización y grado de
protección de la biodiversidad de agua
dulce en los Andes Tropicales
En esta sección se sintetizan los distintos análisis realizados en
función del riesgo de extinción, la vulnerabilidad al cambio
climático, la utilización por las personas y el grado de protección
de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales. El
riesgo de extinción está basado en la evaluación de la Lista Roja
de las especies (Capítulos 3-6), la vulnerabilidad al cambio
climático está basada en los resultados presentados en el Capítulo
8 y la utilización de las especies por las personas y su presencia
en áreas protegidas está basada en la información recopilada
durante los talleres de evaluación y presentada anteriormente
en este capítulo. La información sobre utilización de las especies
incluye solamente el uso conirmado (no potencial), tanto para
consumo como para ornamental.
Es importante aclarar que, si bien el cambio climático puede
ser empleado para la evaluación del riesgo de extinción de las
especies (evaluaciones de la Lista Roja), los horizontes de tiempo
que se usan en la Lista Roja no serían en muchos casos adecuados
(i. e. especies con tiempos de generación medianos y largos) para
un factor de amenaza que actúa de manera muy lenta, como
lo es el cambio climático. Además, la complejidad en la que el
cambio climático actúa sobre las especies (p. ej. muchas veces en
sinergia con otras amenazas), hace que sea más difícil para los
Pescador en Ciénaga El Llanito, cuenca del río Magdalena,
Colombia. La pesca de subsistencia es muy importante para las
comunidades locales. Foto: © Elkin Briceño.
170
Figura 9.12 Número de
especies de agua dulce en
cada grupo taxonómico
(libélulas, moluscos, peces y
plantas) en cada una de las
actividades de conservación
y manejo identiicadas
como necesarias.
evaluadores estimar su impacto. Es por ello que en este trabajo, la
vulnerabilidad de las especies al cambio climático se realizó como
un componente separado, utilizando una metodología especíica.
El objetivo de la evaluación de la vulnerabilidad de las especies al
cambio climático es, entonces, identiicar aquellas especies cuya
persistencia podría estar en riesgo por efectos de cambios en el
clima en el futuro, pudiendo este tiempo en el futuro estar o no
dentro de los horizontes de tiempo empleados en la evaluación
de la Lista Roja. Esto también es importante dado que algunas
especies que han sido evaluadas como no amenazadas en
las evaluaciones de la Lista Roja, podrían sin embargo ser
vulnerables al cambio climático y, consecuentemente, deberían
ser consideradas a la hora de planiicar esfuerzos de conservación.
Se presenta a continuación una tabla (Tabla 9.3) que resume de
manera general el efecto combinado del riesgo de extinción, la
vulnerabilidad al cambio climático, el uso y el grado de protección
de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales. Aquí,
se asume que las especies en alguna de las categorías de amenaza
de la Lista Roja (VU, EN o CR), que además son vulnerables
al cambio climático, y que son utilizadas por las personas y que
no están presentes en ninguna área protegida, serían de mayor
preocupación para la conservación (en rojo oscuro en la tabla).
Por otro lado, las especies no amenazadas (DD, LC o NT), y
que no son vulnerables al cambio climático, y no son utilizadas y
que además están presentes en áreas protegidas, serían de menor
preocupación para la conservación (en verde oscuro en la tabla).
Sin embargo, se advierte que esta es una clasiicación muy general
y no tiene en cuenta información especíica. Por ejemplo, entre las
“No Amenazadas” se incluyeron las especies en la categoría DD
(329 especies), muchas de las cuales podrían efectivamente estar
amenazadas una vez que haya información suiciente para aplicar
los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN. Por lo
tanto, el número de especies en ese grupo estaría sobreestimado.
Por otro lado, en las “Amenazadas” se agrupan las especies en
las tres categorías de amenaza (VU, EN y CR), sin discriminar
el grado de riesgo de extinción. Es posible entonces que una
especie En Peligro Crítico, pero que no es vulnerable al cambio
climático esté más hacia la izquierda en la última ila de la tabla
que una especie En Peligro que además sea vulnerable al cambio
climático. También, aquí se ha considerado a la utilización de
las especies como un impacto negativo sobre sus poblaciones;
mientras que en muchos casos esto es así, se debe tener en cuenta
que hay especies que pueden ser utilizadas de manera sostenible
y, por lo tanto, sus poblaciones mantenerse estables. Finalmente,
tal como se mencionó en el capítulo anterior, la vulnerabilidad
al cambio climático es una medida relativa (respecto de las
otras especies en el grupo), no absoluta, entonces las especies
identiicadas como susceptibles deben ser consideradas como
estimaciones de las especies más vulnerables en el grupo. Por todo
esto, es importante resaltar que esta clasiicación es orientativa y
que, como ya se ha mencionado en los capítulos precedentes, se
recomienda evaluar cada caso en particular para tener en cuenta
los diferentes contextos en los cuales las especies ocurren.
Tal como ya se había remarcado en el capítulo de evaluación de
la vulnerabilidad de las especies al cambio climático, se destaca la
proporción de especies no amenazadas que serían susceptibles a
cambios en el clima (11.1% de las especies no amenazadas). Estas
son especies que podrían pasar desapercibidas en los esfuerzos
de conservación, ya que actualmente no presentarían riesgos
inminentes para su persistencia. Así, aunque no se recomiendan
medidas de conservación especíicas para estas especies, es
171
importante saber que serían vulnerables al cambio climático,
para que puedan ser incorporadas en planes de manejo y
conservación locales o regionales para otras especies. Para el caso
de las especies amenazadas, la proporción de especies que además
serían vulnerables al cambio climático es aún mayor (21.4%).
Esto es importante porque los factores de amenaza identiicados
para la evaluación de la Lista Roja podrían potenciarse por el
efecto del cambio climático y, por lo tanto, se debería considerar
al momento de desarrollar planes de manejo.
capturadas para el mercado ornamental, mientras que Astroblepus
latidens (VU) es utilizada localmente como pesca de subsistencia.
La ostra del río Opia (Acostaea rivolii) está En Peligro Crítico
(CR) dado que sus poblaciones se han reducido en más del 90%,
en gran parte por su uso para consumo. Actualmente, existe un
plan de manejo para la ostra (López-Delgado et al. 2009), pero
las tres especies de peces no tienen ningún grado de protección
ni tampoco plan de manejo. Se mencionan aquí estas cuatro
especies porque son las que tendrían mayores problemas de
conservación, pero la información generada en este reporte y
presentada en los distintos capítulos y apéndices permitiría hacer
un análisis similar para todas las especies.
Respecto de la utilización de las especies, el 20.3% de las no
amenazadas tiene un uso conirmado. Si bien, como se mencionó
anteriormente, su uso no necesariamente representa una
amenaza, la sinergia con la vulnerabilidad al cambio climático,
podría representar un problema en el futuro de algunas especies.
En cuanto a las especies amenazadas, el 28.6% tiene algún uso
por las personas. En este caso, el efecto combinado con el cambio
climático representaría una situación más grave que las especies
en el caso anterior y requieren de mayor atención para asegurar
su persistencia.
9.7.2 Cobertura de las ACB
La evaluación del riesgo de extinción de las especies utilizando
los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN permite
identiicar aquellas que necesitarían medidas de conservación a
la escala de sitio, por ejemplo especies que determinan sitios AZE
(ver capítulo 7 para mayor información). Este paso fue realizado
en este proyecto a través de la identiicación y delimitación de las
Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB). Durante ese proceso se
identiicaron especies determinantes (i. e. que cumplen con los
criterios para identiicar ACB), es decir, especies amenazadas y/o
de distribución restringida. Así, del total de especies Amenazadas
en la tabla 9.3, 85% son especies determinantes, para las cuales se
han adoptado ACB existentes (identiicadas para otros grupos
taxonómicos), áreas protegidas existentes, o se han delimitado
nuevas ACB de agua dulce o se encuentran dentro de las Zonas
de Manejo de Cuenca (ZMC) (para más detalle ver capítulo 7).
El porcentaje de especies amenazadas no cubierto corresponden
principalmente a algunos moluscos y plantas que no se incluyeron
en el taller de ACB por falta de recursos e información detallada.
Se prevé en el futuro cercano incluir también esas especies en ACB.
La representación de las especies en áreas protegidas es
considerablemente mayor entre las no amenazadas (36.1%) que
entre las amenazadas (13.4%). En cierto modo, este resultado es
esperado dado que, en general, las especies no amenazadas tienen
distribuciones más amplias y, por lo tanto, mayor probabilidad
de ocurrir en alguna área protegida. En el caso particular de
las especies amenazadas, la preocupación mayor es la sinergia
entre los distintos factores que afectarían negativamente sus
poblaciones. En particular, las cuatro especies que aparecen en
el extremo derecho de la última ila de la tabla 9.3 que, además
de estar amenazadas, serían vulnerables al cambio climático,
son utilizadas por las personas y no están presentes en ninguna
área protegida. Estas corresponden a tres especies de peces
(Anablepsoides speciosus, Apistogramma cinilabra, Astroblepus
latidens) y el bivalvo Acostaea rivolii. Anablepsoides speciosus (CR),
y Apistogramma cinilabra (VU), además de estar amenazadas son
Aunque los análisis de vulnerabilidad al cambio climático
todavía no estaban completos cuando se realizó el taller de ACB,
Tabla 9.3 Interacciones entre el riesgo de extinción (evaluado usando la Lista Roja), la vulnerabilidad al cambio climático,
la utilización de las especies y el grado de protección. La información está basada en las 967 especies de los cuatro grupos
taxonómicos evaluados y los números corresponden a la cantidad de especies en cada condición. CC = cambio climático; P
= protegida (presencia conirmada en área protegida); NP = no protegida (presencia en área protegida no conirmada).
172
Río San Juan en la cuenca media del río Magdalena, Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.
un porcentaje importante de especies que serían susceptibles
al cambio climático fueron identiicadas como especies
determinantes. Así, el 29% de estas especies estarían presentes
en ACB o áreas protegidas existentes o en las nuevas ACB de
agua dulce o ZMC delimitadas en este proyecto. Esta cobertura
alcanzaría a 16 de las especies que están en las cuatro celdas
inferior derecha de la tabla 9.3. Se espera que los datos que se
incluyen en este reporte, además de la información detallada sobre
la vulnerabilidad de las especies al cambio climático (Apéndice
en línea), sirvan para que estas especies sean consideradas en los
planes de manejo y conservación existentes o por desarrollar.
la biodiversidad de agua dulce no ha sido considerada al
momento de delimitar estas áreas. Por otro lado, las nuevas
ACB de agua dulce delimitadas podrían servir para orientar
el establecimiento, delimitación y manejo de áreas protegidas
y para informar los proyectos de desarrollo en la región. Se
espera así que la información provista en este reporte contribuya
a la conservación y manejo sostenible de los ecosistemas y la
biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales.
9.8 Referencias
Anderson, E.P. and Maldonado‐Ocampo, J.A. 2011. A regional perspective
on the diversity and conservation of tropical Andean ishes.
Conservation Biology, 25(1): 30-39.
Fernández, L., Saucedo, L.J., Carvajal-Vallejos, F.M. y Schaefer, S.A.
2007. A new phreatic catish of the genus Phreatobius Goeldi,
1905 from groundwaters of the Iténez River, Bolivia (Siluriformes:
Heptapteridae). Zootaxa, 1626: 51-58.
Lehner, B. y Grill G. 2013. Global river hydrography and network routing:
baseline data and new approaches to study the world’s large river
systems. Hydrological Processes, 27(15): 2171–2186. Dato disponibles
en: www.hydrosheds.org.
López-Delgado, E.O., Vásquez-Ramos, J.M., Reinoso-Flórez, G., VejaranoDelgado, M.A. y Melo, J.E. 2009. Plan de manejo de la ostra de agua
dulce Acostaea rivoli (Deshayes, 1827) del río Opia, departamento del
Tolima. CORTOLIMA-Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia.
Mesa S., L.M., Corzo, G., Hernández-Manrique, O. L. y Lasso, C. A. 2016.
Ecorregiones dulceacuícolas de Colombia: una propuesta para la
planiicación territorial. Biota Colombiana (en prensa).
La evaluación del estado de conservación y la distribución de
la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales, además
de la identiicación de los principales factores de amenaza,
incluido la vulnerabilidad al cambio climático, representan
el primer paso hacia la conservación de estas especies. De este
modo, la identiicación de especies determinantes y la adopción
de ACB y/o áreas protegidas existentes y la delimitación de
nuevas ACB y ZMC realizada en este proyecto no implica
que estas especies estén resguardadas. Es importante que las
personas u organizaciones encargadas de la toma de decisiones
de ACB o áreas protegidas existentes conozcan de la existencia
de estas especies en sus respectivas áreas para que puedan
integrarlas en la toma de decisiones y promover actividades que
aseguren su persistencia; principalmente porque generalmente
173
Téllez, P., Petry, P., Walschburguer, T., Higgins, J. y Apse, C. 2012. Portafolio
de conservación de agua dulce para la Cuenca del Magdalena-Cauca.
Cormagdalena, Fundación Mario Santo Domingo, he Nature
Conservancy, Colombia.
Salafsky, N., Salzer, D., Stattersield, A.J., Hilton-Taylor, C., Neugarten,
R., Butchart, S.H., Collen, B., Cox, N., Master, L.L., O’Connor, S.
y Wilkie, D. 2008. A standard lexicon for biodiversity conservation:
uniied classiications of threats and actions. Conservation Biology,
22(4): 897-911.
Simaika, J.P. y Samways, M.J., 2008. Valuing dragonlies as service providers.
En: A. Córdoba-Aguilar (ed.) Dragonlies: Model organisms for
ecological and evolutionary research, pp.109-123. Oxford University
Press, Oxford, UK.
174
Apéndice 1. Ejemplo de icha de
evaluación de una especie y mapa de
distribución
Parodon alfonsoi Londoño-Burbano, Román-Valencia & Taphorn, 2011
ANIMALIA - CHORDATA - ACTINOPTERYGII - CHARACIFORMES - PARODONTIDAE- Parodon alfonsoi
Common Name/s: Synonym/s:Red List Category & Criteria:
Endangered B1ab(iii)
Red List Assessment
Assessment Information
Date of Assessment: 2014-10-10
Reviewed
Date of review
Status
Reasons for rejection
Improvements needed
True
2015-03-26
Passed
-
-
Assessor(s): Villa-Navarro, F.
Reviewer(s): Cox, N.A., Tognelli, M. & Pavanelli, C.
Regions: Global
Assessment Rationale
Parodon alfonsoi has a very restricted range; its extent of occurrence (EOO) is less than 2,860 km². here is deforestation at its single
location that leads to increased sedimentation and turbidity; resulting in a continuing decline in the species habitat quality. On the
basis of this information it is therefore listed as Endangered.
Distribution
Geographic range
his species is only known from the Tucuy River in the Lower Magdalena River drainage, a tributary to the Río Calenturitas (9°37’N,
73°17’W), in the Municipality of La Jagua de Ibirico, Cesar, Colombia, at an elevation of 117 meters (Londoño-Burbano et al. 2011).
Its EOO is estimated at 2,860 km² (calculated as the minimum convex polygon around the sub-catchments where the species occurs)
and it occurs in only one location, based on the main threat to the species (sedimentation and turbidity from deforestation).
Biogeographic realms
Biogeographic realm: Neotropical
Occurrence
Country
Presence
Origin
Seasonality
Colombia
Extant
Native
Resident
175
Population
here are no data on population size and trends for this species.
Population information
Current Population Trend: Unknown
Continuing decline in mature individuals?
Qualiier
Justiication
-
-
No
Habitats and Ecology
he species occurs in the rapids of a small river with rocky bottoms. he habitat quality of this species appears to be declining due to
erosion and sedimentation from agricultural activities.
he species is sexually dimorphic, and adult males can reach up to 107 mm in length.
IUCN Habitat Classiication Scheme
Habitat
Season
Suitability
Major Importance?
5.1. Wetlands (inland) -> Wetlands (inland) - Permanent
Rivers/Streams/Creeks (includes waterfalls)
Resident
Suitable
Yes
Continuing Decline in Habitat
Continuing
decline
in
and/or quality of habitat??
area,
extent
Qualiier
Justiication
Inferred
Decline in habitat quality due to erosion and
sedimentation from agricultural activities.
Yes
Movement Patterns
Movement Patterns: Not a migrant
Systems
System: Freshwater (= Inland waters)
Use and Trade
General Use and Trade Information: his species is not utilized.
Threats
here is intense deforestation in the area for subsistence agriculture, which increases sedimentation and turbidity in the river.
2.1.2. Agriculture & aquaculture -> Annual & perennial nontimber crops -> Small-holder farming
9.3.2. Pollution -> Agricultural & forestry eluents -> Soil
erosion, sedimentation
Impact
Score
No. of
Stresses
Unknown
Unknown
2
Unknown
Unknown
1
Timing
Scope
Severity
Ongoing
Unknown
Ongoing
Unknown
Conservation Actions
here are no direct conservation measures in place for this species. It is not known if populations of this species are found in protected
areas. Research is needed to better determine its population size, trends and the impact of the current threats on its population.
176
Bibliography
IUCN. 2016. he IUCN Red List of hreatened Species. Version 2016-1. Available at: . (Accessed: 30 June 2016).
Londoño-Burbano, A., Román-Valencia C. and Taphorn, D.C. 2011. Taxonomic review of Colombian Parodon (Characiformes:
Parodontidae), with description of three new species. Neotropical Ichthyology 9(4): 709-730.
177
Apéndice 2. Lista de especies
2.1 Peces de agua dulce......................................................................................................................................................................... xx
2.2 Moluscos de agua dulce.................................................................................................................................................................. xx
2.3 Libélulas .......................................................................................................................................................................................... xx
2.4 Plantas acuáticas ............................................................................................................................................................................. xx
Se incluye abajo la lista de especies endémicas de los Andes Tropicales en cada grupo taxonómico evaluado y en el orden de los capítulos
de este reporte. Para mayor información sobre las especies, ir a la página web de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM
(www.iucnredlist.org).
Además de la categoría asignada, se incluye información sobre la vulnerabilidad de las especies al cambio climático. Las especies
vulnerables al cambio climático son las que fueron categorizadas como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del
marco, usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los
valores de datos faltantes (para mayor información, ver captíulo 8).
Para la estandarización con estudios internacionales, las abreviaturas de las categorías de la Lista Roja siguen el formato en inglés.
CR = En Peligro Crítico; EN = En Peligro; VU = Vulnerable; NT = Casi Amenazada; LC = Preocupación Menor; DD = Datos
Insuicientes.
Cat = Categoría de la Lista Roja de la UICN; CC = vulnerable al cambio climático.
2.1 Peces de agua dulce
Clase: Chondrichthyes
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
CC
Bryconidae
Brycon meeki
LC
No
LC
No
Bryconidae
Brycon moorei
VU
No
EN
No
Bryconidae
Brycon oligolepis
LC
No
Bryconidae
Brycon posadae
NT
No
Clase: Actinopterygii
Bryconidae
Brycon rubricauda
LC
No
Orden: Batrachoidiformes
Familia
Especies
Bryconidae
Brycon sinuensis
LC
No
Cat
CC
Bryconidae
Brycon stolzmanni
LC
No
Batrachoididae
Daector gerringi
DD
No
Characidae
Acestrocephalus anomalus
DD
No
Batrachoididae
Daector quadrizonatus
DD
No
Characidae
Acestrocephalus boehlkei
LC
No
Characidae
Argopleura chocoensis
LC
No
Characidae
Argopleura conventus
DD
No
Characidae
Argopleura diquensis
LC
No
Characidae
Argopleura magdalenensis
LC
No
Characidae
Astyanacinus multidens
LC
No
No
Characidae
Astyanacinus yariguies
DD
No
No
Characidae
Astyanax atratoensis
LC
No
Astyanax caucanus
LC
No
Orden: Rajiformes
Familia
Especies
Cat
Potamotrygonidae
Potamotrygon magdalenae
Potamotrygonidae
Potamotrygon tigrina
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Anostomidae
Abramites eques
LC
No
Anostomidae
Anostomus longus
DD
No
Anostomidae
Anostomidae
Laemolyta fasciata
Leporinus holostictus
LC
DD
Anostomidae
Leporinus muyscorum
VU
No
Characidae
Anostomidae
Leporinus niceforoi
LC
No
Characidae
Astyanax chaparae
DD
No
Anostomidae
Leporinus pearsoni
LC
No
Characidae
Astyanax daguae
EN
No
Anostomidae
Leporinus wolfei
LC
No
Characidae
Astyanax fasslii
DD
No
Astyanax iliferus
LC
No
Anostomidae
Leporinus y-ophorus
LC
No
Characidae
Anostomidae
Rhytiodus lauzannei
LC
No
Characidae
Astyanax gisleni
DD
No
Bryconidae
Brycon alburnus
NT
No
Characidae
Astyanax kennedyi
DD
No
Bryconidae
Brycon coxeyi
DD
No
Characidae
Astyanax longior
DD
No
Bryconidae
Brycon dentex
LC
No
Characidae
Astyanax megaspilura
DD
No
Bryconidae
Brycon fowleri
VU
No
Characidae
Astyanax microlepis
LC
No
Bryconidae
Brycon henni
LC
No
Characidae
Astyanax orthodus
LC
No
Bryconidae
Brycon labiatus
EN
No
Characidae
Astyanax villwocki
DD
No
Bryconidae
Brycon medemi
DD
No
Characidae
Attonitus bounites
VU
No
179
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Characidae
Attonitus ephimeros
LC
No
Characidae
Cynopotamus magdalenae
NT
No
Characidae
Attonitus irisae
LC
No
Characidae
Genycharax tarpon
VU
No
Characidae
Brachychalcinus nummus
LC
No
Characidae
Gephyrocharax caucanus
DD
No
Characidae
Bryconacidnus ellisi
LC
No
Characidae
Gephyrocharax chaparae
NT
No
Characidae
Bryconacidnus hemigrammus
DD
No
Characidae
Gephyrocharax chocoensis
LC
No
Characidae
Bryconacidnus paipayensis
LC
No
Characidae
Gephyrocharax major
LC
No
Characidae
Bryconamericus alredae
LC
No
Characidae
Gephyrocharax martae
DD
No
Characidae
Bryconamericus andresoi
LC
No
Characidae
Gephyrocharax melanocheir
LC
No
Characidae
Bryconamericus arilepis
DD
No
Characidae
Gephyrocharax sinuensis
DD
No
Characidae
Bryconamericus bolivianus
LC
No
Characidae
Gephyrocharax torresi
DD
No
Characidae
Bryconamericus caucanus
LC
No
Characidae
Grundulus bogotensis
LC
No
Characidae
Bryconamericus dahli
LC
No
Characidae
Grundulus cochae
NT
No
Characidae
Bryconamericus diaphanus
LC
No
Characidae
Hemibrycon beni
LC
No
Characidae
Bryconamericus foncensis
DD
No
Characidae
Hemibrycon boquiae
LC
No
Characidae
Bryconamericus galvisi
LC
No
Characidae
Hemibrycon brevispini
DD
No
Characidae
Bryconamericus grosvenori
LC
No
Characidae
Hemibrycon cairoense
DD
No
Characidae
Bryconamericus guaytarae
LC
No
Characidae
Hemibrycon carrilloi
DD
No
Characidae
Bryconamericus guizae
DD
No
Characidae
Hemibrycon colombianus
LC
No
Characidae
Bryconamericus huilae
LC
No
Characidae
Hemibrycon decurrens
DD
No
Characidae
Bryconamericus icelus
DD
No
Characidae
Hemibrycon dentatus
LC
No
Characidae
Bryconamericus ichoensis
DD
No
Characidae
Hemibrycon divisorensis
DD
No
Characidae
Bryconamericus miraensis
DD
No
Characidae
Hemibrycon helleri
LC
No
Characidae
Bryconamericus multiradiatus
DD
No
Characidae
Hemibrycon huambonicus
LC
No
Characidae
Bryconamericus osgoodi
LC
No
Characidae
Hemibrycon inambari
NT
No
Characidae
Bryconamericus pachacuti
LC
No
Characidae
Hemibrycon microformaa
DD
No
Characidae
Bryconamericus pectinatus
LC
No
Characidae
Hemibrycon mikrostiktos
LC
No
Characidae
Bryconamericus phoenicopterus
LC
No
Characidae
Hemibrycon orcesi
LC
No
Characidae
Bryconamericus plutarcoi
LC
No
Characidae
Hemibrycon paez
DD
No
Characidae
Bryconamericus simus
DD
No
Characidae
Hemibrycon palomae
LC
No
Characidae
Bryconamericus tolimae
VU
No
Characidae
Hemibrycon polyodon
LC
No
Characidae
Bryconamericus zamorensis
LC
No
Characidae
Hemibrycon quindos
DD
No
Characidae
Carlastyanax aurocaudatus
NT
No
Characidae
Hemibrycon rafaelense
LC
No
Characidae
Ceratobranchia binghami
LC
No
Characidae
Hemibrycon raqueliae
DD
No
Characidae
Ceratobranchia delotaenia
LC
No
Characidae
Hemibrycon santamartae
DD
No
Characidae
Ceratobranchia elatior
DD
No
Characidae
Hemibrycon tridens
LC
No
Characidae
Ceratobranchia obtusirostris
LC
No
Characidae
Hemibrycon velox
DD
No
Characidae
Charax tectifer
LC
No
Characidae
Hemibrycon virolinica
DD
No
Characidae
Cheirodon luelingi
DD
No
Characidae
Hemibrycon yacopiae
DD
No
Characidae
Cheirodon ortegai
LC
No
Characidae
Hemigrammus luelingi
LC
No
Characidae
Chrysobrycon eliasi
DD
No
Characidae
Hemigrammus megaceps
DD
No
Characidae
Chrysobrycon hesperus
LC
No
Characidae
Hemigrammus pulcher
LC
No
Characidae
Chrysobrycon myersi
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon amaronensis
DD
No
Characidae
Creagrutus amoenus
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon chocoensis
DD
No
Characidae
Creagrutus brevipinnis
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon columbianus
DD
No
Characidae
Creagrutus caucanus
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon condotensis
DD
No
Characidae
Creagrutus changae
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon rankei
LC
No
Characidae
Creagrutus lavescens
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon gracilior
LC
No
Characidae
Creagrutus gephyrus
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon loretoensis
LC
No
Characidae
Creagrutus gracilis
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon nigricinctus
VU
No
Characidae
Creagrutus guanes
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon ocasoensis
LC
Si
Characidae
Creagrutus holmi
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon oritoensis
LC
No
Characidae
Creagrutus kunturus
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon pando
LC
No
Characidae
Creagrutus magdalenae
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon peruvianus
LC
No
Characidae
Creagrutus manu
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon poecilioides
NT
Si
Characidae
Creagrutus muelleri
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon proteus
LC
No
Characidae
Creagrutus nigrostigmatus
EN
No
Characidae
Hyphessobrycon robustulus
LC
No
Characidae
Creagrutus ortegai
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon sebastiani
DD
No
Characidae
Creagrutus ouranonastes
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon taguae
LC
No
Characidae
Creagrutus pearsoni
LC
No
Characidae
Hyphessobrycon tenuis
LC
No
Characidae
Creagrutus peruanus
LC
No
Characidae
Knodus delta
DD
No
Characidae
Creagrutus pila
LC
No
Characidae
Knodus gamma
LC
No
Characidae
Creagrutus ungulus
LC
No
Characidae
Knodus hypopterus
LC
No
Characidae
Creagrutus yanatili
DD
No
Characidae
Knodus longus
VU
No
Characidae
Cynopotamus atratoensis
VU
No
Characidae
Knodus megalops
LC
No
180
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Characiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Characidae
Knodus pasco
LC
No
Lebiasinidae
Lebiasina colombia
LC
No
Characidae
Knodus shinahota
CR
No
Lebiasinidae
Lebiasina elongata
LC
No
Characidae
Microgenys lativirgata
DD
No
Lebiasinidae
Lebiasina loridablancaensis
LC
No
Characidae
Microgenys minuta
LC
No
Lebiasinidae
Lebiasina multimaculata
LC
No
Characidae
Microgenys weyrauchi
DD
No
Lebiasinidae
Lebiasina narinensis
DD
No
Characidae
Moenkhausia atahualpiana
LC
No
Lebiasinidae
Lebiasina ortegai
LC
No
Characidae
Moenkhausia crisnejas
DD
No
Lebiasinidae
Nannostomus mortenthaleri
CR
No
Characidae
Moenkhausia dorsinuda
DD
No
Lebiasinidae
Pyrrhulina eleanorae
LC
No
Characidae
Moenkhausia margitae
NT
No
Lebiasinidae
Pyrrhulina obermulleri
DD
No
Characidae
Moenkhausia orteguasae
DD
No
Lebiasinidae
Pyrrhulina spilota
LC
No
Characidae
Moenkhausia ovalis
LC
No
Parodontidae
Parodon alfonsoi
EN
No
Characidae
Moenkhausia simulata
LC
No
Parodontidae
Parodon atratoensis
DD
No
Characidae
Monotocheirodon pearsoni
LC
No
Parodontidae
Parodon caliensis
LC
No
Characidae
Nematobrycon lacortei
DD
No
Parodontidae
Parodon magdalenensis
LC
No
Characidae
Nematobrycon palmeri
DD
No
Prochilodontidae
Ichthyoelephas longirostris
VU
No
Characidae
Odontostilbe dierythrura
LC
No
Serrasalmidae
Serrasalmus odyssei
LC
No
Characidae
Odontostilbe ecuadorensis
LC
No
Serrasalmidae
Serrasalmus sanchezi
LC
No
Characidae
Oligosarcus schindleri
EN
No
Triportheidae
Triportheus magdalenae
LC
No
Characidae
Othonocheirodus eigenmanni
LC
No
Characidae
Parastremma album
DD
No
Characidae
Parastremma pulchrum
DD
No
Characidae
Parastremma sadina
DD
No
Characidae
Priocharax pygmaeus
LC
Si
Characidae
Prodontocharax howesi
DD
No
Characidae
Pseudochalceus bohlkei
DD
No
Characidae
Pseudochalceus kyburzi
DD
No
Characidae
Pseudochalceus lineatus
LC
No
Characidae
Pseudochalceus longianalis
VU
No
Characidae
Pterobrycon landoni
DD
No
Characidae
Rhoadsia minor
LC
No
Characidae
Saccoderma hastata
LC
No
Characidae
Saccoderma robusta
LC
No
Characidae
Scopaeocharax atopodus
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides christinae
LC
Si
Characidae
Scopaeocharax rhinodus
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides derhami
NT
Si
Characidae
Trochilocharax ornatus
DD
No
Rivulidae
Anablepsoides elongatus
NT
Si
Characidae
Tyttobrycon dorsimaculatus
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides intermittens
NT
Si
Characidae
Tyttobrycon hamatus
DD
No
Rivulidae
Anablepsoides iridescens
LC
Si
Characidae
Tyttobrycon spinosus
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides lineasoppilatae
VU
Si
Characidae
Tyttocharax tambopatensis
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides monticola
DD
No
Characidae
Xenurobrycon heterodon
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides ophiomimus
LC
Si
Characidae
Xenurobrycon polyancistrus
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides parlettei
VU
Si
Crenuchidae
Characidium bolivianum
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides peruanus
DD
No
Crenuchidae
Characidium caucanum
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides rubrolineatus
LC
Si
Crenuchidae
Characidium heinianum
DD
No
Rivulidae
Anablepsoides speciosus
CR
Si
Crenuchidae
Characidium phoxocephalum
LC
No
Rivulidae
Anablepsoides taeniatus
DD
No
Crenuchidae
Characidium sanctjohanni
DD
No
Rivulidae
Aphyolebias claudiae
CR
No
Crenuchidae
Characidium schindleri
DD
No
Rivulidae
Aphyolebias obliquus
VU
No
Crenuchidae
Geryichthys sterbai
LC
No
Rivulidae
Aphyolebias peruensis
DD
No
Crenuchidae
Melanocharacidium rex
LC
No
Rivulidae
Aphyolebias rubrocaudatus
LC
Si
Crenuchidae
Microcharacidium geryi
LC
No
Rivulidae
Aphyolebias wischmanni
DD
No
Orden: Cyprinodontiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Cyprinodontidae
NT
No
Orestias empyraeus
Cyprinodontidae
Orestias gymnota
EN
No
Cyprinodontidae
Orestias polonorum
EN
No
Poeciliidae
Gambusia lemaitrei
DD
Si
Poeciliidae
Neoheterandria elegans
DD
No
Poeciliidae
Poecilia mechthildae
DD
No
Poeciliidae
Priapichthys caliensis
DD
Si
Poeciliidae
Priapichthys chocoensis
LC
Si
Poeciliidae
Priapichthys nigroventralis
DD
No
Poeciliidae
Pseudopoecilia austrocolumbiana
DD
No
Poeciliidae
Pseudopoecilia ria
LC
No
Curimatidae
Curimata mivartii
NT
No
Rivulidae
Austrofundulus myersi
EN
No
Curimatidae
Cyphocharax derhami
LC
No
Rivulidae
Cynodonichthys boehlkei
DD
No
Curimatidae
Cyphocharax pantostictos
LC
No
Rivulidae
Cynodonichthys elegans
DD
No
Curimatidae
Pseudocurimata boehlkei
DD
No
Rivulidae
Cynodonichthys leucurus
DD
No
Curimatidae
Pseudocurimata lineopunctata
LC
No
Rivulidae
Cynodonichthys magdalenae
LC
No
Curimatidae
Pseudocurimata patiae
EN
No
Rivulidae
Cynodonichthys paciicus
DD
Si
Curimatidae
Steindachnerina atratoensis
NT
No
Rivulidae
Laimosemion rectocaudatus
DD
Si
Curimatidae
Steindachnerina binotata
LC
No
Rivulidae
Moema ortegai
LC
Si
Cynodontidae
Gilbertolus alatus
LC
No
Rivulidae
Neofundulus splendidus
DD
No
Cynodontidae
Gilbertolus atratoensis
LC
No
Rivulidae
Spectrolebias brousseaui
DD
No
Iguanodectidae
Piabucus caudomaculatus
LC
No
Rivulidae
Spectrolebias ilamentosus
DD
No
Lebiasinidae
Lebiasina astrigata
LC
No
Rivulidae
Spectrolebias pilleti
VU
No
Lebiasinidae
Lebiasina chucuriensis
LC
No
Rivulidae
Trigonectes rogoaguae
LC
No
181
Orden: Gymnotiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Perciformes
Familia
Especies
Cat
CC
Apteronotidae
Apteronotus eschmeyeri
LC
No
Cichlidae
Cichlasoma ornatum
LC
No
Apteronotidae
Apteronotus jurubidae
DD
No
Cichlidae
Crenicichla anthurus
LC
No
Apteronotidae
Apteronotus magdalenensis
LC
No
Cichlidae
Crenicichla sedentaria
LC
No
Apteronotidae
Apteronotus mariae
LC
No
Cichlidae
Geophagus pellegrini
DD
No
Apteronotidae
Apteronotus milesi
DD
No
Cichlidae
Heroina isonycterina
LC
No
Apteronotidae
Apteronotus spurrellii
VU
No
Cichlidae
Mesonauta miriicus
LC
Si
Apteronotidae
Sternarchorhynchus curvirostris
DD
No
Cichlidae
Tahuantinsuyoa chipi
VU
No
Apteronotidae
Sternarchorhynchus hagedornae
LC
No
Cichlidae
Tahuantinsuyoa macantzatza
DD
No
Apteronotidae
Sternarchorhynchus montanus
LC
No
Gobiidae
Sicydium rosenbergii
NT
No
Apteronotidae
Sternarchorhynchus stewarti
LC
No
Apteronotidae
Sternarchorhynchus taphorni
LC
No
Gymnotidae
Gymnotus ardilai
EN
No
Gymnotidae
Gymnotus chaviro
LC
No
Gymnotidae
Gymnotus choco
NT
No
Gymnotidae
Gymnotus esmeraldas
LC
No
Gymnotidae
Gymnotus henni
VU
No
Hypopomidae
Hypopygus ortegai
LC
No
Orden: Pleuronectiformes
Familia
Especies
Cat
CC
Achiridae
DD
No
Trinectes hubbsbollinger
Orden: Siluriformes
Familia
Especies
Cat
CC
Aspredinidae
DD
No
Bunocephalus colombianus
Orden: Perciformes
Familia
Especies
Cat
CC
Cichlidae
Aequidens patricki
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus boulengeri
DD
No
Cichlidae
Andinoacara biseriatus
VU
No
Astroblepidae
Astroblepus cacharas
DD
Si
Cichlidae
Andinoacara blombergi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus caquetae
DD
No
Cichlidae
Andinoacara latirons
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus chapmani
LC
No
Cichlidae
Andinoacara sapayensis
DD
Si
Astroblepidae
Astroblepus cirratus
LC
No
Cichlidae
Apistogramma allpahuayo
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus cyclopus
LC
No
Cichlidae
Apistogramma atahualpa
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus issidens
NT
No
Cichlidae
Apistogramma baenschi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus formosus
CR
Si
Cichlidae
Apistogramma barlowi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus renatus
DD
No
Cichlidae
Apistogramma cinilabra
VU
Si
Astroblepidae
Astroblepus grixalvii
LC
No
Cichlidae
Apistogramma cruzi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus guentheri
LC
Si
Cichlidae
Apistogramma eremnopyge
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus heterodon
VU
No
Cichlidae
Apistogramma huascar
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus homodon
LC
Si
Cichlidae
Apistogramma linkei
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus jimenezae
DD
No
Cichlidae
Apistogramma luelingi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus jurubidae
LC
No
Cichlidae
Apistogramma martini
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus labialis
DD
No
Cichlidae
Apistogramma nijsseni
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus latidens
VU
Si
Cichlidae
Apistogramma norberti
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus longiceps
DD
Si
Cichlidae
Apistogramma panduro
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus longiilis
LC
No
Cichlidae
Apistogramma pantalone
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus mancoi
DD
No
Cichlidae
Apistogramma paulmuelleri
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus marmoratus
DD
Si
Cichlidae
Apistogramma payaminonis
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus martinezi
DD
No
Cichlidae
Apistogramma rositae
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus micrescens
LC
Si
Cichlidae
Apistogramma rubrolineata
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus mindoensis
NT
No
Cichlidae
Apistogramma similis
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus nicefori
DD
Si
Cichlidae
Apistogramma urteagai
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus peruanus
DD
No
Cichlidae
Bujurquina apoparuana
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus pholeter
NT
No
Cichlidae
Bujurquina cordemadi
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus praeliorum
DD
No
Cichlidae
Bujurquina eurhinus
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus prenadillus
NT
No
Cichlidae
Bujurquina hophrys
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus regani
DD
No
Cichlidae
Bujurquina huallagae
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus rengifoi
DD
Si
Cichlidae
Bujurquina labiosa
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus retropinnus
LC
No
Cichlidae
Bujurquina megalospilus
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus riberae
DD
No
Cichlidae
Bujurquina moriorum
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus rosei
DD
No
Cichlidae
Bujurquina ortegai
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus sabalo
DD
No
Cichlidae
Bujurquina pardus
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus santanderensis
DD
Si
Cichlidae
Bujurquina robusta
DD
No
Astroblepidae
Astroblepus stuebeli
DD
No
Cichlidae
Bujurquina syspilus
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus supramollis
VU
No
Cichlidae
Bujurquina tambopatae
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus taczanowskii
DD
No
Cichlidae
Bujurquina zamorensis
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus theresiae
NT
No
Cichlidae
Caquetaia myersi
LC
Si
Astroblepidae
Astroblepus trifasciatus
LC
Si
Cichlidae
Cichlasoma atromaculatum
LC
No
Astroblepidae
Astroblepus ubidiai
CR
No
Cichlidae
Cichlasoma gephyrum
EN
No
Astroblepidae
Astroblepus unifasciatus
LC
Si
Cichlidae
Cichlasoma microlepis
NT
No
Astroblepidae
Astroblepus vaillanti
DD
No
182
Aspredinidae
Pseudobunocephalus quadriradiatus
DD
No
Aspredinidae
Xyliphius magdalenae
LC
No
Orden: Siluriformes
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Siluriformes
Familia
Especies
Cat
CC
Astroblepidae
Astroblepus vanceae
DD
No
Heptapteridae
NT
No
Astroblepidae
Astroblepus ventralis
VU
No
Heptapteridae
Imparinis spurrellii
EN
No
Astroblepidae
Astroblepus whymperi
DD
No
Heptapteridae
Imparinis timana
DD
No
Auchenipteridae
Auchenipterichthys coracoideus
LC
No
Heptapteridae
Imparinis usmai
LC
No
Auchenipteridae
Centromochlus altae
DD
No
Heptapteridae
Phenacorhamdia nigrolineata
DD
No
Auchenipteridae
Gelanoglanis travieso
DD
No
Heptapteridae
Phreatobius sanguijuela
CR
No
Auchenipteridae
Liosomadoras morrowi
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella buckleyi
DD
No
Auchenipteridae
Trachelyichthys exilis
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella chaparae
DD
No
Auchenipteridae
Trachelyopterus isheri
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella conquetaensis
LC
No
Auchenipteridae
Trachelyopterus insignis
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella cyanostigma
DD
No
Callichthyidae
Brochis multiradiatus
LC
Si
Heptapteridae
Pimelodella elongata
LC
No
Callichthyidae
Callichthys fabricioi
VU
No
Heptapteridae
Pimelodella eutaenia
LC
No
Callichthyidae
Callichthys oibaensis
NT
No
Heptapteridae
Pimelodella grisea
LC
No
Callichthyidae
Corydoras acutus
LC
Si
Heptapteridae
Pimelodella hartwelli
DD
No
Callichthyidae
Corydoras albolineatus
DD
Si
Heptapteridae
Pimelodella macrocephala
VU
No
Callichthyidae
Corydoras amphibelus
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella modestus
LC
No
Callichthyidae
Corydoras atropersonatus
DD
No
Heptapteridae
Pimelodella montana
DD
No
Callichthyidae
Corydoras bilineatus
DD
No
Heptapteridae
Pimelodella ophthalmica
DD
No
Callichthyidae
Corydoras copei
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella peruana
DD
No
Callichthyidae
Corydoras coriatae
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella peruensis
DD
No
Callichthyidae
Corydoras cruziensis
DD
Si
Heptapteridae
Pimelodella reyesi
LC
No
Callichthyidae
Corydoras fowleri
LC
No
Heptapteridae
Pimelodella roccae
DD
No
Callichthyidae
Corydoras geryi
LC
No
Heptapteridae
Rhamdella montana
CR
No
Callichthyidae
Corydoras isbrueckeri
DD
Si
Heptapteridae
Rhamdella rusbyi
DD
No
Callichthyidae
Corydoras lamberti
LC
No
Heptapteridae
Rhamdia xetequepeque
CR
No
Callichthyidae
Corydoras leucomelas
LC
No
Loricariidae
Ancistrus bolivianus
VU
No
Callichthyidae
Corydoras loretoensis
LC
Si
Loricariidae
Ancistrus bufonius
LC
No
Callichthyidae
Corydoras mamore
DD
Si
Loricariidae
Ancistrus caucanus
LC
No
Callichthyidae
Corydoras napoensis
LC
No
Loricariidae
Ancistrus greeni
DD
No
Callichthyidae
Corydoras negro
DD
Si
Loricariidae
Ancistrus heterorhynchus
DD
No
Callichthyidae
Corydoras noelkempi
DD
No
Loricariidae
Ancistrus jelskii
DD
No
Callichthyidae
Corydoras ortegai
LC
No
Loricariidae
Ancistrus lineolatus
DD
No
Callichthyidae
Corydoras panda
NT
No
Loricariidae
Ancistrus malacops
LC
No
Callichthyidae
Corydoras pantanalensis
DD
Si
Loricariidae
Ancistrus marcapatae
EN
No
Callichthyidae
Corydoras paragua
DD
No
Loricariidae
Ancistrus megalostomus
LC
No
Callichthyidae
Corydoras pastazensis
LC
No
Loricariidae
Ancistrus montanus
LC
No
Callichthyidae
Corydoras paucerna
DD
Si
Loricariidae
Ancistrus occloi
LC
No
Callichthyidae
Corydoras reynoldsi
DD
Si
Loricariidae
Ancistrus sericeus
LC
No
Callichthyidae
Corydoras stenocephalus
LC
No
Loricariidae
Ancistrus tamboensis
LC
No
Callichthyidae
Corydoras sychri
LC
No
Loricariidae
Ancistrus tolima
EN
No
Callichthyidae
Corydoras virginiae
LC
No
Loricariidae
Ancistrus variolus
DD
No
Callichthyidae
Corydoras weitzmani
LC
No
Loricariidae
Ancistrus vericaucanus
EN
No
Callichthyidae
Corydoras zygatus
LC
No
Loricariidae
Apistoloricaria condei
LC
No
Callichthyidae
Hoplosternum magdalenae
LC
No
Loricariidae
Aposturisoma myriodon
CR
Si
Callichthyidae
Lepthoplosternum altamazonicum
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma aburrensis
DD
No
Callichthyidae
Lepthoplosternum beni
LC
Si
Loricariidae
Chaetostoma aequinoctiale
LC
No
Cetopsidae
Cetopsis amphiloxa
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma alternifasciatum
DD
No
Cetopsidae
Cetopsis baudoensis
NT
No
Loricariidae
Chaetostoma anale
DD
No
Cetopsidae
Cetopsis imbriata
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma branickii
VU
No
Cetopsidae
Cetopsis jurubidae
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma breve
DD
No
Cetopsidae
Cetopsis montana
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma brevilabiatum
LC
No
Cetopsidae
Cetopsis othonops
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma changae
EN
No
Cetopsidae
Cetopsis pearsoni
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma daidalmatos
EN
No
Cetopsidae
Paracetopsis esmeraldas
NT
No
Loricariidae
Chaetostoma dermorhynchum
DD
No
Doradidae
Amblydoras nauticus
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma lepturum
EN
No
Doradidae
Anadoras grypus
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma leucomelas
LC
No
Doradidae
Centrochir crocodili
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma lineopunctatum
LC
No
Doradidae
Hypodoras foriculatus
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma loborhynchos
EN
No
Doradidae
Rhinodoras boehlkei
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma marginatum
LC
No
Heptapteridae
Cetopsorhamdia boquillae
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma marmorescens
VU
No
Heptapteridae
Cetopsorhamdia ilamentosa
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma mollinasum
NT
No
Heptapteridae
Cetopsorhamdia nasus
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma niveum
LC
No
Heptapteridae
Chasmocranus peruanus
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma palmeri
EN
Si
Heptapteridae
Chasmocranus quadrizonatus
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma patiae
LC
No
183
Imparinis cochabambae
Orden: Siluriformes
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Siluriformes
Familia
Especies
Cat
CC
Loricariidae
Chaetostoma paucispinis
DD
No
Loricariidae
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma stroumpoulos
EN
No
Loricariidae
Spatuloricaria curvispina
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma taczanowskii
LC
No
Loricariidae
Spatuloricaria euacanthagenys
DD
No
Loricariidae
Chaetostoma thomsoni
LC
No
Loricariidae
Spatuloricaria gymnogaster
LC
No
Loricariidae
Chaetostoma vagum
DD
No
Loricariidae
Spatuloricaria puganensis
LC
No
Loricariidae
Cordylancistrus daguae
LC
Si
Loricariidae
Squaliforma tenuicauda
LC
No
Loricariidae
Cordylancistrus platycephalus
DD
No
Loricariidae
Squaliforma virescens
DD
No
Loricariidae
Cordylancistrus platyrhynchus
DD
No
Loricariidae
Sturisoma caquetae
DD
No
Loricariidae
Crossoloricaria bahuaja
LC
Si
Loricariidae
Sturisoma guentheri
LC
No
Loricariidae
Crossoloricaria rhami
LC
No
Loricariidae
Sturisoma nigrirostrum
LC
Si
Loricariidae
Dasyloricaria seminuda
NT
Si
Loricariidae
Sturisomatichthys aureus
DD
No
Loricariidae
Dolichancistrus atratoensis
DD
No
Loricariidae
Sturisomatichthys renatus
CR
No
Loricariidae
Dolichancistrus carnegiei
LC
No
Loricariidae
Sturisomatichthys leightoni
LC
Si
Loricariidae
Etsaputu relictum
LC
No
Loricariidae
Sturisomatichthys tamanae
DD
No
Loricariidae
Farlowella altocorpus
DD
No
Pimelodidae
Megalonema xanthum
LC
No
Loricariidae
Farlowella gracilis
DD
No
Pimelodidae
Pimelodus grosskopii
CR
No
Loricariidae
Farlowella knerii
LC
No
Pimelodidae
Pseudoplatystoma magdaleniatum
EN
No
Loricariidae
Farlowella yarigui
DD
No
Pseudopimelodidae
Batrochoglanis transmontanus
LC
No
Loricariidae
Hypoptopoma bilobatum
DD
No
Pseudopimelodidae
Cruciglanis paciici
LC
No
Loricariidae
Hypostomus annectens
VU
No
Pseudopimelodidae
Microglanis zonatus
LC
No
Loricariidae
Hypostomus bolivianus
NT
No
Pseudopimelodidae
Pseudopimelodus schultzi
LC
No
Loricariidae
Hypostomus ericius
LC
No
Trichomycteridae
Eremophilus mutisii
LC
No
Loricariidae
Hypostomus fonchii
LC
No
Trichomycteridae
Malacoglanis gelatinosus
LC
No
Loricariidae
Hypostomus holostictus
LC
No
Trichomycteridae
Paravandellia phaneronema
LC
Si
Loricariidae
Hypostomus levis
DD
No
Trichomycteridae
Plectrochilus wieneri
LC
No
Loricariidae
Hypostomus niceforoi
DD
No
Trichomycteridae
Rhizosomichthys totae
CR
No
Loricariidae
Hypostomus oculeus
DD
No
Trichomycteridae
Stenolicmus sarmientoi
DD
No
Loricariidae
Hypostomus wilsoni
VU
No
Trichomycteridae
Trichomycterus aguarague
LC
No
Loricariidae
Lamontichthys stibaros
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus ballesterosi
NT
No
Loricariidae
Lasiancistrus heteracanthus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus banneaui
LC
No
Loricariidae
Leptoancistrus cordobensis
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus bomboizanus
DD
No
Loricariidae
Lipopterichthys carrioni
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus cachiraensis
NT
Si
Loricariidae
Loricariichthys cashibo
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus caliensis
LC
No
Loricariidae
Loricariichthys chanjoo
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus chaberti
LC
No
Loricariidae
Loricariichthys hauxwelli
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus chapmani
LC
No
Loricariidae
Loricariichthys ucayalensis
LC
Si
Trichomycteridae
Trichomycterus fassli
LC
No
Loricariidae
Otocinclus cocama
EN
No
Trichomycteridae
Trichomycterus gorgona
LC
No
Loricariidae
Otocinclus huaorani
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus latidens
DD
No
Loricariidae
Otocinclus macrospilus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus latistriatus
LC
No
Loricariidae
Panaqolus albivermis
EN
No
Trichomycteridae
Trichomycterus maldonadoi
NT
No
Loricariidae
Panaqolus albomaculatus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus megantoni
LC
No
Loricariidae
Panaqolus changae
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus nigromaculatus
LC
No
Loricariidae
Panaqolus dentex
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus regani
VU
No
Loricariidae
Panaqolus gnomus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus retropinnis
LC
No
Loricariidae
Panaqolus nocturnus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus romeroi
DD
No
Loricariidae
Panaque cochliodon
NT
No
Trichomycteridae
Trichomycterus ruitoquensis
NT
Si
Loricariidae
Peckoltia furcata
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus sandovali
LC
Si
Loricariidae
Peckoltia pankimpuju
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus santanderensis
LC
No
Loricariidae
Pseudohemiodon apithanos
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus sketi
LC
Si
Loricariidae
Pseudohemiodon lamina
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus spilosoma
LC
No
Loricariidae
Pseudohemiodon thorectes
DD
Si
Trichomycteridae
Trichomycterus stellatus
LC
No
Loricariidae
Pterygoplichthys scrophus
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus straminius
DD
No
Loricariidae
Pterygoplichthys undecimalis
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus taczanowskii
DD
No
Loricariidae
Rhadinoloricaria macromystax
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus taenia
LC
No
Loricariidae
Rineloricaria beni
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus taeniops
EN
No
Loricariidae
Rineloricaria jubata
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus transandianus
VU
Si
Loricariidae
Rineloricaria morrowi
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus uisae
LC
Si
Loricariidae
Rineloricaria sneiderni
DD
No
Trichomycteridae
Trichomycterus unicolor
EN
No
Loricariidae
Rineloricaria wolfei
LC
No
Trichomycteridae
Trichomycterus weyrauchi
EN
No
Loricariidae
Spatuloricaria atratoensis
DD
No
184
Spatuloricaria caquetae
2.2 Moluscos de agua dulce
Clase: Bivalvia
Clase: Gastropoda
Orden: Unionoida
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Architaenioglossa
Familia
Especies
Cat
CC
Etheriidae
Acostaea rivolii
CR
Si
Ampullariidae
Pomacea puntaplaya
DD
No
No
Hyriidae
Castalia ecarinata
LC
No
Ampullariidae
Pomacea quinindensis
VU
Mycetopodidae
Anodontites colombiensis
LC
No
Ampullariidae
Pomacea reyrei
DD
No
Mycetopodidae
Diplodontites cookei
LC
Si
Ampullariidae
Pomacea tenuissima
DD
No
Ampullariidae
Pomacea zischkai
DD
No
Mycetopodidae
Diplodontites olssoni
VU
No
Mycetopodidae
Diplodontites pilsbryana
LC
No
Orden: Veneroida
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Hygrophila
Familia
Especies
Cat
CC
Planorbidae
Biomphalaria edisoni
DD
No
Sphaeriidae
Pisidium iquito
LC
No
Planorbidae
Biomphalaria raimondi
DD
No
Sphaeriidae
Sphaerium aequatoriale
DD
Si
Planorbidae
Biomphalaria trygira
DD
Si
Clase: Gastropoda
Orden: Littorinimorpha
Orden: Architaenioglossa
Familia
Especies
Cat
Familia
Especies
Cat
CC
CC
Cochliopidae
Aroapyrgus colombiensis
DD
No
Ampullariidae
Pomacea aldersoni
LC
No
Cochliopidae
Heleobia chavezi
DD
No
Ampullariidae
Pomacea baeri
DD
No
Cochliopidae
Heleobia lorezii
DD
No
Ampullariidae
Pomacea catamarcensis
DD
No
Cochliopidae
Heleobia hernandezae
DD
No
Ampullariidae
Pomacea cornucopia
DD
No
Cochliopidae
Tryonia tricarinata
DD
No
Ampullariidae
Pomacea cousini
DD
No
Lithococcus multicarinatus
Ampullariidae
No
LC
No
Pomacea expansa
NT
Hydrobiidae
Cat
DD
CC
No
Ampullariidae
Pomacea hollingsworthi
DD
No
Ampullariidae
Pomacea martinezi
DD
No
Ampullariidae
Pomacea modesta
DD
No
Ampullariidae
Pomacea ocanensis
CR
No
Ampullariidae
Pomacea palmeri
VU
No
Orden: Sorbeoconcha
Familia
Especies
hiaridae
Hemisinus guayaquilensis
2.3 Libélulas
Clase: Insecta
Orden: Odonata
Suborden: Anisoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Aeshnidae
DD
No
Castoraeschna coronata
Suborden: Anisoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Gomphidae
Phyllogomphoides singularis
DD
No
Gomphidae
Progomphus boliviensis
LC
No
Gomphidae
Progomphus delicatus
DD
No
Gomphidae
Progomphus montanus
LC
No
Aeshnidae
Coryphaeschna huaorania
LC
No
Aeshnidae
Gynacantha bartai
DD
No
Gomphidae
Progomphus nervis
DD
No
Aeshnidae
Gynacantha remartinia
DD
No
Gomphidae
Progomphus tantillus
DD
No
Aeshnidae
Neuraeschna mayoruna
DD
No
Libellulidae
Erythrodiplax ines
LC
No
Aeshnidae
Rhionaeschna caligo
EN
Si
Libellulidae
Micrathyria sympriona
LC
No
Aeshnidae
Rhionaeschna intricata
LC
No
Libellulidae
Oligoclada teretidentis
LC
No
No
Aeshnidae
Rhionaeschna peralta
LC
No
Libellulidae
Orthemis sulphurata
LC
Aeshnidae
Triacanthagyna williamsoni
LC
No
Libellulidae
Orthemis tambopatae
LC
No
Gomphidae
Aphylla boliviana
LC
No
Libellulidae
Orthemis teres
DD
No
Libellulidae
Uracis reducta
DD
No
Gomphidae
Aphylla robusta
DD
No
Gomphidae
Aphylla silvatica
DD
No
Gomphidae
Aphylla spinula
DD
No
Gomphidae
Epigomphus gibberosus
DD
No
Gomphidae
Epigomphus llama
DD
No
Gomphidae
Epigomphus occipitalis
DD
No
Gomphidae
Epigomphus pechumani
DD
No
Gomphidae
Perigomphus angularis
DD
No
Gomphidae
Peruviogomphus moyobambus
LC
No
Gomphidae
Peruviogomphus pearsoni
LC
No
Gomphidae
Phyllocycla hespera
LC
Suborden: Zygoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Calopterygidae
LC
No
Hetaerina aurora
Calopterygidae
Hetaerina duplex
LC
No
Calopterygidae
Hetaerina lavipennis
LC
No
Calopterygidae
Mnesarete devillei
LC
No
Calopterygidae
Mnesarete drepane
LC
No
No
Calopterygidae
Mnesarete ephippium
LC
No
Mnesarete marginata
DD
No
Gomphidae
Phyllocycla titschacki
LC
No
Calopterygidae
Gomphidae
Phyllogomphoides aculeus
DD
No
Calopterygidae
Ormenophlebia imperatrix
LC
No
Gomphidae
Phyllogomphoides camposi
DD
No
Calopterygidae
Ormenophlebia regina
LC
Si
Gomphidae
Phyllogomphoides lietincki
LC
No
Calopterygidae
Ormenophlebia rollinati
DD
No
185
Suborden: Zygoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Suborden: Zygoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Calopterygidae
LC
No
Coenagrionidae
DD
Si
Ormenophlebia saltuum
Proneura prolongata
Coenagrionidae
Acanthagrion hartei
DD
No
Coenagrionidae
Protallagma hofmanni
NT
Si
Coenagrionidae
Acanthagrion obsoletum
LC
Si
Coenagrionidae
Protoneura klugi
DD
No
Coenagrionidae
Acanthagrion peruanum
LC
No
Coenagrionidae
Protoneura macintyrei
NT
No
Coenagrionidae
Acanthagrion williamsoni
EN
No
Coenagrionidae
Schistolobos boliviensis
LC
No
Coenagrionidae
Acanthagrion yungarum
LC
No
Coenagrionidae
Telebasis brevis
LC
No
Coenagrionidae
Aeolagrion axine
LC
No
Coenagrionidae
Telebasis farcimentum
VU
No
Coenagrionidae
Amazoneura westfalli
LC
Si
Coenagrionidae
Telebasis lammeola
EN
No
Coenagrionidae
Argia dives
LC
No
Coenagrionidae
Telebasis milleri
LC
No
Coenagrionidae
Argia raudatricula
DD
No
Coenagrionidae
Telebasis versicolor
LC
No
Coenagrionidae
Argia gerhardi
LC
No
Coenagrionidae
Telebasis watsoni
DD
No
Coenagrionidae
Argia hamulata
LC
No
Coenagrionidae
Tuberculobasis cardinalis
LC
No
Coenagrionidae
Argia inrequentula
LC
No
Lestidae
Archilestes chocoanus
DD
No
Coenagrionidae
Argia kokama
LC
No
Megapodagrionidae
Archaeopodagrion armatum
LC
No
Coenagrionidae
Argia limitata
LC
No
Megapodagrionidae
Archaeopodagrion bicorne
LC
No
Coenagrionidae
Argia mishuyaca
DD
No
Megapodagrionidae
Archaeopodagrion bilobatum
DD
No
Coenagrionidae
Argia rosseri
NT
No
Megapodagrionidae
Heteragrion aequatoriale
LC
No
Coenagrionidae
Argia variata
LC
No
Megapodagrionidae
Heteragrion bickorum
LC
No
Megapodagrionidae
Heteragrion calendulum
EN
No
No
Coenagrionidae
Denticulobasis dunklei
LC
Si
Coenagrionidae
Drepanoneura donnellyi
EN
No
Megapodagrionidae
Heteragrion cooki
LC
Coenagrionidae
Drepanoneura linti
LC
No
Megapodagrionidae
Heteragrion lavidorsum
DD
Si
Coenagrionidae
Drepanoneura loutoni
LC
Si
Megapodagrionidae
Heteragrion peregrinum
CR
Si
Coenagrionidae
Drepanoneura muzoni
LC
Si
Megapodagrionidae
Heteropodagrion croizati
LC
No
Coenagrionidae
Drepanoneura peruviensis
LC
Si
Megapodagrionidae
Heteropodagrion sanguinipes
LC
No
Coenagrionidae
Drepanoneura tennesseni
LC
No
Megapodagrionidae
Mesagrion leucorrhinum
LC
No
Coenagrionidae
Epipleoneura protostictoides
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia berenice
DD
No
Coenagrionidae
Homeoura sobrina
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia boliviana
LC
No
Coenagrionidae
Inpabasis hubelli
DD
Si
Megapodagrionidae
Philogenia buenavista
LC
No
Coenagrionidae
Ischnura chingaza
LC
Si
Megapodagrionidae
Philogenia compressa
DD
No
Coenagrionidae
Ischnura cruzi
LC
No
Megapodagrionidae
Philogenia cristalina
VU
No
Coenagrionidae
Ischnura cyane
LC
No
Megapodagrionidae
Philogenia ebona
DD
No
No
Megapodagrionidae
Philogenia elisabeta
LC
No
Coenagrionidae
Ischnura indivisa
DD
Coenagrionidae
Ischnura mahechai
DD
Si
Megapodagrionidae
Philogenia helena
NT
No
Coenagrionidae
Ischnura rufovittata
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia iquita
DD
No
No
Coenagrionidae
Leptobasis maufrayi
LC
No
Megapodagrionidae
Philogenia macuma
LC
Coenagrionidae
Mecistogaster martinezi
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia mangosisa
LC
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion demarmelsi
EN
No
Megapodagrionidae
Philogenia minteri
LC
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion dunklei
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia monotis
EN
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion ecuatoriale
DD
No
Megapodagrionidae
Philogenia peruviana
DD
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion gaudiimontanum
EN
Si
Megapodagrionidae
Philogenia raphaella
DD
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion nataliae
EN
No
Megapodagrionidae
Philogenia redunca
LC
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion occultum
LC
Si
Megapodagrionidae
Philogenia schmidti
DD
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion ovigerum
VU
No
Megapodagrionidae
Philogenia silvarum
LC
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion risi
LC
No
Megapodagrionidae
Philogenia sucra
DD
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion rosseri
VU
No
Megapodagrionidae
Philogenia umbrosa
DD
No
Coenagrionidae
Mesamphiagrion santainense
EN
Si
Megapodagrionidae
Teinopodagrion angulatum
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis brevicauda
DD
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion caquetanum
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis furcifera
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion chinchaysuyum
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis gabrielae
DD
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion croizati
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis gibbosa
CR
Si
Megapodagrionidae
Teinopodagrion curtum
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion decipiens
LC
No
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis guillermoi
DD
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis knopi
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion depressum
LC
Coenagrionidae
Metaleptobasis maufrayi
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion eretes
LC
No
Teinopodagrion mercenarium
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis panguanae
DD
No
Megapodagrionidae
Coenagrionidae
Metaleptobasis peltata
DD
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion muzanum
DD
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis prostrata
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion nebulosum
LC
No
Coenagrionidae
Metaleptobasis turbinata
DD
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion schiessi
LC
No
Coenagrionidae
Oreiallagma acutum
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion setigerum
LC
No
Coenagrionidae
Oreiallagma oreas
LC
Si
Megapodagrionidae
Teinopodagrion temporale
VU
No
Coenagrionidae
Oreiallagma prothoracicum
DD
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion vallenatum
NT
No
Coenagrionidae
Oreiallagma quadricolor
LC
No
Megapodagrionidae
Teinopodagrion waynu
DD
No
Coenagrionidae
Oxyagrion hermosae
DD
Si
Megapodagrionidae
Teinopodagrion yunka
LC
No
Coenagrionidae
Oxyagrion tennesseni
LC
No
Perilestidae
Perissolestes castor
DD
No
Coenagrionidae
Oxyallagma colombianum
LC
Si
Perilestidae
Perissolestes remus
CR
No
Coenagrionidae
Phoenicagrion paulsoni
LC
No
Platystictidae
Palaemnema abbreviata
LC
No
186
Suborden: Zygoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Suborden: Zygoptera
Familia
Especies
Cat
CC
Platystictidae
DD
No
Polythoridae
DD
No
Palaemnema apicalis
Cora munda
Platystictidae
Palaemnema azupizui
DD
No
Polythoridae
Cora parda
DD
No
Platystictidae
Palaemnema brucelli
LC
No
Polythoridae
Cora terminalis
LC
No
Platystictidae
Palaemnema carmelita
DD
No
Polythoridae
Euthore fassli
LC
No
Platystictidae
Palaemnema croceicauda
CR
No
Polythoridae
Euthore inlactea
DD
No
Platystictidae
Palaemnema edmondi
CR
Si
Polythoridae
Euthore leroii
DD
No
Platystictidae
Palaemnema martini
DD
Si
Polythoridae
Euthore mirabilis
DD
No
Platystictidae
Palaemnema peruviana
DD
No
Polythoridae
Miocora pellucida
DD
Si
Platystictidae
Palaemnema picicaudata
LC
No
Polythoridae
Polythore boliviana
LC
No
Polythoridae
Cora aurea
LC
No
Polythoridae
Polythore concinna
LC
No
Polythoridae
Cora chiribiquete
DD
No
Polythoridae
Polythore derivata
LC
No
Polythoridae
Cora confusa
DD
No
Polythoridae
Polythore koepckei
DD
No
Polythoridae
Cora dorada
DD
No
Polythoridae
Polythore lamerceda
LC
No
Polythoridae
Cora dualis
DD
No
Polythoridae
Polythore manua
LC
No
Polythoridae
Cora irene
LC
No
Polythoridae
Polythore mutata
LC
No
Polythoridae
Cora jocosa
LC
No
Polythoridae
Polythore ornata
LC
No
Polythoridae
Cora klenei
LC
No
Polythoridae
Polythore spaeteri
LC
No
Polythoridae
Cora lugubris
VU
No
Polythoridae
Polythore victoria
LC
No
Polythoridae
Cora modesta
DD
No
Polythoridae
Polythore williamsoni
DD
No
2.1 Plantas acuáticas
Clase: Isoetopsida
Orden: Isoetales
Familia
Especies
Cat
CC
Isoetaceae
Isoetes bischlerae
LC
No
Isoetaceae
Isoetes boliviensis
LC
Si
Isoetaceae
Isoetes cleeii
LC
No
Isoetaceae
Isoetes colombiana
DD
No
Isoetaceae
Isoetes dispora
CR
Si
Isoetaceae
Isoetes ecuadoriensis
VU
No
Isoetaceae
Isoetes eshbaughii
DD
Si
Isoetaceae
Isoetes herzogii
VU
No
Isoetaceae
Isoetes hewitsonii
CR
Si
Isoetaceae
Isoetes lechleri
LC
No
Isoetaceae
Isoetes palmeri
LC
No
Isoetaceae
Isoetes parvula
VU
Si
Isoetaceae
Isoetes saracochensis
VU
Si
Clase: Liliopsida
Orden: Alismatales
Familia
Especies
Cat
CC
Alismataceae
Echinodorus emersus
LC
Si
Orden: Arales
Familia
Especies
Cat
CC
Lemnaceae
Lemna yungensis
NT
Si
Orden: Bromeliales
Familia
Especies
Cat
CC
Bromeliaceae
Puya laccata
DD
Si
Orden: Cyclanthales
Familia
Especies
Cat
CC
Cyclanthaceae
DD
No
Dicranopygium goudotii
Orden: Cyperales
Familia
Especies
Cat
CC
Cyperaceae
Carex luridiformis
LC
No
Cyperaceae
Eleocharis columbiensis
DD
No
Cyperaceae
Oreobolus cleeii
LC
No
Orden: Eriocaulales
Familia
Especies
Cat
CC
Eriocaulaceae
Paepalanthus stuebelianus
LC
No
Eriocaulaceae
Syngonanthus peruvianus
LC
Si
Orden: Juncales
Familia
Especies
Cat
CC
Juncaceae
Distichia acicularis
LC
Si
Juncaceae
Juncus subulitepalus
DD
No
Orden: Orchidales
Familia
Especies
Cat
CC
Orchidaceae
Palmorchis imuyaensis
LC
No
Clase: Magnoliopsida
187
Orden: Asterales
Familia
Especies
Cat
CC
Compositae
Baccharis hieronymi
VU
Si
Compositae
Eclipta leiocarpa
DD
No
Compositae
Plagiocheilus solivaeformis
LC
No
Orden: Callitrichales
Familia
Especies
Cat
CC
Callitrichaceae
Callitriche heteropoda
DD
No
Callitrichaceae
Callitriche quindiensis
DD
Si
Orden: Caryophyllales
Familia
Especies
Cat
CC
Portulacaceae
DD
No
Montia biapiculata
Orden: Ebenales
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Polygonales
Familia
Especies
Cat
CC
Ebenaceae
Diospyros nur
NT
No
Polygonaceae
Polygonum peruvianum
DD
No
Ebenaceae
Diospyros yomomo
NT
No
Polygonaceae
Rumex tolimensis
LC
No
Orden: Euphorbiales
Familia
Especies
Cat
CC
Orden: Ranunculales
Familia
Especies
Cat
CC
Euphorbiaceae
LC
No
Ranunculaceae
Ranunculus bangii
DD
No
Ranunculaceae
Ranunculus breviscapus
LC
Si
Ranunculaceae
Ranunculus gusmannii
LC
No
Caperonia zaponzeta
Orden: Fabales
Familia
Especies
Cat
CC
Leguminosae
Desmodium subsecundum
DD
Si
Orden: Gentianales
Familia
Especies
Cat
CC
Asclepiadaceae
Matelea rivularis
LC
No
Orden: Rubiales
Familia
Especies
Cat
CC
Rubiaceae
Galium ascendens
LC
No
Orden: Scrophulariales
Familia
Especies
Cat
CC
Scrophulariaceae
LC
No
Calceolaria aquatica
Orden: Podostemales
Familia
Especies
Cat
CC
Podostemaceae
Apinagia boliviana
VU
Si
Podostemaceae
Apinagia luitans
DD
No
Orden: Solanales
Familia
Especies
Cat
CC
Podostemaceae
Apinagia peruviana
CR
Si
Menyanthaceae
Nymphoides herzogii
EN
Si
Podostemaceae
Rhyncholacis nobilis
VU
No
Orden: Polygalales
Familia
Especies
Cat
Malpighiaceae
Byrsonima riparia
DD
Orden: heales
Familia
Especies
Cat
CC
CC
Elatinaceae
Elatine ecuadoriensis
LC
Si
Si
Guttiferae
Hypericum callacallanum
VU
No
188
Apéndice 3. Áreas Clave para la
Biodiversidad
3.1 Lista de especies determinantes .................................................................................................................................................... xx
3.2 ACB existentes adoptadas .....................................................................................................................................................................................xx
3.3 Áreas protegidas y sitios Ramsar existentes adoptados.......................................................................................................................................xx
3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas...............................................................................................................................................................xx
3.5 Actores potencialmente interesados .....................................................................................................................................................................xx
3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca .........................................................................................................................................xx
3.1 Lista de todas las especies determinantes validadas en ACB de agua dulce. C1 = Criterio 1. Especies amenazadas; C2 =
Criterio 2. Especies de distribución geográica restringida; * = especies que determinan sitios AZE.
País
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
ZMC
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Perú
Río Nanay
Perú
Río Nanay
Perú
Río Nanay
Perú
Bolivia
Alto Perené
Alto Río San Pablo
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
Perú
Alto Madre de Dios
Alto Madre de Dios
Perú
Alto Madre de Dios
Perú
Alto Madre de Dios
Bolivia
Bajo Paraguá
Colombia
Río La Miel
Colombia
Río La Miel
Colombia
Río La Miel
Perú
Perú
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
ACB
Allpahuayo Mishana
Allpahuayo Mishana
Allpahuayo Mishana
Allpahuayo Mishana
Allpahuayo Mishana
Allpahuayo Mishana
Alto Nanay- Pintuyacu
Chambira
Alto Nanay- Pintuyacu
Chambira
Alto Nanay- Pintuyacu
Chambira
Alto Perené en Acobamba
Alto Río San Pablo Poza
Ampiyacu Apayacu Zona
Amortiguamiento
Ampiyacu Apayacu Zona
Amortiguamiento
Ampiyacu Apayacu Zona
Amortiguamiento
Ampiyacu Apayacu Zona
Amortiguamiento
Ampiyacu Apayacu Zona
Amortiguamiento
Bahuaja Sonene
Bahuaja Sonene
Bahuaja Tambopata Zona
Amortiguamiento
Bahuaja Tambopata Zona
Amortiguamiento
Bajo Paraguá Sistema
Hídrico Subterráneo
Bajo Río La Miel- Río
Samaná Sur
Bajo Río La Miel- Río
Samaná Sur
Bajo Río La Miel- Río
Samaná Sur
Cabecera Huallaga
Cabecera Huallaga
189
Especie determinante
Trachelyichthys exilis
Apistogramma allpahuayo
Corydoras atropersonatus
Hypopygus ortegai
Leporinus holostictus
Potamotrygon tigrina*
Grupo
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
C1
EN
C2
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Apistogramma martini
Peces
-
Sí
Apistogramma pantalone
Peces
-
Sí
Nannostomus mortenthaleri*
Peces
CR
Sí
Astroblepus formosus*
Spectrolebias pilleti
Peces
Peces
CR
VU
Sí
Sí
Moenkhausia atahualpiana
Peces
-
Sí
Pimelodella cyanostigma
Peces
-
Sí
Hypoptopoma bilobatum
Peces
-
Sí
Hyphessobrycon robustulus
Peces
-
Sí
Bryconamericus phoenicopterus
Peces
-
Sí
Attonitus bounites
Cora parda
Peces
Libélulas
VU
-
Sí
Attonitus bounites
Peces
VU
-
Polythore manua
Libélulas
-
Sí
Phreatobius sanguijuela*
Peces
CR
Sí
Brycon moorei
Peces
VU
-
Ichthyoelephas longirostris
Peces
VU
-
Libélulas
EN
Sí
Peces
Peces
EN
Sí
Sí
Drepanoneura donnellyi
Orestias empyraeus
Orestias gymnota
País
ZMC
ACB
Especie determinante
Grupo
C1
C2
Perú
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Alto Perené
Alto Perené
Río Coello
Río Coello
N/A
N/A
Orestias gymnota
Orestias empyraeus
Bryconamericus tolimae
Trichomycterus transandianus
Cynopotamus atratoensis
Hypostomus wilsoni
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
EN
VU
VU
VU
VU
Sí
Sí
Sí
Sí
-
Perú
Río Aguaytía
Tahuantinsuyoa macantzatza
Peces
-
Sí
Perú
Río Aguaytía
Metaleptobasis brevicauda
Libélulas
-
Sí
Perú
Río Aguaytía
Teinopodagrion eretes
Libélulas
-
Sí
Ecuador
Ecuador
Perú
Perú
N/A
N/A
N/A
N/A
Peces
Peces
Peces
Peces
VU
VU
VU
VU
Sí
Sí
-
Perú
N/A
Polythore victoria
Libélulas
-
Sí
Ecuador
Río Pastaza - Bobonaza
Metaleptobasis gibbosa*
Libélulas
CR
Sí
Ecuador
Río Pastaza - Bobonaza
Teinopodagrion angulatum
Libélulas
-
Sí
Ecuador
Río Pastaza - Bobonaza
Archaeopodagrion bicorne
Libélulas
-
Sí
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Bolivia
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Alto Beni
Astroblepus longiceps
Hemibrycon beni
Knodus longus
Oreiallagma acutum
Ormenophlebia regina
Ormenophlebia rollinati
Philogenia schmidti
Teinopodagrion schiessi
Teinopodagrion yunka
Peces
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Libélulas
VU
-
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Colombia
N/A
Peces
-
Sí
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Alto Río Huallaga
Peces
Peces
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
Peces
Peces
Libélulas
EN
EN
EN
VU
-
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Colombia
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Austrofundulus myersi
Peces
EN
Sí
Colombia
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Creagrutus nigrostigmatus
Peces
EN
Sí
Colombia
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Austrofundulus myersi
Peces
EN
Sí
Perú
N/A
Tahuantinsuyoa chipi
Peces
VU
Sí
Colombia
N/A
Brycon labiatus
Peces
EN
Sí
Colombia
N/A
Cabecera Río Perené
Cabecera Río Perené
Cañón del Río Combeima
Cañón del Río Combeima
Cenagoso Del Bajo Sinú
Cenagoso Del Bajo Sinú
Cordillera Azul Zona
Amortiguamiento
Cordillera Azul Zona
Amortiguamiento
Cordillera Azul Zona
Amortiguamiento
Cordillera del Cóndor
Cordillera del Cóndor
Cordillera del Cóndor
Cordillera del Cóndor
Cordillera Yanachaga
extensión
Corredor Ecológico
Llanganates-Sangay
Corredor Ecológico
Llanganates-Sangay
Corredor Ecológico
Llanganates-Sangay
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cotapata
Cuenca Alta Del Río
Quindío Salento
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Cuenca Media Huallaga
Del Sistema Manglárico
Del Sector De La Boca De
Guacamaya
Del Sistema Manglárico
Del Sector De La Boca De
Guacamaya
El Corchal el Mono
Hernández
El Sira Zona
Amortiguamiento
Haciendas Ganaderas del
Norte del Cauca
Haciendas Ganaderas del
Norte del Cauca
Callichthys fabricioi
Peces
VU
Sí
190
Astroblepus supramollis
Chaetostoma branickii
Astroblepus supramollis
Chaetostoma branickii
Hemibrycon quindos
Anablepsoides derhami
Chaetostoma changae*
Chaetostoma daidalmatos*
Chaetostoma stroumpoulos*
Phyllocycla titschacki
Telebasis watsoni
Chaetostoma marmorescens
Othonocheirodus eigenmanni
Philogenia elisabeta
País
ZMC
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
N/A
Perú
Colombia
Perú
Perú
Alto Madre de Dios
N/A
N/A
N/A
Bolivia
Cochabamba Ríos
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Perú
Perú
N/A
Sistema Hídrico
Imbakucha
N/A
N/A
N/A
Alto Madre de Dios
Alto Madre de Dios
Ecuador
Alto Guayllabamba
Ecuador
Alto Río Blanco y Alto
Guayllabamba
Ecuador
Alto Río Blanco y Alto
Guayllabamba
Bolivia
Bolivia
Bajo Paraguá
Bajo Paraguá
Ecuador
N/A
Perú
Perú
Perú
N/A
N/A
N/A
Perú
N/A
Perú
N/A
Colombia
Río La Miel
Perú
Río Aguaytía
Colombia
N/A
Colombia
N/A
Ecuador
N/A
Perú
Alto Río Huallaga
Perú
Alto Río Huallaga
Perú
Alto Río Huallaga
Perú
Alto Río Huallaga
Colombia
Río Coello
Ecuador
ACB
Junín Zona
Amortiguamiento
Junín Zona
Amortiguamiento
Junín Zona
Amortiguamiento
Kosnipata Carabaya
La Forzosa-Santa Gertrudis
Lago de Junín
Lago de Junín
Lagos Vacas Angostura
Alalay
Laguna de Tota
Laguna San Pablo y Zona
de Captación
Los Katios
Los Katios
Mana Dulce
Manu
Manu
Maquipucuna-Río
Guayllabamba
Mindo y Estribaciones
Occidentales del volcán
Pichincha
Mindo y Estribaciones
Occidentales del volcán
Pichincha
Noel Kempf Mercado
Noel Kempf Mercado
P. Nacional Sumaco NapoGaleras y Baeza Lumbaqui
Pacaya Samiria
Pacaya Samiria
Pacaya Samiria
Pacaya Samiria Zona
Amortiguamiento
Pacaya Samiria Zona
Amortiguamiento
Páramos del Sur de
Antioquia
Parque Nacional Cordillera
Azul
Parque Nacional Natural
Chingaza
Parque Nacional Natural
Paramillo
Parque Nacional
Podocarpus
Parque Nacional Tingo
María
Parque Nacional Tingo
María
Parque Nacional Tingo
María
Parque Nacional Tingo
María
Quebrada Cay (extensión
del Cañón del Río
Combeima KBA)
191
Especie determinante
Grupo
C1
C2
Orestias polonorum
Peces
EN
Sí
Orestias empyraeus
Peces
-
Sí
Orestias gymnota
Peces
EN
Sí
Libélulas
Libélulas
Peces
Peces
EN
-
Sí
Sí
Sí
Sí
Oligosarcus schindleri
Peces
EN
Sí
Rhizosomichthys totae
Peces
CR
Sí
Astroblepus ubidiai*
Peces
CR
Sí
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
Libélulas
VU
VU
EN
-
Sí
Sí
Sí
Astroblepus issidens
Peces
-
Sí
Astroblepus mindoensis
Peces
-
Sí
Libélulas
-
Sí
Peces
Peces
-
Sí
Sí
Libélulas
-
Sí
Apistogramma cinilabra
Otocinclus cocama*
Apistogramma rositae
Peces
Peces
Peces
VU
EN
-
Sí
Sí
Sí
Apistogramma cinilabra
Peces
VU
Sí
Otocinclus cocama*
Peces
EN
Sí
Libélulas
VU
Sí
Tahuantinsuyoa macantzatza
Peces
-
Sí
Astroblepus latidens
Peces
VU
Sí
Brycon fowleri
Peces
VU
Sí
Archaeopodagrion armatum
Libélulas
-
Sí
Metaleptobasis brevicauda
Libélulas
-
Sí
Peces
-
Sí
Philogenia umbrosa
Libélulas
-
Sí
Aphylla robusta
Libélulas
-
Sí
Peces
VU
Sí
Oreiallagma quadricolor
Epigomphus pechumani
Orestias polonorum
Orestias empyraeus
Cynopotamus atratoensis
Hypostomus wilsoni
Acanthagrion williamsoni*
Polythore manua
Oreiallagma quadricolor
Heteropodagrion sanguinipes
Corydoras albolineatus
Corydoras isbrueckeri
Mesamphiagrion ecuatoriale
Mesamphiagrion rosseri
Pimelodella montana
Bryconamericus tolimae
País
ZMC
Colombia
Río Coello
Colombia
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
N/A
Alto Madre de Dios
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Río Nanay
Ecuador
N/A
Ecuador
N/A
Perú
Alto Madre de Dios
Perú
Perú
N/A
N/A
Ecuador
Alto Guayllabamba
Ecuador
Alto Río Blanco
Bolivia
Perú
Perú
Perú
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Bolivia
Bolivia
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
N/A
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Ríos Dagua-Anchicayá
Río Bogota
Río Bogota
Chapare Secure
Chapare Secure
Alto Madre de Dios
Río Lebrija
Río Lebrija
Río Lebrija
Río Alto Marañón
Río Alto Marañón
Río Alto Marañón
Río Alto Marañón
Alto Madre de Dios
Alto Madre de Dios
Alto Madre de Dios
N/A
Río Coello
Río Prado
Río La Vieja
ACB
Quebrada Cay (extensión
del Cañón del Río
Combeima KBA)
Quebrada Las Lajitas
Quincemíl
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Quisto Cocha
Reserva Biológica
Limoncocha
Reserva Biológica
Limoncocha
Reserva Comunal
Amarakaeri
Reserva Comunal El Sira
Reserva Comunal El Sira
Reserva Ecológica
Cotacachi-Cayapas
Reserva Ecológica los
Illinizas y alrededores
Río Achira
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Anchicayá
Río Bogotá
Río Bogotá
Río Chapare
Río Chapare
Río Inambari y Araza
Río Lebrija
Río Lebrija
Río Lebrija
Río Marañón
Río Marañón
Río Marañón
Río Marañón
Rio Marcapata
Río Marcapata
Río Marcapata
Río Oibita
Río Opia
Río Prado
Río Roble
192
Especie determinante
Grupo
C1
C2
Peces
VU
Sí
Telebasis farcimentum
Anablepsoides parlettei
Anablepsoides speciosus*
Cheirodon ortegai
Philogenia compressa
Laimosemion rectocaudatus
Apistogramma eremnopyge
Epipleoneura protostictoides
Neuraeschna mayoruna
Libélulas
Peces
Peces
Peces
Libélulas
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
VU
VU
CR
-
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Peruviogomphus pearsoni
Libélulas
-
Sí
Aphylla silvatica
Libélulas
-
Sí
Attonitus bounites
Peces
VU
-
Polythore koepckei
Polythore spaeteri
Libélulas
Libélulas
-
Sí
Sí
Peces
-
Sí
Heteropodagrion sanguinipes
Libélulas
-
Sí
Argia rosseri
Corydoras coriatae
Aposturisoma myriodon*
Hemibrycon mikrostiktos
Tahuantinsuyoa macantzatza
Parastremma sadina
Astroblepus heterodon
Andinoacara biseriatus
Astyanax daguae
Cichlasoma gephyrum
Gymnotus henni
Apteronotus spurrellii
Astroblepus ventralis
Pseudochalceus kyburzi
Cora aurea
Mesamphiagrion nataliae*
Mesamphiagrion demarmelsi
Oligosarcus schindleri
Knodus shinahota*
Hyphessobrycon nigricinctus
Gymnotus ardilai*
Lebiasina loridablancaensis
Trichomycterus ruitoquensis
Astroblepus labialis
Astroblepus supramollis
Chaetostoma mollinasum
Microgenys lativirgata
Ancistrus marcapatae*
Hemibrycon inambari
Anablepsoides lineasoppilatae
Callichthys oibaensis
Acostaea rivolii*
Ancistrus tolima*
Ancistrus vericaucanus
Libélulas
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Moluscos
Peces
Peces
CR
VU
VU
EN
EN
VU
VU
VU
EN
EN
EN
CR
VU
EN
VU
EN
VU
CR
EN
EN
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Trichomycterus transandianus
Astroblepus issidens
País
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
Perú
Perú
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Bolivia
Ecuador
Ecuador
Ecuador
Colombia
Perú
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
Colombia
ZMC
Río Nare
Río Nare
Río Nare
Río Nare
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río Aguaytía
Río San Juan
Río San Juan
Río San Juan
Río San Pablo
Alto Río Napo
Alto Río Blanco
Alto Río Blanco
Río Calenturitas
Alto Madre de Dios
Alto Madre de Dios
Río La Miel
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Arroyos costeros Planicie
Caribe
N/A
Colombia
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Colombia
Arroyos costeros Planicie
Caribe
Colombia
Páramo Belmira
Colombia
Páramo Belmira
Colombia
Perú
Páramo Belmira
N/A
Ecuador
Río Cachaví
Ecuador
Río Cachaví
Ecuador
Río Cachaví
Perú
Ecuador
Alto Madre de Dios
Alto Guayllabamba
ACB
Río Samaná Norte
Río Samaná Norte
Río Samaná Norte
Río Samaná Norte
Río San Alejandro
Río San Alejandro
Río San Alejandro
Río San Juan
Río San Juan
Río San Juan
Río San Pablo
Río Sinde
Río Toachi-Chiriboga
Río Toachi-Chiriboga
Río Tucuy
Ríos Inambari y Araza
Ríos Inambari y Araza
Selva de Florencia
Serranía de Coraza y
Montes de María
Serranía de Coraza y
Montes de María
Serranía de los Yariguíes
Sistema De Manglar Y
Lagunar Ciénaga De La
Caimanera
Sistema De Manglar Y
Lagunar Ciénaga De La
Caimanera
Páramo Belmira
Sistema De Páramos Y
Bosques Altoandinos
Del Noroccidente Medio
Antioqueño + extensión
Páramo Belmira
Tarapoto
Territorio Étnico Awá y
alrededores
Territorio Étnico Awá y
alrededores
Territorio Étnico Awá y
alrededores
Valle de Cosñipata
Valle de Guayllabamba
Especie determinante
Palaemnema croceicauda*
Philogenia cristalina
Teinopodagrion temporale
Astroblepus homodon
Anablepsoides elongatus
Moenkhausia margitae
Panaqolus albivermis*
Trichomycterus unicolor*
Imparinis spurrellii*
Chaetostoma palmeri*
Aphyolebias claudiae*
Telebasis lammeola*
Heteropodagrion sanguinipes
Philogenia monotis
Parodon alfonsoi*
Anablepsoides lineasoppilatae
Hemibrycon inambari
Astroblepus cyclopus
193
Grupo
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Peces
Libélulas
Libélulas
Libélulas
Peces
Peces
Peces
Peces
C1
CR
VU
VU
NA
EN
EN
EN
EN
CR
EN
EN
EN
VU
VU
C2
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
-
Austrofundulus myersi
Peces
EN
Sí
Creagrutus nigrostigmatus
Peces
EN
Sí
Astroblepus latidens
Peces
VU
Sí
Austrofundulus myersi
Peces
EN
Sí
Creagrutus nigrostigmatus
Peces
EN
Sí
Mesamphiagrion gaudiimontanum
Libélulas
EN
Sí
Mesamphiagrion santainense
Libélulas
EN
Sí
Rhionaeschna caligo*
Philogenia peruviana
Libélulas
Libélulas
EN
-
Sí
Sí
Sicydium rosenbergii
Peces
-
Sí
Sturisomatichthys renatus*
Peces
CR
Sí
Hypostomus annectens
Peces
VU
Sí
Attonitus bounites
Astroblepus issidens
Peces
Peces
VU
-
Sí
3.2 ACB terrestres existentes adoptadas para especies determinantes de agua dulce.
ACB Existentes Adoptadas
Cotapata
País
ACB Existentes Adoptadas
Bolivia
País
Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas
Ecuador
Cañón del Río Combeima
Colombia
Reserva Ecológica los Illinizas y alrededores
Ecuador
Haciendas Ganaderas del Norte del Cauca
Colombia
Rio Toachi-Chiriboga
Ecuador
La Forzosa-Santa Gertrudis
Colombia
Territorio Étnico Awá y alrededores
Ecuador
Laguna de Tota
Colombia
Valle de Guayllabamba
Ecuador
Paramos del Sur de Antioquia
Colombia
Cordillera del Cóndor (Peru)
Perú
Parque Nacional Natural Chingaza
Colombia
Valle de Cosñipata
Perú
Parque Nacional Natural Paramillo
Colombia
Kosnipata Carabaya
Perú
Selva de Florencia
Colombia
Lago de Junín
Perú
Serranía de los Yariguíes
Colombia
Manu
Perú
Parque Nacional Cordillera Azul
Perú
Parque Nacional Tingo María
Perú
Quincemil
Perú
Reserva Comunal El Sira
Perú
Río Marañón
Perú
Río Marcapata
Perú
Tarapoto
Perú
Cordillera del Cóndor (Ecuador)
Ecuador
Corredor Ecologico Llanganates-Sangay
Ecuador
Maquipucuna-Río Guayllabamba
Ecuador
Mindo y Estribaciones Occidentales del volcán
Pichincha
P. Nacional Sumaco Napo-Galeras y Baeza
Lumbaqui
Parque Nacional Podocarpus
Ecuador
Ecuador
Ecuador
3.3 Áreas Protegidas y Sitios Ramsar adoptados para especies determinantes de agua dulce.
Áreas Protegidas y Sitios Ramsar Adoptados
Noel Kempf Mercado
País
Áreas Protegidas y Sitios Ramsar Adoptados
País
Bolivia
Sitio Ramsar Reserva Biológica Limoncocha
Ecuador
Cenagoso Del Bajo Sinú
Colombia
Allpahuayo Mishana
Perú
Cuenca Alta Del Río Quindío Salento
Del Sistema Manglarico Del Sector De La Boca
De Guacamaya
El Corchal el Mono Hernández
Colombia
Alto Nanay- Pintuyacu Chambiraa
Perú
Colombia
Amarakaeri Communal Reserve
Perú
Ampiyacu-Apayacu Zona Amortiguamiento
Perú
Los Katios
Colombia
Bahuaja Sonene
Perú
Rio Anchicayá
Colombia
Bahuaja Tambopata Zona Amortiguamiento
Perú
Serranía de Coraza y Montes de María
Sistema de Manglar y Lagunar Ciénaga de La
Caimanera
Sistema de Páramos y Bosques Altoandinos
Del Noroccidente Medio Antioqueño
Colombia
Cordillera Azul Zona Amortiguamiento
Perú
El Sira Zona Amortiguamiento
Perú
Junín Zona Amortiguamiento
Perú
Sitio Ramsar Pacaya Samiria
Perú
Pacaya Samiria Zona Amortiguamiento
Perú
Colombia
Colombia
Colombia
3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas.
Nuevas ACB de agua dulce
País
Nuevas ACB de agua dulce
País
Alto Río San Pablo Poza
Bolivia
Río Bogotá
Colombia
Bajo Paraguá Sistema Hídrico Subterráneo
Bolivia
Río Lebrija
Colombia
Lagos Vacas Angostura Alalay
Bolivia
Río Oibita
Colombia
Río Achira
Bolivia
Río Opia
Colombia
Río Chapare
Bolivia
Río Prado
Colombia
Río San Pablo
Bolivia
Río Roble
Colombia
Bajo Río La Miel - Río Samaná Sur
Colombia
Río Samaná Norte
Colombia
Quebrada Las Lajitas
Colombia
Río San Juan
Colombia
194
Nuevas ACB de agua dulce
Nuevas ACB de agua dulce
País
Colombia
Quisto Cocha
Perú
Laguna San Pablo y Zona de Captación
Ecuador
Río Aguaytía
Perú
Río Sinde
Ecuador
Río San Alejandro
Perú
Alto Perené en Acobamba
Perú
Río Tucuy
País
Cabecera Huallaga
Perú
Cabecera Río Perené
Perú
3.5 Organizaciones/individuos identiicados como potencialmente interesados en el manejo/promoción de las ACB de
agua dulce identiicadas.
País
Zona de Manejo de Cuenca ZMC
Bolivia
Alto Beni
Bolivia
Alto Río San Pablo
Bolivia
Bajo Paraguá
Parque Nacional Noel Kempf Mercado
Bolivia
Chapare Secure
Gobierno Autónomo Municipal de Villa Tunari
Bolivia
Ríos de Cochabamba
Colombia
Arroyos Costeros Planicie Caribe
Colombia
Páramo Belmira
Colombia
Río Bogotá
Colombia
Río Calenturitas
Colombia
Río Coello
Colombia
Río La Miel
Colombia
Río La Vieja
Colombia
Río Lebrija
Colombia
Río Nare
Colombia
Río Prado
Actores Interesados
Cotapata Parque Nacional
Fundación Renace
Serranía Bella Vista
Cámara Agropecuaria del Oriente (Productores Industriales de Soja)
Gobierno del Departamento de Santa Cruz
Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba
Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (CARDIQUE)
Reserva Natural de la Sociedad Civil Sanguare
Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Mojana y el San Jorge
(CORPOMOJANA)
Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquía (Corantioquia)
Universidad de Antioquía
Universidad Nacional
CAR Bogotá
Universidad Nacional de Colombia
Universidad Javeriana
Universidad de los Andes
Corporación Autónoma Regional del Cesar (CORPOCESAR)
BRODECO MINING COMP.
Universidad del Tolima
Corporación Autónoma Regional del Tolima (CORTOLIMA)
USOCOELLO
Red de Reservas de Sociedad Civil
ISAGEN
Corporación Autónoma Regional De Caldas (CORPOCALDAS)
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)
Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER)
Corporación Autónoma Regional Del Quindío (CRQ)
Parque Nacional Los Nevados
Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC)
Universidad del Quindío (Reserva el Ocaso)
CAS
Universidad Industrial de Santander
S.A.E.S.P (Electriicadora de Santander S.A.E.S.P.)
Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro-Nare
(CORNARE)
Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia
(CORANTIOQUIA)
Universidad de Antioquia
EPM
CEMENTOS ARGOS
CEMEX
ISAGEN
Universidad del Tolima
CorTolima
EMGESA
195
País
Zona de Manejo de Cuenca ZMC
Actores Interesados
Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER)
CODE CHOCO
Parque Nacional Tatamá
Universidad Tecnológica del Chocó
CVC
Reserva Forestal Protectora Nacional Río Anchicayá.
Parque Nacional Natural Los Farallones De Cali.
Reserva Forestal Protectora Nacional de los Ríos Escalerete y San Cipriano.
EcoPetrol
Universidad ICESI
Colombia
Río San Juan
Colombia
Río Dagua-Anchicayá
Colombia
Páramo Belmira
Universidad CES
Colombia
Río Bogotá
Empresa de Acueducto de Bogotá.
Ministerio del Ambiente.
Colombia
Río Telembí
Fundación ProAves-El Pangan Reserva Natural de las Aves
Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y
Ambientales.
Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales Municipalidad de Quito.
ONGs (Maquicupuna, Pauma, among others)
Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y
Ambientales.
Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales.
ONGs (Maquicupuna, Pauma, among others).
Municipalidad de Quito
Universidad San Francisco de Quito.
Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y
Ambientales (Estación del Oglan)
Fundación Arajuno
Universidad Amazónica
Centro Puka Rumi
Universidad Kiam
Universidad Católica de Esmeraldas
Nacionalidad Awa
Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y
Ambientales.
Parque Nacional Sangay
Parque Nacional Llanganates
Universidad Católica - Sede Imbabura.
Universidad Técnica del Norte
Panguana - Biological Research Station of the Zoological State Collection
Munich
Parque Nacional Cordillera Azul (REDD)
Reserva Comunal y Área Protegida Privada El Sira
Asociación Cocha Cashu
Parque Nacional Manu
Reserva Tambopata
ACCA (Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica) - Río Los
Amigos Iniciativas
AMARACAERI Project
USAID (Training Programmes Aquatic Biology)
Santuario Nacional Pampa Hermosa
Bosque de Protección Pui Pui
Ecuador
Alto Guayllabamba
Ecuador
Alto Río Blanco
Ecuador
Alto Río Napo
Ecuador
Río Cachaví
Ecuador
Río Pastaza-Bobonaza
Ecuador
Sistema Hídrico Imbakucha
Perú
Alto Río Huallaga
Perú
Alto Madre de Dios
Perú
Alto Perené
Perú
Alto Río Huallaga
Perú
Río Aguaytía
CIMA (Cordillera Azul Parque Nacional)
Río Nanay
Gobierno Regional Loreto.
Gobierno Autónomo Municipal de Iquitos (Quisto Cocha)
Perú
CIMA (Cordillera Azul Parque Nacional)
196
3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca
KBA CATCHMENT MANAGEMENT ZONE FACT SHEET
Countries
Peru /Bolivia
KBA Catchment
Management zone (CMZ)
Alto Madre de Dios
Freshwater KBAs within
CMZ
Focal Areas for freshwater
trigger species within
existing KBAs / PAs
CMZ description
Management
recommended at
catchment scale
Management
recommended within
freshwater KBAs
Two new KBAs have been delineated:
1) ‘Río Marcapata KBA’ is an AZE site for Chaetostoma marcapatae and also supports the trigger species
Hemibrycon inambari. his new KBA is a possible extension to the existing Quincemil IBA which uses the river
as a boundary.
2) ‘Ríos Inambari y Araza KBA’ has been delineated for the following trigger species: Hyphessobrycon nigricinctus,
Anablepsoides lineasoppilatae and Hemibrycon inambari. his KBA partially overlaps with Bahuaja Tambopata
bufer zone which uses the river as a boundary.
In addition, seven existing KBAs/PAs have been adopted as they support a number of freshwater trigger species:
Cosñipata Valley (1 spp); Bahuaja Tambopata bufer zone (2 spp); Bahuaja Sonene (2 spp); and Amarakaeri
Communal Reserve (1 spp); Quincemil (1 spp); Manu (2 spp); and Kosnipata Carabaya (1 spp).
Five focal areas have been identiied; one for Chaetostoma marcapatae (endemic to the Río Marcapata - possibly
in Quincemil IBA); one for Hyphessobrycon nigricinctus (endemic to the Inambari and Araza Focal Area but may
also be found in the Bahuaja Tambopata bufer zone); one for Cora parda (within the Bahuaja Sonene National
Park where it is endemic); one for Polythore manua (in the Manu National Park); and one for Oreiallagma
quadricolor (which is found in Manu NP and the Kosnipata Carabaya KBA).
Permanent rivers lowing through the Amazon rainforest (up to 1,000 m)
Yes
Incorporating freshwater biodiversity into existing National Park management plans.
197
Freshwater trigger species in the KBA Catchment Management Zone
See the species IUCN Red List accounts for more information www.iucnredlist.org
KBA
Criteria
Group
BINOMIAL
Fishes
Hyphessobrycon nigricinctus
Fishes
Anablepsoides christinae
Fishes
1,2
Attonitus bounites
Anablepsoides lineasoppilatae
1,2
Fishes
Anablepsoides parlettei
Fishes
Ancistrus marcapatae
Fishes
Hemibrycon inambari
Fishes
Ancistrus heterorhynchus
Odonata
Cora parda
Odonata
Polythore manua
Odonata
Oreiallagma quadricolor
Endemic to the trigger sub-catchment and possibly
endemic to the Ríos Inambari y Araza KBA. It may also
be found in the Bahuaja Tambopata bufer zone.
2
1
Fishes
Notes
1,2
1,2
2
2
2
2
2
he species exists in the existing Cosñipata Valley KBA;
Bahuaja Tambopata bufer zone; Bahuaja Sonene; and
Amarakaeri Communal Reserve. Possibly found in the
Río Marcapata KBA and Ríos Inambari y Araza KBA.
Endemic to the trigger sub-catchment and possibly
endemic to the Río Marcapata KBA and Ríos Inambari y
Araza KBA. his species is possibly found in the Bahuaja
Tambopata bufer zone.
Endemic to the Quincemil IBA.
AZE species endemic to the Río Marcapata KBA but is
possibly found in the Quincemil IBA.
Endemic to the trigger sub-catchment. Found in the Río
Marcapata and Ríos Inambari y Araza KBAs. Possibly
present in the Bahuaja Tambopata bufer zone.
Endemic to the trigger sub-catchment and possibly found
in the Ríos Inambari y Araza KBA.
Endemic to the trigger sub-catchment and endemic to
the Bahuaja Sonene National Park.
Endemic to the trigger sub-catchment and found in the
Tambopata bufer zone and the Manu National Park/
IBA.
his species is possibly endemic to the Kosnipata
Carabaya IBA and Manu National Park.
Protected areas that overlap with KBA Catchment Management Zone
COUNTRY
NAME
DESIG_ENG
DESIG_TYPE
STATUS
PER
Tambopata
National Reserve
National
Designated
PER
San Juan Bautista
Private Regional Administration
National
Designated
PER
Boa Wadack Dari
Private Regional Administration
National
Designated
PER
Bahuaja Sonene
National Park
National
Designated
PER
Amarakaeri
Communal Reserve
National
Designated
PER
Japu - Bosque Ukumari Llaqta
Private Regional Administration
National
Designated
PER
Manú National Park
World Heritage Site
International
Designated
PER
Manu
National Park
National
Designated
PER
Megantoni
National Sanctuary
National
Designated
PER
Bosque Nublado
Private Regional Administration
National
Designated
PER
Pillco Grande- Bosque de Pumataki
Private Regional Administration
National
Designated
BOL
Madidi
National Park
National
Designated
198
Freshwater habitats present
HABITAT
5.1_Permanent_Rivers/Streams/Creeks (includes_waterfalls)
Threats to freshwater systems present
THREATS
Notes
2.1_Annual_&_perennial_non-timber_crops
Yes
2.2_Wood_&_pulp_plantations
Yes
3.2_Mining_&_quarrying
Alluvial gold mining
9.1_Domestic_&_urban_waste_water
Yes
9.2_Industrial_&_military_eluents
Pollution (mercury) from gold mining
Conservation actions
ACTIONS
Current
1.1_Site/area_protection
Yes
2.1_Site/area_management
Yes
4.1_Formal_education
Yes
4.3_Awareness_&_communications
Yes
5.3_Private_sector_standards_&_codes
Yes
Recommended
Notes
Several Protected Areas
References
Authors
Ortega H. Hidalgo M. Hofman J.
Citation
IUCN Freshwater Biodiversity Unit (2015) KBA Catchment Management Zone Factsheet: Alto Madre de Dios, Peru/Bolivia.
Glossary of terms
KBA Catchment Management Zone (CMZ): Landscape (basin) scale management unit for the KBA, based on hydrological
connectivity and shared species/habitats.
Key Biodiversity Area (KBA): A potentially manageable unit at the site scale that contributes signiicantly to the global persistence
of biodiversity.
Focal Area: Speciic areas of particular importance for survival of the species.
KBA Trigger Species: Species that meet KBA criteria & thresholds and would beneit from site scale conservation actions.
To provide new information to update this factsheet or to correct any errors, please email IUCN at freshwater.biodiversity@iucn.org
199
LA LISTA ROJA DE ESPECIES
AMENAZADAS DE LA UICN™
UNIÓN INTERNACIONAL PARA LA
CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA
SEDE MUNDIAL
Rue Mauverney 28
1196 Gland
Switzerland
Tel: + 41 22 999 0000
Fax: + 41 22 999 0020
www.iucn.org/species
www.iucnredlist.org